Boletín número 31 de la Asociación Ben Baso

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BOLETÍN BEN BASO Nº 31 · Año 2022


EQUIPO BOLETÍN BEN BASO José Manuel Baena Gallé Ángela Espín Gutiérrez Pablo Peralta Guerrero Gema Rivas Jaime Mª José Aguilar Orozco COORDINADORA Dolores Cinta Macías Gómez EQUIPO DE REDACCIÓN Junta Directiva REGISTRO LEGAL: SE-1413-99 TIRADA: 500 EJEMPLARES Nº I.S.S.N.: 1575-3557

EDITA ASOCIACIÓN DE PROFESORES PARA LA DIFUSIÓN Y PROTECCIÓN DEL PATRIMONIO HISTÓRICO, BEN BASO (SEVILLA) DISEÑO Dolores Cinta Macías Gómez Adrián Fonseca MAQUETACIÓN Adrián Fonseca PORTADA Pablo Peralta Guerrero CONTRAPORTADA Adolfo Olmedo Villarejo La Asociación de Profesores Ben Baso no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus colaboradores ni del material fotográfico aportado por los autores. Esta revista es propiedad de la Asociación de Profesores para la Difusión y Protección del Patrimonio Histórico, Ben Baso y es distribuida entre los miembros de la Asociación, instituciones y personas interesadas de forma gratuita. Queda prohibida su venta y uso con fines lucrativos.

Pináculos de cerámica (Sevilla. Plaza de España) Fotografía de Pablo Peralta Guerrero


L

a aparición de este boletín, el número 31, coincide con un momento de cambios en los que las dinámicas personales, debido a la persistencia de la pandemia, se han visto afectadas. Una época que nos mantiene alejados de las personas y los lugares a los que amamos. Esta publicación se convierte en una ventana a la esperanza, ya que nos habla de esos sitios y de nuestra lucha incansable por que sigan vivos, por conocer y hacer conocer lo que nos identifica y nos hace estar en el mundo como mejor sabemos, con compromiso, lucha, empatía y respeto. En él se incluyen artículos sobre temas patrimoniales que nos interesan, así como acciones y actividades que se han desarrollado por iniciativa de nuestra asociación. La entrada de la nueva Junta Directiva, busca continuar con las dinámicas iniciadas por la anterior, en la que, con José Manuel Baena al frente, se ha avanzado en presencia en los medios y en las redes sociales, así como en las relaciones con instituciones educativas. Nuestro posicionamiento ha conseguido que a la Asociación Ben Baso se la tenga en cuenta en muchos de los ámbitos de decisión relacionados con el patrimonio, teniendo una voz propia que es escuchada. Pero no solo queremos quedarnos en continuar con lo hecho, nuestra intención es profundizar en algunos de estos cambios, adecuándose nuestra asociación a las necesidades del mundo actual, e intentando llegar a todas las edades utilizando su propio lenguaje. Por eso nos ocupamos de lo que preocupa a todas ellas, entendiendo las diferentes percepciones de la cultura y del patrimonio histórico que se dan en nuestra sociedad. Además, seguimos apostando por la formación como asociación de docentes, estando presentes en programas como “Vivir y Sentir el Patrimonio”, colaborando con los Centros del profesorado, en los centros educativos y, dando un paso más, buscando la manera difundir nuestra idea de patrimonio para el público en general. Para ello se han iniciado colaboraciones como la que se lleva a cabo con el Ateneo de Mairena del Aljarafe, en la que desarrollamos conferencias sobre temas de interés para nuestra asociación y para la población en general. Y también, en esta línea, haciendo llegar nuestros mensajes a través de las redes sociales con contenidos propios, abriendo canales de difusión en plataformas como Youtube o Ivoox. Con respecto a nuestras actuaciones de protección del patrimonio, en la actualidad continuamos con reivindicaciones variadas, como son la de la recuperación del Puente de Hierro para Sevilla, participando para ello en la plataforma Planuente. También intervenimos en la Avenida de la Palmera, buscando conservar la idea de desarrollo urbanístico para la que fue creada y en contra de las construcciones que la desvirtúan. Finalmente, por la reapertura del Patio de los Naranjos a la ciudadanía y la reversión de las inmatriculaciones. En cuanto al Patrimonio Natural, hemos entrado a formar parte de la Mesa de Tablada, buscando recuperar este espacio para la ciudad, por su importancia histórica y medioambiental. Respecto a los diferentes marcos normativos y de desarrollo urbano que afectan al patrimonio, hemos presentado alegaciones a la Ley de Patrimonio Histórico, a las modificaciones del PGOU en relación con la Avenida de la Palmera y Altadis, a la construcción del Centro de Visitantes de los Dólmenes de Valencina o al decreto de Bachillerato que elimina la asignatura de Historia del arte. Se han planteado aportaciones al Plan de Patrimonio del Ayuntamiento. También hemos llevado a cabo una colaboración con la gerencia de urbanismo sobre las Placas Cervantinas de la ciudad de Sevilla, con un análisis histórico así como la pertinencia de sus ubicaciones y los diferentes avatares que han sufrido. En otros ámbitos de la difusión del patrimonio, se han reanudado las actividades culturales, con visitas a lugares y exposiciones de interés de nuestro entorno y se han planteado diversas propuestas para retomar nuestros emblemáticos viajes. Por último, debemos felicitarnos por nuestros logros, como que se hayan tenido en cuenta nuestras reivindicaciones con respecto al adoquinado del centro histórico, a la necesidad de intervención para la conservación a San Isidoro del Campo o San Lázaro. Seguimos convencidos de que un movimiento asociativo como el nuestro es esencial para que ese patrimonio emocional, del que forma parte todo lo que es importante para nuestras vidas, se conserve y sea trasmitido a futuras generaciones como la mejor herencia que les podemos dejar. Son los socios y las socias de nuestra asociación los que dan relevancia a lo que hacemos desde la Junta Directiva, siendo ellos y ellas nuestro mayor activo. Su apoyo, interés, colaboración y confianza en lo que proponemos y trabajamos, es lo que nos hace un colectivo fuerte, con una proyección muy importante si sabemos adaptarnos al momento en que vivimos.

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sumario

BOLETÍN Nº 31 (AÑO 2022)

EDITORIAL PROTECCIÓN Y DIFUSIÓN DEL PATRIMONIO

• Acciones Ben Baso..........................6

PATRIMONIO Y EDUCACIÓN

• La camisa de fuerza de la fealdad urbana. Pascual Riesco Chueca....................9

• Patrimonio, emoción y aprendizaje. Pablo Peralta Guerrero.................42

• Tablada. Antonio Rodrigo.............19

• Sobre la propuesta del nuevo Real Decreto de Bachillerato de 2021 y la Historia del Arte. José Manuel Baena Gallé.............47

HISTORIA Y PATRIMONIO

• En torno a la demolición de las

puertas y murallas de Sevilla. Esteban Moreno Hernández...........26

• George Edward Bonsor Saint Martin. Un rentista aficionado a la arqueología. José Manuel Navarro Domínguez...32 • Un escritor de ida y vuelta. II Centenario del nacimiento de José María Gutiérrez de Alba. José Manuel Campos Díaz..............37

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ACTIVIDADES BEN BASO

• Actividades y viajes Ben Baso........51 • Cuándo, Dónde, Quién...NAZARIO. Paula López Salguero ....................54 • Conferencia-Coloquio del Profesor Dr. D. Julián Sobrino. “A modo de crónica técnica y emocional sobre el patrimonio industrial” José Luis Yuste Morales ................58

RESEÑA DE LIBROS

• Guillermo Moreno y la cerámica de Triana. Ana Ma Moreno Fernández. Reseña de José Manuel Baena Gallé.................67 • Tarteso y los Fenicios de Occidente. Celestino Pérez y Carolina López-Ruiz. Reseña de Pablo Peralta Guerrero......................68

• Sevilla en Mar de Prisca. Antonio Librero..............................61 • Una Pica en Flandes. José Manuel Navarro Domínguez....63

NOS PREOCUPA...................................69 VALORAMOS.........................................73

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2021/2022

BEN BA S O

ACCIONES

PROTECCIÓN Y DIFUSIÓN DEL PATRIMONIO

• ASAMBLEA GENERAL de la Asociación Ben Baso. Renovación del presidente y nombramiento de la nueva Junta directiva en asamblea extraordinaria (17 de junio de 2021).

• PARTICIPACIÓN EN LA REIVINDICACIÓN por el cierre del Patio de los Naranjos junto a la Plataforma Ciudadana de Sevilla (junio 2021). • PRESENTACIÓN CON OTRAS ASOCIACIONES DE LAS ALEGACIONES contra la construcción de un centro de visitantes junto al dolmen de La Pastora en Valencina y en apoyo a las propuestas de la Asociación Los

• PARTICIPACIÓN EN EL XVI ENCUENTRO de Asociaciones en Defensa del Patrimonio celebrado en Zaragoza mediante plataforma online los días 7 y 8 de mayo de 2021. • REUNIÓN CON “MÁS PAÍS” el 5 de mayo de 2021, a instancias de ese grupo político para conocer las acciones y actividades que llevamos a cabo a nivel patrimonial. 6


Dólmenes Valencina- Guzmán (4 de octubre 2021)

Asesora del proyecto museológico de la Fábrica de vidrio “La Trinidad”. Representan a nuestra asociación el vocal de Protección del Patrimonio, Esteban Moreno Hernández y la vocal adjunta a Secretaría Mª Ángeles Ritoré Castillo.

• PARTICIPACIÓN EN LA PLATAFORMA por la Recuperación de la Dehesa de Tablada “Tablada verde” (noviembre 2021).

• DISTRIBUCIÓN DE MASCARILLAS con el logo de nuestra asociación a todos los socios de Ben Baso por envío postal a sus domicilios.

ACTUACIONES DE LA COMISIÓN DE FORMACIÓN: • PARTICIPACIÓN EN EL PROGRAMA de Innovación Educativa de la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía “Vivir y Sentir el Patrimonio” • REDACCIÓN Y TUTORIZACIÓN del curso “Elabora tu proyecto emprendedor del programa Vivir y Sentir el Patrimonio” para el Aula Virtual de Formación del Profesorado de la Consejería de Educación.

• PARTICIPACIÓN EN LA MESA de Santiponce para el seguimiento del proyecto de restauración del Monasterio de San Isidoro del Campo (16 noviembre 2021).

• REALIZACIÓN DE UN CURSO a nivel provincial con el CEP de Sevilla sobre “Herramientas digitales para el trabajo de los proyectos de Patrimonio y Ciencias Sociales”.

• A PROPUESTA DE UN SOCIO y aprobado por la Junta directiva se ha contribuido con un donativo de 500€ para la restauración del azulejo “La Sagrada Familia”, obra de Enrique Orce, en la iglesia del barrio del Retiro Obrero.

• PARTICIPACIÓN EN EL GRUPO de asesoramiento al IECA (Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía) sobre materiales didácticos.

• REUNIONES CON LOS GRUPOS POLÍTICOS municipales del Ayuntamiento de Sevilla a fin de presentar propuestas para la recuperación del Puente de Hierro y en apoyo de la Asociación PLANUENTE. Difusión y recogida de firmas.

• CREACIÓN DE UN CANAL DE YOUTUBE para las conferencias de la asociación.

• APOYO A LA PLATAFORMA Vecinal “Pulmón Verde” en la defensa de espacios verdes en el solar de la zona Arrayán y Divina Pastora, del Casco Antiguo. •

PARTICIPACIÓN

EN

LA

COMISIÓN 7


• ACTUALIZACIÓN DE REDES SOCIALES, web y blog de la Asociación.

• APORTACIONES A LAS ALEGACIONES CONTRA LA CONSTRUCCIÓN DE UN CENTRO DE VISITANTES JUNTO AL DOLMEN DE LA PASTORA EN VALENCINA.

• ORGANIZACIÓN DE CHARLAS/CONFERENCIAS en colaboración con el Ateneo de Mairena del Aljarafe. A causa de las precauciones debido a la situación por el COVID, solo se ha podido llevar a cabo la siguiente:

• PROPUESTAS PARA EL CATÁLOGO Y ACTUALIZACIÓN DE LAS PLACAS CERVANTINAS EN LA CIUDAD DE SEVILLA SOLICITADAS POR LA GERENCIA DE URBANISMO DEL AYUNTAMIENTO DE SEVILLA (Ver noticia en ABC Sevilla/5 de sept. 2021).

11 de noviembre de 2021: Conferencia “El puente Alfonso XIII”. Impartida por José Manuel Baena Gallé, Vicepresidente de la Asociación Ben Baso y Carlos Fernández-Andrade Marín, portavoz de la Asociación PLANUENTE.

• APOYO AL ESCRITO CONTRA LAS MODIFICACIONES APROBADAS POR EL PGOU EN LA AVENIDA DE LA PALMERA.

ESCRITOS PRESENTADOS: Se pueden encontrar en la página web de la asociación (http://www.benbaso.com/proteccion/ documentos)

AÑO 2021: • RESPUESTA DEL DEFENSOR DEL PUEBLO A LOS ESCRITOS PRESENTADOS SOBRE LA SITUACIÓN DE LA VENTA DE LA MASCARETA.

• APORTACIONES AL PLAN DIRECTOR DE PATRIMONIO DEL AYUNTAMIENTO DE SEVILLA.

• APORTACIONES PARA EL PROYECTO DE LOS ESTATUTOS DE LA UNIÓN DE ASOCIACIONES.

AÑO 2022:

• ALEGACIONES AL PROYECTO DE ALTADIS PARA RECLAMAR LA CONSERVACIÓN DE LOS MURALES DE LA ARTISTA DELHY TEJERO.

• ALEGACIONES AL DECRETO BACHILLERATO EN DEFENSA DE LA PERMANENCIA DE LA ASIGNATURA DE HISTORIA DEL ARTE EN EL CURRICULUM.

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LA CAMISA DE FUERZA DE LA FEALDAD URBANA: UNA HERENCIA PARA LAS GENERACIONES VENIDERAS

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PASCUAL RIESCO CHUECA Universidad de Sevilla

n fantasma colosal y lancinante, un algo que, por sencillez, cabría denominar fealdad, sobrevuela las ciudades y campos de nuestro entorno. Así lo encuadra Muñoz Molina: «en todos estos años, sin que nos diéramos mucha cuenta, nos ha ido rodeando e invadiendo un océano de fealdad, un océano que ocupa desde los paisajes que parecían más deshabitados o remotos hasta el corazón de las ciudades. Es una fealdad pública y también privada; una fealdad a escalas inmensas y en tamaños reducidos y no por eso menos viles; se la ve caminando por las

calles y cuando se viaja en coche o en tren por esos alrededores cancerosos que nunca terminan y que incluyen siempre centros comerciales, polígonos cimarrones en mitad de páramos, barriadas compactas con torres de muchos pisos que nunca llegarán a ser habitados o urbanizaciones de adosados que se pierden en la lejanía, franquicias de comida basura, prostíbulos con letreros de neón que parpadean débilmente en los mismos secanos y bajo el mismo sol arcaico que tanto emocionaba a los estetas de la generación del 98».

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Fealdad, ramplonería, miseria visual, sin duda, que cualquiera ha sentido al viajar, o al levantar la vista en un paseo por su ciudad. Pero al punto sale al paso una nutrida lluvia de objeciones; y es forzoso poner oído a sus advertencias. Algo chirría cuando nos entregamos sin más a los ceñudos placeres de la reprobación. El espíritu de la época nos

paisaje está degradado es tal vez porque se ha vuelto democrático. Todos tenemos derecho a echar mano de él, con el desahogo de la mano infantil que agarra la teta materna. El labrador que levanta una nave de chapa en medio de un prado armonioso; el ganadero que acumula plásticos y neumáticos a cielo abierto por si le sirven para su vaquería; el promotor que retaja una loma para instalar una hilera de casas que, de otro modo, no cabrían en el atiborrado parcelario; el restaurador que engalana con neones, banderolas y avances textiles su bar para que prospere: todos tienen en común la carrera de obstáculos del fisco, los plazos y las premuras del corto plazo vital. ¿Pierde por lo tanto su razón quien hace melindres ante las necesarias fealdades, el esteta que desde la torre de marfil de sus paseos ociosos olvida la perentoriedad del garbanzo y los apremios de la agencia tributaria? Y en cuestión edificatoria, las presiones de la realidad tampoco aflojan. Las ciudades, cuyo caserío llegó casi intacto a los años cincuenta, eran un compendio de urgencias. La explosión demográfica orquestada por autoridades belicistas, que querían carne de cañón; corrales de vecinos en ruinas, que la administración municipal no había sabido administrar; la incesante arribada de refugiados rurales que habían de hacinarse donde podían; la falta de un ensanche ordenado para acoger los crecimientos. Si por entonces empiezan a crecer en vertical los arrabales, superando la capacidad de carga de las calles; si, a la vez, brotan los primeros polígonos y barriadas de bloques, ¿cómo parar mientes en cuestiones de belleza o fealdad ante la acuciante prioridad: salir de los cuchitriles y acceder a la vivienda? Que la progresión de los polígonos respondía a una lógica poderosa, lo demuestra su ubicuidad: el modelo cundió

advierte: el término feo es hoy casi un tabú, y se puede acusar de elitista a quien lo emplea: ¿con qué derecho juzgar los resultados de un unísono esfuerzo por salir del paso, un universal afán de servirse del mundo, común a remotos ganaderos y campesinos, o a modestos residentes de barriada? Si el 10


en dictaduras y democracias, de este y aquel lado del telón de acero, en el franquismo y en la transición. Tampoco el Movimiento Moderno dejó bien parado el concepto de fealdad. El objeto del arte pareció haber dejado de ser la belleza, para mudarse a otras latitudes: ahora se había de ensalzar lo interesante, lo que escandaliza y conmociona, lo que rompe automatismos. El artista moderno se mostraba como profeta fulminador, con su látigo, sus manifiestos y dogmas coléricos. Lo bello fue asimilado a la glucosa; la decoración, a los insalubres pastelones de bodas; era imperativo ponerse a dieta de tanto empalago como había cocinado el arte decimonónico. Sverre Fehn, arquitecto noruego, premio Pritker en 1997, declaró: «You have to smash the dreams of your client». Es misión del arquitecto, con arreglo a este dictum, hacer añicos los ingenuos sueños del cliente. Deduzcamos que una mirada más alta, en la que no hay lugar para el placer fácil, debe desengañarnos de nuestras viejas aficiones, para instalarnos ante arcanos silencios visuales, que esconden nuevas verdades. Unas verdades que contemplamos como quien se asoma, deslumbrado y desorientado, al polo norte. Intentemos entonces mantener la compostura del sujeto crítico y soberano: musitaciones reticentes, ojos semicerrados, boca fruncida y apretada, mentón adelantado, lentos cabezazos valorativos. Así hemos visto, en efecto, expresar su aprobación a algún arquitecto entendido ante una obra severamente difícil, ante una plaza dura como un tanatorio, o un proyecto hosco y comprometido, de virtudes inescrutables para el vulgo. Incluso sin el patronazgo de arquitectos y creadores, desde la mera calle, alguien argüirá: el gusto es libre; la ciudad y la sociedad son ámbitos de pluralismo; la diversidad de formas debe acogerse sin enjuiciarlas, pues en el ramillete de tendencias y experimentos florece el espectáculo de la ciudad. Lo bello y lo feo, combinados o invertidos por la rueda de las subjetividades, componen un todo inacabado, perpetuamente en proyecto, el tejido urbano. Si hay belleza, está en los dinámicos cambios, en la irreverencia de

las transiciones.1 Desde otro punto de vista, en tanto que ariete de transformación y alumbramiento, lo feo puede ser valorado como categoría provocadora, invitación a pensar en alternativas.2 El elemento disonante pone voz a los conflictos; es denuncia performativa; un descampado con escombros dentro de la ciudad abre un desgarrón en el texto dominante del urbanismo oficial: allí tal vez se alumbran potenciales liberadores. El londinense Eugene Quinn organiza rutas por Viena y Múnich centradas en mostrar fragmentos disonantes de ambas ciudades, reputadas por su elegante diseño urbano. Entre sus eslóganes: «la belleza puede ser aburrida. Pero la fealdad nunca lo es». Añade: «¡la fealdad, arma contra la gentrificación!».3 Es decir, hay oportunidades de resistencia y de crítica en los nodos donde se rompe esta armonía hegemónica, edulcorada, que parece presidir las ciudades monumentales. ¿Por qué insistir, a pesar de todo ello, en servirse de la categoría de lo feo y en aplicarla, con insistente deliberación, a los productos del urbanismo contemporáneo? La razón principal es la aparente irreversibilidad de los efectos. Pensemos por ejemplo en el Aljarafe sevillano: lo que fue una constelación de pueblos compactos, blancos cuajarones de caserío engastados en un verde tapiz de olivares, ha pasado en medio siglo a ser un inacabable amasijo de urbanizaciones, que desborda límites municipales con codiciosa monotonía. Serpentinas de adosados, en bolsas incomunicadas pero totalizadoras del espacio; taludes hormigonados, calles sin salida, barullo general; ausencia de ejes estructurantes; invisibilidad de los hitos históricos. El problema no es el presente, sino la herencia que queda. ¿Cómo reparar los efectos de cinco décadas de lucro constructor y otras tantas de desidia política? ¿Cómo esponjar el mazacote o inscribir en él algún trazo redentor, alguna esquirla testimonial de inspiración creativa? O traigamos a colación la gran Triana, sucursal in péctore de la ciudad de la gracia, con sus aspiraciones a universalidad y encanto. No se trata aquí de las pérdidas patrimoniales, la desaparición de las tabernas o el destripamiento de la 11


