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Resumen de La inmigración de origen venezolano en Tenerife a principios del siglo xxi o el largo retorno de la emigración insular dirigida a Venezuela

María Esther Dorta Burelli

  • Los procesos migratorios contemporáneos deben entenderse no solo como flujos e intercambios de personas y de bienes materiales, sino también de símbolos y de información. La transmisión de tal información y los vínculos establecidos entre las redes familiares en origen y destino han evolucionado con el paso del tiempo, haciendo uso de los medios de comunicación disponibles, entendiéndose por estos: la cultura oral transmitida de padres a hijos, las cartas enviadas a los familiares y a los amigos, las conversaciones con los recién llegados, los viajes entre las dos orillas por barco o avión, el periódico, el cine, la radio, el teléfono, la televisión y en los últimos años, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación.

    Dado el contexto social, político y económico de nuestro entorno, se considera necesario analizar, o cuando menos aproximarnos a explicar en una tesis doctoral, en qué medida las redes familiares y los medios de comunicación han intervenido en la movilización de la población inmigrante de origen venezolano (nacida en Venezuela o con nacionalidad venezolana) que ha llegado a Tenerife en las primeras décadas del siglo XXI, formando parte del largo retorno de la emigración canaria dirigida a Venezuela en el siglo pasado y sus repercusiones en sus historias de vida y en general en el desarrollo de nuestra sociedad.

    El presente proyecto pretende dar respuesta al siguiente problema de investigación: el rol de las redes familiares, de amistad y paisanaje y los medios de comunicación disponibles, en el mantenimiento de vínculos entre la emigración tinerfeña que se dirigió a Venezuela y la población de origen venezolano que ha llegado a Tenerife, formando parte del proceso de retorno a la isla. Tal planteamiento entraña un proceso de análisis y de medición complejo, no solo porque se aborde el tema migratorio, de por sí de difícil estimación, sino porque la decisión migratoria no es un acto instantáneo: implica un proceso que se puede prolongar durante años y está relacionado con hechos personales y socioeconómicos diversos y a distinto nivel, y con la dinámica y los vínculos creados (familiares, de amistad, de paisanaje) dentro de una trayectoria de ida y vuelta que no termina con el retorno.

    Por tanto, para la realización de la investigación se ha considerado la relación migratoria que ha existido entre Tenerife y Venezuela, partiendo de sus: formas de emigración, patrones migratorios, perspectivas y realidades del retorno, distribución espacial, motivaciones para emigrar o retornar, evolución de los medios de comunicación existentes y disponibles, informaciones circulantes entre origen y destino, contactos culturales, entre otros; también los contextos (sociales, económicos, políticos) que pudieran haber contribuido en la adopción de la decisión migratoria de la población de origen venezolano vinculada a los grupos de antiguos emigrantes canarios, el ciclo de vida y el perfil sociodemográfico del colectivo en estudio. Por todas estas razones, los objetivos planteados fueron los siguientes: 1. Determinar los vínculos de parentesco entre la población de origen venezolano y la población canaria que ha inmigrado en las últimas décadas en Tenerife.

    2. Identificar los condicionantes que han influido en la decisión migratoria de la población de origen venezolano que ha llegado a Tenerife, acompañando el largo retorno de los ancestros al lugar de origen.

    3. Contrastar la información que sobre Tenerife como sociedad de destino ha recopilado la inmigración venezolana, con las referencias transmitidas por sus familiares, amigos y conocidos, antiguos emigrantes que han retornado a la isla.

    4. Analizar la función que han cumplido las redes familiares, de amistad y de paisanaje y los medios de comunicación en el mantenimiento de los flujos migratorios entre Venezuela y Tenerife.

    5. Evaluar la evolución de la inmigración venezolana en Tenerife, el retorno tardío al lugar de origen de quienes en su día emigraron a Venezuela y las posibles consecuencias que tal proceso ha tenido para el desarrollo de la sociedad tinerfeña.

    Dados los objetivos a alcanzar, la hipótesis de investigación a contrastar fue la siguiente: La población de origen venezolano que ha llegado a Tenerife comprende fundamentalmente el acompañamiento del largo retorno de la emigración canaria proveniente de aquella isla que se dirigió a Venezuela desde los años cuarenta del siglo pasado, la cual, gracias a las redes familiares que han formado y a los diferentes medios de comunicación utilizados, han mantenido y fortalecido en el tiempo los vínculos entre origen y destino.

    Sin ser exhaustivos en cuanto al número de variables a estudiar y relacionar, se plantearon también las siguientes subhipótesis para ser medidas con los instrumentos de observación que se utilizarían en el trabajo empírico, a saber: encuesta, entrevistas e historias de vida. Las subhipótesis, fueron las siguientes: H1: La existencia de redes familiares, de amistad y de paisanaje en origen y en destino marcan la pauta de la reproducción cultural y de la conformación, mantenimiento y afianzamiento de los vínculos entre origen y destino, propiciando futuras migraciones gracias a la información de primera mano y a los recursos tangibles e intangibles que aportan a la población objeto de estudio.

    H2: El perfil sociodemográfico de la población en estudio (sexo, edad, nivel de estudios, estado civil, número de hijos, situación laboral,…) podría favorecer futuras migraciones y el retorno de antiguos emigrantes de edad avanzada que requieren determinadas ayudas y prestaciones.

    H3: La nacionalidad de los migrantes o potenciales migrantes, y concretamente, de los descendientes de migrantes, unido al tiempo que se lleva en la sociedad donde se reside, influyen en la toma de decisión migratoria.

    H4: Los medios de comunicación a través de las imágenes que transmiten sobre ciertos destinos y valores, y de los traslados que posibilitan entre origen y destino, configuran y canalizan el flujo migratorio favoreciendo el cuándo y el cómo tomar la decisión de emigrar.

    H5: La decisión de retornar depende de los factores que en su momento influyeron en la decisión de emigrar del origen, de la adaptación o integración en destino –tomando en cuenta, entre otros motivos, el matrimonio o la unión con una persona de igual o distinto origen-, del tiempo promedio de la experiencia migratoria y de las cambiantes condiciones en origen y destino, bajo las cuales tal decisión se adopta.

    En lo que respecta a las variables de medición que se han establecido, gracias a las fuentes de información consultadas: Proyecto de los Censos Demográficos, Panel de Hogares de la Unión Europea, Encuesta sobre Equipamiento y Uso de Tecnologías de Información y Comunicación en los Hogares y Encuesta de Empleo del Tiempo; a la experiencia investigadora con colectivos de inmigrantes y en virtud del problema de investigación, los objetivos planteados, y las hipótesis y subhipótesis contrastadas en el presente estudio para el análisis de la población de origen venezolano que ha llegado a Tenerife y de los canarios que han retornado a la isla, se estimaron un total de 40 variables clasificadas en seis grandes bloques, a saber: 1. Variables demográficas básicas: sexo, edad, lugar de nacimiento, nacionalidad, lugar de residencia, estado civil, lugar de nacimiento del padre y de la madre, nacionalidad del padre y de la madre, lugar de nacimiento del cónyuge o pareja, nacionalidad del cónyuge o pareja, número de hijos, nacionalidad de los hijos.

    2. Variables relativas a la educación: nivel de estudios completados, homologación-convalidación de estudios.

    3. Características relacionadas con la situación económica: en Tenerife: ocupación actual, situación profesional actual, ingresos netos mensuales, ayudas recibidas y prestaciones percibidas. En Venezuela: ocupación, situación profesional, ingresos netos mensuales, ayudas recibidas y prestaciones percibidas.

    4. Variables relativas a la historia migratoria: viajes realizados y motivos para viajar, año(s) de llegada, lugar(es) previo(s) de residencia, redes familiares, de amistad y de paisanaje en origen y en destino que emigraron previamente, planes de retorno al país de origen o de emigración a otro destino, nacionalidad con la que llegó a Venezuela, nacionalidad con la que llegó a España, obtención de doble nacionalidad/permiso de residencia.

    5. Variables relacionadas con la decisión migratoria: circunstancias personales y motivos que llevaron a tomar la decisión de emigrar o retornar (estudios, trabajo, salud, inseguridad,…), medios de comunicación utilizados para obtener y difundir información migratoria, actores sociales que intervinieron en la adopción de la decisión migratoria (familiares, amigos, paisanos, instituciones); factores (sociales, económicos, políticos, inmobiliarios,…) que crearon o influyeron en la necesidad de tomar la decisión migratoria.

    6. Variables relacionadas con el uso de los medios de comunicación y las nuevas tecnologías: uso de cartas, uso de radio/televisión, uso del barco/avión, uso de teléfono fijo/móvil, uso de ordenador/internet (correo electrónico, Skype, videollamada,…), pertenencia a comunidades virtuales (Facebook, Twitter, WhatsApp,…), uso de comercio electrónico (compra/envío de bienes/productos) para familiares en Venezuela/Tenerife, envío de bienes o productos (a través de relaciones sociales, o correo postal-mensajería, o instituciones) a familiares en Venezuela/Tenerife, transferencias bancarias a familiares en Venezuela/Tenerife. Con la finalidad de dar respuesta al problema de investigación, lograr los objetivos planteados y contrastar la hipótesis y subhipótesis formuladas, se presentan a continuación las fases o momentos del trabajo empírico, las perspectivas metodológicas adoptadas, las variables consideradas para el estudio del colectivo que nos ocupa, el diseño muestral aplicado y los criterios que se utilizaron para la validación teórica y empírica de la presente investigación. En cuanto a las fases del trabajo empírico se refiere, la recopilación y obtención de datos se organizó de la siguiente manera: una primera de tipo “documental”, que comprendió la explotación de las fuentes de datos secundarios recopilados, y las tres siguientes propiamente “empíricas” (cuantitativas y cualitativas), en virtud del trabajo de campo que conllevó. A tales fines, se procedió como sigue: Fase I: Documental (cuantitativa) Recopilación y explotación de diversas fuentes de datos secundarios, entre las que se encontraron: los Padrones Municipales de Habitantes, los Censos de Población y Viviendas, las Estadísticas de Variaciones Residenciales, la Encuesta Nacional de Inmigrantes, la Estadística de Migraciones, la Encuesta sobre Inmigración Irregular en Tenerife, el Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero, la Encuesta de Población Activa, las estadísticas de beneficiarios de ayudas o prestaciones sociales españolas, el Registro de Bajas Consulares de españoles en el Consulado de España en Caracas y el de las organizaciones y entidades públicas o privadas relacionadas con los emigrantes e inmigrantes.

