Los esfuerzos por demostrar la influencia de la filosofía nominalista en la teoría política de Marsího de Padua no han tenido éxito. Otras corrientes de pensamiento y escuelas filosóficas, como el aristotelismo heterodoxo, el corporativismo medieval e incluso la concepción orgánica de la sociedad tienen más influencia en el Defensor pacis, concebido y escrito varios años antes de ser compañero de Ockham en la Corte imperial de Luis de Baviera. El artículo examina los textos en los que se ha basado la interpretación nominalista del pensamiento de Marsilio. La conclusión es que la teoría de la civitas que expone Marsilio no está basada en la concepción nominalista de la sociedad. En su lucha contra la plenitud o potestatis del Papado, Marsihio construye una civitas, en la que no cabe el poder eclesiástico diferente del secular. El resultado son dos modelos de sociedad distintos: dualista el de Ockham; mucho más monolítico el de Marsilio, que no reconoce a los ciudadanos individuales ni a las partes de la civitas capacidad para actuar autónomamente.
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