Iraq continúa constituyendo un problema para Estados Unidos que, lejos de solucionar las cosas con las elecciones del 30 de enero, permanece enfrascado en un caos guerrillero de difícil salida. Sin embargo, los halcones de Washington siguen rumiando avanzar en el programa para construir su "Gran Oriente Medio", un espacio que Estados Unidos e Israel desean controlar. Siria e Irán, parecen encontrarse en el centro de las actuales pesquisas, constituyen dos Estados cuya invasión terrestre se muestra mucho más desaconsejable que fue (y sigue siendo) la incursión en Iraq.
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