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Resumen de La arquitectura de la universidad laboral de Almería. Génesis y desarrollo

Jose Ramon Gonzalez Gonzalez

  • Obra de Julio Cano Lasso (1920-1996), Alberto Campo Baeza (1946-), Miguel Martín Escanciano (1949-) y Antonio José Más-Guindal Lafarga (1950-), la Universidad Laboral de Almería (1974), es una cristalización de inquietudes arquitectónicas que durante la segunda mitad del siglo XX cuestionan, sin desbancar sus bases sino revisándolas, las bondades del racionalismo como revolución cultural que tuvo lugar durante las décadas veinte y treinta del siglo pasado.

    Interpretada como síntesis de modernidad y tradición que utiliza radicalmente la abstracción para la expresión despojada de una arquitectura racional y a la vez poética, la Laboral de Almería es un referente de la arquitectura docente española del siglo XX.

    Planteada como una pequeña ciudad que debe defenderse por si misma del entorno, su espíritu responde al deseo de crear un vergel en el desierto. Su forma es fundamentalmente la construcción de un espacio central de reunión -una plaza- que se dilata en dos pares de ejes perpendiculares que forman la estructura del conjunto alrededor del que se dispone el programa jerárquicamente nucleado.

    Tras la puesta en crisis del paradigma de la máquina que opera en la cultura occidental después de la segunda guerra mundial, y en sintonía con la consagración de la naturaleza como nuevo referente, Julio Cano Lasso plantea un edificio explícitamente bajo una ideología “naturalista” que hoy llamamos medioambiental o sostenible.

    Implantado el edificio en un solar desértico, bajo unas condiciones climáticas adversas, se busca un diseño arquitectónico que permita al edificio defender por si mismo a los usuarios del entorno hostil en que se inserta sin utilizar para ello tecnología avanzada y manteniendo una relación de comunión entre naturaleza y artificio.

    Con la caída de la fe ciega en la bondad del esquema de la ciudad radiante, que está produciendo la disolución de la ciudad como lugar de comunicación, en el VIII CIAM se vuelve a reclamar una ciudad para la reunión a escala humana. La Laboral de Almería recoge este ideal de urbe con la introducción de un gran plaza para la reunión que funcione como corazón de la ciudad y que se define mediante un tejido denso de edificación que se agrupa a su vez alrededor de otros núcleos de menor jerarquía.

    Estas ideas se pueden encontrar en la tradición hispano-musulmana, cultural local que se quiere desarrollar en línea de progreso y de la que se recupera como principio fundamental su manera esencial de defenderse del clima hostil mediante la incorporación la arquitectura de vacíos en los que es posible crear microclimas mediante introducción de naturaleza.

    La aplicación de estos ideales produce un edificio-ciudad de tejido compacto pero esponjado por patios, que se ordena alrededor de una gran plaza central que se dilata en un doble par de ejes perpendiculares que nacen de esta. No obstante, de los anteriores ideales no se sigue la introducción del doble par de ejes perpendiculares que parten de la plaza de la ciudad, esqueleto o trazas que soportan a esta ciudad y permiten su crecimiento.

    Desarrollo teórico Con objeto de analizar el proceso de creación de las trazas de la Laboral de Almería desde un punto de vista amplio, que incorpore los factores humanos que afectan a este proceso, se han localizado los paradigmas en vigor en arquitectura, urbanismo y espacio escolar que estaban vigentes en el momento en el que se realiza este edificio y que tienen influencia en él; también se han descrito los sistemas de preferencias de sus dos principales autores: Julio Cano Lasso y Alberto Campo Baeza; por último, se han repasado los trabajos que realizaron en equipo los autores de la laboral almeriense.

    Por otro lado, se ha buscado una referencia lo más cercana posible al momento en que se consigue alcanzar el doble par de ejes perpendiculares que se cruzan en una plaza como estructura de orden global del edificio. Para ello se ha trazado un recorrido hacia el origen de estas trazas que se inicia con la presentación de la documentación y realidad más conocida de este edificio -la documentación publicada en revistas especializadas en arquitectura y el estado del edificio en 2011- hasta la más lejana en el tiempo y desconocida. Así, se han realizado el levantamiento a escala 1:750 de los siguientes estados evolutivos del edificio: estado actual (2011), estado del edificio en 1974, proyecto de 1973 y, por último, anteproyecto de 1973.

