Los estudios más recientes y fundados sobre la guerra entre España y Francia en 1793-95 ponen de manifesto la considerable incidencia del conflicto en la situación política interna de España1. Antes de comenzar la guerra, la monarquía española se debatía entre serios problemas internos, sintomáticos de una situación de debilidad que desaconsejaba el compromiso en un conflicto armado de envergadura. Sin embargo, Carlos IV estuvo obsesionado, desde el comienzo de la revolución, por la suerte de Luis XVI, circunstancia favorecida por el hecho de que ambos reyes pertenecieran a la misma familia y por la alianza entre ellos mediante el sistema de los Pactos de Familia vigente a lo largo del s. XVIII.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados