El ingreso de Rusia en la OMC constituye una oportunidad única para la plena inserción de este país, no sólo en el sistema de comercio internacional vigente, sino también en el mercado mundial que viene conformándose desde la década de los noventa. Este artículo se centra en el análisis de aquellos ámbitos que están resultando más controvertidos en el proceso de negociación entre Rusia y la OMC. En particular, destacan el acceso al mercado de bienes y de servicios y el sector agrícola. Para cada uno de estos ámbitos se examinan las principales cuestiones que condicionan las conversaciones de adhesión, la situación en el marco de la economía rusa y los posibles efectos que sobre ellos tendría la incorporación efectiva de Rusia en el mencionado organismo.
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