Luís Fraga da Silva, María García Pereira Maia
Tavira está situada en un típico paisaje fenicio. Los datos arqueológicos acreditan la actual cuidad como un yacimiento ocupado por poblaciones enteramente Sirio-Fenicias o muy influenciadas. Existe un gran paredón de sillares, que no hemos todavía terminado de excavar que acredita un segmento poblacional de alto rango y que comparamos con edificios singulares documentados en colonias fenicias unánimemente reconocidas. Hay una muralla salomónica, hay pruebas de la práctica de metalurgia, hay un grafito con escritura fenicia y un conjunto de hoyos que tenemos por bothroí rituales ligados al culto de Baal y de su paredra, Astarté.
Los autores creen que el topónimo Balsa atestiguado para un oppidum de origen turdetano y después municipium Flavio que se sitúa a unos 4 Km al Este de Tavira, ha tenido un desplazamiento poblacional, desde la actual Tavira, hacia otro oppidum al Norte y después para la ciudad romana.
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