El "Nuevo Estado" franquista se edificó sobre la derrota de la II República y la represión en sus múltiples formas. Sus principales inductores, las viejas elites tradicionales y el ejército, decidieron cerrar la crisis del Estado español en 1936 poniendo fin al proyecto democrático y modemizador republicano por la fuerza. El objetivo era restaurar el orden social tradicional y continuar con la modernización económica evitando los peligros que ésta conllevaba. El artículo ofrece un panorama del tratamiento que la represión franquista ha recibido por la historiografia española, dividida por el énfasis que ha dado a este fenómeno, además de efectuar un recuento de las víctimas y una síntesis de las etapas, mecanismos y formas que adquirió la violencia franquista.
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