arquitectura popular. Dirijamos la atención tan solo al resultado formal, volumétrico, tras medio siglo de transformación y nueva edificación, un proceso más apreciable lejos de la fachada oficial del barrio, que aún conserva su hermoso borde del río y sus calles Pureza y Castilla. En el resto: colmatación del parcelario; promociones que se retuercen y estrujan, sobre parcelas irregulares, separadas por rejas y desmontes; calles donde subsiste la trama antigua del barrio, colapsadas bajo el peso de altos y mercenarios bloques de viviendas; escuetas aceras de pavimento barato, sin árboles; apenas ninguna plaza; franquicias y bares anodinos en su arteria peatonal; callejones atiborrados de coches estacionados en doble y triple fila. De nuevo: ¿cómo reparar el desaguisado? ¿Serán las generaciones venideras rehenes de esta mediocridad? Volvamos a la argumentación de Quinn. Un cuajarón de disharmonía, un núcleo intenso de conflicto visual puede tener alguna significación estética, pues en él se concentran líneas de fuerza que obligan a repensar nuestra experiencia. Pero sobre lo feo-interesante se extiende en las ciudades la marea de lo feo-anodino. Lo desoladoramente ramplón, la ausencia de talento, la tosca imitación de modelos mal entendidos, la prolífica banalidad, el abarrotado desorden sin gracia, el ruido visual. Aun así, será posible recolectar algunos placeres estéticos dispersos incluso en barrios hacinados y mediocres, donde se amontonan bloques venales sobre calles estrechas; siempre habrá callejones diuréticos,4 hilarantes rincones kitsch, conmovedoras autoconstrucciones, volumetrías fotográficamente aprovechables. Pero esta labor de libar néctares estéticos de la miseria de la ciudad fallida no deja de tener algo neroniano. Sugieren los cronistas —Suetonio, Dion Casio, incluso Tácito— que Nerón contempló el incendio de Roma desde su palacio; inspirado por la riqueza formal del espectáculo, empuñó la lira y entonó cánticos. Cuando nos hacemos turistas somos nuevos nerones: encontramos satisfacción estética en escenas que tal vez (nunca lo sabremos)

son fuente de infelicidad en los residentes habituales de los lugares. No condenemos del todo la estética neroniana, tan disculpablemente humana, pero guardemos ciertas precauciones ante ella. Es necesario pararse a distinguir lo interesante de lo benéfico. Porque la larga, lenta fealdad de algunas ciudades o de algunos ámbitos donde transcurre la vida puede tener efectos letales. El adolescente sensible que no encuentra dónde mirar querrá replegarse más hacia sus videojuegos y pantallas; los interiores, que no abren a ninguna armonía, cerrarán persianas y cortinas para convertirse en cavernas televisivas. La exposición prolongada a lo feo nos deforma. Lo vio Van de Velde al evocar sus años de colegio: «sobre nuestra edad de jóvenes pesa la infinita fealdad de las aulas escolares, una fealdad que —al igual que la sífilis— roe el corazón, el cerebro, la carne».5 Vemos al mismo tiempo que muchas recetas de vida parecen superar esta instalación en lo disharmónico; la atención se posa en otra parte, filtrando y dejando fuera lo disonante. Jane Jacobs reivindicó las riquezas de la vida social como coreografías creadoras que difuminaban con su aureola los lados menos halagüeños del paisaje físico. Merced a las alas de la inspiración sobrevolamos lo inerte y lo feo. Ya señalaba Certeau que las vueltas y rodeos de los paseantes en la ciudad hacen algo asimilable a los giros o tropos estilísticos.6 La bulliciosa vitalidad de la práctica social saca al paisaje de su torpor, en una especie de reactuado Cantando bajo la lluvia. Algo similar se celebra en el poema «Coreografía urbana», de Rosa Alice Branco: «Gene Kelly pasó por aquí un día de lluvia. / Bailó con las viejecillas con muletas, saltándose / semáforos en rojo, girando como peonza fuera de los pasos de cebra».7 Y Wilde, siempre amigo de invertir relaciones causales, reflexiona sobre la parduzca niebla londinense, trocada por los pintores impresionistas en un sugerente efecto estético, lleno de calidades formales: donde los cultivados capturan un efecto, los incultos pillan un resfriado.8 12


El paisaje en la ciudad es altamente inmaterial, al estar impregnado de asociaciones simbólicas. Incluso cuando han desaparecido sus bases físicas (por efecto de demoliciones, vaciado de edificios, nueva creación), la ciudad persiste en la memoria, como activo archivo de símbolos; físicamente, ya no es la ciudad que fue: el paisaje ha zozobrado, sus fundamentos formales se han borrado, pero pervive como ensoñación compartida en la imaginación colectiva. El caso de las calles de Triana, más un recuerdo que una realidad, parece demostrarlo; o el de la feliz raya del camino del Rocío, evocada en mil canciones, aunque ahora no pase de ser una pista entre alambradas. Por añadidura, la hipertrofia de lo social hace casi invisible el paisaje factual, un fenómeno que se acentúa en las culturas mediterráneas. Vemos caras, cuerpos, miradas, conversaciones: lo que está detrás apenas se percibe. En la ciudad, el ejercicio paisajístico tiende relaciones que dilatan calles y plazas, que enlazan aceras y calzadas. La curiosidad del transeúnte difumina y complica los límites de la propiedad inmobiliaria, porque lo privado —por ejemplo, un jardín tras su vallado— ofrece réditos al disfrute común, y lo público es disfrutado también por vía privada —así en los enamorados que anidan sobre un banco del parque—. Los cruces de miradas convierten a la ciudad en un panóptico ajerárquico, un hipertexto en el que incesantes pies de página visible remiten a otras páginas invisibles. Desde las terrazas de bar se pesca con la mirada en el río de los transeúntes. En la esfera pública de unas calles bien resueltas, se hace verdad la sentencia alemana «Stadtluft macht frei»: el aire de la ciudad libera. El libre escrutinio de todos hacia todos es compatible, paradójicamente, con la espontánea privacidad de las vidas urbanas. Los hilos tendidos y devueltos por las miradas tejen un macizo haz de relaciones. Rebelde realidad desmaterializada que esquiva toda tentativa de cierre, recordándonos el soberbio himno de Caetano Veloso a São Paulo, donde se describe en largos versos la experiencia del recién llegado a la metrópolis: «quien viene

desde otro sueño feliz de ciudad aprende pronto a llamarte realidad, porque eres lo contrario de lo contrario de lo contrario de lo contrario».9 Ello, simultáneamente, nos salva y nos condena. El genio social permite volar sobre las mezquindades formales del diseño urbano; pero, embelesados por los encantos de la rica interacción humana, extraviados en

el «incalculable laberinto» que tejen nuestros pasos,10 dejamos que el paisaje de la ciudad se degrade más y más, hasta que nos golpea con su fuerza de realidad al caer sobre él, en algún momento que nos sorprenda sin alas. Un rasgo destacado del paisaje urbano es su capacidad de pronunciarse como oráculo contra el exceso humano, enviando imágenes opresivas de hacinamiento y esterilidad. Las barriadas amontonadas toman aspecto de campos de refugiados. Las plazas duras se convierten en parábola de un mundo en que no quedan resquicios para lo que no sea artificial. Así, en la infancia, en aquellos corralones de instituto con suelo de tierra y muretes con rejas, el patio del recreo era el lugar del pisoteo y el arrasamiento: su suelo, un mosaico de colillas, chicles, salivajos, 13


cáscaras, envoltorios y huellas de zapatos. Los niños que corrían alegres disputándose la pelota eran inmunes a esta visión cercana y terrible; pero un momento de desaliento podía colocar a cualquiera ante el opresivo zócalo, compactado por ciegos pisotones y diminutos detritus. Allí parecía escrito en trazos de miniatura el futuro sin salida de las vidas de barrio. Así el toro cuando, estoqueado, agacha la cabeza, y borrándose de su vista el cielo airoso y el vuelo del capote, sus ojos ya solo abarcan el crudo albero sin horizonte.

Bilbao arrastra a los imitadores. Grandes proyectos aparatosos aspiran a sacar la ciudad de su órbita tradicional, embriagándola con contemporaneidades efervescentes e inmediatas. Densificación: Caracteriza a estos desarrollos una radical disconformidad entre parcelario y edificación. Heredan una organización de calles y parcelas heredadas de antiguos arrabales, callejones entre huertas o factorías. Lo que inicialmente fueron casas de una o dos plantas, con huerto y corral, es ahora retahíla de edificios de cinco y más plantas, apretadamente dispuestos; el llenado completo crea múltiples patinillos invivibles. Posiblemente estas áreas plantean las máximas dificultades hacia el futuro. Sobre los alfares de Triana y el eje industrial de Miraflores, sobre las casas de arrabal, huertas y corrales de La Calzada surgieron edificios en apretada sucesión, muy por encima de lo que las estrechas calles pueden aguantar. Aceras mezquinas, construcciones altas y de baja calidad formal, congestión, puntos muertos, accesos a garajes que desfiguran las fachadas, escaso arbolado: el resultado es cacofónico y opresivo. Se echan de menos los gestos de cortesía urbanística, como abrir plazoletas, solemnizar los remates de edificios, realzar las esquinas de cruce o achaflanarlas. En ensanches decimonónicos, y aun posteriores, fue habitual aprovechar la potencia expresiva de

EXPANSIONES Y DENSIFICACIONES DE LA CIUDAD: UNA PESADA HERENCIA

Durante el medio siglo que comienza hacia 1960, el crecimiento de la ciudad ha seguido vías plurales. Un esquema muy somero, pensando en la ciudad de Sevilla, pero aplicable a otras, permite distinguir varios modelos de crecimiento, que, por fácil referencia, etiquetamos con un término en cursivas. Densificación: El centro urbano, los arrabales y ensanches se han densificado, construyendo en altura sin alterar el callejero, y colmatando antiguos huecos de cuarteles y conventos, suelo paleoindustrial (talleres, alfares, almacenes), colonias de villas y hotelitos. Polígonos: En grandes parcelas vacantes o sobre suelo agrícola se han construido polígonos y promociones de bloques, según la receta del Movimiento Moderno, sin formar calles. Posteriormente, otros nuevos crecimientos han recuperado la organización en calles y manzanas. Unifamiliares: En la corona periurbana, la densificación y los polígonos han cundido en los cascos urbanos de los antiguos pueblos y en su entorno; pero todo el espacio intermedio, antes rural, se ha llenado de urbanizaciones formando bolsas de chalés y adosados. Nuevos emblemas: Una categoría adicional emerge en años recientes. Las ciudades aspiran a crear su marca mediante operaciones arriesgadas y rompedoras. Se orientan a los clientes más que a los ciudadanos. El influjo del Guggenheim en

un esquinazo en altura para introducir algún elemento torreado, o balcones en proa, o alguna pieza compositiva que hiciera pivote. 14


Otras veces, el encuentro entre dos ejes se hacía mediante chaflán, en redondo o en poligonal. Pero en estos barrios, el llenado es inmisericorde y hasta la menor esquina se edifica en altura. La esclerosis de estas calles que no respiran se hace palpable. El caso es que la evolución que ha producido estos resultados no suele responder a magnas operaciones del gran capital, sino a la suma de pequeñas codicias familiares — comprensibles por otra parte—, agravadas por la venal indiferencia de sucesivos gobiernos municipales; nacen pues de la colusión entre clase media y ayuntamiento. Sucesivamente, los solares que antes albergaban espacios inciertos, esponjadores de la ciudad — corralones de talleres, cines de verano—, fueron declarados urbanizables, incluso en barrios tan densos como Triana. Un ejemplo es el viejo cine Avenida, al aire libre, en Pagés del Corro. Cuando el ayuntamiento puso en el plan que su solar admitía edificación en altura y a lo grande, ¿quién iba a resistir la tentación? El resultado: en 1998 cerró sus puertas este espacio tan benéfico, tan original, donde se remansaba la vida nocturna de los veranos trianeros en la lentitud de películas en sesión doble, entre jazmines recién regados, carreras de chiquillos, chasquido de pipas, tomates en ensalada y contrabando de fiambreras. Aquello era un vivo ámbito de socialización, inmensamente popular, cargado de encuentros entre generaciones y clases sociales, que había brotado solo, sin necesidad de dictámenes expertos ni debates cejijuntos de urbanistas. ¿Hay culpa más grave, para una corporación municipal, que abatir en pleno vuelo un vórtice urbano tan victorioso? Tampoco parece que el tiempo vaya a dotar de carácter a estas calles ciegas, a estas arquitecturas insulsas, a estos fondos de saco mortecinos. Nada comparable a la bulliciosa vida de un zoco, ni, por supuesto, a la elegancia sosegada del bulevar. Paradójicamente, estos barrios densificados en altura sobre callejero tradicional combinan hacinamiento y escasa vitalidad. Los modos residenciales contemporáneos, individualistas

y aferrados a tecnologías de evasión, alejan la hipótesis de un florecimiento callejero. Aunque la densidad de población es alta e invitaría a ello, el escaso atractivo del paisaje urbano no llama a la instalación del comercio, ni a la creación de terrazas de bar activas y armoniosas. No se adivinan modos de intervención que puedan reparar estos conjuntos. Polígonos: Son hijos de la reflexión moderna sobre la nueva ciudad. La teoría, impulsada por Le Corbusier y la Bauhaus, sigue teniendo el atractivo de las recetas sencillas. Un jardín continuo sobre el que flotan altos bloques, o en el que serpentean pastillas (barras) de viviendas; orientaciones optimizadas, ventilación y luz solar. Las calles se disuelven, disociándose sus funciones: por un lado, pasarelas peatonales, a veces elevadas, o senderos sobre el jardínbasamento; por el otro, ejes para el tráfico rodado, que puede ir en túnel o en trinchera; el comercio deja de organizarse a lo largo de las inexistentes calles, para situarse en módulos especializados. Los edificios se disponen con espontaneidad, como fichas de dominó, con ritmos mondrianescos. ¿Cómo sustraerse a la potente capacidad persuasiva de estas propuestas? Desde entonces, se acumulan historias de éxito y fracaso de las correspondientes fórmulas, denominadas Grands ensembles en Francia, Siedlungen en Alemania, polígonos en España. Actualmente no tiene vigencia el programa, al menos como fórmula consistente. La calle ha vuelto, con grandes aceras y claros planos de fachada; también la manzana amplia, de patiojardín compartido. Pero queda, en herencia de aquel bienintencionado esfuerzo, una suma de barrios que concentran aciertos y disfunciones. Por supuesto, las promociones y polígonos que crecieron en nuestras latitudes son versiones pobres y agobiadas del modelo máximo. Las áreas libres, míseramente ajardinadas, no dan respiración a los bloques; las calidades son bajas; los encuentros entre fases y parcelaciones independientes carecen de lógica urbana, abundando muros de contención, calles sin salida, vallados y terraplenes. 15


Uno de los conflictos principales es el desencuentro entre suelo y vuelo. Los edificios pisan mal, generando espacios de negligencia. Cabe mencionar dos tipos principales de distalidad. Ciertos bloques aseguraban la ventilación directa de las habitaciones mediante la planta en H (dos alas con dos viviendas cada una; las alas se unen a través del núcleo de escaleras); en X (variante de la anterior, con las alas formando aspas); o ameboide (tres o más alas curvas). Es el caso del conjunto La Estrella en Manuel Siurot,11 el edificio Las Equis en los Remedios12 y muchos otros bloques de estos años. Pues bien, los encuentros más angostos entre alas producen inglés y recovecos difíciles de incorporar a la ciudad.13 Ni siquiera como espacios privados encuentran uso, por su carácter lóbrego y encajonado, acumulador de goteos de aire acondicionado, así como de restos de papeles y desperdicios que revolotean por la ciudad y sedimentan en estas trampas naturales, sin viento ni luz. En muchos sitios, estas anfractuosidades inútiles se están cercando con enrejados, produciendo el paradójico resultado, rayano en la instalación o la performance, de sembrar la calle con grandes jaulones vacíos, rejas que delimitan la nada urbana. Por otra parte, muchos edificios de polígono descansan sobre zancos o pilotis. Se trata de una herencia corbusieriana, fiel a la noción de un suelo urbano continuo, ajardinado, no interrumpido por los bloques de pisos. Una breve primavera utópica acompañó en Sevilla a estas manifestaciones arquitectónicas. Viniendo de casa a mi instituto en Nervión, el Martínez, los variados recorridos que yo hacía a pie tenían en común atravesar el bosque de pilotis de los conjuntos de bloques aledaños al instituto. Formaban habitual tertulia bajo los edificios, en distintos sitios propicios, variados grupos de hipis, sentados en el suelo, rascando guitarras y moviendo melenas al compás, con entretenidos atuendos y no menos entretenidas minifaldas. Un flower power de polígono, disfrutador del sol y la pereza, asentado entre los postes; y no faltaban las pandillas de raboneros, las parejitas

incipientes, o los inquietantes vagabundos, alguno de los cuales leía a Marcial Lafuente. Pero estos usos creativos de los zancos no sobrevivieron a la transición; con unanimidad, todos fueron cerrándose con rejas. Así vegetan ahora como espacio muerto, a veces usado para aparcar motocicletas, otras como desguace de dudosos equipamientos de la comunidad. Estos jaulones de pilotis, absolutamente ubicuos en la ciudad, son la sarcástica inversión del sueño corbusieriano. Donde se pensaba exaltar un espacio público continuo y desplegado, se multiplican ahora barreras e incongruencias; los recorridos se complican con rodeos; lo inmediato se vuelve inaccesible; los pies de bloque son distales, sin uso comercial ni vecinal. ¿Cuál fue la razón del repliegue? El miedo a la delincuencia, el fantasma del exhibicionista emboscado entre pilotes, las litronas amontonadas que iban quedando atrás cuando aumentó la capacidad de gasto de las pandillas (antes daba solo para pipas). Y no acabó aquí la irrupción de lo distal en el seno mismo de la ciudad. Las promociones de vivienda se atrincheran, enrejando accesos, bocas de garaje, parterres, medianeras. En el centro, los adarves son sustraídos al uso de la ciudadanía merced a una paulatina privatización, que parece ser aplaudida por el consistorio. Y hasta la planta segunda de los bloques trepan las rejas de ventanas y balcones; incluso los aparatos de aire acondicionado se protejen con enrejado: tan acrobático llega a ser el atracador local. La aspiración a un jardín continuo, bajo los bloques, ha tenido alguna fortuna, aunque muy lejos de los ensueños del movimiento. Le Corbusier no previó quién había de mantener este tapiz verde; en todo caso, en Sevilla, dada la jibarización general del suelo libre en las promociones, siempre ha sido escurrido e intersticial. Todo ha dependido de las asociaciones y comunidades de vecinos. En algunos casos puede el paseante topar con gratos vergeles, inesperadamente encajados entre edificios; otras veces, un escuálido arbolado sobrevive malsano en los huecos que deja el hormigón. 16


Unifamiliares: Llaman los franceses, con frígido culteranismo, lotissements pavillonnaires a estos desarrollos que han anegado el cordón periurbano. Son lotes de viviendas adosadas o semiadosadas, que crecen como serpentinas, enroscándose para crear embolsamientos, a veces herméticos; les sigue, sin transición, otra promoción, y así hasta colmatar enormes extensiones en el ruedo de las ciudades. El Aljarafe es el mejor ejemplo cercano. Como es sabido, no se ha respetado una norma importante en el urbanismo de otros países: preservar la discontinuidad entre tejidos urbanos de poblaciones cercanas.14 En la cara que mira a Sevilla, el Aljarafe es una amalgama de urbanizaciones, cristalizadas al antojo de los promotores, sin ejes estructurantes. Se pasa de un término municipal a otro sin advertirlo. Los antiguos pueblos han disuelto su tejido en esta ingente marea; han renunciado a su silueta o a su capacidad simbólica. Los resultados del conjunto varían según los casos. En urbanizaciones acomodadas, la amplitud de los espacios da lugar a rincones ajardinados placenteros, de uso privado. La diversidad de arquitecturas permite disfrutar de obras notables, cuando no son invisibles desde la calle. Pero en la mayor parte de las urbanizaciones, se suceden monótonas ristras de casas, penosamente anónimas. En las fachadas quedan embutidas bocas de garaje, rampas y rejas, un pie forzado que raramente mejora el ritmo de las casas. Algunas promociones han intentado organizar con elegancia la reiteración volumétrica del modelo, pero son las menos. Predomina la pomposidad abarrotada; como en los dibujos infantiles, los elementos de expresión —ojos y boca— llenan hasta rebosar el rostro: en estos frentes de casa, cónclaves de balaustradas, tejadillos y molduras ofuscan la mirada; todo el programa se agolpa ingenuamente en las fachadas, erizadas por añadidura de marcas de propiedad y prohibiciones de acceso y estacionamiento. Los valores colectivos generados son escasos. Incluso en urbanizaciones de alto nivel de renta, las aceras tienden a

ser estrechas y poco disfrutables; los altos setos hacen túnel y no permiten columbrar amenidades. El comercio se concentra en espacios especializados, sobre planchas de suelo artificial, sin pretender aportar nada que no sea el mínimo internacional de estos lugares. El laberinto de calles y fondos de saco carece de orquestación. La orografía original no es celebrada ni aprovechada; las orugas de casas en procesión parecen trepar ciegamente, subiendo y bajando lomas sin mirarlas; hay paredones, muros de contención y taludes innecesarios, producto de las prisas por poner en el mercado una parcela. Los escasos restos patrimoniales —ermitas, almazaras, haciendas—, no logran alzar su voz en medio de la general cacofonía. Todo el sistema es intensamente dependiente del automóvil, sin el cual estos barrios de adosados colapsarían. La SE-40 agravará el problema, alentando nuevas y alejadísimas urbanizaciones desconectadas del conjunto aljarafeño, creando espacios estrangulados, desfigurando nuevos ruedos urbanos, y disparando el uso del coche. Nuevos emblemas: La construcción en Bilbao del centro Guggenheim y su éxito como revitalizador de la ciudad avivaron una peligrosa tendencia urbanística, ya perceptible antes. Los políticos, que tienden a imitarse unos a otros, probablemente porque leen poco, vieron en la receta una fórmula infalible para sus ciudades. En todo caso, el camino venía abonado por la moda internacional de arquitecturas de espectáculo, grandes edificios pregonados como icónicos antes de demostrar que lo son. En Sevilla se sucedieron dispendiosos gigantes, cuyo precursor es la inútil mole del estadio olímpico: la torre Pelli, las Setas de la Encarnación. Ante la irrupción de estos supuestos heraldos del porvenir, gran parte del debate se formula en términos futurísticos. Quienes defienden la nueva obra arguyen que hay que tener la valentía de los rompedores; que los choques visuales son estimulantes; que la arquitectura siempre se ha implantado por derribo de lo anterior. Los que se oponen 17


