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Utilización de la investigación por los profesionales de enfermería que trabajan en los hospitales del Servicio Madrileño de Salud

  • Autores: Gema Escobar Aguilar
  • Directores de la Tesis: Miguel Richart Martínez (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universitat d'Alacant / Universidad de Alicante ( España ) en 2016
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Teresa Moreno Casbas (presid.), María José Cabañero Martínez (secret.), Eva Abad Corpa (voc.)
  • Materias:
  • Enlaces
    • Tesis en acceso abierto en: RUA
  • Resumen
    • INTRODUCCION En la actualidad nadie pone en duda que todo profesional, independientemente de su disciplina debe estar al día de los nuevos avances de su campo. El uso del conocimiento proveniente de investigación rigurosa, produce mejoras en los procesos de cuidados y en los resultados de los pacientes (1). De hecho la implantación del conocimiento basado en la investigación en la práctica clínica se identifica como un indicador de un entorno óptimo en el que las mejoras en los resultados de los pacientes son evidentes (2).

      En las últimas décadas la investigación en enfermería ha aumentado tanto en cantidad como en calidad. Esto se debe, según algunos autores a la gran profesionalización de la profesión, al auge de la Práctica Basada en la Evidencia y al aumento de las políticas de calidad de los sistemas sanitarios, que ponen de manifiesto la necesidad de evaluar la calidad de los cuidados prestados al paciente y de disponer de herramientas para incorporar de manera sencilla los hallazgos de la investigación a la práctica clínica (3-6).

      Sin embargo hay estudios que establecen que existe una separación entre la investigación en enfermería y la práctica, lo que se traduce en que los resultados de la investigación no están contribuyendo a la mejora asistencial (3,7-9).

      Podríamos definir la utilización de la investigación como la implantación del conocimiento en la práctica clínica, evidenciada por un cambio en el sistema de cuidados. Por tanto la utilización de investigación ocurre cuando los profesionales de enfermería incorporan el conocimiento generado por la investigación en su práctica clínica, independientemente del proceso seguido para ello. Se debe diferenciar de la Práctica Basada en la Evidencia (PBE), ya que esta última es un concepto mucho más amplio (formular una pregunta, búsqueda de evidencia, evaluación crítica, utilización de la investigación y evaluación) que engloba la utilización de la investigación (10).

      La utilización de los hallazgos de la investigación en la práctica clínica es un tema que ha suscitado gran interés, hasta tal punto que ha generado una teoría al respecto o un nuevo campo de investigación: La transferencia del conocimiento (5, 9,10).

      Entre los desarrollos conceptuales de la utilización de la investigación podemos destacar la conceptualización de Larsen en 1980, que propone que la utilización de la investigación se divide en uso instrumental (aplicación concreta de los resultados de la investigación) y uso conceptual (que tiene más que ver con lo que se piensa que con lo que se hace). En 1985, Stetler introduce además el uso simbólico de la investigación, que incluye el uso de la investigación como herramienta persuasiva o política para legitimar una postura o una práctica (11).Aunque actualmente no existe una teoría unificada acerca de la utilización de la investigación en enfermería, la Teoría de la difusión de la innovación de Rogers desarrollada en 1983 ha sido la más influyente. El modelo de Rogers toma por innovación cualquier conocimiento nuevo, no necesariamente proveniente de la investigación. Consiste en la descripción de un proceso de adopción de la innovación compuesto por 5 pasos: conocimiento de la innovación, persuasión, decisión, implantación y confirmación. (5, 9,12).

      Posteriormente, en 1998, Kitson et al (5) propusieron un nuevo modelo (Promoting Action on Research Implementation in Health Services: PARISH framework) que pretende representar las complejidades de la implantación de la evidencia en la práctica. Kitson et al. proponen que la implantación exitosa es una función de la relación entre la evidencia, entendida como investigación, experiencia clínica y preferencias de los pacientes; el contexto, entendido como el ambiente o el lugar en el que el cambio va a ser implantado; y los recursos disponibles, refriéndose al tipo de apoyo requerido para posibilitar el cambio (5,6,11,12).

      Los modelos y teorías, ya sean de enfermería u otras disciplinas, subrayan que la utilización de la investigación es un proceso complejo en el que los factores, las características y atributos de los individuos, de las organizaciones y de la propia innovación influyen el uso de la investigación (12-17).

