El factor más crucial para triunfar en cualquier empresa es tener un cliente al que dirigirse. Eso es más importante que la idea de negocio, los productos, la maquinaria, la financiación o el personal. El dinero del cliente es el que paga los sueldos, las cuotas sindicales, las vacaciones, los planes de salud y de pensiones, los ordenadores, el mobiliario de oficina...Ninguna organización puede sobrevivir sin él. Por tanto, la primera misión de cada empleado de una organización es, directa o indirectamente, conseguir clientes y conservarlos. En su libro "Winner: el triunfador no nace, se hace" (editorial Martínez Roca, 2001), Jeffrey J.Fox da una serie de consejos para conseguirlo. La piedra angular de su filosofía es que el éxito continuado del cliente es la única base para el éxito continuado de una empresa.
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