El objetivo de este trabajo es cuantificar el efecto de la salinidad edáfica sobre el desarrollo radicular de la cebada y comparar el mismo con el que se produce sobre el rendimiento en grano y la biomasa aérea. Se sembraron 13 cultivares de cebada en un gradiente de salinidad impuesto por la triple línea de aspersión sobre los que se midió el rendimiento en grano (RG) y la biomasa aérea (BMA) en nueve tratamientos salinos y la densidad de longitud radicular (Lv) en la fase de antesis en tres tratamientos salinos (control-T0, salinidad intermedia-T4, y salinidad elevada-T8). En el cultivar Kym se midió además Lv en cinco fases de desarrollo en los tratamientos T0, T4 y T8. La salinidad retrasa la tasa máxima diaria de crecimiento radicular del cultivar Kym, de tal manera que dicha tasa máxima se alcanza entre ahijado y encañado en T0, entre encañado y espigado en T4, y entre espigado y antesis en T8. La distribución vertical de raíces se linealiza con el incremento de la salinidad, de tal forma que, respecto a la Lv total media de los 13 cultivares, la Lv sub 0-25 media en los primeros 25 cm de suelo desciende desde el 67% en T0, hasta el 45% en T8 mientras que la Lv sub 25-50 aumenta desde el 17% en T0 hasta el 33% en T8. Para salinidades moderadas (T4) se produce un efecto negativo similar en los sistemas aéreo y radicular, mientras que para salinidades elevadas (T8) el sistema radicular es más tolerante a la salinidad que el sistema aéreo, lo que hace que la relación Lv / RG en el tratamiento T8 sea un 60 % mayor que en los tratamientos T0 y T4. La existencia de variabilidad genotípica en el desarrollo radicular, junto con la correlación significativa (P < 0,05) observada entre RG y Lv en condiciones de salinidad elevada, abre perspectivas interesantes para la mejora de cultivares de cebada por su tolerancia a la salinidad a través del incremento de su densidad de longitud radicular.
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