    Valga recordar y señalar que la información recababa en esta primera fase, en su mayoría, no procede de fuentes oficiales venezolanas, como se advirtió desde el comienzo de la investigación, debido fundamentalmente a la discontinuidad de la data recopilada en el siglo pasado, a la ausencia de datos actualizados sobre la realidad migratoria de un número cada vez mayor de venezolanos y a la imposibilidad de obtener respuesta de la oficina consular venezolana en las Islas a tales efectos. Unido a lo anterior, la descripción objetiva e imparcial del contexto venezolano es una tarea que se presenta difícil. La razón estriba, básicamente, en la polarización de las interpretaciones sobre la realidad venezolana, pues según los expertos, tanto el discurso del oficialismo como el de la oposición (o el de sus correspondientes partidarios), intenta difundir y desmentir la realidad de los hechos que, desde su perspectiva sectorial se vive en Venezuela.

    Fase II: Encuesta (cuantitativa) A partir de esta segunda fase se desarrolló en sentido estricto el trabajo empírico, mediante la aplicación de una encuesta -elaborada para la investigación que en un comienzo se había previsto- a una muestra de antiguos emigrantes y de inmigrantes de origen venezolano en Tenerife, en Venezuela y en otros países, a través de internet. A tal fin se creó el correspondiente formulario gracias a la opción que ofrece el buscador “Google”, siendo respondida entre septiembre de 2015 y enero de 2017. Valga mencionar que desde un comienzo, para la realización del trabajo de campo, se pretendió viajar a Venezuela para realizar las encuestas (y también las entrevistas e historias de vida) in situ, presencialmente, pero por razones ajenas a la voluntad de la investigadora y atendiendo las sugerencias de los directores de tesis, no fue posible viajar al país suramericano.

    Aunque la encuesta se había elaborado para el anterior proyecto de investigación, se estimó que con la data recopilada se podría obtener información relevante para incorporar en el guión de las entrevistas e historias de vida que se llevarían a cabo posteriormente, abordando el fenómeno lo más ampliamente posible. Los municipios tinerfeños en los que residía parte de la población que respondió la encuesta (y dentro de los cuales se realizaron las entrevistas e historias de vida), fueron: Adeje, Arona, Candelaria, El Tanque, Granadilla de Abona, Guía de Isora, Güímar, Icod de Los Vinos, La Orotava, Los Realejos, Puerto de La Cruz, San Cristóbal de La Laguna, San Miguel, Santa Cruz de Tenerife, Santa Úrsula y Tacoronte. En ellos estaba empadronada la mayor parte de los inmigrantes de origen venezolano que vivían en Tenerife en el momento de diseñar la encuesta.

    A tal efecto se eligió un diseño no probabilístico, debido a que nuestra investigación no está dirigida a conseguir la inferencia estadística, sino a procurar la generación de inferencias válidas, como señalan especialistas en la materia, sobre la adopción de la decisión migratoria de la población objeto de estudio y la función que han cumplido las redes familiares y los medios de comunicación para tal cometido, en virtud de las circunstancias personales (edad, ciclo de vida de los emigrantes y descendientes, situación económica, ayudas requeridas y recibidas,…) y del contexto social, político y económico, tanto en origen como en destino. Por ello, la elección de las unidades de la muestra se realizó sin que mediara un procedimiento aleatorio. Tal característica le otorga a la investigadora la libertad de elegir las unidades de población a encuestar o entrevistar.

    La única condición era que las personas se ajustaran a las proporciones establecidas por la investigadora, atendiendo a la más reciente Estadística del Padrón Continuo (en aquel entonces, a 01/01/2011), quien a través de la muestra comprobó que se equiparaban o aproximaban al perfil de la población objetivo que había inmigrado en Tenerife. El tipo de muestreo seleccionado fue el método de cuotas o muestreo por cuotas, el cual, aunque no brinda a todas las unidades de la población la misma probabilidad de ser incluidas en la muestra, es el método no probabilístico que aporta mejores resultados, al “obligar” a incorporar en la muestra “unidades de población proporcionales a las variables de cuota establecidas para su selección”, según los expertos.

    La determinación de dicha muestra se hizo en base al tiempo y los recursos disponibles (económicos, materiales y humanos), a los contactos establecidos con organizaciones y entidades públicas y privadas relacionadas con los emigrantes e inmigrantes y a través de las redes de amistad y paisanaje de la investigadora. A tales efectos y aunque nuestro estudio no se destinara a conseguir la inferencia estadística, se asumió el supuesto de máxima varianza o heterogeneidad poblacional al desconocerse su valor (P=Q=50), considerando un margen de error mayor que los límites de error habituales en la práctica investigadora. El nivel de error fue de 9,4%, en virtud de las ciento quince (115) encuestas finalmente válidas, y se aplicó un nivel de confianza de la estimación muestral de 95,5%, aunque este nivel solo intervenga en la decisión del tamaño de la muestra en los diseños probabilísticos.

    Por tal razón, se estudiaría una muestra de inmigrantes de origen venezolano y retornados que cumpliera con los siguientes cuatro criterios de estratificación: a) nacionalidad (que fueran venezolanos por nacimiento o por naturalización), b) lugar de residencia (que residieran en Tenerife en alguno de los municipios de la isla donde mayoritariamente se hubiera empadronado la población objetivo a la fecha, aunque también se consideró a la población que residía en Venezuela, incluso en otros países, a efectos comparativos), c) edad (todas las personas a encuestar y a entrevistar serían mayores de edad, es decir, mayor de 18 años) y d) sexo (su distribución según sexo se adecuara al perfil que presentaba la población empadronada), según la Estadística del Padrón Continuo a 1 de enero de 2011.

    La selección de las personas encuestadas, siguió un muestreo de bola de nieve, en el cual, las unidades de la muestra se eligieron sucesivamente, a partir de las referencias dadas por las personas a las que se fue accediendo. Su forma de contacto fue de gran valor para la investigación, pues se preguntó a los encuestados si conocían a más emigrantes retornados o inmigrantes de origen venezolano que reunieran el perfil requerido y desearan participar. Como unas personas contribuyeron a la localización de las otras y estas, a su vez, a la de otras, la muestra fue aumentando de manera progresiva como una “bola de nieve” hasta que la investigadora decidió no proseguir con la búsqueda de informantes cuando consideró haber llegado y superado la saturación teórica. Esta saturación, según los especialistas, se produce cuando la información comienza a ser redundante, no aportando ningún punto de vista analítico nuevo, dándose por concluida la recogida de información.

    De acuerdo a las fuentes secundarias de información que se consultaron, a la pregunta de investigación formulada, a los objetivos planteados y a las hipótesis y subhipótesis contrastadas, se elaboró un cuestionario con preguntas cerradas (con opciones de respuesta preestablecidas) en su gran mayoría y preguntas abiertas (para que el encuestado pudiera ampliar algún planteamiento o por si hubiera otras opciones de respuesta por parte de los informantes, que no estuvieran contempladas en el cuestionario). A tal fin, se establecieron (y operacionalizaron) las variables que se consideraron necesarias para estudiar la inmigración de origen venezolano en Tenerife y el retorno de los antiguos emigrantes que se dirigieron a Venezuela. En total, se estimaron 40 variables, las cuales se detallaron previamente.

    Una vez terminado el cuestionario se realizó una prueba inicial a modo de pretest con personas conocidas que cumplieran con los criterios de estratificación de la muestra señalados, para evaluar la idoneidad del cuestionario, su validez y corregir, si fuera el caso, los errores del instrumento de observación o medición. La información recopilada se introdujo de manera manual en el programa estadístico SPSS (versión 22), para el posterior análisis de los resultados con la aplicación de diferentes técnicas estadísticas (tablas de frecuencias, tablas de contingencia,…), dependiendo de las variables y objetivos de la investigación.

    Fase III: Entrevistas semiestructuradas (cualitativa) Realización de entrevistas semiestructuradas a representantes gubernamentales y no gubernamentales y a representantes de empresas privadas que mantuvieran o hubieran mantenido relación con inmigrantes canarios en Venezuela, con inmigrantes de origen venezolano y canarios retornados –en sentido amplio-, asentados tanto en los municipios de Tenerife donde se aplicó la encuesta como del resto del Archipiélago. Con ello se pretendía identificar las acciones desarrolladas en pro de la población objetivo, en origen y en destino, de manera de analizar comparativamente la información recogida a través de las fuentes de datos secundarios, de la encuesta aplicada y de las historias de vida recabadas. Se intentó concertar una entrevista con algún miembro del Consulado General de la República Bolivariana de Venezuela en las Islas Canarias, la Sub-Delegación de Gobierno, la Casa de Venezuela en Canarias, el Hogar Canario Venezolano en Caracas, la Unión de Emigrantes Retornados Canarios y grupos políticos que estuvieran vinculados de alguna forma con gestiones de interés para el colectivo en estudio; pero no fue posible obtener mayor respuesta.

