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Resumen de Hacia una interpretación homosexual en la adaptación cinematográfica del texto dramático isabelino. El caso de Derek Jarman y de Gus Van Sant

Juan Coll Gómez

  • 1. Introducción/motivación Mis más tempranos recuerdos de infancia y de adolescencia me evocan, sin duda alguna, una gran fascinación tanto por el mundo del teatro como por el del cine. Todavía me acuerdo de las representaciones llevadas a cabo en el colegio, en los campamentos de verano y en el instituto, con cuyo grupo de teatro interpreté varias obras, alguna de las cuales obtuvo premios de carácter provincial; destacaría también mi emoción con el primer reproductor de vídeo que llegó a casa, así como el entusiasmo que experimenté con los diferentes vídeos caseros rodados con mi grupo de amigos. Y aún recuerdo con cariño las largas colas en algunos de los hoy en día desaparecidos cines del centro de Alicante (Avenida, Monumental, Ideal, etc.) para asistir a los grandes estrenos del momento con mi padre, pintor y gran amante del cine, que me inculcó su pasión por el séptimo arte.

    Ya en la Universidad de Alicante, mi fascinación por el teatro se vio consolidada con la lectura y el análisis de numerosos textos a lo largo de mis cinco años de carrera. Más concretamente, en el Departamento de Filología Inglesa de dicha universidad, donde cursé estudios, tuve la oportunidad de seguir profundizando en los aspectos teóricos concernientes al texto dramático y a la representación escénica. Igualmente, me convertí en un asiduo espectador de teatro y de cine; campo, éste último, al que también pude dedicarme desde una perspectiva académica durante mis años de estudio en la Facultad.

    En 1992, descubrí, por casualidad, el filme Edward II (Eduardo II, 1991) del cineasta británico Derek Jarman, que es una adaptación de la obra dramática homónima del autor isabelino Christopher Marlowe (Edward II, Eduardo II, 1591). Esta película fascinante me cautivó por su temática, marcadamente homosexual, por su fuerza y por su original estética. Sin embargo, éste no había sido mi primer encuentro con Jarman; años antes, había sido espectador, sin yo saberlo, de otro filme de este director británico, Sebastiane (Sebastián, 1976), que también me sedujo por las mismas razones anteriormente esbozadas. Más concretamente, mi interés por la adaptación cinematográfica del texto dramático Eduardo II llevada a cabo por el director Derek Jarman fue la que inspiró durante mis años de carrera universitaria varios trabajos monográficos inéditos sobre dicho filme.

    Una vez licenciado, me matriculé en el programa de doctorado del Departamento de Filología Inglesa de la Universidad de Alicante. Dentro de éste, los conocimientos que la Dra. Victoria Guillén Nieto me transmitió en sus cursos me sirvieron para ahondar no sólo en las obras y en los estudios teatrales, sino también para participar en varias experiencias de puesta en escena de textos dramáticos ingleses, entre las que destacaría la representación de la obra corta The Dove (1923) de la dramaturga Djiuna Barnes. Se trata de una de las primeras obras dramáticas sobre lesbianas, escrita por una autora abiertamente lesbiana, que se puso en escena en los Estados Unidos (Clark, 2002: 105). Asimismo, el Dr. José Manuel González Fernández de Sevilla me brindó la oportunidad de escribir, para varios de sus cursos, trabajos monográficos sobre adaptaciones cinematográficas de textos teatrales, como el que hice sobre el filme My Own Private Idaho (Mi Idaho privado, 1991) de Gus Van Sant, basado en la obra Henry IV (Enrique IV, 1598-1600) de William Shakespeare, que titulé Shakespeare a través de los ojos de Van Sant. Este filme, al igual que Eduardo II de Jarman, aborda el tema de la homosexualidad.

    Quisiera destacar también los conocimientos que sobre cine y sobre teatro adquirí en dos cursos de doctorado organizados por el Departamento de Filología Española, Lingüística General y Teoría de la Literatura de la Universidad de Alicante, a saber, Lectura y Crítica de Textos Teatrales, impartido por los Drs. Antonio Díez Mediavilla y Juan Antonio Ríos Carratalá, y El teatro en el cine, también impartido por el Dr. Juan Antonio Ríos Carratalá.