quedan tácitamente tildados de carcamales retardatarios, de rancios defensores de la ciudad encorsetada y meliflua, de pazguatos sin visión. Y es difícil que el intercambio de ideas se enriquezca cuando la pugna se traba en estos términos. Claro que los defensores de estos aldabonazos de sensación suelen citar siempre casos de éxito —Guggenheim, torre Eiffel—, que inicialmente toparon con la desconfianza de los guardianes del decoro urbano. Pero olvidan rastrear en su memoria las mucho más frecuentes historias de fracaso. La torre de los Remedios, en la República Argentina (1954-1976), destinada a situar la ciudad en la plena modernidad, ¿qué dinámicas beneficiosas creó? En el paisaje de este lado del río, nadie se molesta en alzar la mirada para contemplarla: es un anodino corpachón molesto, que crea a sus espaldas una invivible calleja siempre en sombras.15 Las ciudades históricas, que tienen un nombre en el mundo, poseen un potente carácter, sedimentado por los siglos. Esta signatura las hace singulares e irrepetibles. Como argumenta Settis,16 preservar la personalidad urbana es parte crucial de su buena administración. Y las obras gigantescas del mercado mundial, al introducir acentos de estrepitosa distracción, pueden hacer descarrilar el engranaje de sutiles distinciones que componen el carácter. ¿Acaso es Sevilla reputada como centro financiero internacional? ¿La ciudad de la finura, la proveedora de mitos para la ópera, resulta ser también un embrión de la City de Londres? Al menos eso parece deducirse de la unánime voluntad política, de izquierda a derecha, que aplaudió romper la hucha de un monte de piedad para erigir, con los ahorros de todos, la torre Pelli. O pensemos en las Setas. Ciertamente no fructificó aquí una atenta lectura del tejido urbano sevillano, como la que llevó a Aldo Rossi a intervenir en el Corral del Conde. El proyecto de la Encarnación, creado por Jürgen Mayer H., que declaraba no conocer la ciudad, era una instalación coetánea y hermana espiritual de la moda de los coches tuneados

y los videojuegos. Su construcción, saludada por cierto éxito social, crea diplopia en los visitantes a la ciudad: ¿sigue siendo Sevilla la vieja y sabia metrópolis del sur, o aspira más bien a convertirse en una filial de Disneyland? ______________ 1. Morshäuser, Bodo (1998) Liebeserklärung an eine hässliche Stadt: Berliner Gefühle. Fráncfort: Suhrkampf. 2. Van Acker, Wouter; Mical, Thomas (eds.) (2020) Architecture and Ugliness: Anti-Aesthetics and the Ugly in Postmodern Architecture. Londres: Bloomsbury Visual Arts. 3. Haydn, Hermann (2017) «Ugly Munich: Wo die Stadt hässlich ist» [entrevista a Eugene Quinn]. Eigensinn Magazin, 24.10.2017. 4. La imagen es de Pasolini, que evoca en Roma un «vicoletto diuretico», callejuela convertida en urinario por la juventud: Pasolini, Pier Paolo (1991) Passeggiate romane. Le Livre de Poche, p. 66. 5. «Sur notre âge d’homme jeune pèse l’infinie laideur des salles d’école, une laideur rongeant, comme le vice, le cœur, le cerveau, la chair» : Van de Velde, Henri (1916-1917) Les formules de la beauté architectonique moderne. Weimar: Cranach Presse; p. 5. 6. De Certeau, M. (1980) L’invention du quotidien. I. Arts de faire. París: UGE; p. 151. 7. «Gene Kelly passou por aqui num dia de chuva. / Dançou com as velhinhas de muletas atravessando / no vermelho para peões, rodopiando fora das passadeiras»: Branco, Rosa Alice (2006) Deletrear el día. Monte Ávila Editores Latinoamérica; p. 236. 8. «Where the cultured catch an effect, the uncultured catch cold»: Wilde, Oscar (1905) «The decay of lying». En Intentions. Essays. Nueva York: Brentano’s; p. 41. 9. «quem vem de outro sonho feliz de cidade / aprende depressa a chamar-te de realidade / porque és o avesso do avesso do avesso do avesso»: Veloso, Caetano (1978) «Sampa». 10. «Aquí el incierto ayer y el hoy distinto / Me han deparado los comunes casos / De toda suerte humana; aquí mis pasos / Tejen su incalculable laberinto»: Borges, Jorge Luis (2002) «Buenos Aires». En Obras Completas II. Buenos Aires: Emecé; p. 325. 11. Rodrigo y Felipe Medina Benjumea, 1955-1960. 12. Ricardo Espiau Suárez de la Viesca, 1960. 13. A veces se ha evitado este efecto colocando el bloque sobre un pedestal de formas regulares, que regulariza las fachadas hacia la calle. Otras veces, diseñando los encuentros entre alas de manera que los ángulos sean muy abiertos. 14. El urbanismo en lengua alemana da importancia al borde urbano (Stadtrand) como hecho paisajístico, y promueve la definición de cesuras, para asegurar que cada población sea perceptible como unidad separada: Lampugnani, V.; Noell, M.; Barman-Krämer, G.; Brandl, A.; Unruh, P. (eds.) (2007) Handbuch zum Stadtrand. Gestaltungsstrategien für den suburbanen Raum. Basilea: Birkhäuser. 15. Lo mismo puede decirse de la torreta de Écija, el rascacielos de once plantas que superó en altura a las célebres torres históricas de la ciudad. O del estadio de Vitrolles, de Ricciotti (1994). 16. Settis, Salvatore (2020) Si Venecia muere. Madrid: Turner; p. 11.

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TABLADA ANTONIO RODRIGO

El 23 de septiembre de 2021 se constituyó la Mesa por Tablada Ciudadana, con la incorporación de 25 entidades y asociaciones de carácter ambientalista y de defensa del patrimonio, así como algunos profesionales del ámbito académico a título personal, como nuestro compañero Leandro del Moral, el ecólogo Fernando Sancho o el arquitecto Antonio Barrionuevo. Recientemente, nuestra asociación Ben Baso ya figura como un miembro más de esta plataforma ciudadana. El objetivo de la Mesa es trabajar para que los terrenos de la Dehesa de Tablada pasen de manera definitiva a titularidad pública y se preserven sus importantes valores naturales y medioambientales. Para ello, las entidades solicitan al Ayuntamiento de Sevilla que inicie los trámites legales expropiatorios sobre dichos terrenos, hoy en manos de constructoras privadas, e instan a la Junta de Andalucía a participar en este proceso mediante la aplicación de la legislación andaluza sobre espacios naturales protegidos. En este breve artículo se pretende poner de manifiesto los valores ambientales e históricos que posee este espacio único junto a la ciudad de Sevilla y su área metropolitana, así como la importancia de revertir la propiedad del mismo a la ciudadanía mediante la declaración de Parque Periurbano.

L

UNA BREVE CRONOLOGÍA

a llamada Dehesa de Tablada, que ocupa algo más de 356 Ha, denominada así por ser una zona de pasto, apenas sin arbolado, debido a las frecuentes crecidas del río, estuvo dedicada fundamentalmente a usos ganaderos. Mantiene una situación privilegiada 19

Hoefnagel 1565 – 1567. Civitates Orbis Terrarum


de Ahorros sevillanas mediante el cual, el consistorio se comprometía a declarar como suelo urbanizable una gran parte de la Dehesa. En el año 2000, Las dos cajas de ahorro de Sevilla firman un nuevo acuerdo con el Ministerio de Defensa (Eduardo Serra) bajo el gobierno de José María Aznar (PP) por el que adquieren, sin subasta, otras 150 hectáreas del antiguo aeródromo, por valor de más de ocho millones de euros. Posteriormente, las cajas adquieren más suelo procedente de diferentes propietarios hasta alcanzar la cifra total de 356 Ha, con un coste total de 82 millones de euros. • La siguiente operación es la venta del total de terreno adquirido por las cajas de ahorro a un consorcio de empresas inmobiliarias denominado Tablada Hispalis, por un valor de 81 millones de euros, según la parte compradora. El consorcio lo componían 14 empresas, entre las que destacan Prasa, Inmobiliaria Osuna, Sando, Arenal 2000, Idisa y Level, que en 2002 presentan un magno proyecto de urbanización con más de 20.000 viviendas previstas, entre otros equipamientos. Ante la falta de apoyo institucional al proyecto,

por su cercanía a Sevilla y adquiere un carácter muy especial si tenemos en cuenta que desde la conquista de la ciudad por parte de reino de Castilla y León fueron tierras o bienes de propios pertenecientes al concejo municipal. Podemos hacer una relación cronológica de los hitos por los que atravesó la propiedad de la Dehesa de Tablada hasta la actualidad para así comprender mejor la problemática actual. • Efectivamente, Alfonso X hace donación a la ciudad de esta dehesa. En esa situación estuvo hasta 1914, momento en el que el Ayuntamiento cede al Estado (Ministerio de la Guerra) una parcela de 240.000 m2 por tiempo indefinido al servicio de la aeronáutica, sin derecho demanial. • Ya en época de la II República, en 1934, el Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por la coalición de centro-derecha en la persona de Isacio Contreras (Partido RepublicanoRadical) vende al Ministerio de la Guerra la Dehesa de Tablada, hasta entonces cedida. “Se adelantaron ocho millones de pesetas a cuenta”. En 1946 se ultima la venta definitiva por valor de 16.305.432 de pesetas. • En 1997, el gobierno de José María Aznar, con Eduardo Serra como ministro de Defensa, adjudica mediante subasta un lote de 160,9 Ha a las dos Cajas de Ahorros sevillanas de esa época, el Monte de Piedad y la Caja San Fernando por una cantidad superior a los 30 millones de euros, más 18 millones por pagos de derechos de reversión a antiguos propietarios al cesar el uso militar. El Ministerio de Defensa olvida solicitar un certificado de innecesaridad a la Dirección General de Costas (Ministerio de Medio Ambiente) para el control del dominio marítimo terrestre. Esta carencia será decisiva en los pleitos posteriores. Inmediatamente después, el PGOU de 1997 califica estos terrenos como no urbanizables. • En 1999, con Soledad Becerril (PP) como alcaldesa, el Ayuntamiento firma un convenio con las dos Cajas

La red fluvial del área de Sevilla

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el consorcio tasó la propiedad de Tablada de Sevilla con motivo de la redacción del en 210 millones de euros, casi tres veces PGOU en el año 2004), y los grabados y fotos más de su inversión inicial. En 2007, el antiguas, podemos delimitar, de norte a sur, Ayuntamiento intentó la expropiación de la cuatro zonas: Dehesa por un justiprecio de 6,5 millones • Zona I. En las dos primeras décadas del de euros (se trata de un terreno rústico e siglo XX se distingue al norte, el Meandro inundable), intento que no prosperó por de Tablada, tramo del río entre la curva o decisión del TSJA. torno de Los Remedios (actual puente de • En junio de 2010, el Ayuntamiento solicita las Delicias) y el torno de Los Gordales, a la Junta de Andalucía la declaración frente a San Juan de Aznalfarache. Hoy de la Dehesa de Tablada como Parque día se corresponde con el desaparecido periurbano, con los brazo del Guadalquivir, el votos a favor de todos antiguo meandro de los los grupos políticos. Gordales. Es la zona más En julio del mismo año, próxima al viaducto del el Tribunal Supremo antiguo Puente de Hierro. desestima la petición Su altura se aproxima a de Tablada Híspalis de los cinco metros sobre el recalificar a Tablada nivel del mar. como suelo urbanizable. • Zona II. En esos Conclusión: Tablada primeros años del siglo es suelo privatizado, XX, la linde al oeste era el en manos de un propio río, cuando desde consorcio de empresas San Juan giraba al sur inmobiliarias que no para bañar Gelves, Coria pueden construir nada, y La Puebla y continuar por decisión judicial, hacia el sur. Son los Delimitación de las zonas de la Dehesa de Tablada. a la espera de una terrenos propios de la PGOU 2004 posible expropiación dehesa de Tablada y la por parte de la administración central o antigua Base Aérea. Comprende la zona municipal que devuelva la propiedad a la norte de la antigua pista de aterrizaje. Es el ciudadanía. punto de mayor altitud de todo el conjunto, si bien la elevación media no supera los 7 CARACTERIZACIÓN DEL ESPACIO metros. DE TABLADA • Zona III. Al este limitaba con el Cortijo Si observamos la imagen de la figura de los Caminos o del Batán, finca de 2 compro-baremos la posición estratégica gran extensión dedicada principalmente y privilegiada del espacio de Tablada, muy a siembra de cereal. Para impedir que próxima al casco urbano de la capital y al reborde el ganado de la dehesa entrara en el del Aljarafe frente a San Juan de Aznalfarache sembrado, la linde constituida por una y Gelves. Igualmente, es interesante prestar valla de espino se reforzaba con una atención a la importancia que históricamente gavia de 1.5 m. de profundidad. Hoy ha tenido la red fluvial en el entorno de Sevilla día son terrenos de huertas y de cereal. y en particular, en Tablada, con el Guadalquivir Está levemente inclinada hacia el sur, con y el Guadaira, que generan la actual llanura de una cota media de 6 metros. Se extiende inundación. desde la orilla del Guadalquivir hasta la Observando la cartografía disponible carretera de la esclusa y continua al otro (desde la primera realizada en 1988 hasta lado del antiguo cauce del río Guadaira. la última, realizada por el Ayuntamiento Junto al antiguo cauce, desde 1990, se 21


LA VEGETACIÓN

encuentra la EDAR-Tablada, una de las cuatro estaciones depuradoras de Sevilla y su área metropolitana. • Zona IV. Al sur lindaba con un grupo de nueve huertas de naranjos (El Pino, Plata Grande, Plata Chica, La Cándida, La Punta, etc.) situadas bordeando el cauce del Guadaira, también, en el límite sur de la dehesa. Al otro lado del Guadaira se situaba el cortijo Torre Cuellar. Es la zona de menor altitud, con 5’5 metros de media. La altura va disminuyendo conforme nos acercamos al cauce del río y la disposición de las parcelas de cultivo se dispone en paralelo al cauce.

La vegetación en Tablada se puede agrupar en tres unidades claramente distinguibles de acuerdo con la composición de las especies. Por su tamaño, en primer lugar, la Pradera, que ocupa 315,19 ha. compuesta por especies herbáceas o leñosas de escasa entidad. Entre ellas destaca el palodou, en las proximidades de la pista de aterrizaje y otras especies destacables como los cardos, que en este entorno destacan de manera especial, por la envergadura que presentan.

CARACTERIZACIÓN GEOMORFOLÓGICA

El espacio de Tablada forma parte de la gran llanura aluvial del Guadalquivir, una de las numerosas llanuras europeas generadas por la acción continuada del río sobre el sustrato fluvial. La acción hidrológica sobre el cauce y los frecuentes desbordamientos del río han aportado enormes cantidades de sedimentos, consistentes en gravas, arenas, limos y arcillas, producto de arrastre que ha ejercido el río Guadalquivir a lo largo del tiempo. Estos procesos de sedimentación se generan especialmente en los tramos bajos, donde las planicies próximas a la desembocadura dan lugar a una casi total ausencia de pendiente, que en el caso concreto de Tablada alcanza una altura de 10 metros sobre el nivel del mar. Así pues, la característica geomorfológica más relevante es su horizontalidad, de tal manera que el desnivel observable está comprendido en menos de un metro, lo cual reviste gran importancia para el aprovechamiento humano a lo largo de los siglos y le confiere a Tablada una fuerte personalidad. Por otra parte, en un terreno tan llano, sin apenas pendientes, la evacuación de las aguas de lluvia es lenta y dificultosa y genera acumulaciones de agua en superficie que pueden prolongarse durante semanas en los puntos más bajos.

Unidades de vegetación

En segundo lugar, el Bosque de ribera, formación que ha perdido gran parte de su estructura debido principalmente a la alteración de la estructura física del relieve. Actualmente ocupa una superficie de 10 Ha, en franca regresión. La vegetación asociada al lecho del río a su paso por Tablada se extiende desde su límite sur, hasta aproximadamente 2,7 km hacia el norte, alcanzando en algunos tramos una anchura de 60 metros. Se encuentra claramente delimitada al este por un carril que discurre paralelo al río, posiblemente restos de un antiguo camino de sirga. Se puede observar la existencia de tres bandas de vegetación conforme nos alejamos del cauce fluvial: una 22


primera banda de especies helófitas como la castañuela, el bayunco, la enea o el carrizo. Se tiene constancia de la existencia de pequeños artesanos que aprovechaban estos herbáceos para la construcción de cestos y canastos. En una segunda banda, más alejada de la orilla, encontramos dos especies: el taraje y el sauce, que requieren un menor grado de humedad edáfica. Finalmente, en la tercera banda encontramos especies arbóreas, como el álamo y el eucalipto. Este último domina de manera prácticamente continua por toda la ribera. El álamo, por el contrario, se encuentra de manera discontinua, bien entre los eucaliptos, bien formando pequeños conjuntos a lo largo de la margen del río. En tercer lugar, los Naranjales, que constituyen los vestigios de antiguas huertas, hoy abandonadas. Se localiza en la mitad sur de la dehesa, entre la antigua pista de aterrizaje y el bosque de ribera del cual está separado por el carril existente.

Revista Desperta Ferro, a partir de la hipótesis de Manuel González Jiménez

musulmanes la mañana del miércoles 14 de muharram...” La conquista de Isbilya, a manos de Fernando III supone otro hito histórico en Tablada. La Crónica General editada por Menéndez y Pidal y los libros de Repartimiento publicados y estudiados por Julio González hablan de la existencia de un campamento ubicado en Tablada, entre otros lugares, y una cava o foso de tierra para defenderlo, del que aún hay testimonios en el siglo XVI (PERAZA, L. Historia de Sevilla 1535), para sostener el asedio durante 15 meses. Tablada fue también el lugar donde se ubicó el quemadero principal de la Inquisición en Sevilla desde 1481, junto a una ermita, Nuestra Señora de la Abundancia, y un cementerio destinado a los ajusticiados, hoy desaparecidos. Desde siempre, la llanura de Tablada, debido a su escasa altitud sufrió continuas inundaciones, tan frecuentes en este tramo del río Guadalquivir. Hay que tener en cuenta que no solo era el río principal el que se desbordaba, sino también el Guadaira, que desembocaba precisamente en Tablada, o el Tamarguillo y el Tagarete, arroyos que en épocas pasadas mantenían un caudal mucho más abundante (figura 2), y que, dada la ausencia de obstáculos, se desbordaban alcanzando la dehesa de Tablada.

UN POCO DE HISTORIA

Las primeras noticias escritas sobre Tablada se remontan a la incursión llevada a cabo por barcos normandos en el año 844 hacia Isbilya con el propósito de saquearla. Los recoge el historiador al-Udri (1003-1085) “Incursión normanda del 230 (844). Amanecieron la mañana del lunes en el pueblo de Coria donde le presentó la gente combate en su castillo. Coria está de la ciudad de Sevilla a doce millas. Se enfrentaron y fueron derrotados los musulmanes la mañana del lunes 12 de muharram (20 de septiembre) muriendo gran número de ellos. Los normandos se quedaron en Coria el resto de aquel día. Luego entraron en Talyata (Tilyata), el martes: está a veinte millas de la ciudad de Sevilla 1. Acamparon en ella una noche y aparecieron por la mañana ante la ciudad por un sitio al que llaman los Alfareros. La gente acudió hacia ellos y les presentó combate. Luego avanzaron normandos con sus barcos y libraron con los musulmanes una gran batalla. Fueron derrotados los 23


La vega de Triana y la Dehesa de Tablada en 1857. Historia critica de las riadas o grandes avenidas del Guadalquivir. F. Palomo. 1878

Estas características físicas del espacio de Tablada el primer vuelo de la aviación de Tablada dieron lugar a que sus usos comercial española, inaugurando la línea fundamentales fueran de tipo ganadero, regular aeropostal Sevilla – Larache. en 1927 como una gran dehesa, abundante en pastos, se crean las líneas Sevilla – Lisboa y Sevilla que servía para el mantenimiento de las reses – Madrid. En 1929, un avión Breguet, de destinadas al matadero. Igualmente era el fabricación española, bautizado como Jesús lugar donde se reunían las reses bravas que del Gran Poder, atraviesa el Atlántico sin hacer posteriormente se trasladaban a la plaza de escala, con destino Bahía (Brasil) después toros, hasta que esta actividad se trasladó a de 43 horas y 50 minutos. En 1933, el avión la primera venta de Antequera, al final de la “Cuatro Vientos”, un Breguet XIX especial actual Avenida Manuel Siurot. construido también en España, cruza el Atlántico norte llegando a Camaguey (Cuba) El peligro de inundación tuvo, como a 7.000 Km. de distancia. La base aérea consecuencia, la permanencia del paisaje compartió espacio durante algún tiempo con de Tablada con un marcado carácter rural, la existencia de un hipódromo y de un tiro es decir, de campos abiertos, exentos de pichón. edificaciones y en gran medida desarbolados. Tras la guerra civil española, se formaliza, A principios del s. XX, con el auge en 1946, la venta de Tablada al Ramo de la que empezaba a tomar la aeronáutica, Tablada presentaba las características topográficas idóneas para esta actividad. El primer vuelo partió desde una pista de tierra, en 1910, cuando el alcalde de Sevilla, el conde de Halcón, organiza la Primera Semana de la Aviación (hay que recordar que el de los hermanos Wright tuvo lugar sólo siete años antes en Carolina del Norte (17El campo de Tabla y la base aérea a mediados del s. XX. Archivo histórico del Ejército 12-1903). En 1921 parte del Aire 24


Guerra, a la que se agregan por el método de expropiación forzosa varias fincas colindantes. La base aérea mantiene su actividad hasta finales de los años sesenta, en los que las exigencias técnicas hacen inviable este espacio para la navegación aérea, a pesar de la ampliación de la pista, que alcanza los 1880 metros de longitud por 150 metros de anchura. A partir de entonces, el aeródromo militar entra en una continua decadencia que culminará finalmente en 1990, cuando se construye la carretera de circunvalación SE-30 y divide por la mitad los terrenos militares, desapareciendo así el uso como campo de aterrizaje. Actualmente, la situación legal de estos terrenos, a la vista de las diferentes sentencias judiciales favorables a los intereses ciudadanos, deja el camino libre para anular las sucesivas ventas que se hicieron en el pasado y revertir gran parte de la propiedad al Ministerio de Defensa. El principal argumento jurídico es el hecho de que este Ministerio no ejecutó la reserva de la franja marítimo-terrestre de 200 m. obligatoria junto a la margen del Guadalquivir, según la Ley de Costas, que es aplicable al curso fluvial. Esta reclamación judicial invalidaría de derecho todas las compraventas efectuadas en el pasado con lo cual se facilitaría un posible acuerdo entre administración central y municipal con el objetivo de conseguir la calificación definitiva como parque periurbano para la ciudad de Sevilla y para el disfrute y explotación pública de este suelo privilegiado. El coste para la administración sería el correspondiente a una expropiación de suelo rústico e inundable, que actualmente se puede tasar en unos 12 millones de euros, muy lejos de los 260 millones que pide el consorcio de empresas. Hasta la fecha, no se ha producido esta reversión de

suelo. Mientras tanto, la Dehesa de Tablada sigue conservando su calificación de suelo no urbanizable y por tanto protegida, de momento, de cualquier acción especulativa, a la espera de una solución final satisfactoria para los intereses públicos de la ciudad y de su área metropolitana más próxima. Bibliografía: · Varios autores. Informe sobre Tablada. Universidad de Sevilla. · El Correo de Andalucía. “Un poco de historia de Tablada”. 26 de diciembre de 2010. · Acuartelamiento aéreo de Tabla. WEB del Ministerio de Defensa. · Palomo, Francisco de Borja (1822-1898) Historia crítica de las riadas o grandes avenidas del Guadalquivir en Sevilla: desde su reconquista hasta nuestros días. Ayuntamiento de Sevilla.

