Los jurados eran los encargados, mediante su cabildo, de acercar la causa pública y el común de los vecinos al concejo, cabildo de la ciudad o ayuntamiento.
Durante el tiempo que duró la institución que representaban, algo más de 500 años, hay que destacar las siguientes consideraciones:
1,- Se trataba de un grupo socio-económico per se.
Hablar de jurados es tratar sobre una élite de poder político (conjunto de individuos que penetraban en la toma de decisiones). Su evolución social, no fue uniforme: Comunidad de vecinos (1240-1470), aristocartización (1470-1550), cese de la nobleza y entrada de las clases medias (1550-1650), consolidación de las clases medias hasta el fin de la institución (1650-1834).
2,- Contaban con un cabildo propio bien constituido.
Estaba compuesto por un presidente, escribano, mayordomo, portero, cuasifiscal, procurador y otros cargos de menor importancia: letrados, oficiales de pluman o escribientes. Cabe destacar su carácter evolutivo en el que se aprecia un inicio (desde el reinado de Fernando III), un apogeo (reinados de los Reyes Católicos, don Carlos y dona Juana y Felipe II), y un declive (Segunda mitad del siglo XVII hasta el final de la institución en 1834), con la promulgación del Estatuto Real.
3,- Mantuvieron una interrelación con los tres poderes.
A,- Local: El corregidor, como jefe de la Administración Local, y el cabildo de la ciudad, cumpliendo los jurados con su verdadera dimensión política cuando los intereses urbanos quedaban mal parados por los excesos de los veinticuatros o regidores.
B,- Central: Chancillería de Granada en casos de pleitos, y el propio rey y su consejo. Se trataba, en definitiva, de defender ante instancias superiores sus intereses como grupo político y los intereses de la colectividad. En ambos casos, frente a los abusos de los grandes de la ciudad. Podemos decir que eran los recursos que tuvieron en última instancia para resolver los as
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