Aunque quizás antes del siglo XIV Navarrete pudo estar fortificada, lo más probable es que fuera a partir de 1380, tras la concesión de la villa a Diego Gómez Manrique, cuando su sistema defensivo quedase claramente definido, compuesto por un castillo y una muralla con siete puertas. Posteriormente, la construcción de casas sobre la cerca modificó su aspecto, aunque todavía quedan importantes vestigios. Las fuentes documentales confirman su existencia, así como las obras de reconstrucción en paños y puertas, la limpieza de la cava y los numerosos problemas derivados de la apertura de portillos, antes de su legalización en 1651.
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