    Finalmente, pudieron concretarse tres entrevistas, siendo sus interlocutores representantes gubernamentales a nivel autonómico, insular y municipal. Gracias a dichos encuentros se pudo conocer la situación actual de la población canaria en Venezuela y de los inmigrantes de origen venezolano en Canarias, concretamente en la isla de Tenerife, tanto de los retornados como de quienes acompañaron ese retorno, en cuanto a los proyectos llevados a cabo y a las ayudas recibidas o más demandadas por dicha población. Siguiendo a expertos en la materia, la muestra de entrevistados “no podía ser rigurosamente representativa, ni lo pretendía debido a las especiales circunstancias del grupo objeto del presente estudio. No obstante, consideramos que la recolección de información obtenida por esta vía era suficientemente relevante. Con la valoración y el análisis de los resultados se extrajeron conclusiones significativas, susceptibles de extrapolar al conjunto del colectivo”.

    Para la selección de las personas que se entrevistaron, la investigadora estableció los contactos correspondientes con diferentes instancias del Gobierno de Canarias, del Excelentísimo Cabildo Insular de Tenerife y del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que mantuvieran algún vínculo con canarios que hubieran emigrado a Venezuela y retornado a Tenerife y con inmigrantes de origen venezolano que residieran en la isla. Asimismo, se consultó sobre las acciones implementadas con dicho colectivo, tanto en Venezuela como en Canarias y, específicamente, en la capital de la isla de Tenerife, donde reside el mayor número de venezolanos. Para la realización de las entrevistas, se siguió un guión con aspectos clave del tema que nos ocupa, facilitado por el estudio previo que se realizó mediante la encuesta, para captar los aspectos más importantes y susceptibles de contraste, aclarando, complementando y enriqueciendo la información recopilada.

    Las entrevistas realizadas se grabaron íntegramente y se transcribieron exactamente igual a cómo se desarrollaron los diálogos, respetando fielmente lo expresado por los entrevistados. La información recabada se introdujo manualmente en documentos con formato Word para luego agregarlos al programa informático Atlas.ti (versión 22) para el análisis cualitativo de los textos de las entrevistas, empleando códigos alfanuméricos para identificar las respuestas. Como se lograron realizar tres entrevistas a funcionarios (EF) de los niveles gubernamentales del Archipiélago, los códigos alfanuméricos utilizados fueron los siguientes: “EF-1” (correspondiente al Gobierno de Canarias), “EF-2” (correspondiente al Cabildo Insular de Tenerife), “EF-3” (correspondiente al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife) y a la numeración de cada entrevista. Por ejemplo: [EF-2] se referirá a la entrevista realizada a la Consejera del Cabildo registrada con el número 2.

    Fase IV: Historias de vida (cualitativa) Las historias de vida, entendidas como registros, narraciones de experiencias de vida contadas por las personas, enfoques biográficos o relatos autobiográficos; se llevaron a cabo mediante una serie de entrevistas en profundidad con los inmigrantes y retornados. La finalidad que se persiguió fue la de acercarnos al testimonio oral que nos ofrecieran sus “recuerdos y olvidos”: no tanto el qué ha pasado, sino el “por qué y cómo ha pasado, o mejor, la versión que de ello obtenemos, aquella que el protagonista desvela, muestra o enseña (docere)”. Ello es así, porque según los expertos, “en el fondo las personas, cuando cuentan su vida, dan una versión, que nosotros hemos de interpretar”.

    Se lograron realizar un total de cuarenta y dos entrevistas en profundidad, las cuales dieron lugar a las historias de vida recogidas en la presente investigación. Valga mencionar que la investigadora se trasladó a las Islas de Gran Canaria y de La Palma, para entrevistar a tres emigrantes retornados: uno, natural de La Gomera y residente en Gran Canaria, y los otros dos, naturales de y residentes en La Palma. Los demás emigrantes retornados que se lograron contactar, naturales de las diferentes Islas de la Provincia de Santa Cruz de Tenerife, se entrevistaron en Tenerife, bien porque se encontraban ocasionalmente allí o porque residían en dicha Isla. Igualmente, en Tenerife vivían las personas nacidas en Venezuela, con nacionalidad venezolana o de otros países, con o sin ascendencia canaria que fueron entrevistadas.

    La selección de los entrevistados tanto de origen venezolano como canario hecha por la investigadora, siguió igualmente un procedimiento en bola de nieve, procurando atender a tres criterios, según los expertos: que el futuro entrevistado sea buen informante (con capacidad expresiva, sincero, crítico, motivado, “el tipo de sujeto cuya vida nos gustaría abordar”, que quiera y pueda dedicarnos “el tiempo que implica componer entera una historia de vida”, y, que se adecúe su perfil al tipo de testimonio que se adapta a los objetivos de nuestra investigación. En definitiva, que sea representativo del conjunto de la población objeto de estudio: el “reflejo fiel del universo, de tal modo que reproduzca sus características básicas en orden a la investigación”. A tal efecto, previamente se consultó y solicitó el favor a los integrantes de la muestra de la encuesta y de las entrevistas semiestructuradas, por si a bien podían facilitar los contactos con otros inmigrantes y retornados de sus redes familiares, de amistad y de paisanaje; o incluso, podrían elegirse “al azar” por parte de la entrevistadora, siempre que se ajustaran al perfil requerido, atendiendo a los datos de la Estadística del Padrón continuo, y tuvieran la disponibilidad de tiempo para narrar “sus procesos de ida y vuelta entre las dos orillas”.

    En la primera toma de contacto que se tuvo con la persona entrevistada, se hizo la presentación de rigor, explicando la finalidad de la tesis doctoral y el trabajo de campo que se llevaba a cabo, incluida la eventual publicación de sus resultados, la protección de los datos de carácter personal, el anonimato del narrador y su consentimiento para realizar la entrevista. Valga señalar la importancia de planificar las sesiones de entrevistas que se hubieran requerido con los entrevistados, si fuera el caso, pues una sola no bastaría para narrar “su vida como un todo”, la necesidad de estructurar al final de las sesiones cada uno de los relatos que se narraran en las mismas (para lo cual se procedió a la oportuna transcripción literal y cronológica de cada relato en cada sesión y las anotaciones al margen, por si algún aspecto no hubiera quedado claro) y cotejarlos debidamente con el entrevistado, para construir “su proceso migratorio” con los correspondientes personajes, factores y eventos relevantes de su historia de vida.

    Y por último, pero no menos importante, se hizo especial mención a la flexibilidad para adecuarse a las situaciones específicas del entrevistado (jornada laboral, horario académico, compromisos previamente adquiridos,…), el común acuerdo al que se llegó en cuanto al formato en el que fueran a quedar recogidos y registrados sus relatos de forma fidedigna, proponiendo la posibilidad de ser grabados para no restarle la atención que merecían –si acaso tomar alguna nota-, respetando así la exactitud del discurso que se quisiera y pudiera contar, reiterando el anonimato del protagonista o protagonistas del relato, la confidencialidad y la correspondencia de los datos ofrecidos y los datos recabados, lo cual se garantizó desde el primer momento.

    La investigadora, tal como procedió con las entrevistas semiestructuradas, introdujo manualmente la transcripción literal de la información recabada en documentos con formato Word para luego agregarlos al programa informático Atlas.ti (versión 22) para el análisis cualitativo correspondiente. A tales fines se emplearon códigos alfanuméricos para identificar cada Historia de Vida (HV) y su numeración respectiva. Por ejemplo: [HV-23] se referirá a la historia narrada registrada con el número 23. En cada caso se reseñan los aspectos más importantes según las variables de estudio atendiendo a la hipótesis y subhipótesis de investigación.

    Igualmente, se tomaron en consideración las fuentes de información consultadas para la ubicación espacial de las personas de origen venezolano (también de los canarios retornados) en los municipios de Tenerife señalados y las recomendaciones para abordar las “dimensiones” (personajes, factores y eventos relevantes) de la historia de vida del entrevistado, de acuerdo al perfil de la población objeto de estudio y al criterio de saturación –señalado anteriormente-, como elemento clave del tamaño muestral y de la cantidad de registros.

    En virtud de las técnicas de investigación utilizadas (encuesta, entrevistas e historias de vida), hemos podido comprobar en nuestra investigación que, la población de origen venezolano que ha llegado a Tenerife comprende fundamentalmente el acompañamiento del largo retorno de la emigración canaria proveniente de aquella isla que se dirigió a Venezuela desde los años cuarenta del siglo pasado, la cual, gracias a las redes familiares, de amistad y paisanaje que han formado y a los diferentes medios de comunicación utilizados, han mantenido y fortalecido en el tiempo los vínculos entre origen y destino, propiciando futuras migraciones gracias a la información de primera mano y a los recursos tangibles e intangibles que aportan.

    Cabe recordar el proceso de triangulación de métodos que se aplicó al utilizar fuentes de información (primarias y secundarias) y técnicas metodológicas (cuantitativas y cualitativas) como el Censo, el Padrón Municipal de Habitantes, las encuestas publicadas y las entrevistas semiestructuradas y en profundidad que se hubieran podido realizar en las últimas décadas sobre temas y procesos migratorios, y las que se aplicaron en el trabajo de campo. Esta triangulación de métodos, como se destacó previamente, persiguió una finalidad específica: que distintas miradas o perspectivas (cuantitativas y cualitativas) convergieran en iguales resultados, pretendiendo aumentar o reforzar la confianza y la validez del estudio de la realidad social que nos ocupa.

    Una realidad social que, según los expertos, ha recuperado o revitalizado “los enfoques humanistas en las ciencias sociales”, revalorizando al actor social, tanto individual como colectivo, “no reducible a la condición de dato o variable (o a la condición de representante arquetípico de un grupo), sino caracterizado como sujeto de configuración compleja y como protagonista de las aproximaciones que desde las ciencias sociales se quiere hacer de la realidad social”. Con ello nos aproximamos “a unas fuentes de conocimiento social que llevan aparejada la voluntad de profundizar en lo que las personas y los grupos hacen, piensan y dicen con la finalidad de ensayar interpretaciones de la realidad a partir de la subjetividad individual y grupal, más que a través de sofisticadas y deshumanizadoras reglas metodológicas que, a menudo, instrumentalizan la realidad social para dar salida a una realidad autoconstruida y cientifista”.