Tablada. Fuente: Ayuntamiento de Sevilla / Dpto. de Infografía

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HISTORIA Y PATRIMONIO

EN TORNO A LA

DEMOLICIÓN DE LAS PUERTAS Y MURALLAS

DE SEVILLA

E

ESTEBAN MORENO HERNÁNDEZ

l proceso de demolición de las defensas sevillanas viene suscitando en los últimos tiempos debates e interpretaciones que no solo denuncian la pérdida lamentable de gran parte del que fue el mayor conjunto amurallado de su momento, sino que, además, vierten opiniones que responsabilizan de aquel monumental derribo, casi en exclusiva, a los gobiernos municipales del Sexenio Democrático, cuando hoy sabemos que el proceso demoledor se había iniciado varios años antes de la Revolución de 1868, formando parte de una compleja trama de factores que afectó a la mayoría de las ciudades europeas en los años centrales del siglo XIX. A mediados de dicho siglo, los avances de la moderna tecnología militar habían vuelto a corroborar la escasa eficacia de las defensas amuralladas en los conflictos armados, una constatación que vino a coincidir con una dinámica de crecimiento demográfico que colmataba y sobrepasaba las superficies urbanas encerradas tras la viejas murallas medievales. Sin embargo, el aumento de la población no fue la principal razón esgrimida para postular el derribo del corsé que representaban las murallas en la mayoría de las ciudades europeas. El fenómeno de la demolición de los recintos amurallados hay que entenderlo como la suma de diferentes argumentos de todo tipo que venían a coincidir en la identificación del

progreso con la destrucción de las murallas medievales. Para entender este proceso demoledor hay que tener en cuenta la consolidación del triunfo de las revoluciones burguesas a lo largo del continente europeo, especialmente tras la revolución de 1848. La caída del Canciller Metternich al frente del Imperio Austríaco, el más firme baluarte de las monarquías absolutas europeas, y la subida al poder de Luis Napoleón Bonaparte en Francia vino a confirmar el ascenso de la burguesía y con ella la implantación del liberalismo económico y su nuevo esquema ideológico. En este sentido, las murallas, con sus escudos reales y nobiliarios sobre las puertas, venían a significar la huella material del Antiguo Régimen feudal y absolutista, un símbolo de los viejos tiempos, incómodo para los nuevos dirigentes liberales, pero también para las masas populares que no dejaban de ver en las murallas y sus puertas el aborrecido control fiscal y de libertad de movimientos. En España, sin embargo, el debate acerca de la demolición de las murallas no estuvo condicionado exclusivamente por el componente puramente ideológico, puesto que el factor económico en todas sus perspectivas constituyó el argumento definitivo en la mayoría de los casos. Por un lado, el costoso mantenimiento de unas murallas viejas, arruinadas tras las guerras napoleónicas y las carlistas, además 26


de militarmente ineficaces, animó a los municipios a descuidar su reparación y con la excusa de su ruina buscar la autorización del gobierno central para su derribo. Por otro lado, las ciudades más dinámicas reclamaban la ampliación del espacio urbanizable para ubicar las nuevas industrias que no dejaban de crecer, toda vez que los espacios intramuros desamortizados al clero se habían mostrado insuficientes para albergar la compleja tecnología moderna. Así, las industrias van saliendo progresivamente de los cascos amurallados para instalarse en los espacios extramuros1 y con este traslado van desapareciendo las huertas periurbanas e incrementando su valor de mercado los solares al otro lado de las murallas, donde la llegada del ferrocarril a partir de 1850 había generado importantes movimientos especulativos. La idea más repetida en los cabildos municipales era la necesidad del ensanche urbano, planteado como una solución necesaria para la planificación de las ciudades modernas, donde alojar nuevos barrios residenciales y nuevas áreas industriales, escaparates del progreso de las nuevas élites triunfantes. Tras la aprobación de los ensanches extramuros de Barcelona y Madrid (Plan Cerdá, 1859, Plan Castro, 1860), toda ciudad moderna que se tuviera por tal quiso seguir los pasos de ambas capitales, y para todo ello, las murallas y su sistema de puertas representaban un obstáculo cuya demolición encontraba pocos detractores2. Por si fuera poco, las corrientes higienistas del momento, representadas en Sevilla por los escritos del Dr. Hauser3, venían denunciando las pésimas condiciones higiénico-sanitarias dentro de las ciudades, con viviendas viejas y estrechas, mal ventiladas, peor abastecidas de agua potable y deficiente servicio de alcantarillado, para las que el cinturón amurallado se representaba como un gigantesco corsé que impedía respirar un aire más limpio y saludable: el que se encontraba al otro lado de las murallas, y que se empezaba a disfrutar cada vez más en los numerosos paseos y jardines que florecían extramuros4. Frente a estos argumentos, como ya hemos avanzado, la defensa del valor patrimonial

de las puertas y los lienzos amurallados, tal como hoy lo entendemos, demostró ser una lucha contracorriente, enarbolada por sectores minoritarios de la sociedad reunidos en torno a las Academias de Bellas Artes y las Comisiones de Monumentos. Estas instituciones intentaron atender a los deseos predominantes de un mayor desarrollo urbano (Ayuntamiento, Gobierno Civil, prensa local, círculos industriales, etc.) y para ello, llegaron a permitir la apertura de portillos en las murallas5 que facilitaran la comunicación entre uno y otro lado de los muros y autorizando los derribos solo en circunstancias excepcionales, pero manteniendo en todo momento la importancia del amplio tramo amurallado entre la puerta de la Macarena y la del Sol, el mejor conservado y el más visible, dada la práctica ausencia de viviendas adosadas a la cerca y, sobre todo, respetando las puertas de la ciudad, dado su indudable carácter monumental. Sin embargo, la política de hechos consumados por parte del Ayuntamiento a partir de septiembre de 1868 condujo a la demolición del tramo entre las puertas del Sol y la de Córdoba, permaneciendo el resto del tramo hasta la Macarena como el único exento con su foso y barbacana. Como recoge acertadamente el profesor Morales Martínez6, el gran arquitecto y restaurador Leopoldo Torres Balbás ya denunciaba en 1922 que las murallas “…no caen de vejez, ni las arruinan los temporales, derríbanlas los Municipios como cosas viejas, inservibles y molestas.” Y este fue el caso de las murallas de Sevilla. En nuestra ciudad, el primer atentado contra la integridad del cerco amurallado se desarrolló bajo el mandato del Asistente José Manuel de Arjona (1825-33), aunque su actuación venía a ser, en cierto modo, una continuidad de la política ilustrada más que una operación de sesgo liberal, ya que buscaba fundamentalmente el embellecimiento de la ciudad y la creación de amplios paseos arbolados a lo largo de la orilla izquierda del río. En este sentido, ordenó la demolición de la coracha y sus edificaciones anexas, los antiguos corrales de Valdovinos, que enlazaban la Torre del 27


Oro con el sector amurallado de la Torre de la Plata. Esta medida era una vieja aspiración municipal que buscaba facilitar el tránsito de todo tipo hacia el puerto, así como enlazar el Paseo del Arenal con las nuevas áreas de esparcimiento habilitadas durante el gobierno de Arjona, el Salón del Cristina y el Paseo de las Delicias. A partir de ahí, los sectores más activos de la burguesía local, a través de la prensa y de sus representantes municipales, no dejaron de presentar mociones solicitando la demolición del conjunto de las murallas, dada la colmatación del casco urbano a raíz del fuerte aumento demográfico y el freno al desarrollo económico de los viejos muros defensivos, una actitud que no escondía el afán especulativo del incremento del valor de los solares extramuros, sobre todo tras la llegada del ferrocarril a Sevilla7. El impulso definitivo a la expansión del transporte ferroviario en nuestro país se produjo a partir de la aprobación por el Gobierno de la Ley General de Caminos de Hierro en 1855. Entre otros aspectos, la ley establecía amplias facilidades para la ocupación del espacio público que las compañías ferroviarias necesitasen para establecer sus líneas y estaciones, que en el caso de Sevilla afectó al trazarse la línea ferroviaria por el paseo entre el río y la muralla hasta la primitiva estación de Plaza de Armas. A

tal fin, la Compañía del Ferrocarril de Córdoba a Sevilla tuvo que comprar al Ayuntamiento las puertas de la Barqueta y de San Juan en 1856, puesto que obstaculizaban el trazado de las vías y del área prevista para los talleres, aunque se comprometía a desmontar las puertas y trasladarlas a una nueva ubicación, presentando dos años más tarde el proyecto al Ayuntamiento en el marco de las obras del nuevo acceso ferroviario a la ciudad por la orilla izquierda del Guadalquivir8. Una reubicación que nunca se produjo, ejecutándose los derribos y, sobre todo, del “Patín de las Damas” y su complejo sistema de coracha y barbacana en torno a 1858, junto con el edificio del Husillo Real de la calle Lumbreras y el tramo de muralla entre la Barqueta y la Puerta Real. Años más tarde, en 1864, culminarían los derribos con la demolición de la Puerta de San Juan y de gran parte del arrabal de los Humeros, al calor de las exigencias del ferrocarril y del trazado de la nueva calle Torneo, más elevada respecto al nivel anterior de la muralla. Por otro lado, en 1856 se había iniciado el proceso constructivo de la línea de Sevilla a Jerez, a cargo de otra compañía ferroviaria, lo que exigió la construcción de una nueva estación en la Huerta de la Borbolla frente al arrabal de San Bernardo, y una línea que empalmaba en San Jerónimo con la que subía hacia Madrid. De este modo, como tantas veces se

Plano de los lotes de terrenos subastados en el sector Macarena – Barqueta tras el derribo de la muralla.

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ha expresado, caían las murallas medievales punto final a la monarquía de Isabel II y y eran sustituidas por un nuevo cinturón que situado al liberalismo progresista al frente encerraba a la ciudad, el llamado “dogal de las instituciones del Estado en el llamado ferroviario” por la prensa. Sexenio Democrático, con el que se abrió la siguiente etapa de demolición de las puertas Con anterioridad, en 1861 ya había sido y murallas a partir de la constitución de los abatido el tramo de muralla que discurría nuevos gobiernos municipales. En Sevilla, el por la calle San Fernando, el cual separaba nuevo ayuntamiento quedó constituido el 20 la Fábrica de Tabacos del conjunto urbano, de septiembre y tan solo dos días más tarde siendo sustituido por la verja de hierro que quedaba aprobado el derribo de las puertas hoy contemplamos, aunque retranqueada de Triana, Osario, Carmona y San Fernando. respecto a su ubicación original. El proceso El nuevo Ayuntamiento aprovechaba así demoledor había comenzado de manera la incertidumbre política9 para acelerar imparable. 1864 es un año fatídico para el proceso de demolición de las murallas las murallas, al aprobar el Ayuntamiento el iniciado años atrás, al tiempo que abolía los derribo de la Puerta Real, argumentando impopulares impuestos que se cobraban en que el nuevo terraplén del ferrocarril hacía las puertas de la ciudad, una medida que innecesario mantener la puerta como defensa vino a mostrar una vez más la pérdida de frente a las avenidas del río, amén de perjudicar significado de dichas puertas. A su vez, el la comunicación desde el centro urbano a plan de derribos fue presentado como una la estación de Plaza de Armas. De manera ocasión para paliar el alarmante número de similar, para favorecer el acceso desde la parados en la ciudad, llegando a emplearse ciudad hacia la estación que la Compañía de en los derribos a más de 1500 obreros10, cuyo los Ferrocarriles del Sur había abierto frente al coste salarial llegaría a arruinar el presupuesto arrabal de San Bernardo, también se autorizó municipal, ya que la venta de los materiales la demolición de la Puerta de la Carne en la procedentes de las puertas abatidas no llegó misma fecha, así como la Puerta del Arenal, a compensar el gasto realizado. en este caso a petición del vecindario y para facilitar la comunicación entre el puerto y el centro urbano. Finalmente, ese mismo año también se inició la demolición de la Puerta de Jerez, justificada por su ineficacia de cara a la expansión urbana y, sobre todo, por el nuevo polo de atracción social y político que representaba el palacio de San Telmo con los Duques de Montpensier, a pesar de que el arquitecto municipal, Balbino Marrón, Puerta Real de Sevilla con los depósitos del ferrocarril al fondo. había sustituido la vieja puerta, arruinada tras el paso de las guerras Este es el caso de la Puerta de Triana, carlistas, por otra de corte neoclásico en demolida completamente en noviembre 1846. de 1868, y cuyas pérdidas económicas para el erario público llevaron a la dimisión del El triunfo de la Revolución Gloriosa, el arquitecto municipal, envuelto en una fuerte 18 de septiembre de 1868, había puesto polémica entre acusaciones de corrupción. 29


A partir de ese momento las murallas, en su mayor parte, desaparecen del paisaje urbano de Sevilla, aunque su función fiscal permanecerá hasta bien entrado el siglo XX a través del fielato y los arbitrios, como podemos observar en el interesante plano de Espínola de 1827, donde se reflejan los puestos de control o “fieldad” ubicados en distintos puntos de acceso a la ciudad. El recuerdo de las puertas sería recogido por Bartolomé Puerta de la Barqueta, según Bartolomé Tovar, 1878 Tovar en la serie de dibujos que realizó en 1878 para ilustrar el Por su parte, la Puerta de San Fernando tenía libro de Francisco de Borja Palomo sobre las firmada su propuesta de derribo desde aquel riadas en Sevilla11 , pero fueron ejecutados año destructor de 1864, pero la oposición del cuando esas puertas ya estaban demolidas y Alcázar había paralizado el proyecto, hasta tiene, por tanto, que reconstruir su imagen a que este se aceleró con el nuevo gobierno partir de algunas descripciones anteriores12, municipal. De manera similar, la Puerta de por lo que sus dibujos no son completamente Carmona también corrió la misma suerte y rigurosos. no la salvó ni su calidad ni su belleza, “una de Por otro lado, una consecuencia las más hermosas del recinto”, en palabras fundamental de este proceso demoledor de la escritora Fernán Caballero. Finalmente, fue el desarrollo de un amplio programa la Puerta Osario también cayó víctima de la urbanístico sobre los terrenos liberados de piqueta en las mismas fechas, a pesar de que puertas y murallas, en los que el Ayuntamiento Balbino Marrón la había reconstruido veinte procedió a diseñar un nuevo paisaje de años atrás, en 1849, para sustituir la anterior, rondas urbanas, plazas y alineaciones de arruinada durante el asedio de las tropas del fachadas que han conformado la imagen general Espartero contra la ciudad enfrentada de estos sectores de nuestra ciudad hasta a su política. hace unos años. No solo se ha mantenido la Por último, a pesar de que la Comisión alineación de las fachadas y la organización de Monumentos había defendido el de las nuevas manzanas, sino que en muchos mantenimiento del tramo amurallado casos aún permanecen muchos de los entre la Puerta del Sol y de la Macarena, edificios levantados en aquellos momentos, se había producido una política de hechos caracterizados por una arquitectura bastante consumados ante los derribos, que vino a uniforme producto del plan diseñado por certificar la desaparición de la Puerta del Sol los arquitectos municipales, entre los que y la puerta exterior de Córdoba, así como el destacó la obra de Balbino Marrón13. La nueva tramo amurallado entre ambas en 1870. Con fachada urbana de las rondas extramuros fruto ellas desaparecían las últimas puertas de la de dichos planes contribuyó por su parte a ciudad, salvo la de la Macarena, defendida in esconder los restos de las murallas ocultos extremis por académicos y autoridades, y el como medianeras entre edificaciones y que Postigo del Aceite, a cuyo derribo se opuso aparecen con frecuencia cuando se realizan en los tribunales el Duque de Medinaceli, obras en dichas viviendas. propietario de la vivienda interior del arco. 30


siglo XVIII), la fábrica de curtidos de Nathan Wetherell en el antiguo Convento de San Diego en el Prado o la Fundición de Portilla Hermanos en la actual calle Arjona, ambos en el s. XIX. 2. Madrid abatió sus murallas en 1868, tras Barcelona (1854), Valencia (1865) y San Sebastián (1864), entre otras ciudades, permaneciendo las murallas de las ciudades con menos recursos, caso de Lugo o Ávila. 3. El Dr. Felipe Hauser y Koblet, en sus Estudios médicotopográficos de Sevilla, denunció la insalubridad de la mayoría de las viviendas sevillanas, fruto del hacinamiento humano, la vejez de las construcciones y la pésima red de servicios básicos. 4. En Sevilla, es el caso del Paseo de las Delicias, el Salón del Cristina o los Jardines de Eslava, que junto con los privados Jardines de San Telmo, constituyen los principales espacios de la nueva sociabilidad burguesa.

Puerta de Triana antes de su derribo

5. Como es el caso del portillo abierto en la muralla en 1861 para comunicar la calle Pedro del Toro con Marqués de Paradas, aunque no se autorizó en la prolongación de San Pedro Mártir. En ambos casos, el objetivo era mejorar la conexión con la estación del ferrocarril en Plaza de Armas.

Por último, aunque de manera tardía, el Gobierno central aprobó en 1908 la declaración de Monumento Nacional del conjunto de las murallas sevillanas que se mantenían en pie, tras la alarma generada por la apertura de nuevos portillos en las murallas de la Macarena, lo que vino a establecer una tutela y protección más eficaz sobre los restos de la cerca medieval, sean éstos emergentes u ocultos entre viviendas, un nivel de protección que se amplió en 1949 con el decreto que responsabilizaba a los Ayuntamientos de su estado de conservación, lo que no impidió que continuaran los ataques demoledores a los restos de la muralla en actuaciones urbanísticas municipales realizadas a lo largo de la etapa franquista, como el ensanche de la Puerta de Triana o la apertura de la calle Canalejas hacia Julio César, por citar algunos ejemplos. Podemos concluir que la mayor protección se ha alcanzado recientemente con las normativas estatales, autonómicas y municipales actuales14, aunque la concienciación de la ciudadanía en defensa de su patrimonio histórico es siempre la mejor garantía para ello. Nota del autor: Este artículo forma parte de un trabajo de divulgación más profundo en torno al conjunto amurallado de Sevilla y su huella sobre el urbanismo actual, en fase de redacción. _________________

6. Morales Martínez, Alfredo J. Un episodio en el derribo de las murallas de Sevilla. Revista del Laboratorio de Arte, nº 25, vol. 2. Universidad de Sevilla, 2013. 7. García-Tapial y León, José, Pervivencia de la muralla islámica de Sevilla. Boletín nº 29 de la Asociación de Profesores para la Difusión y Protección del Patrimonio “Ben Baso”. Pág. 9. Sevilla, 2019 8. Martín García, A., Los suelos ferroviarios de Sevilla. Saqueo de la ciudad. Padilla Libros Editores. Sevilla, 2014. 9. La reina Isabel II se mantuvo en el poder hasta el 30 de septiembre, tras la derrota de sus tropas en Alcolea (Córdoba) y la consiguiente marcha al exilio francés, siendo sustituida por un Gobierno Provisional presidido por el general Prim. 10. Raya Rasero, Rafael Historia secreta de los derribos de conventos y puertas de Sevilla durante la Revolución de 1868. Asademes Ediciones, Sevilla, 2006. 11. Francisco de Borja Palomo Historia crítica de las riadas o grandes avenidas del Guadalquivir en Sevilla: desde su reconquista hasta nuestros días. 2 vol. Sevilla, 1878. 12. Como la realizada por Félix González de León Noticia Artística de todos los edificios públicos de esta muy noble Ciudad de Sevilla. Sevilla, 1844. Reimpresión en 1973. 13. Balbino Marrón ocupó el puesto de Arquitecto Municipal entre 1846 y 1867, etapa en la que intervino, entre otros trabajos, en el diseño de la Plaza Nueva, Plaza del Museo, Alameda de Hércules, Cementerio de San Fernando, Palacio de San Telmo y los planes urbanísticos de gran parte de las rondas extramuros. 14. Ley del Patrimonio Histórico Español 1985, Bien de Interés Cultural, Código 01410910036 del Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz. Nivel de Protección Integral en el PGOU de Sevilla de 2005.

