Resumen de La renovación del puerto de Pasaia (1927‑1956):: El trabajo de Luis Tolosa como referente del movimiento moderno en Gipuzkoa
En 1926, cuando el Puerto de Pasaia pasó de manos privadas a manos estatales, se nombró como ingenierodirector al ingeniero de caminos Javier Marquina (Tolosa 1886-Madrid 1946). Al acceder al nuevo puesto,este se encontró con un puerto completamente abandonado en su mantenimiento, que requería ser modernizadoampliando y sustituyendo los antiguos muelles, edificios, instalaciones, etc. Él, como ingeniero decaminos, atendía la parte técnica de los proyectos, pero quiso incorporar a la plantilla a alguien que velasepor el aspecto de los edificios, al ser consciente de que la magnitud del proyecto iba a renovar por completola imagen de la bahía de Pasaia. Por ello, decidió mediar para incorporar, en calidad de delineante, a subuen amigo Luis Tolosa (Donostia-San Sebastián 1903-Irun 1956), a quien conocía porque ambos residíanen la ciudad guipuzcoana de Tolosa, y de quien sabía que poseía extraordinarias dotes para el dibujo y lacomposición, así como gran pasión por la Arquitectura, a pesar de no haber podido estudiar dicha carrera.Él iba a ser el responsable de obtener una imagen a la altura de la ambición del proyecto de Marquina Inicialmente se decidió el estilo de cada edificio según su función y carga representativa. Y se hizoatendiendo las preferencias del ingeniero director, que se inclinaba por el historicismo y el eclecticismo.Pero esta tendencia fue cortada por el Ministerio de Obras Públicas, quién en 1929 manifestó que lasnuevas construcciones, en lugar de con decoraciones superpuestas, resolvieran sus fachadas empleandolos cánones estéticos de la moderna escuela arquitectónica. Una demanda que no se basaba tanto encuestiones de estilo como en cuestiones de concepto.La actitud de Luis Tolosa ante este requerimiento fue decidida. Los nuevos proyectos buscarían lamodernidad, mirando al racionalismo, como representación formal de la conciliación con las nuevas técnicasbasadas en el hormigón armado. Un material que llegó a dominar gracias, precisamente, a su trabajo en elpuerto, tal y como se ha constatado estudiando —en ese archivo y el suyo personal— los despieces estructuralesque dibujó y utilizó hasta dar con un magnífico abanico de soluciones compositivas racionalistas.En las siguientes tres décadas, bajo esta premisa, Luis Tolosa diseñó dentro del puerto, entre otros, losedificios de oficinas para particulares (1933), servicios de Sanidad (1935) o el de comedores de empleados(1939), que destaca con brillo propio por ser implacablemente coherente entre el programa, la estructuray la composición del alzado. Además, la imagen de modernidad que a través de estas actuaciones fuegranjeando a la infraestructura portuaria favoreció que muchos industriales instalados en Pasaia recurriesentambién a sus servicios para el diseño de sus pabellones. Esta circunstancia le permitió extender suarquitectura racionalista y pragmática en dicha bahía. De esta manera, el trabajo de Luis Tolosa bajo la dirección de Marquina fue el motor de la identificacióndel puerto con la arquitectura del Movimiento Moderno, convirtiéndose en un referente estético yarquitectónico fundamental en el entorno urbano de la bahía de Pasai