    Por todo lo expuesto, y siguiendo a especialistas en la materia, se trata de “una perspectiva adecuada para abordar el estudio de unidades complejas, realidades discontinuas o concreciones amalgamadas por la superposición de identidades sociales”, como nuestra población objetivo: inmigrantes y retornados que han compartido una cultura y una historia migratoria de larga data. Tan es así que las técnicas cualitativas al combinarlas con técnicas cuantitativas, garantizan una investigación adecuada, de “gran utilidad en el reconocimiento de las trayectorias vitales y de los proyectos de futuro de los inmigrantes”. Unos proyectos de futuro que deberán aprender del pasado, reflexionar sobre el presente y entender que el desarrollo de nuestra sociedad, supone la participación activa de los inmigrantes, de los retornados, del conjunto de la población dentro y fuera de las fronteras. Para la consecución de tal fin, serán igualmente necesarios la creación, el mantenimiento y la consolidación de lazos fuertes y débiles entre origen y destino y la utilización de todos los recursos y medios de comunicación disponibles, para coadyuvar a la recuperación de nuestros países, al bienestar de sus habitantes y a un futuro de provecho entre todos y para todos.

    Todo ello refleja dos aspectos de un mismo fenómeno que se incrementa en las etapas de crisis social y económica en el otrora país de destino, y se modifica a lo largo del ciclo de vida del emigrante, convirtiéndose el país de origen en un refugio de los antiguos emigrantes y de sus descendientes ante las dificultades y limitaciones en aquella sociedad receptora. La nacionalidad de los hijos y nietos de quienes en su día partieron rumbo al suroeste, favorecerá la decisión migratoria de volver a las raíces. Encontramos una de las singularidades de este fenómeno migratorio de ida y vuelta a un espacio tan limitado territorialmente como es la isla de Tenerife.

    Tal movimiento de ida y vuelta, que no termina con el retorno, entre los antiguos emigrantes que han regresado a Tenerife (y al resto de islas) desde los años sesenta y la inmigración de la población de origen venezolano, responde a lo que se ha denominado un retorno diferido entre generaciones. En otras palabras, se trata en su mayoría de los hijos y nietos de los antiguos emigrantes, quienes gracias a las redes familiares, de amistad y de paisanaje que han formado y a los diferentes medios de comunicación utilizados que han tenido a su disposición en todos estos años, han podido mantener y fortalecer en el tiempo los vínculos entre la sociedad de origen y la sociedad de destino.

    La intensidad de los lazos formados, ha permitido asegurar la continuidad y canalización de los flujos migratorios entre ambas orillas, cumpliendo importantes funciones, como hemos visto, en cuanto el servicio que han prestado como canales de información, entre otros recursos de apoyo, la influencia que han tenido en la decisión migratoria de la población objeto de estudio, tanto para emigrar como para retornar y para “permanecer” en el terruño, dados los contextos adversos en la otrora sociedad de destino; amortiguar los costes que implica el alojamiento y la manutención en la sociedad receptora, reduciendo ciertos riesgos e incertidumbres propios de una emigración, colaborando en la adaptación a la nueva vida, perpetuando, quizá, el proceso migratorio de los protagonistas de nuestra investigación.

    El concepto de redes, específicamente aplicado a los procesos migratorios, tiene una larga tradición tras de sí que se remonta a Thomas y Znaniecki con su obra El campesino polaco en Europa y en América (1918-1920). En virtud de ello, y seamos o no migrantes, pertenecemos a varias redes sociales (familiares, estudiantiles, profesionales, laborales,…), con lo cual, las relaciones que establezcamos influirán en nuestras acciones, percepciones, significados y comportamientos como miembros del sistema social. Y es que las redes sociales dentro del ámbito migratorio o redes migratorias, se componen de lazos interpersonales que conectan a los migrantes, los migrantes anteriores y los no migrantes entre las áreas de origen y destino, a través de lazos de parentesco, de amistad, o por pertenencia a la misma comunidad de origen.

    Cabe destacar que, “cuando empezaron a estudiarse grandes corrientes migratorias de gente que dejaba villorios y tribus culturalmente homogéneos para ubicarse en ciudades políglotas y en zonas industriales”, se temía que los migrantes, “al dejar atrás la orientación normativa de sus tierras natales, llegaran a aislarse y desorganizarse en «sociedades de masas»”. Pero los investigadores descubrieron que los migrantes “no sólo estaban formando vínculos fuertes y de apoyo mutuo dentro de su nuevo medio urbano” (acceso a empleos, a vivienda, a la actividad política,…), “sino que también mantenían fuertes vínculos” con el origen. Ello es así, nos dirá el autor, pues “rara vez la migración es una experiencia definitiva de aislamiento y ruptura”.

    Debido a que la mayoría de nuestras decisiones involucran una mezcla de aspectos racionales y emocionales, la psicología ha mostrado un gran interés en un sinnúmero de conductas de la vida diaria que se caracterizan por la toma de decisiones, y que gracias a las normas sociales, hemos podido resolver sin mayores inconvenientes. Cabe recordar que, aunque “el proceso de decisión es un fenómeno esencialmente individual” y difiere de las decisiones que se toman en grupo, comúnmente recibe la influencia de las demás personas, pues se consideran los siguientes aspectos: la suposición acerca de lo que dirán los otros con relación a la decisión tomada, la expectativa de las consecuencias que tal decisión le acarreará a otras personas, y la expectativa de reacción por parte de los demás. Vemos pues en ello un factor clave de conexión entre el proceso de toma de decisiones y el rol de las redes sociales.

    Igualmente los medios de comunicación cumplen un rol esencial relacionando ambas orillas y difundiendo informaciones, emociones y decisiones que atraviesan fronteras. Se forman al mismo tiempo complejas relaciones y sensaciones de cercanía y de lejanía. Por una parte, señalarán los expertos, cuando el “migrante conectado” evidencia la presencia virtual o la “presencia conectada” (de los seres queridos que no han migrado o que se encuentran en otro país, percatándose de la ausencia física de esos familiares y amigos que no están a su lado. Y unido a lo anterior, y dependiendo del momento, de las circunstancias y de las relaciones sociales que se deseen “reforzar o pasar por alto”; se puede percibir que la disponibilidad de recursos como los que ofrecen las TIC, reducen la capacidad del migrante “para mantener un sentido de la distancia” poniendo tierra por medio.

    La migración internacional contemporánea, al encontrarse inmersa en la sociedad de la información o “sociedad red”, hace que los patrones de comportamiento de los migrantes sean diferentes a los que otrora encontramos. Las redes de familiares y amigos se han desarrollado de forma distinta con mayor frecuencia e intensidad, gracias a los teléfonos móviles, las tarjetas prepago, el desarrollo de internet, de las videollamadas o de aplicaciones de mensajería instantánea multiplataforma como WhatsApp. Igualmente, el envío de remesas ha experimentado un crecimiento sostenido debido al desarrollo de la tecnología de transferencia electrónica. La facilidad y rapidez de circulación -gracias a los precios asequibles y a los avances alcanzados en los medios de transporte y en las telecomunicaciones-, han contribuido a que las distancias recorridas se hayan reducido y no haya una drástica ruptura en el mantenimiento del contacto entre migrantes y no migrantes, entre sociedades de origen y de destino.

    Como dicen los expertos, los “medios de comunicación y transporte más novedosos y baratos permiten a los migrantes el conservar, transnacionalmente, sus relaciones e intereses con base en el terruño”. Es esta posibilidad que ofrecen las tecnologías de la información y la comunicación y las relaciones sociales, como herramienta útil para generar nuevas modalidades de información y de comunicación, sociabilidad, asociacionismo virtual, entre otras; la que permite a migrantes y no migrantes tomar decisiones más y mejor informadas, percibiendo el proyecto migratorio con menores riesgos y costes para emprenderlo.

    Debemos señalar a este respecto que los procesos migratorios, en términos generales, se podrían entender como “definitivos” o “unidireccionales”, pero no siempre las migraciones son percibidas así por los individuos que toman la decisión de emigrar (retornar o reemigrar), ni en la práctica se desarrollan en un solo sentido. En muchos casos, los emigrantes parten pensando en volver, con lo cual, las metas que se establecen suelen ser temporales y sus periodos relativamente cortos de dos, tres, cinco años,…, pudiendo llegar a convertirse en diez, veinte, treinta o más años. Pero aun así, son pocos los emigrantes que rompen los vínculos con su comunidad de origen, como hemos señalado previamente.

    Por otro lado, las imágenes que se reciben a través de las nuevas tecnologías, también pueden ayudar a las personas a formarse una visión y unas expectativas más ajustadas a la realidad, conocer los pasos que deben seguirse y las consecuencias y repercusiones que podría conllevar el proceso migratorio. Si bien, nos dicen los especialistas que, “existe poca evidencia que certifique la causalidad de las TIC como promotoras de la migración a gran escala, o su influencia en la toma de decisión migratoria de las personas”, o pocas investigaciones sobre el particular; hay estudios de casos que demuestran el efecto de las TIC en la opinión de la gente sobre la experiencia migratoria, asumiéndose que el creciente intercambio de información alienta a las personas a emigrar.

    Todo ello no significa que las TIC hayan sustituido a las antiguas formas de comunicación, sino que han aumentado considerablemente la gama de opciones disponibles para comunicarse. Por todo ello, y a pesar de las restricciones a la movilidad que se pudieran presentar entre los países debido a las políticas migratorias implementadas, a los efectos de alguna pandemia, y a la crisis económica existente a nivel mundial, por citar tres ejemplos que podrían persuadir o inhibir a las personas a tomar la decisión migratoria; se dice que la actual migración internacional es el resultado de los procesos de interconexión generados por las comunicaciones y los flujos de información, y a su vez, el aumento de las comunicaciones internacionales se debe también al crecimiento que ha presentado en los últimos años la migración internacional.

