La restauración de la Sacristía Nueva del Monasterio cisterciense de Santa María de Poblet (Conca de Barberà, Tarragona), en 1983, dio lugar a la localización de unas pinturas en la cúpula, escondidas bajo el hollín del incendio de 1835.
Atribuidas en principio a Joseph Flaugier, se comprobó que eran obra de Diego Gutiérrez, pintor valenciano de 1792, quien las había copiado de los grabados del francés Nicolas Dorigny sobre las pinturas de la cúpula de Santa Agnese in Agone, en la Piazza Navona de Roma, obra de Ciro Ferri a fines del siglo XVII.
La identificación del tema de las pinturas de la cúpula de Poblet fue realizada casualmente por la Dra. Jennifer Montagu, de la Universidad de Londres, basándose en un artículo del comunicante en la revista del Patrimonio Nacional.
Más tarde se comprobó que una de las escenas de Ciro Ferri, reproducida por Dorigny y luego por Gutiérrez, aparece en la bóveda del primer tramo de la capilla de la Virgen de la Cinta en la Seo de Tortosa, pintada por José Medina en 1725 a partir del grabado de Dorigny.
El "diaprado", tanto en Poblet como en Tortosa, consistió en realizar pinturas policromadas basadas en un grabado, lógicamente en blanco y negro.
Así pues, se da conocimiento de dos remedos "diaprados" en Cataluña de un original de Ciro Ferri.
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