En el siglo XVI se convierte la iglesia en centro de las miradas del mundo cristiano. Ello se debe en gran parte a las tesis defendidas por los luteranos, que identifican fe y gracia. La iglesia estaría formada únicamente por justos. Fue este uno de los motivos de la aparición y consolidación en la escuela de Salamanca del moderno tratado "de ecclesia". De hecho uno de los problemas a aclarar era si los pecadores formaban parte de ella y si eran miembros verdaderos. A los teólogos salmantinos les distingue haber enseñado todos los días de viva voz ante sus alumnos desde la cátedra. No se afanaron por entregar sus doctrinas a la imprenta para una mayor divulgación. Hablaban repetidamente sobre la iglesia con ocasión del comentario a la "secunda secundae" (q. 1, a. 10). Finalmente en 1584, aparecieron impresos los dos primeros comentarios salmantinos a la "secunda secundae". Uno se debía a Pedro de Aragón. El otro tenia como autor a Domingo Bañez.
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