    Estas relaciones interpersonales vinculadas por las TIC, ese tiempo compartido tan valorado cuando se está lejos de los seres queridos, hacen que los miembros físicamente distantes, tengan un sentido de proximidad, sin pensar en la diferencia entre “ausencia y presencia, estando en casa lejos de casa”. En este sentido, podríamos decir que las TIC coadyuvarían en la vida económica del país de origen, promoviendo la participación de las diásporas mediante el establecimiento de redes de profesionales, de estudiantes, de organizaciones o instituciones, que convirtieran la fuga de cerebros o talentos en ganancia de cerebros, contribuyendo al desarrollo de nuestra sociedad. Por todas estas razones y en virtud de los contenidos teóricos abordados en la tesis y las informaciones recopiladas a través de la encuesta, las entrevistas y las historias de vida realizadas a la población objeto de estudio, se presentan a continuación los correspondientes resultados obtenidos al contrastarlos con cada una de las subhipótesis de investigación: Resultados de la Encuesta Antes de pasar a los resultados obtenidos, sirva la ocasión para recordar, como se comentó oportunamente, que la encuesta se diseñó de acuerdo al primer proyecto de tesis en el cual se estaba trabajando. Para no desestimar la labor realizada y la información que se estaba obteniendo, se consideró conveniente aprovechar la data recabada, en la medida de lo posible, a los fines de la presente investigación.

    H1: La existencia de redes familiares, de amistad y de paisanaje en origen y en destino marcan la pauta de la reproducción cultural y de la conformación, mantenimiento y afianzamiento de los vínculos entre origen y destino, propiciando futuras migraciones gracias a la información de primera mano y a los recursos tangibles e intangibles que aportan a la población objeto de estudio.

    Como pudimos observar, existe un amplio abanico de opciones consideradas como principales destinos migratorios, por parte de la población encuestada, a saber: un 3% emigraría concretamente a Berlín, o, hacia cualquier lugar de España (especialmente, Madrid o Tenerife). Por su parte, un 2% iría a Australia, Chile o Estados Unidos, pero manifestándose también, que la decisión final dependería de varios factores, llegado el momento preciso. Un 1%, que abarcaría al 28% de los encuestados, emigraría a un variado conjunto de países y regiones, entre los que se encuentran los siguientes: a cualquier lugar de Oriente Medio o de Europa, a España (Andalucía, Gran Canaria, La Coruña, Valencia), a Aveiro (Portugal), Finlandia, Francia, Inglaterra, Suecia o Suiza; a Canadá (Montreal, Toronto o Vancouver), a Estados Unidos (Houston, San Francisco o West Virginia), a Panamá y concretamente a su capital, a Aruba, Buenos Aires (Argentina), Lima (Perú), Quito (Ecuador), Sao Paulo (Brasil) o a Venezuela (Caracas o Puerto La Cruz). El otro 1% no está pensando en emigrar y un 51% de los encuestados no respondió la pregunta.

    Al preguntarse sobre los motivos principales para emigrar hacia ese primer destino elegido, la mayoría de los encuestados (17%) manifestó tener redes familiares allí, un 15% consideró que en dicho destino hay más oportunidades de empleo, y unido a lo anterior, un 4% cree que en ese primer destino elegido se pagan mejores salarios. Por otra parte, un 3% emigraría por el clima y los paisajes de esa región o país y otro 3% porque considera que hay mejores condiciones de vida para su familia. Pensando en la jubilación, un 2% escogería ese país o región para vivir tras el retiro de su vida laboral, un 1% emigraría hacia ese destino porque tiene redes de amistad allí, otro 1%, concretamente, porque posee una oferta de empleo, y otro 1% porque puede iniciar o continuar sus estudios en ese país. El otro 1% no tiene pensado emigrar y un 52% no respondió la pregunta. Para obtener información veraz o fidedigna de primera mano sobre esos destinos, un 17% de los encuestados contactó con sus amistades, un 8% con sus hijos, un 7% con otros familiares cercanos, un 3% se comunicó con los padres, otro 3% con el cónyuge/pareja y otro 3% no contactó con ninguna persona o entidad. La información oficial o formal procedente de instituciones fue obtenida por un 2% de los encuestados, un 1% con los colegas de profesión, otro 1% con una empresa de ofertas laborales y otro 1% señaló que no tiene pensado emigrar.

    Al preguntarse dónde residían las personas o entidades con las cuales se estableció contacto, se encontraban fundamentalmente en Venezuela (12%), otra región de España (7%), Tenerife (4%), y un 2% se repartía entre Alemania, Australia, Canadá, Chile, Estados Unidos y Panamá, respectivamente. Otro 2% no contactó con nadie. Un 1% estableció contacto con personas en diversos países o regiones: Aruba, Londres, Perú, Polonia, Suiza y Valencia (España). Para otro 1% de los encuestados, sus contactos no estaban en ninguna parte y otro 1% no tiene pensado emigrar. Un 54% de la población encuestada no respondió la pregunta.

    Por todo lo señalado, se confirma esta primera subhipótesis, en virtud de la existencia de redes sociales en origen y en destino, como (potenciales) marcadores de la pauta de la reproducción cultural y de la conformación, mantenimiento y afianzamiento de los vínculos entre origen y destino, propiciando futuras migraciones gracias a la información de primera mano y a los recursos tangibles e intangibles que aportan a la población objeto de estudio.

    H2: El perfil sociodemográfico de la población en estudio (sexo, edad, nivel de estudios, estado civil, número de hijos, situación laboral,…) podría favorecer futuras migraciones y el retorno de antiguos emigrantes de edad avanzada que requieren determinadas ayudas y prestaciones.

    Atendiendo a los resultados obtenidos, destaca la juventud de la mayoría de los encuestados (67% es menor de 55 años) y su nivel de cualificación (30% había terminado sus estudios superiores universitarios), entre otros factores. Del total de las personas que rellenaron la encuesta, un sesenta y cinco por ciento eran mujeres (65%) y un treinta y cinco por ciento hombres (35%). Sus edades oscilaron entre los dieciocho (18) y los setenta y cuatro (74) años, concretamente, el 4% de ese total se ubicaba entre los 18 y 24 años, un 8% entre 25 y 34 años, un 25% entre los 35 y 44 años, un 30% entre los 45 y 54 años, un 24% entre los 55 y 64 años y un 9% entre los 65 y 74 años En cuanto a su nivel educativo, encontramos un perfil variado, destacándose que: un 3% había terminado la Educación Secundaria, un 12% Bachillerato, un 5% Formación Profesional de Grado Medio, un 8% Formación Profesional de Grado Superior, un 16% había completado estudios universitarios a nivel de Diplomatura/Técnico Superior, un 30% de los encuestados había finalizado la Educación Superior Universitaria (Licenciatura/Ingeniería/Graduado) y un 26% había realizado estudios de Posgrado (Especialización/Maestría/Doctorado). En lo referente a la situación laboral en el momento de cumplimentar la encuesta, un 35% de los encuestados manifestó estar trabajando por cuenta ajena, un 28% trabaja por cuenta propia (autónomo), un 16% está en situación de paro, un 9% es pensionista, otro 9% desempeña labores del hogar y un 3% es estudiante.

    En lo que respecta a la ocupación que desempeñaba entonces, un 28% de los encuestados señaló ser director/gerente, un 21% técnico y profesional científico e intelectual, un 17% empleado contable, administrativo y otro empleado de oficina; un 10% técnico y profesional de apoyo y otro 10% trabaja en los servicios de restauración, personal, protección y vendedores; un 6% trabaja en operaciones elementales, un 4% nunca ha trabajado y un 2% trabaja como artesano en trabajos cualificados de la industria manufacturera. En cuanto a los ingresos mensuales, la mayoría (37%) manifestó percibir unos ingresos inferiores a 600 euros, un 16% entre 601 y 900 euros, un 10% entre 901 y 1200 euros, otro 10% entre 1201 y 1500 euros, un 8% entre 1501 y 1800 euros, un 3% entre 1801 y 2000 euros, un 6% ganaba más de 2001 euros. El 1% de los encuestados, solo estudiaba.

    Por todo lo señalado, podemos confirmar que perfil sociodemográfico de la población en estudio favorecería futuras migraciones y el retorno de antiguos emigrantes de edad avanzada que requieren determinadas ayudas y prestaciones.

    H3: La nacionalidad de los migrantes o potenciales migrantes, y concretamente, de los descendientes de migrantes, unido al tiempo que se lleva en la sociedad donde se reside, influyen en la toma de decisión migratoria.

    Dada la información recabada, la mayoría de personas encuestadas (34%) es venezolana por nacimiento y solo posee la nacionalidad venezolana. No obstante, el 9% es venezolana de nacimiento y tiene nacionalidad española por sus años de residencia en España, el 7% es venezolana de nacimiento y tiene nacionalidad española por ser cónyuge de español, el 5% es española de nacimiento y venezolana por naturalización y un 2% es española de nacimiento y solo tiene nacionalidad española, con lo cual, vemos que podría existir un acompañamiento del retorno dentro del 23% restante de los encuestados.

    En cuanto al tiempo de residencia en la sociedad en la cual reside, un 46% reside en la isla de Tenerife, un 29% reside en Venezuela, un 17% en el resto de España, un 4% en otros países, un 3% en otras islas canarias y un 1% no contestó. En lo que respecta al tiempo de residencia en esos territorios, en promedio, es superior a seis años, ubicándose en su mayoría (22%) entre los 10 y 15 años de residencia en la región donde se vive, es decir, desde comienzos del presente siglo. Concretamente, podemos destacar los siguientes datos: el 15% de la población que reside en Tenerife, lleva viviendo en la isla entre 10 y 15 años, el 14% de la población que vive en Venezuela lo ha hecho por más de 40 años y el 6% que reside en otras Comunidades Autónomas ha vivido allí entre 10 y 15 años.

