En este artículo se analizan, en primer lugar, los cambios que se dan en el campo de la educación superior, especialmente en España y Europa. A continuación se presentan algunas ideas sobre cual debiera ser la respuesta de la educación superior a estos cambios para que las universidades sean capaces de mantener su servicio a la sociedad, especialmente en el marco de la nueva sociedad que denominamos del conocimiento. La conclusión principal es que tanto el modelo pedagógico de la educación superior como el organizativo deben cambiar profundamente.
El modelo pedagógico actual, basado en la transmisión de conocimientos debe transformarse en uno nuevo basado en la formación en competencias. El modelo organizativo debiera pasar de un modelo rígido, enfocado a las profesiones y las disciplinas académicas y a la formación exclusiva de los jóvenes, a otro caracterizado por la flexibilidad y multidisciplinariedad y orientado a la formación a lo largo de la vida de toda la población.
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