María Amparo Calabuig Puig, Augusto Almoguera Fernández
A través de la presente propuesta se reflexiona, desde la perspectiva de género y los estudios críticos de las masculinidades, sobre el impacto de la prevalencia de la “mirada masculina” -heteropatriarcal hegemónica- en el mundo audiovisual. Para ello, por un lado, se ha aplicado la teoría male gaze, ideada por la cineasta Laura Mulvey en 1975 a través de su obra Placer visual y cine narrativo, posteriormente desarrollada por Nina Menkes (2018). Y, por otro lado, el Test de Bechdel (1985). Y se ha hecho a través del método del análisis fílmico aplicado a la serie Embrujadas (1998-2006) por contar, a priori, la historia sobre mujeres hechiceras y “empoderadas”. Concretamente a través del estudio de las ocho temporadas de la serie, contrastando la transformación que experimentó la serie a raíz del cambio de mirada en la dirección creativa: Por un lado, Constance M. Burge, quien lideró las primeras cuatro temporadas, y, por otro lado, Brad Kern, encargado de las últimas cuatro. Este análisis ha permitido identificar los cambios sustanciales que se dieron en el cambio de dirección desde la perspectiva de género. En este sentido, aunque la presente aportación consiste en un estudio de caso, pretende aportar luz a herramientas que convendría utilizar para analizar cualquier producto audiovisual.
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