    En lo referente a los años de residencia en otros países y en otras islas canarias, se presentan diferencias. En cuanto a los países: un 2% ha residido entre 20 y 25 años en Estados Unidos, otro 2% ha vivido entre 1 año y menos de 3 años en Panamá y en Egipto, respectivamente, y un 1% entre 6 años y menos de 10 años ha residido en Panamá. En lo que concierne a otras islas del Archipiélago: un 1% ha vivido entre 6 años y menos de 10 años en Gran Canaria y otro 1% entre 15 años y menos de 20 años también en dicha isla, y un 1% ha vivido entre 25 años y menos de 40 años en La Gomera. Todo ello nos podría hacer pensar en una relativa permanencia en la región o país en el cual se encuentran las personas encuestadas, sin planes migratorios a corto o medio plazo, aunque también es verdad, que la encuesta se rellenó antes de la agudización de la crisis en Venezuela y de la pandemia del COVID-19.

    Por todo lo expresado, podríamos suponer que, el hecho de tener una sola nacionalidad, no significa que el encuestado no tenga contacto o pueda conocer a otras personas que sí tengan dos o más nacionalidades, como hemos podido ver en nuestra investigación: personas que tienen no solo una nacionalidad, sino dos y tres también. Unido a lo anterior, podría considerarse que, tal contacto o conocimiento de hijos o nietos de inmigrantes, o de inmigrantes que se han nacionalizado, o de inmigrantes que han reemigrado y obtenido otra nacionalidad; se ha dado en un entorno que ha presentado cambios profundos en su dinámica social, política y económica, resquebrajándose incluso, cimientos importantes que otrora parecían sólidos. Y si a ello añadimos que las circunstancias actuales, pudieran generar futuras emigraciones, a pesar del tiempo de permanencia en la región o país de residencia; probablemente habría razones para suponer que en algún momento la persona encuestada tomara la decisión de emigrar a otra región o país. Aun así, preferimos ser precavidos y ajustarnos a los resultados obtenidos, razón por la cual, no confirmaríamos esta tercera subhipótesis.

    H4: Los medios de comunicación a través de las imágenes que transmiten sobre ciertos destinos y valores, y de los traslados que posibilitan entre origen y destino configuran y canalizan el flujo migratorio, favoreciendo el cuándo y el cómo tomar la decisión de emigrar.

    Atendiendo a la información recopilada, el 32% de los encuestados manifestó que no se comunica con los familiares que viven fuera de su país o región de residencia. Tal situación redundó en la ausencia de respuesta a la pregunta en cuestión, así como también, a las demás preguntas formuladas sobre el uso de los equipos y de los medios de comunicación disponibles para obtener información migratoria, las actividades realizadas a tales fines y en lo que respecta al mantenimiento de los contactos entre origen y destino. No obstante, un 14% de los encuestados se comunica diariamente, al menos cinco días por semana; un 27% se comunica todas las semanas, pero no diariamente; un 10% se comunica al menos una vez al mes, pero no todas las semanas; un 16% se comunica, pero no todos los meses y un 1% se comunica diariamente, no para conocer oportunidades en otros destinos, sino para mantener contacto con la familia y las amistades. En cuanto al principal medio de comunicación que utilizaba la población encuestada para mantener contacto con familiares o amistades, se expresó lo siguiente: un 16 % se comunica por teléfono fijo, un 14% por correo electrónico, un 13% por Whatsapp, un 12% mediante Skype, un 7% a través de Facebook y un 6% realiza llamadas por teléfono móvil.

    En relación a las actividades realizadas relacionadas con la migración en las que se hayan o no empleado las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, manifestaron lo siguiente: un 33% gestiona servicios de agencias de viajes/aerolíneas usando mayoritariamente las TIC y un 10% lo hace sin utilizar dichas tecnologías; un 4% busca información sobre posibles rutas/destinos usando mayoritariamente las TIC y otro 4% obtiene información sobre las costumbres y/o el contexto en destino utilizándolas también. Un 2% busca información sobre empleo, educación, vivienda y Seguridad Social usando mayoritariamente las TIC y otro 2% señala la categoría “Otro”, pero no especifica la principal actividad que lleva a cabo para obtener información migratoria. Por su parte, un 1% se informa directamente en el Consulado sin usar las TIC, otro 1% lee periódicos/revistas con información migratoria usando mayoritariamente las TIC y otro 1% obtiene información sobre costumbres/contexto en destino sin usar las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Un 42% de la población encuestada no respondió la pregunta.

    En relación a los medios de comunicación que se utilizaron para contactar con esas personas o entidades y obtener la información migratoria necesaria, un 18% de los encuestados manifestó que fue a través de la relación cara a cara, un 12% mediante correo electrónico, un 6% por teléfono móvil, un 4% por WhatsApp, un 3% utilizando los buscadores de internet (Google, Bing,…), un 2% a través del teléfono fijo y otro 2% vía Facebook, Twitter,… Un 1% no utilizó ningún medio de comunicación para contactar con alguna persona o entidad, al no tener pensado emigrar. El 52% de la población encuestada no respondió la pregunta. Cuando se le preguntó a los encuestados sobre las principales ventajas que las nuevas tecnologías de la información y la comunicación han tenido o tienen en su proceso de decisión migratoria, un 35% señala que su coste es menor en comparación con el uso de los medios tradicionales de comunicación, un 3% considera que agilizan la gestión del viaje una vez tomada la decisión de migrar, otro 3% cree que facilitan la comunicación en tiempo real con cualquier persona/ubicación geográfica y de forma fiable, otro 3% manifiesta que reducen los tiempos de espera que tardaban los medios tradicionales de comunicación, razón por la cual usa las TIC habitualmente; un 2% expresa que al poder usar tarjetas telefónicas de prepago, le permite controlar mejor el gasto en comunicación; y un 1% no marca ninguna opción de respuesta, pues señala que no emigrará. Un 53% de la población encuestada no respondió esta pregunta.

    Tras consultar a la población encuestada si había utilizado las TIC en algún momento de su proceso de decisión migratoria, con la finalidad de obtener información para elegir migrar, retornar o no migrar; se solicitó al encuestado que catalogara la incidencia de la información obtenida a través de dichas tecnologías en su decisión migratoria y estos fueron los resultados de la última pregunta de la encuesta: un 15% cree que la información obtenida a través de las TIC incidió bastante en su decisión migratoria, un 11% considera que incidió mucho, un 10% señala que incidió poco, un 6% manifiesta que la información obtenida a través de las TIC no ha incidido nada en su decisión migratoria y un 1% no señala ninguna apreciación sobre el particular, debido quizá a que no tiene pensado emigrar. Un 57% de la población encuestada no respondió esta pregunta.

    Con respecto a las tareas realizadas en su proceso de decisión migratoria y al medio de comunicación utilizado a tales efectos un 16% de los encuestados accedió a la información que le ofrecían familiares, amigos o conocidos en su país, a través de diferentes medios: teléfono fijo, móvil, correo electrónico, páginas web, videollamadas y mensajería instantánea (SMS). Un 11% obtuvo información sobre las costumbres y/o el contexto en el país de destino utilizando el móvil y las páginas web, el teléfono fijo, las comunidades virtuales (Facebook, Twitter,…) y las videollamadas; un 4% buscó información sobre ofertas de empleo, estudios,…, a través del móvil, correo electrónico, páginas web y videollamadas; y otro 4% gestionó el viaje entre origen y destino haciendo uso del teléfono fijo y del móvil. Asimismo, un 3% se informó sobre los servicios de banca electrónica para el envío/recepción de remesas contactando a través del teléfono fijo y otro 3% recomendó a sus redes sociales elegir determinado destino y/o momento para emigrar, igualmente por teléfono fijo. Un 2% utilizó el móvil y el servicio de SMS para el aprendizaje del idioma del potencial destino y otro 2% contactó a través del móvil y del correo electrónico con venezolanos y asociaciones en destino. Un 1% utilizó las comunidades virtuales para leer y descargar periódicos/revistas con información migratoria y otro 1% no utilizó ningún medio para realizar tarea alguna, al no tener pensado emigrar. El 53% de la población encuestada no respondió la pregunta.

    Por todo lo señalado, no encontramos razones para comprobar esta cuarta subhipótesis, en vista que el 32% de los encuestados manifestó que no se comunica con los familiares que viven fuera de su país o región de residencia. Tal situación redundó en la ausencia de respuesta a la pregunta en cuestión. Aunque esta ausencia de respuesta, no tiene por qué representar la realidad de los hechos, podemos suponer que, en efecto sí se comunican con sus redes sociales, en virtud de las respuestas dadas a otros ítems referentes a la comunicación que pudiera establecer el encuestado con sus redes sociales (familiares, de amistad y paisanaje), pues como hemos visto en los demás apartados: un 14% de los encuestados se comunica diariamente, al menos cinco días por semana; un 27% se comunica todas las semanas, pero no diariamente; un 10% se comunica al menos una vez al mes, pero no todas las semanas; un 16% se comunica, pero no todos los meses y un 1% se comunica diariamente, no para conocer oportunidades en otros destinos, sino para mantener contacto con la familia y las amistades.

    En cuanto al principal medio de comunicación que utiliza la población encuestada para mantener contacto con familiares o amistades, las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en su conjunto, eran el recurso por excelencia para el 30% de los encuestados. No obstante, y aunque sí exista comunicación entre las personas encuestadas y sus redes sociales fuera del país de residencia, sin ser mayoritariamente para consultar información migratoria, y se pudieran escuchar noticias o visualizar imágenes que quizá incidieran en una futura decisión migratoria; preferimos ser prudentes y no confirmar esta cuarta subhipótesis.