      La utilización de la investigación no es por tanto una mera cuestión individual, sino más bien una cuestión contextual: es un proceso complejo de componentes políticos, organizativos, socioeconómicos y actitudinales (5, 12,13,15). Según Royle y Blythe, en una revisión realizada en 1998, los factores organizativos explican entre el 80 y el 90% del uso de la investigación, los factores ambientales entre el 5 y el 10% y, por último, los factores individuales entre el 1 y el 3% (16).

      Estudios más recientes identifican la influencia de varios factores individuales, organizativos y contextuales en el uso de la investigación por los profesionales sanitarios. Concretamente en enfermería, se han identificado las creencias y actitudes, la participación en investigación, la búsqueda de información, las características profesionales, la formación y otros factores socio-económicos, como potenciales determinantes del uso de la investigación. Siendo la actitud positiva la característica con un efecto más consistente (17,19).

      La influencia de los factores contextuales en la utilización de la investigación ha sido descrita por varios autores (5,12, 13, 14, 17,19). Concretamente Meijers et al. realizaron una revisión sistemática en la que identificaron 6 factores contextuales relacionados de manera estadísticamente significativa con la utilización de la investigación: rol de enfermería, acceso a recursos, clima organizativo, apoyo, tiempo para actividades de investigación y posibilidades de formación (19).

      En esta misma línea, Cummings et al. establecieron que las enfermeras que trabajan en contextos positivos (caracterizados por una cultura positiva, un buen liderazgo y un buen sistema de evaluación) utilizan más la investigación e informan de un mayor desarrollo profesional y menos efectos adversos, tanto en los profesionales como en los pacientes (12).

      En España, la trasferencia del conocimiento es un tema que ha suscitado un gran interés. Esto se puede ver reflejado en los estudios llevados a cabo en los últimos años. De este modo se han evaluado las barreras y actitudes hacia la investigación de los profesionales de enfermería, encontrando como principales barreras para la utilización de la investigación las relacionadas con la organización como la falta de tiempo en el trabajo. (20-22). Por otro lado De Pedro, realizó un estudio en las Islas Baleares en el que comparó el entorno laboral con la capacidad de los profesionales de enfermería para el uso de la evidencia en la práctica clínica, encontrando que el apoyo de los gestores es un facilitador de la Práctica Basada en la evidencia. (23) Otro aspecto que ha suscitado numerosos estudios a nivel internacional es el desarrollo de una herramienta válida para medir la utilización de la investigación en sí misma. (11, 24-26). Dado que los instrumentos utilizados en enfermería carecen en general de base teórica, propiedades psicométricas o poseen fallos de conceptualización (27), Estabrooks desarrolló una nueva herramienta para medir la utilización de la investigación “The research utilization survey”, que intenta resolver los problemas identificados en las herramientas utilizadas hasta el momento (11,25).

      Como se ha mencionado en España se han realizado estudios que evalúan la capacidad de los profesionales ante la PBE y la influencia del entorno laboral, pero no que midan de forma directa la utilización de la investigación por parte de la enfermería y cómo influyen en ella los determinantes individuales y de las organizaciones en las que desarrollan su profesión en el uso de la investigación. Por esta razón se planteó realizar un estudio con el objetivo de conocer los patrones de utilización de la investigación, a través del “Research Utilization Survey”, y sus determinantes, tanto individuales (17) como contextuales (12, 28) en los profesionales que trabajan en los hospitales del Servicio Madrileño de Salud.

      DESARROLLO TEORICO La tesis doctoral que se presenta a continuación tiene el objetivo de identificar los factores individuales y contextuales que se relacionan con la utilización de la investigación por parte de los profesionales de enfermería.

      A través de un estudio descriptivo, transversal y multicéntrico, la tesis desarrolla la validación de un instrumento para medir el constructo de utilización de la investigación en profesionales de enfermería que trabajan en el medio hospitalario y prestan cuidados directos al paciente en unidades médicas, quirúrgicas y de cuidados críticos, tanto de adultos como pediátricas.

      Además, se incluyen otras variables que en la literatura se han identificado como relacionadas con la utilización de la investigación, como son las actitudes hacia la investigación y el entorno laboral, ambas medidas con instrumentos validados en el contexto hospitalario español. Para medir la actitudes se ha utilizado el instrumento “Actitudes y concienciación de los profesionales de enfermería hacia la investigación y desarrollo en cuidados de salud” y para medir el entorno laboral el cuestionario “Practice environmet Scale”. También se ha puesto a prueba el contexto según el modelo PARISH (Cultura, liderazgo y evaluación).

