Objetivos: Determinar la prevalencia y analizar la expresión de la depresión en atención primaria. Pacientes y método: El estudio se realizó en dos fases. En la primera se llevó a cabo el cribado de 906 pacientes consecutivos con la Zung's Self-Rating Depression Scale para seleccionar una submuestra con 306 pacientes, que fueron evaluados en detalle en la segunda fase en la que se incluía en una entrevista psiquiátrica y otros cuestionarios. Resultados: La prevalencia de depresión mayor fue del 14,3% (intervalo de confianza [IC] del 95%, 11,2-17,4) y la de distimia del 4,8% (IC del 95%, 2,8-6,8). El sexo femenino, el trastorno de angustia, el trastorno de ansiedad generalizada, la úlcera gastroduodenal/gastritis, la frecuencia de visitas al médico y la presentación con síntomas psicológicos se asociaron de manera independiente con la depresión mayor. El trastorno de ansiedad generalizada, los síntomas psicológicos y el número de enfermedades orgánicas crónicas se asociaron de manera independiente con la distimia. En cuanto a la somatización, el 45,4% de las depresiones se presentaron de forma psicológica, el 35,6% como somatizadas y el 19% como enfermedad orgánica con depresión concomitante. Los somatizadores tenían menor educación y su depresión era menos grave y ocasionaba menor disfunción. La detección, el tratamiento antidepresivo y la atención especializada psiquiátrica fueron menores en los somatizadores. La infradetección de la depresión en pacientes deprimidos se asoció con una menor educación, menor gravedad y menor disfunción asociada con la depresión, y con la manifestación exclusiva de síntomas somáticos. Sólo un tercio de los pacientes deprimidos tomaba antidepresivos. Conclusiones: En atención primaria, la depresión es frecuente. A menudo se manifiesta en forma somatizada, lo que interfiere en su detección y tratamiento. La mayoría de los deprimidos, en cualquier estrato de gravedad, no recibe el tratamiento apropiado.
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