    H5: La decisión de retornar depende de los factores que en su momento influyeron en la decisión de emigrar del origen, de la adaptación o integración en destino –tomando en cuenta, entre otros motivos, el matrimonio o la unión con una persona de igual o distinto origen-, del tiempo promedio de la experiencia migratoria y de las cambiantes condiciones en origen y destino, bajo las cuales tal decisión se adopta.

    En virtud de los resultados obtenidos al preguntarse sobre las migraciones internacionales previas, el 58% de los encuestados manifestó haber realizado alguna migración internacional, siendo España el país al que más ha emigrado (38%) la población nacida en Venezuela. Por otra parte, un 41% señaló no haber emigrado a otro país y un 1% no respondió. No obstante, dentro de ese 41% que descarta el “movimiento de personas que dejan su país de origen o en el que tienen su residencia habitual, para establecerse temporal o permanentemente en otro país distinto al suyo (…)”, el 17% de tales encuestados, venezolanos de nacimiento, reside precisamente en una región o país diferente a Venezuela. Del total de personas que viven en el hogar del encuestado, un 51% no ha emigrado y un 49% sí lo ha hecho. De este porcentaje destaca la emigración de la propia persona encuestada (28%), seguida de la de sus hijos (9%), del cónyuge/pareja (4%), de los padres (3%), de los hermanos (3%) y de otros familiares (2%).

    En relación a la pregunta sobre el momento de la decisión migratoria en el que se encontraba la persona encuestada, un 22% ha considerado emigrar y tiene claro cuándo y dónde emigrar, un 21% ha considerado emigrar, pero no tiene claro cuándo ni dónde emigrar; un 1% no tiene claro cuándo, pero sí dónde emigrar; otro 1% ha descartado emigrar y otro 1% responde que ya ha emigrado. Un 54% de los encuestados marcó la opción “No sabe/No contesta”, quizá por la situación de la familia (vive donde reside actualmente el encuestado, los hijos están estudiando,…), por la economía del hogar (recordemos que un 37% de los encuestados percibía un ingreso inferior a 600 euros al mes), o porque dentro de dicha categoría se encuentren encuestados que no piensen emigrar, o no sepan qué responder.

    En relación a los motivos por los cuales no se ha planteado emigrar la población encuestada, se obtuvieron los siguientes resultados: un 17% manifiesta que su familia vive en el lugar donde reside el encuestado, un 9% señala que sus hijos están estudiando, un 8% hasta el momento no se ha planteado emigrar, un 4% porque tiene una vivienda propia y otro 4% porque tiene un trabajo estable, un 3% porque donde actualmente reside hay más seguridad, un 2% puede disfrutar de su jubilación en la región/país de residencia, y un 1% expresa que no se ha planteado emigrar porque donde reside puede: o bien iniciar o continuar sus estudios, o desarrollarse profesionalmente, o recibir atención médica gratuita por la Seguridad Social, o por la edad que tiene ya no piensa emigrar o porque ya obtuvo la nacionalidad española. Un 48% de la población encuestada no respondió la pregunta.

    En el caso de los encuestados que consideran emigrar, al preguntarles cómo se han planteado tal emigración, en términos de la duración de la estancia fuera del país/región de residencia, un 26% de los encuestados expresó que como una migración definitiva, un 17% como una migración temporal/mayor de 3 meses y menor de 1 año, un 1% como una migración mayor de 1 año, pero no definitiva; otro 1% como una migración temporal de 3 a 5 años, otro 1% considera que dependerá de la situación en la que se encuentre y otro 1% no tiene planteado emigrar. Un 53% de la población encuestada no respondió la pregunta. Podríamos suponer, que se está considerando “seriamente” la opción migratoria, en virtud de los resultados y del contexto adverso.

    Por su parte, dentro del colectivo de las personas encuestadas que hubieran migrado o se encontraran en proceso de tomar la decisión migratoria, se solicitó indicar las principales actividades realizadas a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC), antes, durante y después de su toma de decisión migratoria, y estos fueron los resultados obtenidos para cada uno de los tres apartados de la pregunta: Antes, un 31% buscó información a través de personas, instituciones y empresas en su país de origen sobre posibles destinos migratorios; un 5% consultó en Consulados, Embajadas y Administraciones Públicas (AAPP) sobre la documentación solicitada para entrar en los posibles países de destino; un 4% contrastó información con personas y empresas que se encontraban en otro país sobre esos destinos migratorios; un 2% buscó recursos económicos para pagar el pasaje y un 1% conoció y aprendió el idioma del potencial destino. Un 57% de los encuestados no respondió este primer apartado de la pregunta.

    Durante, un 16% buscó recursos económicos para pagar el pasaje, un 7% gestionó la venta, el alquiler o la compra de propiedades en origen o en destino; un 5% tramitó el acceso a una vivienda en el destino elegido; un 3% tramitó documentos (vigencia del pasaporte, visa, estudios) y otro 3% consultó medios de comunicación impresos y digitales para obtener información relevante; un 2% consultó en Consulados, Embajadas y AAPP sobre la documentación requerida para el correspondiente ingreso y otro 2% contrastó información con personas/empresas en otro país sobre destinos migratorios. Un 62% no respondió este segundo apartado de la pregunta.

    Después, un 15% envió o recibió transferencias de dinero que necesitaran familiares, un 10% mantuvo contacto con sus redes sociales en origen, un 2% se comunicó con familiares/amigos que viven en la misma ciudad donde reside actualmente, un 1% conoció y aprendió el idioma del país de destino, otro 1% consultó en Consulados, Embajadas y AAPP sobre la documentación solicitada en el país de destino; otro 1% consultó los medios de comunicación impresos/digitales para obtener información relevante, otro 1% está en permanente contacto con sus redes sociales en otros países, otro 1% gestionó la venta, alquiler o compra de propiedades en origen y/o en destino; otro 1% gestiona el mantenimiento, la venta, el alquiler o la compra de bienes muebles e inmuebles; otro 1% considera la posibilidad de retornar o de realizar una nueva migración y otro 1% realiza seguimiento de potenciales ofertas de empleo en destino. Un 65% no respondió este tercer apartado de la pregunta.

    Por todo lo señalado, nos atreveríamos a confirmar esta quinta subhipótesis, al considerar que la decisión de retornar depende de los factores que en su momento influyeron en la decisión de emigrar del origen (búsqueda de información, tramitación de documentos, venta de bienes,…), de la adaptación o integración en destino (tomando en cuenta, entre otros motivos, el matrimonio o la unión con una persona de igual o distinto origen), del tiempo promedio de la experiencia migratoria y de las cambiantes condiciones en origen y destino (considerando por ejemplo, el envío de remesas), bajo las cuales tal decisión se adopta.

    Resultados de las Entrevistas A continuación se presentan, como resultados de las entrevistas, las reflexiones sobre las informaciones recogidas en los encuentros con los tres funcionarios del Gobierno de Canarias, del Cabildo Insular de Tenerife y del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife; plasmados sus extractos al comienzo del presente capítulo y el conjunto de los diálogos en los Anexos.

    H1: La existencia de redes familiares, de amistad y de paisanaje en origen y en destino marcan la pauta de la reproducción cultural y de la conformación, mantenimiento y afianzamiento de los vínculos entre origen y destino, propiciando futuras migraciones gracias a la información de primera mano y a los recursos tangibles e intangibles que aportan a la población objeto de estudio.

    Hemos podido ver que debe existir “un mínimo de redes de canarios” en los países de destino donde llega la acción exterior del Gobierno de Canarias, que justifique la actuación gubernamental (con la partida presupuestaria que conlleva), pues en caso contrario, se habría retirado la oficina del Gobierno de Canarias que allí existiera, no tendría sentido la figura de un Delegado del Gobierno in situ, ni la Fundación España Salud, ni tampoco tendría razón de ser la presencia de numerosas entidades canarias en el exterior. Sobre este particular, cabe destacar que, en menos de un lustro, teniendo en cuenta que la entrevista al exDirector General de Emigración se realizó en noviembre de 2017, se ha producido “el cierre” de 22 de las 42 entidades que había entonces, pues a comienzos de 2022, había 20 asociaciones dentro del territorio venezolano, según la información publicada en la página web de la Viceconsejería de Acción Exterior, como se ha comentado en la investigación.

    Pareciera que tales redes de paisanaje, hubieran desistido de su afán de mantener una infraestructura, cuando menos, que agrupara a los isleños, o en virtud del contexto que se vive desde hace años, hubiera habido una merma de envergadura a distintos niveles, o quizá, hubieran emigrado del país las personas que gestionaran tales asociaciones, o fueran tan pequeñas o no precisaran del Gobierno de Canarias para su incorporación en el listado de entidades. Unido a lo anterior, el conjunto de ayudas oficiales lógicamente se (re)dirigirían hacia las regiones o países donde mayoritariamente se encontrara la comunidad canaria, en aras de cumplir con el mandato del Estatuto de Autonomía de Canarias y mantener también los vínculos y la atención que bien corresponde a las necesidades de sus representados y la preservación de la cultura canaria en el exterior. Es por ello, que nos atrevemos a confirmar esta primera subhipótesis, dadas las actuaciones de interés que el Gobierno autonómico viene desarrollando, concretamente con aquel colectivo residenciado en Venezuela, desde comienzos de la década de los ochenta, y especialmente, con quienes más lo necesitan, afianzando los vínculos entre origen y destino, atendiendo las demandas, y quizá, previendo futuras migraciones de segundas o terceras generaciones o retornos de los antiguos emigrantes.

