El sistema constructivo más antiguo que utilizó el hombre tras salir de los refugios naturales. Se comenzó apilando el material pétreo que encontraba a su alcance y que podía trabajar con sus manos. Su uso se extiende hasta nuestros días, entrando en declive a mediados del siglo XX, en la medida que se va perdiendo la cultura rural frente a la urbana.
La construcción de muros de piedra en seco es una técnica constructiva en la que se utilizan los materiales naturales extraídos del mismo lugar en el que se utilizan, o muy próximos a él. La estabilidad se garantiza a través de la selección de los mampuestos y su colocación en relación con los que tiene en contacto, sin mediar masa ligante. El muro resultante puede permitir el paso del agua y del aire, no requiere cimientos, puede apoyarse en la roca madre y sus características van relacionadas con las de la naturaleza de la piedra utilizada. Genera paisajes en los que las construcciones se integran y mimetizan en el paisaje. Su destrucción no genera escombro, la piedra, sin transformación, pasa del terreno al muro y del muro vuelve al terreno del que salió. Lo que hace que el sistema sea reciclable y sostenible.
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