Ésta es la historia de un monje budista que quería ir a la India. Pero, una vez allí, y sin él advertirlo, se vio envuelto en un "pequeño" problema de comunicación que lo mandó de vuelta al monasterio. En nuestra vida real, en la empresa y en la sociedad, nos encontramos en muchas ocasiones con situaciones parecidas. Un mismo hecho es percibido de forma muy diferente por personas diferentes. Un lenguaje común, basado en el grafismo y la fuerza de al imagen, es una buena solución para muchos de los problemas de comunicación que se producen en las empresas.
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