San Pablo ofrece ahondamientos y precisiones en su doctrina escatológica según lo reclaman las diversas situaciones epistolares. En 1 test 4-5 asegura que los muertos antes de la parusia no quedaran en desventaja respecto a los supervivientes porque resucitaran y será a la vez el arrebato de unos y otros al encuentro del señor. La objeción sobre la corporeidad de los resucitados le lleva a explicar en 1 cor 15 (con una alusión previa en flp 3) la continuidad en la identidad personal y la discontinuidad por el cambio cualitativo en el modo de existencia corporal celeste. A una situación personal de riesgo de muerte debemos una consideración de escatología individual. Cuenta con estar con Cristo tras la muerte (flp 1) y así instalarse plenamente junto al señor (2 cor 5). Ante el hecho de la muerte, el apóstol ha pasado por las alternativas de entusiasmo místico (flp 1, 2 cor 5), angustia (2 cor 1 y 5) y dolor humano (flp 2).
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