Propugnar una escuela innovadora hoy, como ayer, es oponerse al inmovilismo ante los problemas y deficiencias que se detectan en cada momento histórico en los centros, en la práctica de las aulas y en la política educativa. Una escuela innovadora aspira a la mejora progresiva de la enseñanza y, para ello, asume la responsabilidad de detectar, estudiar y afrontar con fundamento los problemas pedagógicos que se puedan manifestar en su contexto. Igualmente, reacciona ante la inercia conservadora del dejar las cosas como están y desviar sistemáticamente las responsabilidades hacia agentes exteriores (administración educativa, familias, los propios alumnos...), aceptando el protagonismo que le corresponde en el avance hacia mayores niveles de calidad en la enseñanza. Se trata, pues, de una escuela que reivindica ante esos otros agentes los cambios e iniciativas que cree necesarios, pero sin que ello conlleve hacer dejación de sus propios derechos y deberes ante los problemas de la enseñanza.
Este libro analiza las posibilidades de innovación educativa, en un intento de frenar los problemas que genera el inmovilismo, y propugnar, por lo tanto, la mejora de la enseñanza asumiendo las responsabilidades que a todos los agentes implicados en la educación les competen.
págs. 11-26
págs. 27-48
El aprendizaje autónomo: los contratos de trabajo
págs. 49-64
La motivación en la enseñanza de las ciencias sociales: estrategias y prácticas innovadoras
págs. 65-100
págs. 101-122
Matemáticas entretenidas: recurrir a los recursos
Juan Antonio Hans Martín, José Muñoz Santonja, Antonio Fernández-Aliseda Redondo
págs. 123-146
Innovación educativa, motivación del profesor y desarrollo profesional: problemas y propuestas de actuación
págs. 147-164
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