En el artículo se analiza la trayectoria del pensamiento político y la opinión en Cataluña desde 1716 hasta 1759, a través de la publicística catalana de esos años. Aunque la contestación revolucionaria acaba en 1725, el sentido autonomista catalán se prolonga a lo largo de la primera mitad del siglo XVIII a través de las críticas contra la administración borbónica en Cataluña y la nostalgia austriacista de algunos textos que recuerdan los hitos más significativos de la Guerra de Sucesión: las glosas a Fernando VI y Carlos III revelan una progresiva integración de Cataluña en la política del Despotismo Ilustrado, aunque manteniendo algunos recelos y desconfianzas.
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