    A su vez, los cursos que hice dentro del programa de doctorado de Filología Inglesa con el Dr. Enrique Alcaraz Varó y el Dr. José Mateo Martínez me proporcionaron las herramientas metodológicas necesarias para investigar con rigor académico un campo de estudio tan fascinante como el de las adaptaciones cinematográficas de textos dramáticos. De entre estos cursos, destacaría los que relaciono a continuación: Métodos de investigación lingüística; Pragmática y teatro: elementos textuales del discurso dramático y El lenguaje del teatro: análisis discursivo del texto teatral.

    No puedo dejar de mencionar tampoco mi experiencia de largos años como profesor de enseñanza secundaria, así como mi intensa labor de preparador de numerosos futuros profesores de instituto en la especialidad de inglés. A todos mis alumnos, les he intentado transmitir siempre mi gran pasión por el teatro y el cine como vehículos de enseñanza y de aprendizaje de la lengua inglesa. Dicho entusiasmo culmina con la presentación de esta tesis doctoral.

    2. Desarrollo teórico Para llevar a cabo mi tesis doctoral, he estimado conveniente dividirla en diversos capítulos diferenciados y, al mismo tiempo, complementarios. En el capítulo primero, introductorio, tras expresar mi motivación, he expuesto la estructura de mi tesis doctoral, así como el problema de investigación, a saber, la importancia y la dificultad que entraña la adaptación de textos literarios, en especial los dramáticos, y más concretamente, el estudio de los elementos que dentro del citado proceso convierten un texto dramático homoerótico en una película de temática homosexual. Junto a ello, he fijado las hipótesis subyacentes a esta tesis y los objetivos de mi investigación; en los tres siguientes capítulos, he planteado el estado de la cuestión, centrado en la adaptación cinematográfica de textos literarios, así como en el homoerotismo en el teatro isabelino y la homosexualidad en el cine; en el quinto capítulo, dedicado a la metodología del trabajo, he hecho referencia al procedimiento y a los instrumentos de análisis A continuación, en los capítulos sexto y séptimo, he analizado la adaptación cinematográfica que Derek Jarman hizo del texto dramático de Christopher Marlowe, Eduardo II, y la que Gus Van Sant llevó a cabo de la obra de William Shakespeare Enrique IV, Mi Idaho privado. Para ello, he considerado los dos aspectos que resultan fundamentales para este proceso, a saber, (a) el tratamiento literario y (b) el tratamiento fílmico.

    El capítulo octavo lo he dedicado a las conclusiones más relevantes que se pueden extraer de todo lo expuesto en esta tesis doctoral y a los aspectos que, por el interés que suscitan, sugieren futuros trabajos de investigación; he presentado, por último, las fuentes bibliográficas, tanto primarias como secundarias, consultadas para la elaboración de esta tesis doctoral.

    3. Conclusión En esta tesis doctoral sobre el proceso de adaptación cinematográfica, mi hipótesis de investigación planteaba que cualquier cambio que experimentara el texto dramático en el proceso de su adaptación en filme se convertiría en un estímulo ostensivo que conllevaría su propia presunción de relevancia y por ende produciría en quien interpretara la película un proceso de inferencia en busca de nuevos efectos contextuales.

    En resumen, sobre la base de esta hipótesis, el proceso de adaptación del texto dramático consiste a grandes rasgos en la creación de nuevos estímulos ostensivos primero en el guión, mediante la modificación de los diálogos y de las acotaciones con respecto a la obra dramática, y posteriormente en el filme, a través tanto del lenguaje verbal, como del paraverbal y del extraverbal. Así, la interpretación que se obtiene del texto dramático no es la misma que la del filme.