    A partir de esta documentación, que sirve para que el lector conozca mejor la arquitectura de la Laboral de Almería antes de adentrarse en el conocimiento de la gestación de sus trazas, se ha dibujado una planta baja hipotética a escala 1:750 del anteproyecto que los autores presentan en Almería en octubre de 1973 y que ha servido como referencia para realizar comparaciones con los esquemas encontrados de la fase de construcción de las trazas de la ciudad. Síntesis de múltiples fuentes parciales, toda esta documentación sobre el desarrollo de la Laboral Almeriense, constituye un registro de la evolución del edificio que, por su carácter descriptivo y neutro, puede servir de base para futuros investigadores que pretendan seguir indagando en la arquitectura de este edificio.

    A partir de siete documentos que incluyen siete esquemas de organización a escala 1:500 y múltiples bocetos, que registran estados de la Laboral de Almería previos al nacimiento de las trazas definitivas del edificio, se han localizado las intenciones más potentes y problemas más importantes que resuelve la introducción del doble par de ejes perpendiculares que se cruzan en una plaza como esqueleto de la Laboral almeriense.

    Para ello se ha analizado cada uno de estos esquemas de orden para aclarar qué programa desarrollan, cómo están zonificados, cuál es la estructura soporte que sostiene a los agregados que componen el conjunto y qué componentes son los más desarrollados en cada una de ellas.

    A partir de este análisis se llega a la conclusión de las partes más activas en el proceso de proyecto son la zona docente, la plaza y la zona residencial. En tanto tiene que cumplir los requerimientos contrarios de agruparse alrededor de un centro y poder crecer, la zona docente es una zona “contradictoria”; la plaza, es el elemento más estable de todo el proceso e idea fundamental que se quiere construir; la zona residencial se presenta en el proceso de proyecto como una zona “extraña” debido a que su esquema organizativo no encaja bien con el esquema general de orden con el que se inicia el proceso de proyectación.

    Con la intención básica y permanente de organizar una pequeña ciudad alrededor de un plaza de manera que el crecimiento del edificio sea posible a través de líneas circulatorias que parten de ella, en los siete esquemas se intenta dar respuesta a los dos requerimientos contrarios que se piden a la zona docente a la vez que incorporar la “extraña” agrupación de residencias. Dos problemas para los que se buscarán soluciones que resuelvan bien uno bien el otro. Después de comprobar la imposibilidad de cumplir el primero de ellos en el campo conceptual inicial, se produce el salto hacia la coordinación bilateral de los dos problemas. El problema se resuelve desde la forma al coordinar dimensionalmente por alineamiento y enrasado el componente principal de docencia, la plaza y el componente de unión de residencias. El ancho de coordinación es veinticuatro metros, mínimo común múltiplo de tres, cuatro y ocho. El tres señala el tipo de agrupaciones tripartitas que quieren realizar en la zona de docencia; el cuatro, el ancho de crujía del módulo de residencias; el ocho, la dimensión de las aulas cuadradas. Queda definido así el primer par de ejes.

    Aprovechando la doble simetría que presenta la plaza de la ciudad, el segundo doble par de ejes nace de la ampliación de esta solución en la dirección ortogonal. El resultado: un corazón expandido en las cuatro direcciones cardinales según un doble par de ejes perpendiculares que nacen de la plaza de la ciudad. Un esquema de orden totalizador que, una vez implantado, se convertirá en rector de todas las decisiones de proyecto y al que tendrá que plegarse la geometría de todos los elementos y componentes que se incluyan en el espacio inter axes que establecen estas trazas. Este es el descubrimiento esencial del proceso de proyecto y de él deriva la bondad y defectos de la solución final.

