La Biblioteca Universitaria de Murcia tiene sus raíces en la historia de la Universidad de Murcia, que se estableció en 1915. Inicialmente, la universidad no contaba con una biblioteca propia y utilizaba la Biblioteca Provincial. La incorporación de la Biblioteca Provincial a la Universidad se logró en 1932. La mudanza de la universidad al convento de La Merced en 1935-36 marcó un punto de inflexión, ya que los fondos bibliográficos de la Biblioteca Provincial se trasladaron allí, y la Biblioteca Universitaria abrió al público siguiendo el Reglamento de Bibliotecas Públicas del Estado de 1901.

La biblioteca se creó con volúmenes de la antigua Biblioteca Provincial y Universitaria, así como donativos bibliográficos. Durante la Guerra Civil y hasta 1943, la biblioteca tuvo recursos limitados, pero se reorganizaron los fondos. Sin embargo, enfrentó desafíos de espacio, personal y presupuesto a medida que la universidad crecía.

A partir de 1980, con la expansión de la Universidad de Murcia, se establecieron nuevas bibliotecas de centro en los nuevos edificios. La aprobación de la Ley de Reforma Universitaria en 1983 y la inclusión de artículos sobre la biblioteca en los Estatutos de 1985 marcaron un cambio significativo. Posteriormente, se redactó un Reglamento de Biblioteca Universitaria y, en 1995, se aprobó el "Reglamento del Servicio de Biblioteca Universitaria". Esta nueva estructura implicó la dependencia del personal del Servicio de Biblioteca Universitaria en lugar de las Facultades y Escuelas. En 1996 se establecieron las Normas de Uso de los Servicios de Biblioteca Universitaria.