      La utilización de la investigación se ha medido con el cuestionario “Research Utilization Survey”, para el que se ha realizado una validación analizando la fiabilidad test-retest, la validez de contenido y la validez de constructo.

      Entre los resultados más relevantes presentados en este trabajo, se pueden destacar: El Cuestionario muestra una validez de contenido, fiabilidad y validez de constructo aceptables y se puede utilizar en el contexto español.

      La media de la utilización general ajustada de la investigación de la muestra fue de 3,04 sobre una escala Likert de 5 puntos. La utilización directa de la investigación obtuvo una media de 3,44, la indirecta 3,33 y la persuasiva 2,82.

      Las características individuales que se relacionan con la utilización de la investigación son el género (mujeres vs. hombres), participación en actividades científicas (publicación de artículos con un coeficiente de correlación de Pearson r=0,3), la formación continuada, tener titulaciones adicionales nivel máster, hábitos altos de lectura de revistas científicas, las creencias hacia la investigación (actuar contra las propias creencias cuando contradicen algo aprendido antes de la escuela de enfermería, obtuvo un r=0,26 y en la escuela r=0,29) y las actitudes hacia la investigación: una mayor puntuación en el cuestionario de actitudes, se relaciona de manera significativa con una mayor puntuación en todos los tipos de utilización de la investigación (r=0,33).

      Teniendo en cuenta los factores organizativos, el apoyo de los supervisores, de los médicos y de los compañeros enfermeros se mostraron relacionados con una mayor utilización de la investigación (r entre 0,21-0,26).

      Por otro lado, teniendo en cuenta el entorno según el cuestionario “PES-NWI”, los hospitales con un entorno desfavorable obtienen menores puntuaciones para la utilización general ajustada que los mixtos y los favorables (F= 3,45; p=0,027).

      Si tenemos en cuenta el contexto según PARISH en general los valores medios obtenidos en todos los tipos de utilización de la investigación son menores en los contextos desfavorables que en los favorables (F=3,55; p=0,041 entre contexto adecuados e inadecuados).

      El estudio muestra que las creencias y las actitudes hacia la investigación son los aspectos más relacionados a nivel individual con el uso de la investigación. Por otro lado, los profesionales que tienen el apoyo de otros profesionales y que trabajan en contextos positivos utilizan más la investigación.

      CONCLUSIONES Las características individuales que se relacionan con un mayor uso de la investigación son: - El sexo femenino, tener una titulación adicional nivel máster o licenciatura, tener hábitos altos de lectura de revistas científicas, acudir a conferencias, presentar comunicaciones y publicar artículos.

      - Las personas que actúan con mayor frecuencia en contra de las creencias de lo que aprendieron en el pasado, utilizan más la investigación, tanto de forma general, como la utilización directa, indirecta y persuasiva.

      - Una actitud positiva hacia la investigación se relaciona con un mayor uso de la investigación, tanto de forma general, como la utilización directa, indirecta y persuasiva.

      Las características organizativas que se relacionan con el uso de la investigación son: - Los profesionales con contrato fijo presentan cifras más elevadas de utilización directa de la investigación que los profesionales con contrato temporal.

      - Los profesionales de enfermería utilizan más la investigación si desarrollan su trabajo en contextos en los que existe apoyo para el uso de la investigación por parte de los supervisores, los médicos y/o otros compañeros enfermeros.

      - Contar con compañeros enfermeros con conocimientos en investigación, se relaciona con el uso de los resultados de la investigación.

      - Una valoración favorable del entorno, medido con el cuestionario PES-NWI se relaciona con una mayor utilización de la investigación - Una mayor valoración del contexto según el modelo PARISH, se relaciona con una mayor utilización de la investigación En general las actitudes hacia la investigación, las creencias y el entorno laboral se correlacionan de forma positiva con la utilización de la investigación. Pero las correlaciones obtenidas son bajas o muy bajas, siendo las más elevadas las relacionadas con los factores individuales (actitudes y creencias) y las más bajas las relacionadas con el entorno.

      Las correlaciones bajas indican que la utilización de la investigación es un fenómeno complejo en el que interaccionan muchos factores, tanto individuales como del entorno y que ninguno por si solo puede explicar la variabilidad existente. Hecho que se corrobora en la literatura internacional.


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