Además de las pensiones contributivas de jubilación, en la protección social de las mujeres en la vejez juegan un papel más importante que en el caso de los hombres otras prestaciones del sistema, como la pensión de viudedad o las prestaciones no contributivas de invalidez y jubilación. La posición de las mujeres como beneficiarias de estas prestaciones, la cobertura y las cuantías de las mismas está marcada por su biografía laboral y la división social del trabajo, sin que en el caso español se hayan adoptado todavía iniciativas reseñables dirigidas a adaptar más su regulación a la nueva realidad sociolaboral de las mujeres. Por otro lado, la asistencia sanitaria y la protección a la dependencia deben y deberán desempeñar una función de primer orden, compensadora de las carencias existentes en materia de prestaciones económicas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados