Se revisa la información sobre los fármacos de acción lenta para el tratamiento de la artrosis (sulfato de glucosamina, condroitin sulfato, diacereína y ácido hialurónico) tanto desde el punto de vista sintomático como desde el punto de vista de la modificación estructural, y se hacen consideraciones sobre su uso en la práctica clínica. Desde el punto de vista sintomático el beneficio clínico es discreto y hay importantes problemas para extrapolar los resultados de los ensayos clínicos a la práctica clínica. Ninguno de estos fármacos se puede considerar como tratamiento estructural en la práctica clínica.
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