    El proceso de coordinación ha exigido romper el marco conceptual inicial en el que se mueve el proyecto. Por un lado, para que el doble par de ejes atraviese la zona de docencia, esta, que funcionaba como una agrupación donde los componentes de aulas estaban en contacto directo con el centro de recursos –centro de la agrupación docente-, se divide en tres zonas que quedan atravesadas por un doble par de ejes. Además, el componente principal de docencia -que incluye tres aulas, espacio de trabajo personalizado, aseos y seminario- reduce su tamaño por superposición de los ámbitos de uso del espacio de trabajo personalizado, las aulas y la circulación de acceso. Por otro lado, las dos agrupaciones de residencias tienen que dejar de funcionar de manera radicalmente autónoma y se unen mediante la introducción de un componente de unión que, generado a partir de los módulos de residencias, permita el acercamiento de las dos agrupaciones sin que por ello pierdan su autonomía.

    Conclusión El nacimiento de las trazas de la Universidad Laboral de Almería es resultado del empleo implícito pero gradual y constante de una idea de belleza que es signo de su época. En consonancia con la vuelta al orden que opera en la cultura arquitectónica, que vuelve a valorar la historia y la tradición como fuente para la creación, los autores de la laboral almeriense aplican durante todo el proceso de construcción de las trazas de la ciudad un ideal de belleza fundamentado en los conceptos de orden y proporción. No explícitamente señalada pero sistemáticamente puesta en juego, la aplicación de estos conceptos disciplinares, intemporales e inmateriales sirve de motor para que los autores coordinen por alineamiento y enrasado las tres partes del edificio más activas durante el proceso de proyecto -componente principal de docencia, componente de unión de residencias y plaza-, construyendo una estructura de orden lineal que da al conjunto arquitectónico coherencia y rotundidad.

    Una estructura lineal establecida alrededor de un centro -la plaza- que, por el carácter de cierre que presenta uno de los extremos -componente de unión de residencias-, y el de apertura al crecimiento del otro -componente principal de docencia-, es similar a la que presenta un cuerpo humano. Un cuerpo que, no obstante el férreo control que a modo de esqueleto imprimen sus trazas no se presenta como un sistema cerrado sino que como una estructura de carácter abierto que permite crecer al edificio expandiendo su corazón.

    Además de lo anterior, y ciñéndonos al momento de establecimiento de las trazas del edificio, dada la importancia que los autores dan a la construcción de un orden interno fuerte y totalitario para el futuro edificio que, no obstante, cumpla con los requerimientos funcionales pedidos, al margen de cualquier consideración que provenga de la parcela concreta en que se implanta el edificio, la Universidad Laboral de Almería habría que adscribirla a una moderna abstracción formal clásica.

    En síntesis, nos encontramos ante un edificio altamente híbrido que, centrándonos exclusivamente en su fase de gestación, unifica en una solución sencilla, por un lado, un sistema abierto y una estructura de orden totalitaria y, por otro, es producto de una concepción de la forma moderna -aquella que responde tanto a la función que debe cumplir el edificio como a la coherencia interna de la obra como objeto artístico- con el uso de herramientas clásicas de control geométrico de la forma.

    En fases posteriores de desarrollo, este edificio se enriquecerá aún más con inclusión de temas diversos e incluso contrarios bajo su forma sencilla. Así, aparte de un interesantísimo proyecto de jardinería que lamentablemente no ha arraigado, superpuesto al orden ortogonal que impone el doble par de ejes perpendiculares se formalizará un proyecto discontinuo bajo el que la ciudad se agrupa jerárquicamente alrededor de núcleos de jerarquía cada vez menor y con el que se consigue incorporar el misterio y la intimidad dentro de un orden racional que por su carácter totalizador es público.

    Por tanto, la Universidad Laboral de Almería se nos presenta como un edificio que, superando la diferenciación de funciones que se quiso imponer a la arquitectura racional o funcional de los años veinte, se muestra inclusiva en el orden conceptual y exclusiva en el orden formal. Una característica que es signo de su alta calidad arquitectónica y que la hace merecedora de un mayor grado de protección estatal para que esta obra se mantenga materialmente como hito de la arquitectura española de la segunda mitad del siglo XX.


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