La diversidad ideológica de las fuerzas políticas que en la septembrina de 1868 coinciden en la necesidad del derrocamiento de Isabel II se deja ver en la composición de las Cortes Constituyentes que inician su labor legislativa en febrero de 1869: una mayoría monárquica y una minoría de oposición republicana a la que se adscribía el portuense Federico Rubio y Galí, que había resultado electo en uno de los distritos electorales de la provincia de Sevilla. Tras largos años de militancia en las filas de la democracia republicana, Federico Rubio pone en práctica una intensa actividad parlamentaria. El análisis de su aportación a los trabajos de la legislatura constituyente del Sexenio es el objeto de estudio de este articulo.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados