Los inicios de la promoción turística en España están ligados al poder de la imagen, al recurso y a la explotacióndel binomio sol y playa. Paraísos tranquilos para el ocio y el disfrute. La publicidad generada enlas revistas de turismo y de arquitectura junto a las postales de la época y carteles oficiales de promociónnacional se sumaron a las múltiples campañas de difusión institucional y a los esfuerzos privados de promocióninmobiliaria.Esta investigación que parte de la construcción y definición moderna del mediterráneo español,plantea desde el análisis de la imagen generada en los años centrales del turismo, una atención a laproducción arquitectónica y representación de su costa, dando muestras del programa internacional delproyecto moderno, estudiando aquellos aspectos tipológicos que superaron con creces el reconocimientode una modernidad a base de pruebas, ensayos y modelos. En ese sentido, merece especial atención elestudio y la evolución de la imagen generada de la Costa del Sol en un recorrido temporal que virará haciala comprensión moderna de un espacio, referido como laboratorio turístico, al mismo tiempo que se ibaproduciendo el tan necesario cambio cultural en el país.Así, las escenas representadas de la Costa del Sol en los años sesenta recogerán espacios costumbristasde pueblos blancos y artesanías típicas. Junto a estas imágenes difundidas internacionalmente,encontraremos otras donde la presencia de la mujer vestida de flamenca competía con aquellas alusivas acorridas de toros, abordando la temática más repetida de una Andalucía diseñada artificiosamente.El sol y la playa. Reclamos turísticos troncales, binomio indispensable y gancho al que unir reconfortantesbeneficios y suelos disponibles. El mar y el descanso. Los ejes centrales sobre los que armarla publicidad, remarcar la necesidad de construir una imagen atractiva del litoral malagueño, suscitar uninterés inversor y promocional con campañas publicitarias tales como “unas vacaciones que dan dinero” ocualquier conquista atractiva para el inversor ávido de un trocito de paraíso en la costa.Por su parte, el hotel se convirtió en el primer ejercicio de diseño construido con vocación turística.Las postales darían ejemplo y en ellas se repetiría la difusión de piezas arquitectónicas aisladas, sin ningúnproblema de alcance territorial ni de servicio, deseo inmobiliario o comercial. Poco tardaron las urbanizacionesy complejos más ambiciosos en ocupar el resto del litoral malagueño. El diseño de los primerospaseos marítimos y los puertos deportivos desbancaron las portadas de revistas y publicidad referenciada,derivando a finales de los años ochenta en esta cadena de imágenes y márketing promocional hacia laimparable asociación de la “Costa del Sol” como la “Costa del Golf”.
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