    En cuanto a la consecución de mis objetivos de investigación, a partir de mi intención de analizar y de describir el proceso de adaptación del texto dramático en filme, he estudiado dos casos concretos de adaptación: la del texto dramático Eduardo II de Christopher Marlowe en el filme homónimo de Derek Jarman y la de la obra de William Shakespeare Enrique IV en la película Mi Idaho privado de Gus Van Sant. A su vez, cuando se han examinado unos procesos concretos de adaptación, el trabajo se ha ido enriqueciendo con las aportaciones que otros estudiosos han hecho en diversas disciplinas.

    Como he analizado en esta tesis, de forma general, me gustaría señalar que el dramaturgo ha codificado y ha hecho ostensivos determinados elementos en la obra dramática. Y, cuando lo ha hecho, ha aportado al director la información necesaria que le permita llegar a una interpretación relevante del texto dramático. Asimismo, según el proceso de adjudicación de relevancia propuesto por Sperber y Wilson (1986a) en su teoría de la relevancia, el director, orientado por su entorno cognitivo, ha descodificado e inferido la información del texto dramático expresada a través de sus mecanismos verbales y no verbales (diálogo y acotaciones). El intérprete ha otorgado relevancia a esta información para darle un sentido al texto dramático, su propia interpretación, que destaca fundamentalmente el componente homoerótico.

    Más específicamente, el título Eduardo II y el autor Christopher Marlowe, así como William Shakespeare y Enrique IV remiten a unos textos dramáticos sobre personajes históricos de Inglaterra; la agrupación de los diálogos y de las acotaciones en escenas crea la estructura argumental de la obra. A partir de ésta, se desarrolla el conflicto que afecta al reinado de estos monarcas; los diálogos y las acotaciones escénicas de Eduardo II y de Enrique IV, que son fundamentalmente intradialógicas, establecen el discurso verbal, el lenguaje paraverbal y el no verbal de los personajes, mediante los cuales se crea su caracterización y se establece la propia temática del texto dramático; además, la información proporcionada en las didascalias relaciona los avatares de los personajes con un lugar y un tiempo concretos. Con todos estos elementos, Christopher Marlowe y William Shakespeare centran los temas principales de sus obras, entre los que se incluye el del homoerotismo.

    Siglos después de que los textos dramáticos Eduardo II y Enrique IV fuesen escritos, Derek Jarman y Gus Van Sant tomaron respectivamente las obras de los escritores Christopher Marlowe y William Shakespeare con el fin de escribir unos guiones cinematográficos que les sirvieron de base para unas versiones cinematográficas queer de ambas obras. Partiendo de la premisa inicial de que todo cambio es significativo en este proceso de adaptación, numerosos aspectos relacionados con los diálogos y las didascalias de los textos dramáticos se han manipulado en dichas adaptaciones, acción ésta en la que se presupone su relevancia.

    De manera específica, Eduardo II y Mi Idaho privado destacan fundamentalmente el tema de la homosexualidad. Por medio de las imágenes y de los sonidos del filme, Derek Jarman y Gus Van Sant han construido un argumento para sus obras en el que se enfatiza la condición homosexual; además, la caracterización de los personajes pone de relieve sobre todo su posición ante la homosexualidad; junto a ello, los directores han creado un marco espacio-temporal actual y cotidiano que relaciona a los personajes y su realidad homosexual con el presente del intérprete.

    Toda esta información se ve expresada en las películas por medio de diversos aspectos: las secuencias que constituyen el filme; el lenguaje verbal, el paraverbal y el no verbal de los personajes; los elementos de la puesta en escena (el escenario, los decorados, la iluminación, la utilería, el vestuario, el maquillaje y el peinado), así como los sistemas de signos extralingüísticos que incluyen los componentes de la filmación, a saber, la fotografía, el montaje y el sonido. Teniendo en cuenta todos estos elementos, podemos señalar de manera general que, mediante las imágenes y los sonidos, los directores Derek Jarman y Gus Van Sant configuran el tema de la homosexualidad en sus filmes.

