La perspectiva peculiar trazada por la vida y el pensar de Nietzsche pretenden ser irrepetibles, y son por su propia naturaleza excepcionales. La conversión en estrella de ese sol nuevo que ha presentado Zaratustra en su segunda venida y han podido anunciar sus animales, transita por la escuela de las negaciones. De ellas se puede aprender en que dirección fue disparada la flecha dionisiaca, que es, justamente, la que no espera hacer jamas un blanco. En este sentido, el reverso necesario del pensamiento de la afirmación plena es el vacío formidable del nihilismo. Nietzsche tiene una única recomendación que hacer a propósito de la superación de la nada: consumarla con el pensamiento, o sea, con la propia vida. Y experimentada, Pensada exhaustivamente, se esta ya al otro lado de ella, y allí se vive como una figura nueva de lo divino. Habrá habido que esperar dos mil años para que surjan dioses nuevos ; pero la espera condujo al fin a su aparición.
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