La conquista de Chipre por parte de Ricardo Corazón de León durante la III Cruzada supuso la primera pérdida de territorios que el Imperio Bizantino sufrió como consecuencia de los peregrinajes cruzados de los occidentales, constituyendo un claro antecedente de la toma de Constantinopla por los latinos en 1204. En este trabajo analizamos el proceso que siguió el establecimiento del poder latino sobre la isla y las causas por las que el Chipre de la dinastía Lusignan se convirtió el reino franco más longevo del Mediterráneo oriental.
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