1. Recordemos como ejemplos de este traslado extramuros los casos de la Fábrica de Tabacos (en el

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GEORGE EDWARD

BONSOR

SAINT MARTIN UN RENTISTA AFICIONADO A LA ARQUEOLOGÍA JOSÉ MANUEL NAVARRO DOMÍNGUEZ

G

eorge Edward Bonsor y Saint Martin constituye una figura señera de los inicios de la arqueología en España, a caballo entre los siglos XIX y XX. Desarrolló a lo largo de su vida una gran labor científica: creó, junto a su socio Juan Fernández López, el primer museo de sitio en la Necrópolis de Carmona y un museo personal, ubicado en el castillo de Mairena del Alcor, que restauró para establecer su residencia particular; intervino en la excavación de numerosos yacimientos arqueológicos de primera fila de primer orden, como Carmona, Baelo Claudia, Gandul, Setefilla o Acebuchal; exploró las orillas del Guadalquivir y el Genil, guiado por la obra Naturalis Historia, del escritor romano Plinio, y el coto de Doñana, siguiendo la Ora Maritima de Avieno, intentando localizar Tartessos. Asimismo, introdujo en España modelos de excavación europeos como el registro sistemático de la actividad, el diario de la excavación, la localización en planos de los restos hallados, el análisis estratigráfico y otras. Además, publicó numerosos trabajos que continúan siendo obras de referencia de obligada consulta en el estudio de la Arqueología en España. Les colonies agricoles prérromaines de la vallée du Bétis constituyó el primer gran estudio sistemático de la Andalucía prehistórica, y su trabajo Tartessos fue el primer estudio de campo sobre la ubicación del mundo tartesio.

EL ESTUDIO DE SUS INGRESOS

Esta extensa labor arqueológica y sus aportaciones en el ámbito de la museografía han sido ampliamente analizadas por los investigadores, estudiando la abundante y rica documentación conservada en su archivo personal, hoy propiedad del Ayuntamiento de Mairena del Alcor. Pero, hasta el momento poca atención se ha prestado al análisis de las fuentes de financiación de esta labor científica en una época en que el apoyo estatal a esta, como a otras ramas de la investigación, era prácticamente nulo en nuestro país. Ninguno de los numerosos investigadores que se han acercado a la figura del arqueólogo ha analizado el origen de sus recursos económicos, que hasta ahora era terra ignota. Se ha apuntado a la venta de piezas arqueológicas a la Hispanic Society of America como la clave que le permitió mantener un elevado nivel de vida sin ejercer una profesión conocida. Bonsor actuó, de facto, al menos durante una década, como un "agente comercial"para A. M. Huntington, a quien vendió parte de su colección. En su diario de compras, ventas y excavaciones aparecen 32


detalladamente anotadas dichas ventas. En conjunto, hasta 1928 Bonsor consiguió 96.527 pesetas vendiendo piezas. Es una cantidad importante, pero insuficiente para explicar el elevado nivel de gasto que a lo largo de su vida. No pudo ser su única fuente de ingresos, pues la primera venta documentada data de 1905, cuando Bonsor llevaba más de 23 años excavando en los Alcores. Tampoco sus otras actuaciones económicas conocidas explican su nivel de vida. Aunque Jorge Bonsor y su socio Juan Fernández intentaron que la Necrópolis de Carmona se sostuviese con la venta de entradas, las visitas fueron escasas y ambos socios se vieron obligados a sufragar de su bolsillo una crónica situación deficitaria, y las pequeñas hazas de olivar que adquirió no proporcionaron a Bonsor ingresos importantes.

industrialización y la consolidación del imperio británico. Bonsor descendía de una familia de acaudalados granjeros e ingenieros industriales. Su abuelo, James Bonsor, fue un propietario agrario afincado en Widmerpool, una pequeña aldea situada a 9 millas de Nottingham. Probablemente, el desarrollo industrial de la ciudad a principios del siglo XIX pudo llevarle a invertir en el sector textil, asociándose con Ann Morris and Company, una empresa de confección de ropa de lujo. En 1833 residía en Lille como ingeniero industrial (Francia), donde nació su hija Marie Louise. Desconocemos la razón de su traslado, pero es posible que se debiese a sus intereses industriales, como los de muchos empresarios ingleses que, tras la finalización de las guerras napoleónicas, cruzaron el canal e invirtieron en el desarrollo industrial en Bélgica y el norte de Francia. El padre del arqueólogo, James Bonsor, natural de Nottingham, se formó como ingeniero y participó directamente en el proceso de industrialización en Europa. Durante la mayor parte de su vida trabajó en diversos países de Europa realizando proyectos de instalación de estructuras industriales. En España, trabajó instalando maquinaria en las Minas de Rio Tinto y conducciones de gas para el alumbrado público en Cádiz y Sevilla. Su estancia en Sevilla le permitió visitar Carmona en 1845, y recomendarlo a su hijo años más tarde. Posteriormente, se instaló en Lille, donde se casó con Pauline Marie SaintMartin y nació George Edward Bonsor el 30 de marzo de 1855.

Placa e marfil orientalizante. Bencarrón (Mairena del Alcor) en Hispanic Society de Nueva York

La base documental para el estudio de sus ingresos financieros la constituyen la correspondencia mantenida entre 1893 y 1930 con la compañía Vivian, Gray & Co, una de las mayores empresas de gestión financiera de Londres; las libretas de gasto correspondientes al periodo 1900 – 1930, una libreta con las compras y ventas de piezas y los gastos de las excavaciones efectuadas entre 1894 y 1929, la documentación de la Necrópolis de Carmona y la de los archivos municipales de Mairena del Alcor y Carmona sobre las propiedades que poseía Bonsor.

EL HIJO DE LA BURGUESÍA INDUSTRIAL BRITÁNICA

La familia de Bonsor puede representar el prototipo de la burguesía inglesa protagonista de la revolución industrial, el desarrollo del capitalismo financiero, la extensión de la

Bonsor, familia y criados ante La huida de los sarracenos (Valdés Leal). Castillo de Mairena. AR General de Andalucía.

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Su madre murió poco después como consecuencia de complicaciones en el parto. Su padre decidió encomendar su cuidado a su hermana, Marie Louise (Bonsor) Batley. James contrajo un nuevo matrimonio, con Catherine Mary Rosalie Gregory. Posiblemente, fuese la hija del empresario parisino Frederic Gregory, quien en 1845 había obtenido la concesión de la instalación de alumbrado de gas de Cádiz y poco después la de Sevilla, por lo que posiblemente fuese jefe de James Bonsor. La pareja residió en Kensington, Londres, y tuvo dos hijas y un hijo (Claire, Suzanne y William Vernon). Su tía paterna, Marie Louise Bonsor, se había casado en 1852 con John Batley, un rico industrial nacido en 1824 en Nolinfirth, Yorkshire. Era socio fundador de la empresa metalúrgica Greenwood & Batley, instalada en Leed, especializada en motores, locomotoras y armamento, que en 1861 empleaba a 270 hombres y 112 muchachos y durante la Primera Guerra Mundial fue una de las constructoras de los primeros tanques. El matrimonio se hizo cargo del joven Bonsor hasta que alcanzó la edad escolar. Residían en Shapscarr Lodge, Leeds, donde nacieron todos sus hijos, los primos de Jorge Bonsor: Louise Mary, Annette Noel, John Armytage, Edith Bonsor, Blanche Morris, Agnes Emma y Ralph Cecil. En 1871 John Batley se había trasladado a Kensington Park Gardens, un lujoso barrio residencial de Londres, a una casa atendida por 6 sirvientes. Y en 1888 ya había dejado la gestión de la fábrica a su socio Thomas Greenwood, aunque continuaba disfrutando del beneficio del paquete accionarial que poseía y le permitía mantener una acomodada vida como rentista. Cuando falleció John Batley, la familia residía en la lujosa mansión rural de Seaborough Court, en Crewkerne, Somerset. Este palacio de la campiña fue construido en 1877 tras el incendio del anterior edificio perteneciente a la familia Mitchell. Constaba de varios pabellones levantados junto a una torre y varios edificios anexos con caballerizas, granero y almacenes. Su amplio jardín con terrazas, estanque octagonal y denso arbolado que lo aislaban de los vientos

fríos, responde al estilo del famoso diseñador de jardines Harold Ainsworth Peto, cuya hermana fue propietaria de la casa. Atendía la mansión un amplio servicio compuesto por 11 sirvientes. Como otras ricas familias, los Batley financiaron el mantenimiento de la iglesia local dedicada a San Juan, donde están enterrados sus principales miembros. Donaron diversas obras de arte, entre las que podemos destacar los vitrales de las ventanas del altar mayor. Bonsor realizaba frecuentes visitas a su familia en Seaborough, y en el censo británico de 1891 Bonsor aparece registrado como residente en la mansión, constando su condición de súbdito francés y británico, sobrino del dueño y su profesión: artista pintor. Cerrando el círculo, su prima Blanche M. Batley se casó con Mr. Vivian, un importante financiero londinense, socio de la firma Vivian, Gray & Co, que participó activamente en la organización de las estructuras financieras de inversión exterior en el mundo colonial, Estados Unidos y Sudamérica y gestionó las inversiones de Jorge Bonsor durante la mayor parte de su vida.

UN ACAUDALADO RENTISTA FINANCIERO

Jorge Bonsor disfrutó durante su vida de una fortuna heredada de su familia que podemos estimar entre 8.000 y 10.000 libras (256.000 y 320.000 pesetas) que le proporcionó un más que aceptable beneficio. Podemos estimar que su inversión mantuvo una rentabilidad básica entre 400 y 600 libras anuales (entre 12.800 y 16.000 pesetas), lo que le permitió vivir como un rentista burgués. A fines del siglo XIX los jóvenes británicos de familias acaudaladas se formaban en las más elitistas instituciones, estudiando principalmente derecho, economía o ciencias, para hacerse cargo de las empresas y propiedades familiares, establecerse como profesionales independientes o desarrollar una carrera en la administración del Estado, la política o el ejército. El más joven de sus primos ingleses, Ralph Cecil Batley, constituye un claro ejemplo. Estudió en el elitista Trinity College de Cambridge y se formó como abogado en 34


Lincoln’s Inn, uno de los más prestigiosos y exclusivos centros de Londres, graduándose como abogado en 1887. Siguiendo la tradición militar de la nobleza y la alta burguesía inglesas, ingresó como oficial en el ejército británico. Se alistó en el regimiento de caballería Voluntarios de Salisbury y posteriormente pasó al regimiento Dorset Yeomanry. Participó en la guerra de los Boers (la lucha entre el Imperio británico y los habitantes de raíces holandesas del Estado Libre de Orange y la República de Transvaal, que quedaron incorporados a la colonia sudafricana de El Cabo). En 1900 resultó herido en la batalla de Diamond Hill, fue retirado del frente y nombrado comisionado civil en Pretoria. Tras la contienda, Ralph regresó a Inglaterra y en 1904 se casó con la famosa actriz Mabel Gwynnedd Terry-Lewis. La pareja se instaló en la mansión rural de la familia: Seaborough Court, aunque posteriormente se trasladó a Benville Manor, Corscome, Dorchester, disfrutando de una importante renta financiera. Falleció en 1917 en Silton Lodge, Wiltshire y fue enterrado junto a sus padres en la iglesia de San Juan de Seaborough, cuya decoración había financiado.

vida), siguiendo la línea marcada por Evans o Schliemann y convirtiéndose en uno de los grandes pioneros de la arqueología científica en Andalucía. Durante los casi 50 años que vivió en España, estuvo excavando en busca de su pasado, legando al Estado, al final de su vida, la Necrópolis romana de Carmona, y a su joven esposa su colección particular, conservada en su residencia, el castillo de Luna de Mairena del Alcor. En una época en la que la financiación pública de la actividad arqueológica era escasa, pudo costear con relativa facilidad las numerosas campañas de excavación desarrolladas a lo largo de su vida por todo el bajo valle del Guadalquivir, comprar a excavadores y anticuarios las piezas que le interesaban y realizar lo que denominaba su “anual peregrinación", viajando en verano a Francia, Bélgica, Inglaterra y otros países de Europa. Teniendo en cuenta toda la documentación disponible, podemos estimar que entre 1893 y 1930 Bonsor obtuvo unos ingresos de unas 622.000 pesetas y habría obtenido un ingreso medio anual de 16.186 pesetas. Esto representaba una cantidad equivalente al sueldo de un alto cargo de la administración central española y a la mitad del sueldo de un ministro español de la época (30.000 pesetas anuales en 1900). De este conjunto de ingresos, el 65 % procedía de las inversiones financieras, el 15,5 % de la venta de piezas arqueológicas, el 16 % de la venta de los dos cuadros de Valdés Leal y el 2,6 % de otras actividades. Estos ingresos le permitieron mantener un elevado tren de vida, con un gasto anual medio de 12.864 pesetas entre 1893 y 1930 y residir en un castillo histórico, lo más aproximado que

UN RENTISTA AFICIONADO A LA ARQUEOLOGÍA

Jorge Bonsor, por el contrario, es el prototipo de los pocos jóvenes ricos británicos que se decantaron por actividades más creativas, dedicándose a la literatura, las bellas artes o la nueva ciencia que estaba revolucionando los estudios históricos a fines del XIX: la arqueología. Bonsor se formó en el Ateneo de Tournai (Bélgica), el Colegio Alemán de Moscú, los liceos de Albí y Montauban (Francia) el colegio Hunddersfield de Yorkshire (Inglaterra), la escuela de Bellas Artes de South Kensington, Londres, y la Academia Real de Bellas Artes de Bruselas. Como joven pintor viajó por España llegó a una Carmona que le resultó pintoresca, aunque tras el descubrimiento de su riqueza subterránea, decidió dedicarse a la estudiarla. Bonsor, lejos de vivir la vida ociosa que su riqueza le permitía, dedicó sus ingresos a financiar su afición por la arqueología (una verdadera pasión a la que consagró su

Cerámica campaniforme Castillo de Mairena del Alcor. Archivo General de Andalucía, Fondo Borsor

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Fortificaciones. Conservación y difusión de entornos fortificados. Sevilla: Ayto. de Alcalá de Guadaíra, 2004. GÓMEZ DÍAZ, Ana. "Casa-museo Bonsor. Castillo de Mairena. Una institución con un siglo de vida". Museo, nº 11, 2006. - "Jorge Bonsor, a la vanguardia en la gestión patrimonial: Un francés que consagró su vida a la investigación arqueológica", Andalucía en la historia, n.º 21, 2008. - Necrópolis Romana de Carmona. Un proyecto innovador de gestión cultural (1881-1930). Sevilla: Diputación Provincial de Sevilla, 2018. GONZÁLEZ ARIAS, Enrique. "Tres campañas de Jorge Bonsor en Gandul, 1895, 1902, 19010/11", I Congreso de Historia y Cultura de Alcalá de Guadaíra. Alcalá de Guadaíra: Fundación Nuestra Señora del Águila, 2018. MAIER ALLENDE, Jorge. Jorge Bonsor (1855-1930). Un académico correspondiente de la Real Academia de la Historia y la Arqueología Española, Madrid: Real Academia de la Historia, 1999. NAVARRO DOMÍNGUEZ, José Manuel. “Colección Bonsor. Eterno proyecto de museo. Coordinación-descoordinación institucional en materia de patrimonio histórico”. Las tribulaciones en la tutela del patrimonio paisajístico y urbano. Cádiz: Universidad de Cádiz, 2001 - “El castillo de Luna de Mairena del Alcor”. Actas del congreso Fortificaciones en el entorno del Bajo Guadalquivir. Alcalá de Guadaíra: Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, 2001. - “Tesoros Arqueológicos de la Hispanic Society en Sevilla. Huntington y Bonsor. Dos figuras de la Arqueología de principios del siglo XX”. Ben Baso: revista de la Asociación de Profesores para la Difusión y Protección del Patrimonio, n.º 20, 2009. - “La fortuna personal de George Edward Bonsor. Financiación privada de los inicios de la arqueología científica en Andalucía”, Archivo Hispalense, n.º 306-308, t. CI, 2018. PEÑALVER SIMÓ, María (coord.). El Castillo de Mairena del Alcor. El legado de Jorge Bonsor y Dolores Simó. Memorias y recuerdos. Sevilla: Diputación de Sevilla, 2011.

pudo conseguir a la lujosa mansión campestre de su familia inglesa, materializando en una curiosa forma el viejo dicho inglés. El castillo, sobre el que ondeaba la bandera británica, era atendido por un servicio numeroso, compuesto por el matrimonio José Rodríguez y Concha Fuentes (con un sueldo conjunto de 40 pesetas hasta 1919 y de 50 pesetas a partir de dicho año), cocinera y una o dos doncellas (que percibían 10 pesetas). Un modo de vida que le aproximaba a la burguesía media española de la época. Su actividad como tratante de piezas arqueológicas y objetos artísticos permitió a Bonsor completar sus ingresos, disminuyendo la necesidad de recurrir a su patrimonio financiero. Las ventas realizadas entre 1893 y 1928 cubrieron el 20 % del gasto total registrado en el mismo periodo. Y al final de su vida, la venta de los Valdés Leal le permitió ofrecer cierta estabilidad económica a su joven esposa, y pronto viuda, invirtiendo su importe en valores bancarios españoles, en un intento de asegurarle un futuro con una base económica similar a la que había sostenido su actividad a lo largo de su vida. Bibliografía: AMORES CARREDANO, de Mairena del Alcor: Bonsor (1902-1907) a para su musealización”,

F., y GÓMEZ DÍAZ, A. “El castillo de su interpretación por Jorge las propuestas contemporáneas 2º Congreso Internacional sobre

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UN ESCRITOR DE

IDA Y VUELTA II CENTENARIO DEL NACIMIENTO DE

JOSÉ MARÍA GUTIÉRREZ DE ALBA JOSÉ MANUEL CAMPOS DÍAZ

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Doctor en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla

l pasado 2 de febrero se cumplieron 200 años del nacimiento de José María Gutiérrez de Alba, el escritor más importante de la historia de Alcalá de Guadaíra junto a Cristóbal de Monroy y Silva (1612-1649). El autor alcalareño formó parte de esa pléyade de escritores del siglo XIX inmersa, desde una óptica liberal, en la ebullición política del momento. Toda su obra refleja una profunda convicción en defensa de la libertad.

Mario Méndez Bejarano señala que su obra ostenta un “inmenso valor ético, histórico y político. Las animadas escenas de sus obras teatrales condensan toda una época de desventuras nacionales, no retratada muchas veces en la prensa ni denunciada por los historiadores del momento debido al férreo control de la censura”. Fue un escritor de obra prolífica que dominó todos los géneros literarios, sobresaliendo principalmente como dramaturgo. 37


Gracias a la oportunidad que me brinda esta revista, voy a desarrollar una breve semblanza de este personaje característico del siglo XIX, cuya vida y obra vinieron marcadas por cuatro etapas diferentes en relación con los lugares en que desarrolló sus actividades literarias y políticas (Sevilla, Madrid, Colombia y Alcalá de Guadaíra), como recojo en mi tesis doctoral José María Gutiérrez de Alba (1822-1897): Biografía de un escritor viajero, que obtuvo en 2016 el premio de la sección de Literatura del concurso de monografías Archivo Hispalense de la Diputación Provincial de Sevilla.

Con ocho años de edad sus padres le llevaron a Sevilla a estudiar latín y griego al colegio de los jesuitas en la calle Laraña (actual Facultad de Bellas Artes). Entre 1834 y 1837 permaneció en Aranjuez con un tío materno, de clara convicción liberal, que influiría decisivamente en su vocación literaria y espíritu viajero. En 1840 comenzó en la Universidad de Sevilla sus estudios de Filosofía y, entre 1843 y 1847, continuó con los de Derecho. Pero los estudios empezaron a convertirse más bien en una buena excusa ante sus padres para aprovechar el ambiente de la capital a fin de desarrollar su auténtica vocación de escritor y defender sus ideas políticas. Con veintiún años publicó su primer poema en la revista La Floresta Andaluza. También colaboró en otras publicaciones periódicas: El Vergel, Boletín Literario, El

ETAPA SEVILLANA

José María Gutiérrez de Alba nació en Alcalá de Guadaíra el 2 de febrero de 1822. En España reinaba Fernando VII. Fue el primogénito de once hermanos y su familia era propietaria de tierras dedicadas al olivar.

Teatro Gutierrez de Alba, Alcalá de Guadaira (Sevilla)

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Genio de Andalucía, El Duende y La Giralda. En 1845 aparecieron sus Fábulas políticas, cuyo éxito marcará definitivamente a Gutiérrez de Alba como literato político desde una óptica liberal progresista. Un año más tarde publicó La Tapada, novela basada en una leyenda tradicional alcalareña. Fue editada en la propia imprenta que tenía el autor en Sevilla, en el número 14 de la calle del Lagar, que aún conserva esta denominación.

ETAPA MADRILEÑA

En 1847 marchó a Madrid con el fin de terminar la carrera de Derecho, pero, como era previsible, se dedicó por completo a su vocación literaria. Así el 8 de febrero de 1848 estrenó en el Teatro del Instituto Español su célebre drama andaluz Diego Corrientes o el bandido generoso, que le consagraría definitivamente como dramaturgo. Tras el éxito obtenido con el drama Diego Corrientes, Gutiérrez de Alba estrenó en los escenarios madrileños otras obras del llamado género andaluz, entre las que destacamos: El tío Zaratán (1849), el entremés Aventura de un cantante (1854) con música de Barbieri, la zarzuela La flor de la serranía (1856) con música de Cristóbal Oudrid; por último, el cuadro Un jaleo en Triana (1861) con música de García Rossetti. Además de las obras del género andaluz llevó a la escena muchos otros títulos, basados a veces en temas de actualidad. Paralelamente desarrolló en estos años una intensa actividad política. En 1855, lideró en Alcalá de Guadaíra una compañía de la Milicia Nacional, baluarte político del partido progresista del general Espartero, la cual le trajo como consecuencia un consejo de guerra en 1857 que le condenó al presidio a Ceuta. Emigró entonces a París para librarse de la condena, regresando a España en 1858 gracias a la amnistía que concedió Isabel II por el nacimiento de su hijo, el futuro Alfonso XII. Al año siguiente contrajo matrimonio con la joven gaditana afincada en Madrid, Matilde Pérez de Maruve, con la que tuvo su hijo Mariano que murió a los pocos años de nacer.

