José Vasconcelos: promotor de la educación estética y de la identidad cultural mexicana

• Autores: María del Carmen Bernal González
• Directores de la Tesis: Concepción Naval Durán (dir. tes.)
• Lectura: En la Universidad de Navarra ( España ) en 2002
• Idioma: español
• Tribunal Calificador de la Tesis: Francisco Altarejos Masota (presid.), Carmen Urpí Guercia (secret.), Luis Núñez Cubero (voc.), María del Carmen Pereira Domínguez (voc.), Hortensia Cuéllar Pérez (voc.)
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• Resumen

  • A la luz de una nueva era positivista surge en México un pensador interesado por la educación, que inicia una cruzada formativa en una sociedad que había perdido prácticamente su sustento cultural y su identidad nacional debido a la anarquía y pobreza de aquellos tiempos. José Vasconcelos es en el ámbito político-educativo el ideólogo de un proyecto integrador que comprende atinadamente las raíces y la idiosincrasia del mexicano bajo el encanto de la estética; de ahí el impacto de su labor. Con ello busca, por un lado, la regeneración del espíritu a través del impulso de las artes y, por otro, la recuperación de la identidad nacinal por medio de la impregnación de una serie de manifestaciones estéticas en la vida ordinaria.

    Se gesta entonces un cambio en la educación en México desde su raíz. Para lograrlo, Vasconcelos supo situarse en sectores clave del gobierno y de la vida artística e intelectual: su poder de convocatoria es significativo puesto que consiguió inquietar la conciencia nacional de las minorías.

    Logra así adentrar al mexicano en el mundo del arte por medio de una atmósfera cultural, que abarca la creación de la Secretaría de Educación Pública como pilar de la transmisión y confección de la cultura, la innovación de planes y programas de estudio, las misiones culturales, la apertura de bibliotecas, la formación de profesores, la conformación de la identidad cultural a través del vestir y de la estética urbana, la gastronomía, los festivales culturales, las artes populares, la función pedagógica de los murales, los conciertos y la literatura. Todo ello como parte de un proyecto que abarcaba distintas dimensiones del ser humano, pues ante todo busca la armonía de la vida misma. En ete sentido, lo que facilita la aceptación de sus propuestas estético-educativas, es que el pueblo con el cual se halla es eminentemente estético, pues el puente de encuentro es la dimensión afectiva del m