La entrada de España en el escenario marroquí no fue algo casualo realizada a destiempo, sino que era una cuestión de la que venía preocupándose desde hacia siglos. España y Marruecos poseían una gran tradición cultural: la hispano-árabe y la cultura árabe-islámica, con una latente aproximación entre, ambas. No obstante, la enseñanza en Marruecos en los años anteriores al Protectorado se encontraba obsoleta, adolecía de los recursos necesarios, utilizaba metodología desfasada y el número de escuelas existentes era insuficiente para una población que aumentaba de manera rápida y progresiva.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados