Resumen de Análisis biomecánico de la estabilidad del tronco en función de la especialización y el rendimiento deportivo
Francisco David Barbado Murillo
La estabilidad mecánica del tronco, conocida en ámbitos del entrenamiento y la medicina deportiva como estabilidad de la zona central o ¿core stability¿ (Borghuis, Hof, & Lemmink, 2008; Kibler, Press, & Sciascia, 2006; Reed, Ford, Myer, & Hewett, 2012), ha sido definida como la capacidad del cuerpo para mantener o recuperar una posición o trayectoria del tronco cuando éste es sometido a fuerzas externas o internas (Zazulak, Hewett, Reeves, Goldberg, & Cholewicki, 2007a). Los programas de ejercicios para el desarrollo de la estabilidad del tronco son elementos habituales en el ámbito de la educación física, la medicina deportiva, el fitness y el deporte amateur y profesional, pues son considerados importantes para la prevención de lesiones y la mejora de la capacidad funcional y el rendimiento motor (Borghuis et al., 2008; Liemohn, Baumgartner, & Gagnon, 2005).
Existe la creencia de que durante diversas acciones motrices una mejora de la estabilidad del tronco permite maximizar la generación y transmisión de fuerzas generadas por los miembros inferiores hacia los miembros superiores y viceversa (Kibler et al., 2006; Putnam, 1993; Zattara & Bouisset, 1988). A su vez, se ha observado que permite minimizar el estrés mecánico que sufren las articulaciones del tren inferior en acciones explosivas de cambio de dirección (Jamison et al., 2012). Esto conllevaría dos claros beneficios relacionados: 1) un aumento del rendimiento motor, tanto en habilidades funcionales necesarias para la vida diaria (manejar cargas en el trabajo, mantener el equilibrio en el adulto mayor, etc.), como en acciones deportivas (Kibler et al., 2006; S. McGill, 2007; Reed et al., 2012); y 2) una reducción del riesgo de lesión asociado a una mala ejecución motriz (Jamison et al., 2012; Zazulak, Hewett, Reeves, Goldberg, & Cholewicki, 2007b).
A pesar de estas afirmaciones, existen dudas sobre la eficacia real de los ejercicios y programas orientados a la estabilidad del tronco, ya que los resultados de los estudios que han analizado la posible contribución de la estabilidad del tronco a la prevención de lesiones y al rendimiento motor son relativamente pocos y presentan resultados controvertidos (Jamison et al., 2012; Mills, Taunton, & Mills, 2005; Sharrock, Cropper, Mostad, Johnson, & Malone, 2011). Diversos autores sugieren que la divergencia en los resultados en estos estudios puede deberse a limitaciones metodológicas, tales como: i) los procedimientos de medida utilizados para valorar la estabilidad del tronco han sido muy diversos y de validez cuestionable (Borghuis et al., 2008; Reed et al., 2012; Reeves, Narendra, & Cholewicki, 2007; van Dieen, Luger, & van der Eb, 2012); ii) existen pocos estudios que analicen la fiabilidad de las medidas biomecánicas que valoran la estabilidad del tronco (Lee & Granata, 2008; Santos et al., 2011; van Dieen, Koppes, & Twisk, 2010b); iii) un solo test puede no ser suficiente para evaluar adecuadamente la estabilidad del tronco ya que ésta parece ser dependiente del contexto (Reeves et al., 2007).
Tras abordar las limitaciones referidas el objetivo de esta tesis es profundizar en la relación de la especialización y rendimiento deportivo con la estabilidad del tronco. Para ello analizaremos dos disciplinas donde los deportistas requieren de un gran control postural: el kayakismo y el judo. Se considera de gran importancia que el kayakista sea capaz de reducir las oscilaciones de su kayak para minimizar la fricción hidrodinámica y maximizar la eficiencia de cada palada (Michael, Smith, & Rooney, 2009). Además, el equilibrio es considerado una cualidad fundamental del judoca, dado que éste debe mantener el equilibrio ante las fuerzas que le aplica el oponente, a la vez que intenta desequilibrarlo a fin de obtener una situación de ventaja (Perrin, Deviterne, Hugel, & Perrot, 2002; Yoshitomi et al., 2006). Finalmente, se estudiará en qué medida la estabilidad del tronco puede ser una variable determinante para el rendimiento dentro del judo, a través de la comparación de judocas de diferentes niveles de rendimiento, es decir, de nivel nacional e internacional.
