El texto que es propósito de este estudio y edición exige atención, no solo por su extrema rareza, ya que el único ejemplar que queda esta en la biblioteca nacional de parís, sino porque renovó en su época el viejo debate sobre la traducción de las sagradas escrituras a la lengua vulgar. La respuesta del filólogo y emigrado liberal protestante, antiguo fraile franciscano, Juan calderón, al predicador franciscano padre Areso en 1841 es interesante por los conceptos literarios, teológicos e historico-sociales, que se describen en este importante escrito.
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