Busto de José María Gutiérrez de Alba, Plaza del Cabildo. Alcalá de Guadaira (Sevilla)

En la década de los sesenta del siglo XIX nuevos géneros trataban de encauzar el creciente teatro de crítica política. Inspirándose en el vodevil francés que conoció durante sus meses de exilio en París, Gutiérrez de Alba concibió para la escena española un nuevo género que “pasará revista” a los acontecimientos políticos del año. El 30 de enero de 1865 estrenó en el Teatro del Circo de Madrid la revista teatral política 1864 y 1865, con música del maestro Emilio

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título de Impresiones de un viaje a América. Aparte del interés histórico de sus relatos y las descripciones de innumerables parajes vírgenes, este libro de viajes contiene un total de 466 ilustraciones, de las que 302 son acuarelas del propio Gutiérrez de Alba. Ante la carencia de la fotografía, este material gráfico supone un testimonio gráfico de primer orden para la historia colombiana. En 1874 el escritor tenía la intención de regresar a España, pero el proceso de restauración borbónica hizo que decidiera permanecer más tiempo en Colombia. A partir de este momento, dará un cambio importante en su trayectoria dedicándose a proyectos de agronomía con el apoyo de algunos amigos de allí. Durante estos años, aunque dedicó poco tiempo a la creación literaria, fundó el periódico El Cachaco y publicó varias obras de ensayo con relación a la agronomía. En 1877 apareció en Madrid El pueblo andaluz, un libro antológico costumbrista en verso y prosa que había dejado terminado antes de partir para América. En 1879, el acontecimiento que supuso a nivel mundial el comienzo de las obras del canal de Panamá le inspiró su obra en verso El canal interoceánico. Oda dedicada al genio del ingenio, Mr. Ferdinand de Lesseps. La obra teatral más importante de su Etapa Colombiana fue El castillo misterioso, zarzuela en tres actos, con música del famoso maestro colombiano José María Ponce de León, estrenada en el Teatro Maldonado de Bogotá el 27 de abril de 1876. También publicó en 1879 el drama en verso El crimen de los Alisos. Resignado a la nueva etapa borbónica de la monarquía española y el quebranto de su salud debido a una grave caída del caballo provocaron que Gutiérrez de Alba iniciara el 1 de diciembre de 1883 su viaje de regreso a España.

Indio carguero entre Honda y Bogotá. José María Gutierrez de Alba, 1874 Biblioteca Virtual del Banco de la República (Colombia)

Arrieta, cuyo éxito hizo que se representara durante meses en los teatros madrileños y que se publicaran hasta nueve ediciones. A esta primera revista teatral le siguieron otros títulos, cuya popularidad hizo que llegara a recoger en los periódicos reseñas críticas de Benito Pérez Galdós y Gustavo Adolfo Bécquer.

ETAPA COLOMBIANA

Gutiérrez de Alba tuvo siempre un profundo sentimiento hispanoamericano. El gobierno del general Prim emanado de la Revolución de 1868 le nombró agente confidencial en Nueva Granada (territorios actuales de Colombia, Venezuela y Panamá). Durante sus más de trece años de permanencia por estas tierras fue elaborando un libro de viajes en trece tomos con el

ETAPA ALCALAREÑA

Después de casi catorce años de permanencia por tierras americanas, se estableció definitivamente en su pueblo natal. Su precaria situación económica hizo que un 40


grupo de vecinos solicitara al Ayuntamiento la creación de la plaza de archivero-bibliotecario municipal para ayudarle en su subsistencia. Intentó también recuperar el espacio ocupado en los escenarios madrileños y en 1893 estrenó su última obra para la escena. Sería en el Teatro Cervantes de Sevilla, con la obra Del infierno a Madrid. Viaje de ida y vuelta, en un intento de recuperar el género de la revista teatral política que había creado en 1865. El propio autor era ya consciente de que la generación literaria a la que pertenecía casi había desaparecido, de que el personal de los teatros y de la prensa eran diferentes y se encontraba con una sensación de ser extranjero en su propia tierra. En la segunda mitad del siglo XIX la falta de iniciativa cultural del Estado fue suplida en gran parte con las actividades promovidas por instituciones burguesas como las academias, los liceos o los ateneos. Gutiérrez de Alba ingresó en el Ateneo de Sevilla en 1887, participando en sus veladas y concursos literarios. En 1889 obtuvo un accésit en el certamen convocado por el Ateneo de Córdoba y participó en el Ateneo de Madrid. En estos años el autor alcalareño inició una etapa de ediciones recopilatorias de su extensa producción y publicará numerosas composiciones poéticas en diversos periódicos y revistas de Madrid, Sevilla y Barcelona. Entre las publicaciones madrileñas destacamos: La Ilustración Española y Americana, El Mundo de los Niños, Don Quijote y El Álbum Ibero-Americano. Entre las sevillanas podemos señalar: El Baluarte, Perecito, Sevilla en Broma, Miscelánea y Mari-Clara. Por último, de Barcelona merece especial atención nombrar la revista Barcelona Cómica. Falleció en Alcalá de Guadaíra el 27 de enero de 1897, a punto de cumplir setenta y cinco años. Fue enterrado en el cementerio parroquial de San Sebastián. Actualmente, sus restos descansan en el panteón de la familia Gutiérrez Ruiz en el cementerio municipal de San Mateo.

Escritores Alcalareños. Museo de Alcalá de Guadaira. Al fondo, lápida mortuoria del escritor.

Fue un autor prolífico, ya que el corpus de sus obras alcanzó los 91 títulos (68 de teatro, 13 de poesía y 10 en prosa), muchos de los cuales tuvieron varias ediciones. A ello hay que añadir decenas de poemas sueltos, textos diversos y un extenso epistolario. A modo de conclusión, podemos decir que su personalidad viene definida por su vocación inequívoca por la literatura, unida a la necesidad de vivir de las letras. Igualmente hay que destacar su capacidad para establecer relaciones personales y adentrarse en los círculos sociales y culturales. Por último, cabe señalar su fuerte carácter crítico ante actitudes reaccionarias y despóticas; en definitiva, el reflejo de una personalidad de espíritu quijotesco en el contexto de la España del siglo XIX.

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PATRIMONIO Y EDUCACIÓN

PATRIMONIO, EMOCIÓN Y APRENDIZAJE

L

PABLO PERALTA GUERRERO

as emociones son las reacciones que experimentamos ante determinadas percepciones que nos provocan una serie de respuestas físicas y psicológicas, procedentes de los diversos sistemas corporales. Si alguna situación nos genera una emoción fuerte de alta intensidad,

hace que esta se fije en nuestro cerebro y deje huella. El procesamiento cerebral de las emociones se lleva a cabo en el sistema límbico, es el encargado de recibir esas sensaciones y de interpretarlas. Junto con 42


"...solo se puede aprender aquello que se ama" (Francisco Mora). Por esta razón, una de las formas más interesantes para plantear una tarea patrimonial es usar esa emoción que provoca en el espectador.

el neocórtex, procesa la información y la convierte en emoción. Dos de las regiones cerebrales del mismo sistema límbico, la amígdala y el hipocampo, son esenciales para el aprendizaje, ya que ayudan a decidir si la reacción ante la nueva información es positiva o negativa. También las emociones ayudan a fijar los aprendizajes, ya que activan las redes neuronales y refuerzan las conexiones sinápticas. Actualmente, hay corrientes que nos dicen que sin emoción no hay aprendizaje. La neuroeducación ha constatado que la curiosidad y la emoción están en la base del aprendizaje. Las investigaciones en este sentido han dado muestras de la separación “ficticia” entre cerebro racional y cerebro emocional, argumentando que el cerebro es solo uno y que responde de manera integrada a los distintos retos. La huella dejada por algo que percibimos es mucho más fuerte si va asociada a una emoción. Igualmente, el aprendizaje será integral, sí y solo sí, contempla todas sus dimensiones, incluida la emocional, que hasta ahora se había dejado de lado en el aula por su consideración en oposición a lo racional. Francisco Mora asegura que solo se puede aprender aquello que se ama. Por esta razón, una de las formas más interesantes para plantear una tarea patrimonial es utilizar esa emoción que provoca en el espectador. Conseguir generarla nos ayudará a que los aprendizajes, relacionados con este objeto se fijen más fácilmente en el cerebro, además de construir un vínculo con él. Muchas veces asociamos el patrimonio cultural a momentos de nuestra historia, nos emocionamos con su belleza, con su valor histórico, identitario o nos entristecemos por su mal estado de conservación. Nos

encontramos apegados emocionalmente a ellos, ya sean lugares de culto, de celebración o aquellos asociados a lugares en los que sucedieron momentos vitales importantes. Es por esto que en muchos casos no tienen por qué coincidir con los que son importantes para otras personas.

Cuando desde nuestra infancia establecemos este vínculo emocional con un elemento patrimonial, ya va a formar siempre una parte importante de nuestra vida, haciendo que nos acerquemos a él una y otra vez y nos interesemos por su mantenimiento en perfecto estado.

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“Desde la emoción subjetiva a la objetiva”. La emoción objetiva se relaciona con: • Cómo concibió el autor o autora la obra a nivel técnico. • Cómo es la percepción sensorial de la obra por medio de nuestros sentidos. • Cómo vemos un elemento patrimonial, partiendo de los conocimientos previos que tenemos sobre la materia. • Cómo se percibe por parte de los espectadores en cuanto a sus elementos y características. La emoción subjetiva, en cambio, tiene que ver con la interpretación que hace nuestro cerebro de lo que está percibiendo. Es una experiencia individual y que no será igual a la de otra persona. Tiene que ver con los sentimientos, el estado de ánimo en el momento de la percepción, recuerdos, asociaciones, experiencias previas, etc. Por lo tanto, estamos ante dos maneras de percepción: • La percepción vista desde los ojos del autor o autora. • La percepción de nuestra propia mirada. Existen distintas clasificaciones sobre las emociones (básicas, socio morales...), aunque en nuestro caso vamos a considerar: el miedo, la ira, el amor, la alegría, la sorpresa, el disgusto, la tristeza y el interés. Todas estas emociones son reconocibles por el individuo, aunque en muchos casos el alumnado no sabe asociar la sensación y las reacciones corporales que implican. Por ello, tendremos que ayudarles en su identificación y reconocimiento.

Las obras de arte más reconocidas son las que provocan emoción en el espectador, desde una pieza musical a un cuadro, pasando por un paisaje o monumento. Y desde diversas disciplinas se estudian las implicaciones emocionales asociadas a nuestra percepción de estos lugares, obras pictóricas, musicales, etc. Un ejemplo de esto sería la llamada neuroarquitectura que comprueba que por ejemplo las formas orgánicas y las líneas suaves provocan en el cerebro sensaciones de seguridad y comodidad frente a las lineales y de arista. Parecidas sensaciones provocan el poder ver el horizonte o determinados colores como el azul o iluminaciones cálidas. Recuerdo la primera vez que vi el “Expolio de Cristo” de El Greco, que el color rojo de la figura principal me hipnotizó, me hizo sentar y que no pudiera dejar de mirar el cuadro. Desde entonces mi vinculación emocional con ese cuadro no ha desaparecido. En este caso, la emoción que intentó transmitir el pintor a través de su cuadro me llegó y me llevó a interpretarlo y a hacerlo mío.

LA EMOCIÓN SUBJETIVA

Lógicamente, lo primero que debemos trabajar es la exploración de la emoción subjetiva, ya que la objetiva nos influirá en cómo percibimos el objeto en cuestión. Podemos llevarla a cabo a partir de tareas como las siguientes: • Lo asocio a una música que me provoque una sensación parecida.

A partir de aquí hacemos una serie de propuestas de intervención, basadas en este principio: 44


• Escribo una historia o poesía de lo que pasa. Hago mi propia versión del todo o de una parte. • Hago juegos matemáticos con él. • Lo dramatizo. • Escribo un tweet sobre la obra. • Le doy un color. • Especulamos sobre quién y cómo será su autor o autora. Carmen Gómez, dentro de su proyecto “Emocionarte”, propone una serie de rutinas para explicar un cuadro dentro de esa exploración de las emociones subjetivas a la hora de verlo, que bien podría extenderse a cualquier otra propuesta artística o patrimonial.

el que me parece más representativo, repitiendo con un símbolo representativo y posteriormente una imagen. C. Destrezas de pensamiento “Partes, todo.” En esta rutina primero describo la imagen en general y posteriormente describo las partes. Puedo plantear preguntas tales como ¿si quito determinadas partes, sigue dando esa sensación? ¿Cómo exploramos las emociones subjetivas en una visita patrimonial o un museo? Propuesta de Actividades: 1.- ¿A qué se parece? Esta actividad parte de una exploración sensorial, buscando texturas, olores, sonidos, gustos o vistas. De todo esto se pueden sacar inferencias sobre el estado de los espacios, de su conservación, cómo fue concebido, etc. A partir de aquí, se pueden trabajar aspectos emocionales relacionados con las sensaciones. Para hacer esta exploración se hacen preguntas como: • ¿A qué se parece?

¿Cómo explico un cuadro? A. “Veo, pienso, me pregunto.” En esta propuesta describo la imagen según rutina: ¿Qué veo?, ¿Qué pienso sobre lo que veo? y ¿Qué dudas me plantea? B. “Color, símbolo, imagen.” Aquí exploro sobre el color, buscando

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5.- La pareidolia. Cuando observamos un conjunto de formas, a veces tendemos a asociarlo con una forma reconocible, como por ejemplo nos pasa cuando miramos las nubes o manchas en la pared. Una experiencia de emoción subjetiva podría ser observar una obra, espacio o paisaje y expresar a qué forma reconocible se nos parece. A partir de aquí se pueden desarrollar discusiones, asociaciones o contrastes entre otros, en relación con lo que percibimos.

• ¿En cuál de estos lugares me encontraría más a gusto? • ¿Algo me ha dado miedo o me ha parecido triste? • ¿Algo me ha sorprendido? • ¿En qué sitio de este lugar escribiría una poesía o cantaría una canción? 2.- ¿De qué color es esta obra? Partimos de un código de colores y tras examinar un cuadro, espacio, paisaje... según la emoción que trasmita, le asignamos un color. Podemos utilizar cartas de colores para observar el resultado de manera más visual: • Alegría, amarillo. • Tristeza, azul. • Rabia, rojo. • Miedo, negro. • Calma, verde. Cuando se tiene decidido el color, nos colocamos delante de la obra o lugar y se realiza una puesta en común para ver que un mismo evento evoca sentimientos diferentes. 3.- Actividades en el museo, propuestas de talleres de Zorana Ivcevic de la Universidad de Yale. Las visitas contemplan periodos de 30 segundos por cuadro. En cambio, se pide que se detengan en ver un cuadro en particular durante 10 minutos para analizar detalles de contenido, estructura, composición y color, así como perspectivas, áreas y distancias. Se invita a sumergirse en la obra, imaginando qué estarán viendo, oliendo, escuchando y sintiendo los personajes, tal como hace un actor con el personaje que interpreta. (Técnica utilizada por RootBernstein, 1999, 2004). 4.- Desarrollo creativo. Los participantes escogen una obra que represente su problema y otro la solución a ese problema. Lo colocarán en un tríptico y se pedirá que imaginen la imagen central. Desarrollo de habilidades del pensamiento asociativo, esencial para el desarrollo de la creatividad (Russ y Dillon, 2011).

LA EMOCIÓN OBJETIVA

Con las emociones objetivas abordamos aquellas que presenta la obra, el sentido que le quiso dar el autor/a, influido por el momento histórico, las tendencias estéticas y culturales o momento personal. Algunas de las estrategias para trabajar estas obras podrían ser: • Trabajamos cada obra, lo que representa, sus elementos simbólicos o composición, influencias estéticas, influencias históricas y culturales. • Exploramos el universo personal de su autor o autora, escuela a las que pertenecía, familia, situación personal y emocional. • Actividades descriptivas de la obra, con presentaciones o estrategias de pensamiento visual. • Mezclamos partes de distintas obras. • Las dramatizamos. • Les ponemos música. • Creamos libremente nuestra propia versión, pero ya influidos por el punto de vista del autor o autora, copiándonos de la obra de arte trabajada. Estas son algunas de las muchas estrategias que se pueden utilizar para conectar a nuestro alumnado con el patrimonio, para que lo comprenda, lo valore, lo sienta, lo integre en su mundo y a partir de aquí actúe para su protección.

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SOBRE LA PROPUESTA DEL NUEVO REAL DECRETO DE BACHILLERATO DE 2021 Y LA

HISTORIA DEL ARTE JOSÉ MANUEL BAENA GALLÉ

E

n el mundo de la educación formal en España uno de los grandes problemas, o tal vez el mayor de los problemas, es la inestabilidad legislativa en la que se mueve el Sistema Educativo. Cada poco tiempo, cíclicamente, el partido de turno en el gobierno decide que tiene que moldear la formación de nuestra infancia y nuestra juventud y también la metodología de los profesionales de la enseñanza. En esa línea, uno de los ámbitos más afectados siempre ha sido el de los

aprendizajes relacionados con el mundo de las Humanidades como si estuvieran en oposición o impidieran los aprendizajes de carácter ”técnico o científico”. Así se han creado áreas estancas de conocimiento y objetivos de carácter supuestamente relacionados con las ciencias experimentales y los aspectos técnicos estableciendo una innecesaria confrontación entre ambos tipos de saberes cuando son algo totalmente complementario, como demuestran múltiples ejemplos a lo largo de la historia. 47


6. SITUACIONES DE APRENDIZAJE (Actuaciones asociadas las competencias clave y/o específicas). Desde el punto de vista del patrimonio cultural y de la Historia del Arte en los objetivos propuestos en el artículo 7 se observa que el único que podría tener cierta relación con estos ámbitos sería el l) que establece “Desarrollar la sensibilidad artística y literaria, así como el criterio estético, como fuentes de formación y enriquecimiento cultural”. Se crean cuatro modalidades diferentes de Bachillerato:

Es cierto que la enseñanza debe adaptarse a un mundo en continuo cambio, pero también es una realidad que el sistema educativo es un motor para confirmar ese mundo en el que deseamos vivir. Y también es cierto que el sistema educativo tiene su sentido en tanto en cuanto cumple la función social que la ciudadanía le exige en cada momento. En la actualidad, el simple hecho de saber ha ido siendo sustituido por el de saber hacer, potenciando que desde la educación formal se trabaje con el alumnado para el logro de capacidades y competencias que le permitan integrarse en su sociedad siendo útiles. No se comprende la contradicción entre ambos tipos de saberes cuando siempre han sido complementarios y necesarios el uno para el otro. El último ejemplo de este tipo de actuaciones normativas se ha podido observar con la publicación del borrador de Proyecto de Real Decreto por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas del Bachillerato por el Ministerio de Educación y Formación Profesional. Sin entrar a valorar los aspectos fundamentales de esta futura normativa hay elementos que han llamado la atención en lo relativo a las enseñanzas artísticas. En una aproximación a lo que establece este proyecto de Real Decreto diferencia esta norma los siguientes conceptos:

- ARTES, con las vías de Artes Plásticas, Imagen y Diseño o Música y Artes escénicas - CIENCIAS Y TECNOLOGÍA - GENERAL - HUMANIDADES Y CIENCIAS SOCIALES Asimismo, se establecen materias comunes para todas las modalidades, propias de cada una de ellas y optativas que se propondrán a criterio de las Administraciones Educativas. En la modalidad de Artes, en la vía de Artes Plásticas, Imagen y Diseño se establecen las siguientes propuestas de materias propias:

1. OBJETIVOS (Logros que se esperan alcanzar). 2. COMPETENCIAS CLAVE (Desempeños imprescindibles para la formación del alumnado). 3. COMPETENCIAS ESPECÍFICAS (Desempeños específicos de cada materia). 4. CRITERIOS DE EVALUACIÓN (Referentes del nivel de desempeño del alumnado en situaciones o actividades).