    La visión que de los textos dramáticos de Christopher Marlowe y William Shakespeare, Eduardo II y Enrique IV, nos presentan los siempre heterodoxos e innovadores Jarman y Van Sant nos lleva a pensar en la variedad de las aproximaciones que de estas obras dramáticas pueden darse. El enfoque de estos directores resulta radicalmente original y conecta con nuestro hoy. El tema de la homosexualidad se actualiza en los filmes por medio de la relevancia en la estructura argumental, en la caracterización de los personajes y en el marco espacio-temporal con el fin de que pueda sintonizar con preocupaciones e intereses de nuestros días. De este modo, Derek Jarman y Gus Van Sant ponen claramente de manifiesto con sus películas la contemporaneidad de las obras teatrales de Christopher Marlowe y William Shakespeare, genios de la literatura inglesa.

    Más concretamente, Jarman y Van Sant desdibujan la idea de linealidad de la tragedia rearmando los diálogos del texto dramático para crear el argumento sin respetar el orden en que aparecían en el texto dramático, eliminado algunos, modificando otros y hasta añadiendo otros ajenos a la obra dramática: lo esencial para los cineastas no está en que los parlamentos se dramaticen, sino en que signifiquen. Cuando eligen este modo de abordar a Marlowe y a Shakespeare, Derek Jarman y Gus Van Sant despojan a su filme de lo que hubiera sido una pesada carga argumental, pero además se consigue destacar así el componente homoerótico de la historia. Se eligen los diálogos más relevantes para lograr que los personajes se puedan manifestar por medio de los enunciados de Marlowe y Shakespeare en referencia al tema fundamental de los filmes: la homosexualidad. A su vez, todo lo que oímos se relaciona con numerosas imágenes y otros sonidos que se emplean parar apuntar en esta misma dirección de sentido. Junto a los enunciados, por medio de los elementos de la puesta en escena, de los aspectos constitutivos de la apariencia externa de los personajes y de los componentes de la filmación no sólo se sitúa la historia clásica en un contexto diferente, en nuestro presente, sino que se destaca la homosexualidad.

    Una vez analizada la adaptación de Eduardo II por Derek Jarman y la de Enrique IV por Gus Van Sant, podemos señalar que la tendencia cognitiva universal a maximizar la relevancia hace posible que, al menos en cierto grado, se puedan predecir y manipular los estados mentales de los demás (Wilson y Sperber, 2004: 615). Explicado lo anterior con otras palabras, si el director es consciente de que el espectador tiene tendencia a escoger los estímulos más relevantes entre aquéllos de los que dispone en su entorno y a procesarlos de tal modo que se maximice su relevancia, está capacitado para producir estímulos en el filme que con toda probabilidad atraerán la atención del público, le incitarán a la activación de determinados supuestos contextuales y le conducirán hacia la interpretación que el director pretendía.

    En términos relevantistas, creo con Carston (2002: 225) que ha sido preciso hacer entrar factores cognitivos en la formulación de una interpretación homosexual para la adaptación de los filmes Eduardo II de Derek Jarman y Mi Idaho privado de Gus Van Sant. Lo importante es comprender que bajo esa aparente disparidad de recursos expresivos existe una homogeneidad en las estructuras cognitivas que se pretenden expresar. Explicado de otro modo, los diferentes aspectos del filme constituyen proyecciones diferentes de unas mismas estructuras cognitivas que se expresan o se hacen explícitas a través de estos aspectos (Bustos, 2006: 19). Dichas estructuras están almacenadas en la memoria, son de carácter estereotípico y resultan de fácil accesibilidad. De esta forma, el espectador construye la interpretación y, debido a que satisface sus expectativas de relevancia, se detiene aquí (Carston, 2002: 226). El proceso interpretativo consiste, por tanto, en formular hipótesis ya disponibles en la memoria que hacen explicable el filme desde una perspectiva homosexual. El espectador asigna una interpretación, la más congruente, que trata de reproducir el proceso que ha llevado al director a utilizar las imágenes y los sonidos de una manera determinada.

