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Conductas alimentarias asociadas al exceso de peso, y acuerdo con las principales recomendaciones nutricionales en población española de alto riesgo cardiovascular

  • Autores: Maritza Muñoz Pareja
  • Directores de la Tesis: Fernando Rodríguez Artalejo (dir. tes.), Pilar Guallar Castillón (dir. tes.)
  • Lectura: En la Universidad Autónoma de Madrid ( España ) en 2013
  • Idioma: español
  • Tribunal Calificador de la Tesis: Manuel Conde Herrera (presid.), Esther López García (secret.), Napoleón Pérez Farinós (voc.), Carla Lopes (voc.), Clotilde Vázquez Martínez (voc.)
  • Materias:
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  • Resumen
    • Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son una importante causa de carga de enfermedad en España y en otros países desarrollados, incluyendo Europa y Estados Unidos de América, siendo la principal causa de muerte en nuestro país. La urbanización, industrialización y globalización que acompañan la transición económica traen consigo cambios en los modos de vida que propician las ECV. Surgiendo factores de riesgo como la dieta inadecuada, el consumo de tabaco, y la inactividad física.

      Para controlar las ECV se necesitan estrategias poblacionales e intervenciones clínicas, que prioricen a aquellos pacientes de alto riesgo. Para implantar de forma racional y evaluar ambos tipos de intervenciones se necesita disponer de información sobre la historia natural de la ECV en la población. El Estudio de Nutrición y Riesgo Cardiovascular (ENRICA) es un estudio nacional con entrevista y examen (National Health Interview and Examination Surveys - NHIES) realizado en una muestra representativa de la población española, cuyos objetivos fueron determinar la frecuencia y la distribución de los principales componentes de la historia natural de la ECV en España, incluidos la dieta y otros factores de riesgo conductuales, los factores de riesgo biológicos, la lesión temprana de órganos diana y la morbilidad diagnosticada.

      Esta tesis se realiza en el marco del estudio ENRICA, siendo las hipótesis propuestas que algunas conductas alimentarias, tales como saltarse alguna comida, comer rápido, hasta saciarse, fuera de casa, entre horas o de forma irregular, consumir comida rápida, y comprar comida para llevar, se asocian con el exceso de peso. Y que conductas alimentarias relacionadas con la obesidad, entre ellas comprar snacks en máquinas expendedoras, comer alimentos precocinados, en restaurantes de comida rápida o mirando la TV, no planear cuanto comer antes de sentarse a la mesa, no elegir alimentos bajos en grasa y no quitar la grasa de la carne ni la piel del pollo antes de comerlos, se asocian al consumo de raciones de mayor tamaño y de alimentos con elevada densidad energética, a un mayor número de ocasiones de ingesta, y una mayor ingesta de bebidas azucaradas y alcohólicas. Otras hipótesis fueron que la dieta de los pacientes diabéticos españoles tiene un bajo acuerdo con las principales recomendaciones nutricionales. Y que en la población de diabéticos e hipertensos adultos españoles las principales fuentes alimentarias de sodio son el pan, los embutidos y las sopas, de grasas saturadas son el queso curado, la bollería, la carne roja, los embutidos y la leche entera, y de azúcares añadidos, son el azúcar añadido directamente al café u otras bebidas, la bollería, los refrescos azucarados y el yogurt entero. Para responder a estos supuestos se definieron los siguientes objetivos: examinar la asociación entre las conductas alimentarias y el exceso de peso. Así como también, su asociación con el tamaño de la ración consumida, la densidad energética de los alimentos consumidos, el número ocasiones de ingesta diarias, y el consumo de bebidas azucaradas y alcohólicas. Valorar el grado de acuerdo de los pacientes diabéticos con las principales recomendaciones nutricionales, e identificar las principales fuentes alimentarias de sodio, grasas saturas y azúcares añadidos de individuos hipertensos y diabéticos españoles.

      Para ello se tomaron datos del estudio ENRICA, un estudio transversal realizado de junio de 2008 a octubre de 2010 en 12.948 individuos representativos de la población española no institucionalizada de 18 y más años. La información se recogió en tres etapas. Primero, entrevista telefónica sobre variables sociodemográficas, estilos de vida y morbilidad diagnosticada; segundo, visita al domicilio para obtener muestras de sangre y orina; tercero, nueva visita al domicilio para antropometría, medir presión arterial, recoger historia dietética electrónica y con un cuestionario estructurado evaluar las conductas alimentarias.

      Los resultados de esta tesis doctoral muestran que la evidencia sobre la relación entre las conductas alimentarias y la obesidad aún es escasa e inconsistente, tanto en niños como en adultos. A pesar de ello, se observó una asociación entre las conductas alimentarias relacionadas con la obesidad y un mayor consumo de alimentos sólidos con elevada densidad energética, y de bebidas azucaradas y alcohólicas. Por otra parte, nuestros resultados muestran que sólo alrededor de la mitad de los españoles con diabetes tiene una dieta acorde con las recomendaciones dietéticas de la European Association for the Study of Diabetes (EASD), de la American Diabetes Association (ADA) y con la dieta mediterránea. Es más, la falta de diferencias entre la dieta de los diabéticos diagnosticados y los no diagnosticados sugiere deficiencias del sistema sanitario en el manejo de esta patología. Además, el principal problema de ingesta nutricional de los pacientes con diabetes e hipertensión arterial es la elevada ingesta de azúcar, sal y grasas saturadas. Tanto en diabéticos como hipertensos, las principales fuentes de sodio fueron el pan, los embutidos curados, los embutidos cocidos y las sopas. Las fuentes más importantes de grasas saturadas fueron los quesos curados, la bollería, las carnes rojas, los embutidos curados y la leche entera.

      Y por último, los grupos que más contribuyeron a la ingesta de azúcares añadidos fueron el azúcar añadido directamente al café y otras bebidas, la bollería, los refrescos y el yogur entero. Es de destacar que unos pocos alimentos representan una parte sustancial de esta ingesta excesiva, en consecuencia, unos simples cambios en la dieta podrían traducirse en una mejora importante de la calidad nutricional de la dieta de estos pacientes.


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