Dibujo Artístico I Dibujo Técnico Aplicado a las Artes Plásticas y al Diseño I Proyectos Artísticos Volumen

Dibujo Artístico II Dibujo Técnico Aplicado a las Artes Plásticas y al Diseño II Diseño Fundamentos Artísticos Técnicas de Expresión Gráficoplástica

Como se puede observar una de las desapariciones más sorprendentes ha sido la de la materia de Historia del Arte, elemento fundamental para la formación de los futuros

5. SABERES BÁSICOS (Conocimientos, destrezas y actitudes de cada materia). 48


ciudadanos que dediquen su tiempo esfuerzo a la creación artística. Por el contrario, sorprende, por analogía entre ambas modalidades, que en la vía de Música y Artes escénicas se mantenga en segundo la posibilidad de una materia titulada "Historia de la Música y de la Danza". Ante esta propuesta, diversos grupos, entre ellos la Asociación de profesores Ben Baso, se han puesto en marcha para intentar modificar esta cuestión en el futuro decreto de Bachillerato. Recordemos que una de las primeras iniciativas partió del Comité Español de Historia del Arte (C.E.H.A.), que emitió un comunicado y abrió una recogida de firmas difundida por varios medios1 a través de la plataforma change.org en noviembre de 2021. Asimismo, entre el 9 y el 29 de diciembre, el Ministerio de Educación y Formación Profesional ha abierto un plazo de alegaciones a esta norma a la que también se han presentado diversos colectivos. En el caso de la Asociación Ben Baso las alegaciones expuestas pueden ser consultadas en nuestra web y se han basado en las siguientes consideraciones2: En primer lugar, en relación con las fechas del proceso que obvian literalmente, impidiendo de facto, la participación del profesorado, un sector fundamental en el proceso de enseñanza. Establecer las fechas del 9 al 29 de diciembre de 2021 es no reconocer que son épocas de muchísimo trabajo en los institutos de Educación Secundaria de toda España, con evaluaciones, reuniones de profesorado, atención a las familias, etc. No se entiende la prisa en este trámite que lo único que hace es imposibilitar la participación del sector, y no así la de las grandes organizaciones educativas sindicales y empresariales. 49


No es comprensible que siendo un conocimiento y una destreza fundamental en el bachillerato de Artes desaparezca la materia de Historia del Arte. Además, es contradictorio con el desarrollo de cada una de las materias de la modalidad, dado que se está aludiendo continuamente a la Historia del Arte en el mismo borrador del Real Decreto, como ilustran las referencias en: • Dibujo Artístico (Competencia Específica 4). • Dibujo Técnico (Saberes Básicos A).

de capacidad de análisis y significación de la obra de arte que aporta la Historia del Arte son imprescindibles para que los futuros creadores, en cualquier ámbito artístico, conozcan los pasos ya dados y sean capaces de apreciar de un modo completo las grandes obras del Arte. Para finalizar y como afirma Emanuela Pulvirenti, hay siete buenos motivos para estudiar en cualquier nivel educativo Historia del Arte3. El primero es que la Historia del Arte permite conocer nuestros orígenes; en segundo lugar, la Historia del Arte ayuda a ampliar el bagaje cultural de las personas; terceramente, la Historia del Arte permite comprender mejor las otras materias; en cuarto lugar, el conocimiento de la Historia del Arte sirve para reconocer, apreciar y proteger las obras de arte; sin olvidar que conocer la Historia del Arte es el primer paso para llegar a ser artista; además, conocer bien la Historia del Arte permite ejercer una profesión ligada al Arte; y por último, en séptimo lugar, el arte permite socializar y superar la diversidad. Si a todo ello se le suma la capacidad de emoción personal que provoca el arte, resulta obvio por qué es necesario su conocimiento, fundamentalmente, para los futuros artistas. _______________

• Fundamentos Artísticos (Introducción, Saberes Básicos A). • Historia de la Música y de la Danza (Introducción) El conocimiento de la evolución artística y de los procesos de creación, así como el análisis y estudio de las grandes obras de la humanidad y de sus creadores permiten y favorecen la creatividad del alumnado mostrando caminos que otros artistas ya han transitado y permitiendo un aprendizaje creativo en los futuros creadores. No se entiende que se incluya como una competencia clave del currículo (artículo 16) la Competencia en conciencia y expresión culturales y, sin embargo, se obvie una parte tan importante de la cultura como es el estudio de la evolución de los procesos de creación cultural y artística. Además, el proyecto de Real Decreto no cesa de incluir la referencia al patrimonio cultural como elemento fundamental en la formación del alumnado. Difícilmente se podrá intervenir en la acción patrimonial (a nivel social, económico, turístico o ciudadano) si se carece de los instrumentos mínimos necesarios para poder interpretarlo. El arte y la creación artística son consustanciales con la propia existencia de la Humanidad. Y es la Historia del Arte con su análisis espacial y temporal la que ayuda a su conocimiento, comprensión y favorece el análisis de los procesos evolutivos del arte. Estos conocimientos, más estas destrezas

1. https://arteceha.eu/comunicado-del-ceha-en-relacioncon-la-eliminacion-de-la-asignatura-de-historia-del-arte/ 2. http://www.benbaso.com/proteccion/documentos/ category/53-alegaciones-decreto-bachillerato 3. PULVIRENTI, Emanuela: “Perché studiare la storia dell’arte? Sette buoni motivi da dare ai vostri studenti”, Blog Didatticarte (5-9-2013) http://www.didatticarte.it/ Blog/?p=760 (Consultado 11-1-2022).

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ACTIVIDADES BEN BASO

ACTIVIDADES Y VIAJES

BEN BASO

Desde las vocalías se han programado diversas actividades para el curso 2021/22 que se irán desarrollando a lo largo del año escolar, atendiendo a las medidas sanitarias que la situación requiera.

• 17 de noviembre de 2021: Tres visitas guiadas por las técnicas del Departamento de Educación del CAAC a la Exposición “Nazario” en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo. De esta exposición se incluye en este mismo boletín un artículo elaborado por la socia Paula López Salguero. 51


Esta muestra pretende establecer un diálogo entre algunas obras de Picasso y otras del Museo que han sido fuente de inspiración para el artista malagueño.

• 2 de diciembre de 2021: Conferencia “Re_imaginando el patrimonio industrial en el siglo XIX”, impartida por el profesor Julián Sobrino en el Teatro Távora de Sevilla.

• 8 de enero de 2022: Visita a la exposición “Miradas e intervenciones sobre la Fábrica de Vidrio de la Trinidad”, en la Sala de Exposiciones del Antiquarium de Sevilla, organizada por La Plataforma Ciudadana “Salvemos la Fábrica de Vidrio La Trinidad”.

Se incluye en este boletín la reseña elaborada por el socio y vocal de Enlace con los Pueblos, José Luis Yuste Morales. • 15 de diciembre de 2021: Tres visitas a la Exposición “Picasso y los maestros antiguos” en el Museo de Bellas Artes guiadas por el historiador Juan Luis Ravé Prieto, socio y Académico de la Real Academia de Bellas Artes de Sevilla, por Marchena.

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Las visitas fueron guiadas por Julián Sobrino y Marina Sanz, miembros de dicha Plataforma. Asimismo, el pintor Paco Broca explicó su obra expuesta. El objetivo de dicha exposición era trazar un recorrido histórico de la Fábrica y preparar un futuro ligado a la ciudad y al Patrimonio Industrial. • 12 de febrero de 2022: Recorrido por

Tablada para dar a conocer a los socios la situación actual de la Dehesa y el proyecto de “Tablada Verde”. Será guiada por Antonio Rodrigo, vocal de Patrimonio Natural y Medioambiente de la Junta directiva de nuestra asociación. Se realiza en colaboración con la asociación ANDALUS.

VIAJES:

Se han programado los siguientes viajes: • Del 25 al 28 de febrero: “Por el País Cátaro”. Coordinado por José Manuel Navarro Domínguez y Pablo Peralta Guerrero. • Del 4 al 8 de mayo: “Ribeira Sacra”. Coordinado por Mª Dolores Domínguez Riquelme y Dolores Cinta Macías Gómez. Incluimos en este Boletín la crónica del último viaje realizado por la Asociación en junio de 2019, redactada por José Manuel Navarro Domínguez (Una pica en Flandes).

OTRAS ACTIVIDADES:

Ruta de los Castillos Cátaros

• Exposición: “Sevilla en Mardeprisca”. Se incluye reseña realizada por el socio Antonio Librero. 53


CUÁNDO, DÓNDE, QUIÉN...

NAZARIO C

PAULA LÓPEZ SALGUERO Catedrática de Historia

UANDO ya creíamos que habían pasado “los tiempos del Covid”, tiempos difíciles llenos de reclusión y desesperanza, la Asociación Ben Basso propone y organiza la primera reunión de amigos benbasianos para asistir a una exposición de la mano de nuestra abnegada y querida Matilde Durán. DONDE nos convocan es en El Monasterio de Santa María de las Cuevas en La Cartuja, en el que se ubica el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, un espacio conventual lleno de rincones que rezuman Arte, Paz y Recogimiento que siempre sorprende por muchas veces que se visite...Y así fue, en la galería brunelleschiana de blanco inmaculado con bóvedas suspendidas en un equilibrio de armonía renacentista que te transporta a “La 54


Anunciata” de Fray Angélico... y que ahora da sitio a una producción antológica, irreverente, provocadora... pero llena de vida. ¿QUIÉN es el artista? Nazario, un andaluz que, como nuestros asociados, perteneció a la enseñanza, y que, como muchos de nosotros, vivió los tiempos del “ocaso franquista”, con sus contradicciones, represión social y censura. Nazario fue desde sus primeros años un ser diferente, excepcional que tuvo la capacidad de captar la esencia de la sociedad que le rodeaba y hacer de ella una crítica ácida, certera, muchas veces irónica y cargada de humor. Desde niño ya garabateó a lápiz sus vivencias cotidianas con frescura, veracidad y una imaginación que crecería desbordante, siendo esta una de sus improntas. Utiliza la narrativa lineal que ya se usaba en el Egipto faraónico para contar sus creencias, y vivencias terrenales llegando a nuestros TBOs de la infancia. Con “Purita Braga de Jierro”, “Sábado Sabadete” y “La Gran Mierda”, Nazario aparece ya sin reservas, divertido, ocurrente, sagaz y provocador. Sus dibujos son de una precisión magistral, utilizando la línea segura, precisa, con una grafía cuidada, minuciosa, casi preciosista con la que nos cuenta como los personajes interfieren entre sí como si de una escena real se tratara, como “la vida misma”, con anécdotas, refranes, canciones… a los que pone a dialogar, entra en sus pensamientos y nos dejan referencias de la sociedad española de los años 70: la opresión machista, la obsesión por la virginidad, por el honor calderoniano, por el mundo de las apariencias, el horror al embarazo, su vergüenza... todo lo retrógrado que ve a su alrededor. No olvida un referente colectivo de la infancia, “Mambru se fue a la guerrá”, dejando guardadas las llaves del honor, en clara referencia a la España cerrada. Su irreverencia se hace explosiva, desbordante en “La Gran Mierda”, que nos muestra un Nazario imaginativo, dominando a la perfección la secuenciación temporal, narrativa. En “Sábado, Sabadete” aparece la pulsión sexual que mantendrá toda su vida

y la crítica a la Iglesia Católica como brazo opresor de “los degenerados, a los que ya pertenece abiertamente, adorador del “Falo” que será un signo identitario de Nazario hasta sus últimos momentos. Con la aparición de Alejandro en su vida y las conexiones con los dibujantes catalanes, Nazario introduce el color en su revista “El Vivora”, que se convierte en referente del cómic underground en España. Se hace famoso, se proyecta y entra en el cómic para adultos en el que no habrá censura ni límites por delicado que fuera el tema a tratar, aunque tuvo que jugar al despiste en muchos casos. Es en esta revista donde nace “Salomé” que sorprende por la correlación estética con “La Dama de Elche” y la utilización pseudo-sacrílega de la Virgen del Rocío que reclama sus víctimas. En “Los Amores de Júpiter” depura sus dibujos, sus composiciones, la belleza de la línea clásica en clara referencia a la cerámica erótica griega y a los dibujos del Picasso clásico. Pero también hay un Nazario intimista, que nos deja entrar en su casa, espacio vital 55


“Una Casa Tranquila”, y la fantástica “Historia de Turandot” de una madurez artística en la que recoge los “Mitos” de su nunca olvidada Andalucía, toreros, mantillas, santidades... y de nuevo la Virgen del Rocío. A los finales de los 90, Nazario recala definitivamente en la Plaza Real de Barcelona, y se convierte en el ojo de “Gran Hermano”, en un incansable “Voyeur” del gueto de alcohólicos, putas y camellos, de negros, árabes, gitanos, turistas y modernos. Miles de fotos en su incansable observación de esa jauría humana de cuerpos esculturales que acaban en las camas de Alejandro y la propia en esa visión de su abierta relación con sus “novios”. Cerrando la exposición, Andalucía, Sevilla, siempre presente a través de su afán coleccionista de postales, cerámicas, carteles, paisajes urbanos de plazas sevillanas o agrícolas, con los campo de olivos de su añorada y amada tierra. Exposición para sorprenderte, para disfrutarla, que para eso está el arte y la generosidad de los artistas.

tan querido para él, con Alejandro en la rutina cotidiana: un café, una partida de cartas, su sarcasmo típico o una mañana luminosa con el balcón abierto al Mediterráneo mientras trabaja y escucha a su amiga Martirio. La Casa será ese espacio que como él explica “tuvo que conquistar palmo a palmo como si de una pelea continua se tratara...” Mientras, en Barcelona, su actividad se multiplica, abarca muchos campos, el musical gracias a la efervescencia de los finales de los 70 con los movimientos “punk”, “rock”, a los que se conecta. Publica “Rock Cómic” con la impactante portada underground dedicada a Lou Reed, de tal fuerza estética que le fue robada por el cantante y lo atrapó en un largo proceso judicial. “Dogo y los Mercenarios”, “Popper Disco”, Ocaña, Barcelona, Las Ramblas, la Plaza Real, el disfrute de la comunidad gay, entre el modernismo y el “mariconeo”... todo ese mundo de alto contenido sexual lo recoge en la revista “Anarcoma”, con una visión del Sexo, la Violencia, los Celos, Aventuras locas, en los números de “Zoraida la Encantadora”, 56


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CONFERENCIA COLOQUIO DEL

PROFESOR DR. D. JULIÁN SOBRINO Organizada por la Asociación de Profesores para la Difusión y Protección del Patrimonio Histórico “BEN BASO”

JOSÉ LUIS YUSTE MORALES “A MODO DE CRÓNICA TÉCNICA Y EMOCIONAL SOBRE EL PATRIMONIO INDUSTRIAL”

Lugar: Teatro “Salvador Távora” de Sevilla.

N

Día y hora: 2-Dic-21, a las 19:00 h.

o han pasado más de 18 horas y me veo en la necesidad de escribir algo sobre lo vivido ayer noche: toda una lección magistral o como el profesor D. Julián Sobrino prefería llamarla “una clase” sobre el Patrimonio Industrial.

La nueva Junta Directiva de la Asociación se propuso reanudar las actividades para sus socios y simpatizantes, salvando las debidas precauciones sobre el COVID-19, con el fin de seguir incidiendo en sus objetivos y fines: difundir y proteger nuestro Patrimonio. 58


Para ello la presencia de nuestra Asociación en la plataforma “PLANUENTE”, en “LA MESA DE TABLADA” o en las iniciativas y mejoras que propone la “MESA DE SANTIPONCE” por el Monasterio de San Isidoro del Campo, entre otras muchas acciones, (Ver Boletín “BEN BASO” nº 30) nos invitan a recuperar actividades como la visita a la exposición de NAZARIO, en el C.A.A.C. y la interesante conferencia que hoy nos trae, de la mano del Profesor Sobrino, sin duda un referente nacional e internacional en materia de Patrimonio Industrial.

del Teatro “Salvador Távora”, otrora nave industrial de la potente hilatura sevillana, por contribuir al desarrollo del acto –recordemos que Távora fue operario de esta industria para luego dedicarse por entero a su compañía “LA CUADRA”, con la que se movió por el mundo entero difundiendo la cultura clásica, el buen flamenco y las más avanzadas vanguardias teatrales- , a la muy estimada por él Asociación “Ben Baso”, que tuvo el honor de invitarle y al público asistente, por “haber dejado sus calentitos hogares” y desplazarse hasta aquí. Expone el Dr. Sobrino que no va a presentar su trabajo por medio de un “Power Point” - sacó una primera sonrisa al público-, según el uso que se está haciendo tradicional en estas ocasiones. Su disertación será oral, a modo de clase como si estuviera en su estrado universitario y, todo comienza con una caja gris de cartón, que hay sobre su mesa.

UNA NARRACIÓN ORAL LLENA DE SENTIDO Todo comienza con la más que acertada presentación que hace nuestra compañera Matilde Durán Curado acerca del extenso currículum del ponente y su reconocimiento a nivel mundial acerca del tema de hoy, aparte de su buena afinidad con nuestra Asociación –recordemos que en el año 2019 nos diseñó una magnífica visita a las minas de Almadén, en Ciudad Real, y a las de Peñarroya-Pueblo Nuevo en Córdoba, y de las cuales salimos muy satisfechos. A continuación, tomó la palabra D. Julián para hacer los obligados y oportunos agradecimientos: a las personas de la sala

LA MAGIA DE LA CAJA DE CARTÓN Como por arte de magia fue sacando de ella rótulos: “Concepto”, “Origen”, “Espacio”, “Tiempo”, “Abandono”, “Progreso”… y, a la par sus libros preferidos para ilustrar su discurso sobre el Patrimonio Industrial, desde “El Principito” de SaintExupery hasta “El derecho a la pereza” de

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Paul Lafargue. La mesa se fue llenando de libros escritos por personalidades importantes del mundo de la Arqueología, de la Física, de la Política o de la Economía conforme avanzaban sus argumentos. La sensación de curiosidad por los aspectos que analizaba con detenimiento provocó, a lo largo de toda la clase, un inusitado interés que se hizo cómplice con su “magia tecnológica” En definitiva, estábamos aprendiendo mucho con él. Con todas y cada una de las ideas que fue exponiendo y que eligió de cada texto, tejió una trama global y completa del significado del Patrimonio Industrial que afecta no solo a las cosas que se elaboran, sino al complejo mundo de las comunicaciones y del factor humano que hay detrás de ellas, llegando a mostrar situaciones tan claves como la

invisibilidad de la mujer en la Historia del mundo industrial como las posibilidades desaprovechadas, con inversión de dinero público, para evitar el vacío de las zonas del interior donde la minería ya no es la potencia económica –caso de la inversión en Almadéno con la política de tabula rasa del tejido industrial del gran Bilbao. El profesor Sobrino desembarcó en la conocida como “Carta de Sevilla”, un manifiesto crucial y muy actualizado, para comprender por dónde puede pasar el futuro del Patrimonio Industrial y, así, fue desgranando uno a uno los capítulos del documento, sin duda, toda una recomendación útil para que los poderes públicos y la ciudadanía lo tengamos en cuenta. Ya finalizando su exposición y con la moderación de Matilde, se abrió un turno de intervenciones sobre el contenido de las muy interesantes ideas con que el Profesor D. Julián Sobrino nos deleitó. Felicidades al ponente por su magnífica clase y también a la Asociación “Ben Baso” por reanudar un ciclo de conferencias sobre el Patrimonio que no siempre resulta tan atractivo como otras actividades que se realizan. A todos y todas, GRACIAS.

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SEVILLA EN

MAR DE PRISCA ANTONIO LIBRERO

E

ntre el 19 de enero y el 17 de febrero de 2022, se ha celebrado en la Sala El Cachorro del barrio de Triana (Sevilla) una exposición de piezas de azulejería en “cuerda seca” realizadas por “MarDePrisca” (Lourdes Priscilla Ruiz Mora, 1963). Priscilla o Lourdes, que es como la llamamos aquellos que la hemos conocido tras su llegada a Sevilla en 2017 procedente de Venezuela, une en su nombre artístico el diminutivo de Priscilla (PRISCA) y una remembranza del MAR del Caribe que la vio

nacer y que se refleja en el colorido de su obra. Formada como Licenciada en Educación, pronto decidió desarrollar su perfil más creativo completando la línea pedagógica (25 años como maestra de Educación Infantil y 13 años trabajando con niños y adolescentes en experiencias creativas) con la artística, en la que trabaja con distintos materiales: cerámica en los Talleres de Arte de la Universidad de los Andes, madera con la escultora Gloria Benavides y esmaltes con 61


Lo interesante de la obra de Lourdes es, por un lado, cómo ha asimilado una técnica cerámica tradicional, la de la “cuerda seca”, hasta el punto de haberse convertido en una verdadera experta en su aplicación (esta técnica consiste en la aplicación de los esmaltes sobre el azulejo en barro cocido, previa delimitación del dibujo utilizando un material graso para impedir la mezcla de los colores). Y, por otro lado, la sensibilidad con la que se ha acercado a la plasmación de escenas de nuestra ciudad en las que el patrimonio tiene un fuerte valor para ella (es una enamorada de nuestras iglesias gótico-mudéjares y, especialmente, de Santa Marina).

el maestro Cándido Millán en la Escuela de Arte y Fuego de Caracas. Toda esta experiencia es la que confluye en su proyección vital cuando decide dejar su país natal y venir a España buscando nuevos horizontes. En Sevilla conoce la labor formativa de BarroAzul (https://barroazul.es) y encuentra en la técnica de “cuerda seca” un medio de expresión y una posibilidad de ganarse la vida, dando luz a un proyecto que ya traía en la mente y que, con el apoyo de los programas de emprendimiento de la EOI (Escuela de Organización Industrial), fructifican definitivamente en “MarDePrisca”.