    En definitiva, a lo largo de esta tesis doctoral, he ofrecido una taxonomía que de forma general se sintetizaría en tres elementos fundamentales, a saber, la estructura argumental, la caracterización de los personajes y el marco espacio-temporal. Me gustaría mencionar que todos los aspectos aquí señalados se corresponden con suposiciones y con deducciones tácitas que en realidad hacen los espectadores. Las películas y nuestras reacciones ante ellas sugieren que inconscientemente hacemos relevantes las dimensiones cinematográficas. De este modo, entendemos el mensaje que se nos quiere comunicar, pero también nos sorprendemos o divertimos cuando las películas manipulan estas categorías, nos asombramos o despistamos cuando un elemento de una categoría se modifica. En concreto, el tratamiento que Derek Jarman y Gus Van Sant dan a estos aspectos en sus películas, Eduardo II y Mi Idaho privado, me lleva a formular las siguientes conclusiones: a) se pueden ¿crear¿ significados que no se desprenden de la interpretación directa del texto dramático; y/o b) ¿anular¿ determinadas interpretaciones de la obra dramática de origen; y/o c) ¿realzar¿ (foregrounding), en el sentido semiótico-lingüístico de Harris (1981: 179-236), algunos sentidos del texto dramático, es decir, darles más prominencia o hacerlos más significativos en detrimento de otros (backgrounding) que quedan de este modo en un segundo plano en la película.

    Conforme a lo anterior, considero de interés este trabajo para entender las diversas posibilidades de las que dispone el director para plasmar en el filme adaptado su propia intención comunicativa en la que se destaca la homosexualidad, ya que el modo en que se presenta la información, la manera de caracterizar a los personajes y el lugar, así como el momento en que se desarrollan los hechos pueden modificar notablemente su significado. Confío en que mi modesta aportación haya ayudado a comprender mejor un aspecto tan complicado y multidisciplinario como el de la adaptación del texto dramático en filme desde una perspectiva homosexual.

    No obstante, soy consciente, debido a la variedad de elementos que intervienen en este proceso, de mi limitación para poder examinarlo desde todas sus dimensiones, tanto lingüísticas como psicológicas, sociológicas y estéticas. No puedo evitar mostrar mi insatisfacción ya que, ahora más que nunca, soy consciente de la enorme dificultad que entraña analizar, por muchas y válidas herramientas teóricas de que uno disponga, los intrincados y sutiles mecanismos de la comunicación. Realmente, cuanto más he examinado el proceso de adaptación del texto dramático en filme, más aspectos nuevos e interesantes se han revelado y, en consecuencia, más incompleto me resulta mi trabajo. Pero, al mismo tiempo, se manifiesta en mí una enorme alegría porque, por un lado, he tenido la gran oportunidad de investigar en esta tesis doctoral este campo tan complejo, a la par que apasionante, de las adaptaciones cinematográficas; y, por otro lado, he podido llevar a cabo un análisis personal que me ha permitido desarrollar ampliamente mi creatividad.

    Finalmente, aunque, por suerte, son muy numerosos los estudios en el campo de las adaptaciones, es preciso desarrollar nuevas líneas de investigación que estén encaminadas a esclarecer algunas lagunas que todavía quedan por explorar, sobre todo, en relación con las películas adaptadas de temática homosexual. Por tanto, las indagaciones y los resultados de esta tesis me permiten aventurar una serie de horizontes de investigación futura. De modo preciso, como lingüista, espero que, por una parte, mi análisis sirva para abrir el camino al estudio de otras adaptaciones concretas de textos dramáticos en filmes de temática gay, ya que de esta manera podría verse notablemente enriquecido. Por otra parte, estoy también convencido del atractivo que supondría llevar a cabo una investigación que examinara la relación entre distintas películas basadas en una misma obra dramática y el modo en que cada director ha plasmado en cada época su propia interpretación homosexual del texto dramático.

    Asimismo, cualquiera de los numerosos aspectos que constituyen el complejo proceso de adaptación fílmica podría ser susceptible de un análisis específico pormenorizado, a saber, las secuencias, el escenario, los decorados, la iluminación, la utilería, los diálogos, la paralingüística, la apariencia externa o los componentes de la filmación. Todo ello con el fin de entender mejor sus posibilidades de uso y sus resultados interpretativos en el filme. Con tal idea en mente, inicié hace ya bastante tiempo toda esta ardua labor de investigación sobre la adaptación cinematográfica de un texto dramático.


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