Blanca Bauluz Lázaro, Alfonso Yuste Oliete, Marta Salazar, Elisa Laita
La Economía Circular o “Green economy” en inglés, es un modelo económico que busca optimizar el uso de los recursos y minimizar los desperdicios a través de la reutilización, el reciclaje y la reducción del consumo de materiales. En lugar de seguir el modelo tradicional de “tomar, fabricar, desechar” (economía lineal), la economía circular propone un ciclo cerrado en el que los productos, materiales y recursos, se mantienen en uso durante el mayor tiempo posible. Los principales objetivos de esta nueva forma de comprender la economía son reducir la generación de residuos y la extracción de recursos naturales, reutilizar productos y materiales para extender su vida útil y reciclar aquellos productos que no se pueden reutilizar, transformándolos en nuevos productos o materiales. Este modelo promueve la sostenibilidad, favorece la innovación y contribuye a una economía más eficiente y respetuosa con el medio ambiente. Este concepto se aplica a diversos sectores mediante prácticas innovadoras, entre las que cabe destacar: la reutilización de productos (devolución de productos para ser reacondicionados y revendidos como productos de segunda mano) o el reciclaje de materiales (como el reciclaje del plástico para convertirlo en materia prima que pueda ser reutilizada en productos como botellas, ropa y otros objetos, etc.). Otros ejemplos serían el fomento del uso de energías renovables como paneles solares y baterías de almacenamiento, o la agricultura regenerativa que busca restaurar la salud de los suelos utilizando prácticas como la rotación de cultivos, el compostaje y el uso de residuos orgánicos como fertilizantes, cerrando el ciclo de los recursos naturales
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