Para los que como yo amamos la cerámica y amamos nuestra ciudad, ver esta exposición ha sido una auténtica gozada como muestra, sirvan las fotos que publicamos

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UNA PICA EN

FLANDES

L

JOSÉ MANUEL NAVARRO DOMÍNGUEZ

a región de Flandes, de idioma flamenco-neerlandés, es una de las tres que desde 1970 componen el estado belga, junto a Valonia, la región francófona situada al sur, y la propia Bruselas, un espacio bilingüe intermedio, neutral en la controversia nacionalista. La región ha mantenido profundos vínculos con España desde la Baja Edad

Media. La exportación de la mesteña lana castellana desde Santander y Bilbao sostuvo la industria textil de las ciudades flamencas y un intenso circuito comercial y financiero. La misma ruta atlántica recorrieron los peregrinos a Santiago que partían de los puertos flamencos, como nos recordaban al amanecer las campanas de la iglesia de Nuestra Señora de Finisterre, del siglo XVIII. 63


Estos vínculos económicos orientaron la política matrimonial de los Reyes Católicos con los duques de Borgoña, que trajeron a la casa Austria al trono español y forjaron la relación que llevó a tantos piqueros por el camino español, atravesando media Europa, hasta tan remotas tierras. Quizás por ello no resultase tan mala idea dejarse caer por el mundo de burguesía urbana, fuertes gremios artesanales, ricas corporaciones comerciales y acaudalados banqueros que explican la riqueza de la arquitectura civil, manifiesta en esplendidos ayuntamientos de formato rectangular, ricamente decorados con esculturas y pináculos (Malinas, Bruselas, Amberes). Un mundo de paisajes urbanos dominados por el belfort, orgulloso campanario, símbolo de prestigio e independencia, y altas casas coronadas por gabletes escalonados, esplendidas en la Grote Mark de Bruselas (reconstruida con toques barrocos a fines del siglo XVII tras el bombardeo francés), la plaza de Amberes o los muelles de Gante. El ámbito del gótico de Brabante, con imponentes templos de esbeltas líneas, con torre-fachada, algunas de ellas con pórtico, grandes vidrieras sustituyendo al rosetón y el uso de columnas cilíndricas en lugar de pilares cruciformes. Un mundo que desarrolló la pintura de los primitivos flamencos, en la estela de los hermanos van Eyck (ante cuya estatua hicimos de buena mañana la foto de grupo en Gante), las joyas que enriquecen los templos y las salas del Museo de Bellas Artes de Bruselas; el extraordinario barroquismo católico de la Contrarreforma, plasmado en los impresionantes trípticos de Rubens y sus discípulos van Dyck y Jordaens o los monumentales púlpitos barrocos, con recargada iconografía, alusiva al triunfo de la fe católica, muestra evidente de la importancia de la predicación en un territorio convertido en frontera de la fe frente a los protestantes holandeses. Con estos objetivos en la mente, el tercio bembasiano sentó sus reales en la caleidoscópica Bruselas, cuyo corazón, la monumental Grand Place, hervía de agitados

turistas a todas horas, desbordándose por las calles céntricas especialmente la zona del Manneken Pis y el callejón de Janneken, acuclillada junto a la cervecería Delirium Tremens. La zona alta, en la colina Coudenberg, origen de la ciudad, aparece coronada por el Palacio Real, que pudimos visitar en los escasos días en que está abierto al año, los museos nacionales (Bellas Artes y Magritte) y la neoclásica iglesia de Santiago que preside la Place Royale, con impresionantes vistas desde la ladera ajardinada de Mont des Artes, un excelente lugar donde dejar caer la tarde dorando los tejados sobre la ciudad baja. En la ladera se encarama la catedral de San Miguel y Santa Gudula y al pie relucen joyas góticas como Notre Dame du Sablon o Notre Dame de la Chapelle, abriendo paso al barrio de Marolles, con callejas de sabor popular, plagadas de talleres artesanales y tabernas, o la iglesia de la Inmaculada, en la plaza del juego de pelota, camino del monumental torreón residual de la Puerta de Hall. Dominando el paisaje urbano, se recortan en el horizonte los faraónicos edificios levantados por Leopoldo II: la Basílica de Sagrado Corazón, el monumental Palacio de Justicia y la Iglesia Real de Santa María, financiados por los beneficios obtenidos con la explotación de la colonia del Congo, concedida en 1885 en la Conferencia de Berlín. También leopoldino, el inmenso Parque del Cincuantenario, de la Exposición Nacional de 1880, se extiende bajo el imponente arco coronado por la cuadriga, que alberga una más que interesante colección de armas y vehículos militares. La Bruselas que floreció a fines del siglo XIX fue uno de los focos del Art Nouveau, de la mano de Victor Horta y un puñado de arquitectos innovadores que salpicaron las avenidas de joyas como las villas Tassel y Solvey, el café Falstaff o la tienda Old England. Y el bulevar Anspach, cuajado de edificación burguesa Belle Époque de aire parisino, con el hotel Métropole, los teatros y el palacio de la Bolsa, con las escalinatas convertidas en lugar de espectáculo callejero(,) y el río Senne corriendo, abovedado, bajo el entramado urbano. 64


Más moderno, cosmopolita y alejado del centro, el Barrio Europeo constituye un verdadero abanico de modelos arquitectónicos de la segunda mitad del siglo XX, fundiendo High Tech, Postmodernismo y Deconstructivismo, con la X del Edificio Berlaymont (sede de la Comisión Europea) o el edificio secundario del Parlamento de la Unión Europea, vigilados desde la distancia por las 9 esferas del Atomium, construido para la Exposición Universal de 1958 y convertido en emblema de Bruselas, compitiendo en los escaparates con el Mennaken Pis. Un símbolo este último, quizás más apropiado para la “capital” de una Europa que se ha apresurado a unir los intereses económicos, en beneficio de las grandes corporaciones, pero que continúa postergando la integración de las estructuras políticas y la común defensa de los derechos de sus ciudadanos. Cabe atesorar en el recuerdo la sensación de dejar caer la noche en agradable tertulia en las animadas terrazas de la rue du Marché, el viejo mercado industrial de Halles SaintGéry o junto a los estanques de la neogótica Sainte Catherine, restos del antiguo puerto cerrado en el XIX, convertido en zona de marcha de la juventud buscando en el frescor del agua, alivio a la ola de calor que derretía Europa. El 25 desembarcamos en Amberes, que proclama su condición portuaria en su propio nombre (Werpum "muelle”). Una explicación más prosaica que la leyenda del legionario Silvius Brabo que mató al gigante Antigoon y "lanzó su mano"(hand werpen) al río, creada por los humanistas flamencos en el siglo XVI buscando un vínculo con la antigüedad clásica. La ciudad saqueada por los tercios españoles y arruinada por holandeses en 1648 bloqueando el río Escalda, su salida al mar, fue el hogar de Rubens, donde instaló su taller, inspirado en los palacios manieristas genoveses que estudió en su viaje a Italia. Tras una foto obligada al pie de la estatua del genio barroco en la Green

Place, iniciamos una paciente excursión a la caza de sus trípticos dispersos por la ciudad. El Stadhuis, el ayuntamiento renacentista, acogió en su Salón de los Estados en 1609 la Adoración de los Magos, que hoy preside una de las grandes salas del Museo del Prado; en la catedral admiramos la Elevación de la Cruz, el Descendimiento de la Cruz, la Asunción de la Virgen y la Resurrección de Cristo; en la iglesia de San Pablo se expone la Adoración de los pastores, junto a varios Jordaens y Van Dyck, sus discípulos; y en el antiguo hospital de peregrinos de

Santiago, la Virgen rodeada de santos, sobre la tumba del pintor. Desgraciadamente no se conserva la espléndida decoración (a decir de los cronistas) de la iglesia de San Carlos Borromeo, compuesta por 39 lienzos colgados de paredes y techos. El 26, bajo una ola de calor que paralizó las obras urbanas y vació las calles, recorrimos Brujas, la Venecia del norte, cuyos canales derivados del rio Dijver, recorrimos pasando bajo varios puentes (brug) de los que proviene el nombre de la ciudad. La joya de la Liga Hanseática en la Baja Edad Media fue el gran puerto de destino de la lana merina castellana y de numerosos comerciantes españoles, como atestiguan la calle Spanjaardstraat” (españoles) y la casa del burgalés Diego de Malvenda, un alto cargo de la cofradía de la Santa Sangre, 65


la reliquia conservada en la basílica alta del antiguo palacio de los condes de Flandes. Disfrutamos el paseo por el muelle del Rosario, la plaza de Van Eyck y el lago Minnewater, el antiguo puerto medieval, junto al beguinario, el beaterio de mujeres viudas del siglo XII. Con la plaza Grote Mark aplastada por un sol implacable y la esbelta torre Belfort sin sombra, los benbasianos salimos a la conquista de la ciudad, pasando junto a la escultura de Coninck y Jan Breydel, líderes de la rebelión antifeudal contra Francia, que parecía derretirse, comentando que, para calor de verdad, los 40º a la sombra de la Giralda. Aunque un bregado paisano como Luis Vives estaba a la sombra de un árbol junto a la Iglesia de Nuestra Señora. En su interior, entre andamios de eternas restauraciones, encontramos la Madonna de Miguel Ángel, obra maestra encargada para la catedral de Siena y adquirida por Jan y Alexander Mouscron, comerciantes flamencos destacados en Florencia. Fue requisada por Napoleón en 1794 y Hitler en 1944 y convertida en foco de atracción turística tras su estelar aparición en la película Monument men. En la confluencia de los ríos Lys y Escalda, una red de brazos fluviales y canales compite con la trama urbana de Gante, la joya de la llanura flamenca. En fiestas a finales de julio, los coloristas escenarios dificultaban disfrutar de los edificios: el gran Belfort, la vieja Lonja de paños, la iglesia de San Nicolás, perfecto ejemplo del gótico del Escalda, y la monumental catedral de San Bavón, patrón de Gante, que atesora en capilla acristalada La Adoración del Cordero Místico, la obra maestra de los hermanos Van Eyck. Mucho más apacible nos acogió Lovaina, la ciudad universitaria, en la que enseñaron Erasmo de Rotterdam, Andrea Vesalio o Gérard Mercator. Su Biblioteca Central, creada en 1636, constituye un icono de la cultura europea, que ha sufrido el saqueo por las tropas francesas a fines del XVIII, el incendio por las tropas alemanas en la Primera y la Segunda Guerra Mundial y la división en 1968 por el conflicto lingüístico

del país, estando repartidos sus fondos entre la universidad flamenca y la recientemente creada Louvain-la-Neuve, francófona. Pese a ello, continúa exhibiendo desafiante su torre, faro del conocimiento, que ese día, bajo un sol de justicia, se asemejaba más si cabe a su colega sevillana. En el centro compiten la iglesia de San Pedro, de fachada inacabada sin agujas, y el rico joyero del ayuntamiento gótico brabantino, con apariencia de gigantesco relicario. El 29 amaneció nuboso con promesa de lluvia, que se cumplió en Malinas, con el aguacero típico del clima oceánico, que alivió ligeramente el calor de días anteriores, aunque restó brillo a las fotos de nuestros compañeros impacientes por inmortalizar cada momento, y a la ciudad, engalanada en fiestas, con gallardetes y banderas colgando húmedas en las fachadas del Stadhuis, el Palacio de Grote Raad y la catedral de San Rumoldo, inconclusa por las guerras de religión. La ligera lluvia no nos impidió acercarnos a la iglesia de San Juan buscando el tríptico de la Adoración de los Magos de Rubens que preside el altar mayor, ni cruzar por el muelle de la avena, al otro lado del río Dyle, donde se esconde el tríptico La pesca milagrosa, plenamente ambientado en el barrio de los pescadores. Junto a la iglesia barroca que los jesuitas dedicaron a San Pedro y San Pablo, se miran desafiándose los palacios de Margarita de York (esposa de Carlos el Temerario) de un refinado gótico final, y el de la archiduquesa Margarita de Austria (hermana de Felipe el Hermoso y tía de Carlos I), cuyo jardín, de trazas góticas y galerías italianas, marca la transición del Gótico al Renacimiento. En su despedida, Flandes nos ofreció un último recuerdo de sus esencias. La encantadora trama laberíntica de callejuelas y canales que recorríamos con admirado asombro, se volvió confusa pesadilla en el caótico acceso al aeropuerto de Charleroi, dispuesto para retener a quienes se marchaban, para hacerles desistir en su empeño y prolongar su estancia en un paraíso artístico que bien merece una segunda expedición. 66


RESEÑA DE LIBROS GUILLERMO MORENO Y LA CERÁMICA DE TRIANA Ana María Moreno Fernández D.L. SE 1552-2020

El libro que se reseña en esta ocasión hay que entenderlo en una doble vertiente. La primera es la necesidad, el respeto y el amor de unos hijos y unos familiares de poner en valor la obra de Guillermo Moreno. La segunda, la seriedad y el método científico espléndido con que se lleva a cabo la labor. Guillermo Moreno fue un pintor ceramista que trabajó para diversas firmas o de forma autónoma el difícil mundo de la cerámica trianera. Fue una personalidad con gusto y con técnica -difíciles de encontrar juntas en muchos artistas- y, sobre todo, fue un pintor que supo estar a la altura del arte y de la época en la que se movía. La parte principal de la obra ha sido redactada por Ana María Moreno, hija del pintor y catedrática de Histología Humana en la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla. Aunque pueda parecer contradictorio, su formación científica se observa en el gran rigor que aporta al análisis de la obra de su padre. Y, sin embargo, este rigor no eclipsa la sensibilidad y el gusto con que trata su obra. Además, hay que destacar la colaboración de otros autores como se puede ver en la magnífica introducción de Alfonso Pleguezuelo o las intervenciones de Esteban Moreno (sobrino del pintor) o de Guillermo Moreno (hijo del artista). La obra se estructura en siete partes claramente diferenciadas. En primer lugar, la introducción de Alfonso Pleguezuelo que la presenta y la pone en valor. El segundo capítulo hace un recorrido sobre el arrabal y barrio de Triana y su relación con este mundo alfarero, obra de Esteban Moreno. Las siguientes partes, frutos de la pluma de Ana María Moreno tratan aspectos tan necesarios como la historia de la Fábrica de Nuestra Señora de la O, la biografía del pintor ceramista Guillermo Moreno o el funcionamiento de su taller con elementos tan interesantes como su organización, materiales, suministros, formas de trabajo, etc. Finalmente, se puede consultar un catálogo de la obra de Guillermo Moreno, realizado por su hijo, y unos interesantes apéndices que tratan elementos tan diversos como la biblioteca del artista, sus proveedores y una relación de obras (con o sin fecha conocida). Si a todo esto se le suman unas magníficas fuentes gráficas y una presentación que mima las imágenes, estamos ante un libro que hay que conocer. La labor de difundir y catalogar las obras de nuestros artistas más recientes es fundamental. Ana María Moreno desde el cariño a su padre y a su propia memoria ha sabido —junto a sus compañeros en esta aventura— lograr ese objetivo tan apreciable y tan esquivo en la Historia del Arte (con mayúsculas). Un solo problema y una queja. En Sevilla y en Triana necesitamos conocer cuáles fueron nuestros artistas y nuestros artesanos y eso es una labor imprescindible. Una obra de esta seriedad y calibre hubiera necesitado una distribución pública y editorial mucho más amplia y comercial. Esperemos que sea posible en un futuro. RESEÑA DE JOSÉ MANUEL BAENA GALLÉ 67


RESEÑA DE LIBROS TARTESO Y LOS FENICIOS DE OCCIDENTE. Sebastián Celestino Pérez Carolina López-Ruiz I.S.B.N.- 9788417954796.

Son muchos los interrogantes que se plantean alrededor de la civilización tartésica. A pesar de formar parte de nuestro pasado, no se le ha prestado demasiada atención. Tradicionalmente las referencias se encuentran confundiendo leyenda y realidad. Esto ha sido provocado por la escasez de datos históricos y las dificultades para la traducción de los pocos escritos de la época en esta lengua. El arqueólogo Sebastián Celestino Pérez y la filóloga Carolina López-Ruiz hacen una recopilación de todo lo que se conoce de Tarteso en el momento actual, siendo un trabajo riguroso y alejado de sesgos políticos e ideológicos. El texto se inicia con las fuentes clásicas pasando por las perspectivas cartaginesas y romanas o la mitología. Plantean una revisión crítica a partir del análisis y la reflexión sobre los hallazgos arqueológicos de los primeros contactos transculturales, para finalizar con el estudio de los paisajes humano, económico, religioso y artístico. Tras este recorrido, exponen la importancia que tuvo la civilización tartésica, no localizándola en una ciudad concreta, como se ha hecho tradicionalmente, sino poniendo la atención en la región que ocupaba con distinciones entre sus diferentes zonas. Por un lado, señala el entorno de Huelva, que se caracteriza por haber conservado su esencia indígena y minera, siendo menos permeable a las influencias culturales externas. Mientras que en el entorno de la desembocadura del Guadalquivir, la ascendencia fenicia es mucho más fuerte, con fundaciones de colonias en la región y una economía ganadera, agrícola y comercial. Señalan que esta influencia es también desigual a lo largo del tiempo, imponiéndose los modos constructivos y artísticos locales con el paso de los años, hasta llegar a edificaciones como la del templo del Turuñuelo, de una época tartésica tardía, con un estilo de construcción propio. Aborda aspectos como la no ruptura temporal entre Tarteso y Turdetania o más bien su continuidad, demostrada con los últimos hallazgos o el análisis de los textos clásicos. Es un análisis completo de esta compleja, rica y fascinante cultura, muy aconsejable para los amantes de las civilizaciones clásicas y la arqueología. RESEÑA DE PABLO PERALTA GUERRERO 68


NOS PREOCUPA ASOCIACIÓN BEN BASO ... EL PERTINAZ SILENCIO DEL PALACIO ARZOBISPAL SOBRE EL PLAN DIRECTOR DE LA CATEDRAL DE SEVILLA QUE LE EXIGE LA ACTUAL LEGISLACIÓN ... LA PROGRESIVA DESTRUCCIÓN DEL ACTUAL MODELO URBANÍSTICO DE LA AVENIDA DE LA PALMERA EN BENEFICIO DE UNA ARQUITECTURA ESPECULATIVA, POCO INNOVADORA Y UNA ESTÉTICA MUY POBRE

... EL SILENCIO CONTINUADO DE LA GERENCIA DE URBANISMO DEL AYUNTAMIENTO DE SEVILLA QUE NO CONTESTA NI COMENTA NINGUNO DE LOS ESCRITOS PRESENTADOS EN DEFENSA DEL PATRIMONIO ... LA PÉRDIDA PROGRESIVA DE ENCANTO Y SABOR DE NUESTRAS PLAZAS PÚBLICAS, REDUCIDAS CADA VEZ MÁS A ESPACIOS RESERVADOS A TERRAZAS DE BARES Y HOTELES. VALGA COMO EJEMPLO, EL CASTIGO DE LA PLAZA DE LA MAGDALENA

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... EL OLVIDO DE LOS DISCURSOS EN FAVOR DE LA RECUPERACIÓN DEL PUENTE DE ALFONSO XIII Y SU SUSTITUCIÓN POR PROYECTOS DICTADOS POR LOS INTERESES PRIVADOS

... EL ABANDONO DE LOS JARDINES DEL ENTORNO DEL TEATRO LOPE DE VEGA, CON UN PROYECTO DE RECUPERACIÓN QUE TARDA AÑOS EN PONERSE EN MARCHA, ASÍ COMO EL CONSTANTE AUMENTO DE ALCORQUES VACÍOS EN LAS VÍAS URBANAS DE SEVILLA

...LA AUSENCIA DE UN DEBATE DEFINITIVO ACERCA DE LA AMPLIACIÓN DEL MUSEO PROVINCIAL DE BELLAS ARTES Y EL DETERIORO CONSIGUIENTE, MIENTRAS TANTO, DEL PALACIO DE MONSALVES ... LAS OBRAS REALIZADAS EN EL ENTORNO DE LA VENTA DE LA MASCARETA EN TOMARES, Y LA FALTA DE RESPUESTA POR PARTE DEL AYUNTAMIENTO ...LA PÉRDIDA CONTINUADA DE ADOQUINES CADA VEZ QUE SE LEVANTAN LOS PAVIMENTOS URBANOS ...QUE EL AYUNTAMIENTO DE VALENCINA DE LA CONCEPCIÓN PRETENDA UBICAR UN CENTRO DE INTERPRETACIÓN JUNTO AL DOLMEN DE LA PASTORA PUES ENTENDEMOS QUE ES UNA AGRESIÓN AL ENTORNO MEDIOAMBIENTAL Y PAISAJÍSTICO DEL MONUMENTO ARQUEOLÓGICO 70


... EL ESTADO DE ABANDONO DEL PABELLÓN MUDÉJAR DE LA PLAZA DE AMÉRICA

... EL SILENCIO DEL AYUNTAMIENTO DE SAN JUAN DE AZNALFARACHE SOBRE LA SITUACIÓN DE VILLA CHABOYA TRAS LA DECLARACIÓN DE “INTENCIÓN DE COMPRA” EN PLENO MUNICIPAL

... EL ESTADO DE ABANDONO EN EL QUE SE ENCUENTRA LA MINA DE AGUA Y SU PORTADA, EN EL “PARQUE EL CAÑUELO”, EN EL TÉRMINO DE GELVES

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... QUE LAS MAGNÍFICAS EXPOSICIONES TEMPORALES EN EL MUSEO DE BELLAS ARTES DE SEVILLA OBLIGUEN A OCULTAR SU COLECCIÓN PERMANENTE

(Fotografía de Adolfo Olmedo)

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VALORAMOS ASOCIACIÓN BEN BASO

• LA PUESTA EN MARCHA DEL PROCESO DE OBRAS PARA LA RECUPERACIÓN DE LAS ATARAZANAS

• LOS PLANES DE RECUPERACIÓN INICIADOS PARA LA CONSOLIDACIÓN DEL MONASTERIO DE SAN ISIDORO DEL CAMPO EN SANTIPONCE

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• LAS OBRAS DE RESTAURACIÓN Y CONSOLIDACIÓN DEL TRAMO AMURALLADO ENTRE LA PUERTA DE LA MACARENA Y LA PUERTA DE CÓRDOBA

• LA CONTINUIDAD, AUNQUE DESESPERADAMENTE LENTA, DEL PROYECTO DE REFORMA DEL MUSEO ARQUEOLÓGICO PROVINCIAL

• LA INCLUSIÓN DE LA DEHESA DE TABLADA EN EL DEBATE POLÍTICO MUNICIPAL DE SEVILLA, A LA ESPERA DE ACUERDOS DEFINITIVOS QUE LIBEREN ESTE TERRITORIO DE LA AMENAZA INMOBILIARIA Y PROCEDAN A LA FORMACIÓN DEL PLANEADO PARQUE PERIURBANO

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• LA RECUPERACIÓN DEL ADOQUÍN DE GERENA EN LAS NUEVAS OBRAS A REALIZAR POR EL AYUNTAMIENTO COMO LAS DE LA CALLE ZARAGOZA

• LA INICIATIVA DEL AYUNTAMIENTO DE MAIRENA DEL ALCOR DE RESTAURAR EL MOLINO HIDRÁULICO HARINERO DEL SIGLO XVIII, LLAMADO DEL SALVADOR O LA LATERA, CON CARGO AL 1,5 % CULTURAL

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Web:

www.benbaso.com

Emails de contacto: boletin@benbaso.com | secretaria@benbaso.com Dirección postal: Apartado de correos 18 - 41080 Sevilla

www.facebook.com/AsociacionBenBaso/

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www.twitter.com/Ben_Baso


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