    Dado el contexto social, político y económico que existe en Venezuela, las redes de paisanaje materializadas en asociaciones que desde hace más de un siglo se han creado en dicho país en aras de preservar los valores de la cultura canaria y el mantenimiento y fortalecimiento de los vínculos entre dichas asociaciones y el colectivo que representan, pero también con las instancias oficiales, unidas a las demás redes familiares y de amistad que históricamente se han formado y a las ayudas que desde el Gobierno de Canarias durante cuatro décadas se han venido ofreciendo a los canarios, especialmente, a los mayores de 65 años, pero también desde esa y las demás instancias, se ofertan a todos los grupos de edad; podríamos confirmar esta primera subhipótesis, en virtud del creciente número de llegadas de población de origen venezolano que se ha venido produciendo en los últimos años y de la necesaria coordinación de las diferentes Administraciones Públicas, empresas privadas y el tercer sector para atender las necesidades de quienes más lo requieran como bien corresponde.

    H2: El perfil sociodemográfico de la población en estudio (sexo, edad, nivel de estudios, estado civil, número de hijos, situación laboral,…) podría favorecer futuras migraciones y el retorno de antiguos emigrantes de edad avanzada que requieren determinadas ayudas y prestaciones.

    Atendiendo al perfil sociodemográfico de la población objeto de estudio, encontramos diversas actuaciones realizadas por los diferentes niveles de gobierno en el Archipiélago dirigidas a todas las edades, según cumplieran determinados requisitos que exigiera la normativa respectiva. En relación al conjunto de las ayudas que gestiona la Viceconsejería de Acción Exterior del Gobierno de Canarias), se ofrecen básicamente a los canarios mayores de 65 años, pero como hemos podido ver, se ha ampliado el rango de edades y el radio de acción de las intervenciones realizadas, incluso, considerándose la posibilidad de poder retomar las ayudas que en su día ofrecieron a los canarios que retornaban a las Islas. Se destaca, dadas las circunstancias del país, que probablemente, se deban ofertar otras ayudas que suplan determinadas carencias que se han ido advirtiendo en los beneficiarios de las ayudas ofrecidas hasta ahora, y aunque se desestima un posible “efecto llamada” de la población canaria que reside en Venezuela y se beneficia de las ayudas que recibe en dicho país, se prevé que, de continuar la crisis existente, quizá pueda aumentar el número de retornados. Por su parte a nivel insular, se hacía mención al “Proyecto Base 25” (de Cáritas Diocesana) con el cual se colabora, y que le da alojamiento y una salida laboral a las personas sin hogar (entre las que se encuentran los venezolanos que presenten una situación que precise la debida intervención social), exceptuando a quienes no tuvieran todavía los tres años de residencia en Tenerife, apoyando igualmente a diferentes asociaciones de la isla en las actividades que desarrollen en pro de los colectivos que representan. A nivel municipal, se informó de un amplio catálogo de ayudas dirigido a la población empadronada en el municipio de Santa Cruz de Tenerife de diferentes edades, y que, por su situación socioeconómica (ingresos mínimos), requiriera la asistencia de dicha Corporación Local.

    En relación a esta segunda subhipótesis, podríamos señalar que, en principio, se confirmaría, a pesar del número y la variedad de ayudas que se ofrecen a los colectivos que más lo necesitan (por ejemplo, para las ayudas que suele ofrecer el Gobierno de Canarias a la comunidad canaria residente en el exterior, concretamente en Venezuela, se publica anualmente en el Boletín Oficial de Canarias la convocatoria respectiva) y las propuestas que se han previsto llevar a cabo en el futuro inmediato, en virtud del contexto adverso en el cual se encuentra Venezuela y las previsiones realizadas por los funcionarios. Valga mencionar que, con posterioridad a nuestras entrevistas, se publicaron también las resoluciones de las dos Universidades Públicas de Canarias para la realización del proyecto piloto del Master Complementario sobre el cual nos dio “la primicia” el exDirector General de Emigración.

    H3: La nacionalidad de los migrantes o potenciales migrantes, y concretamente, de los descendientes de migrantes, unido al tiempo que se lleva en la sociedad donde se reside, influyen en la toma de decisión migratoria.

    Para esta tercera subhipótesis, y en base a las informaciones reflejadas en la segunda subhipótesis, consideraríamos que quizá, las ayudas ofrecidas “en el terreno”, servirían de “incentivo” para permanecer dentro del territorio venezolano y poder continuar recibiendo la atención correspondiente, salvo en los casos en los que se vieran beneficiados los jóvenes que participaran en la convocatoria del Master complementario y debieran residir durante un año en las Islas para luego regresar a Venezuela y volcar el aprendizaje recibido en beneficio de la sociedad venezolana. No obstante, en virtud de la profundización de la crisis en el país suramericano y las previsiones realizadas por los funcionarios, es muy probable que el número de retornos y de llegadas de segundas y terceras generaciones de aquellos antiguos emigrantes, aumente en el futuro próximo. Por todo ello, nos atreveríamos a confirmar esta tercera subhipótesis.

    H4: Los medios de comunicación a través de las imágenes que transmiten sobre ciertos destinos y valores, y de los traslados que posibilitan entre origen y destino configuran y canalizan el flujo migratorio, favoreciendo el cuándo y el cómo tomar la decisión de emigrar.

    Al hilo las informaciones recabadas y plasmadas en las tres subhipótesis anteriores, podríamos confirmar esta cuarta subhipótesis, dada la función que han venido cumpliendo los medios de comunicación en la difusión de información y en el mantenimiento de los vínculos entre origen y destino, así como también las redes de apoyo y “la complicidad”, como destacaba el exDirector General de Emigración, que en diferentes establecimientos y empresas tienen en Venezuela con la comunidad canaria, gracias a esos vínculos que desde otrora se han formado entre Canarias y Venezuela, al profundo aprecio que se le tiene desde siempre a “los isleños” en el país y al buen hacer y bonhomía que les ha caracterizado durante siglos en la anterior “octava isla”. Por todo ello, confirmaríamos esta cuarta subhipótesis.

    H5: La decisión de retornar depende de los factores que en su momento influyeron en la decisión de emigrar del origen, de la adaptación o integración en destino –tomando en cuenta, entre otros motivos, el matrimonio o la unión con una persona de igual o distinto origen-, del tiempo promedio de la experiencia migratoria y de las cambiantes condiciones en origen y destino, bajo las cuales tal decisión se adopta.

    En esta última y quinta subhipótesis, igualmente nos atrevemos a confirmar el planteamiento reseñado, en virtud del papel clave que juegan las condiciones macro, meso y micro en la decisión migratoria, y especialmente, el papel de las redes sociales (familiares, de amistad y paisanaje). Y no solo en la decisión migratoria, como hemos podido ver, sino especialmente, en el proceso de adaptación o integración en destino. Sobran los ejemplos de la prolongada estancia, participación y contribución al desarrollo de Venezuela que desde la época de la conquista ha caracterizado a la comunidad canaria, haciéndola merecedora de grandes afectos. Las circunstancias que en diferentes épocas hicieron de aquel país un nuevo El Dorado para los canarios, no son las mismas en la actualidad, por lo cual, el retorno y el acompañamiento del retorno probablemente continuarán.

    Resultados de las Historias de Vida Se presentan los resultados obtenidos a través de las cuarenta y dos (42) historias de vida recogidas en la presente investigación, como se indicó en su momento.

    H1: La existencia de redes familiares, de amistad y de paisanaje en origen y en destino marcan la pauta de la reproducción cultural y de la conformación, mantenimiento y afianzamiento de los vínculos entre origen y destino, propiciando futuras migraciones gracias a la información de primera mano y a los recursos tangibles e intangibles que aportan a la población objeto de estudio.

    Atendiendo al perfil de la población entrevistada, podría confirmarse esta primera subhipótesis, como también tendremos ocasión de ver en la tercera subhipótesis. Del conjunto de personas entrevistadas, excluyendo a las trece (13) nacidas en el Archipiélago, las veintisiete (27) personas nacidas en Venezuela presentan algún nexo con personas nacidas en Canarias o en otras Comunidades Autónomas, a saber: porque son descendientes de canarios/españoles (hijas, nietas, bisnietas, tataranietas), o por ser cónyuges de personas con nacionalidad española, o porque han obtenido la nacionalidad española por sus años de residencia en las Islas, o tras haber obtenido un visado por estudios concediéndoles posteriormente la nacionalidad española, o porque sus cónyuges o ellas mismas tienen pasaporte europeo al ser descendientes de otros nacionales de la Unión Europea y se encuentran en Tenerife porque residen familiares canarios, o están en trámites para obtener la nacionalidad por reagrupación familiar, gracias a que sus hijos ya poseen la nacionalidad española por residencia.

    Y en lo que respecta a las dos (2) personas nacidas en Colombia y en Cuba, en el primer caso, se obtuvo la nacionalidad española por ser cónyuge de venezolana con nacionalidad española (hija de tinerfeño y venezolana con hijo español) y en el segundo caso, porque la madre recuperó la nacionalidad española de sus padres peninsulares, además de ser cónyuge de venezolano hijo de gomeros. Todas las personas entrevistadas tienen vínculos con familiares, amistades y paisanos en Venezuela, Tenerife, otras islas y regiones españolas y en diferentes países.

    Asimismo, se han asociado a diversas entidades para preservar la cultura canaria, las segundas y terceras a generaciones han viajado a la tierra de sus padres y abuelos para el mantenimiento del vínculo, se han conservado para el recuerdo las significativas remesas que se recibieron de los padres desde Venezuela durante la infancia o la juventud en las islas y que contribuyeron en parte al progreso del terruño, se rememora el efecto producido por aquellos “indianos” que retornaban a Canarias mostrando los bienes, modas, modos y lenguajes adquiridos allende los mares; se recuerda con orgullo la impronta del canario en Venezuela, como por ejemplo, la del agricultor palmero, especialmente, en el desarrollo de la agricultura venezolana; entre otros factores.

    H2: El perfil sociodemográfico de la población en estudio (sexo, edad, nivel de estudios, estado civil, número de hijos, situación laboral,…) podría favorecer futuras migraciones y el retorno de antiguos emigrantes de edad avanzada que requieren determinadas ayudas y prestaciones.

    En esta segunda subhipótesis igualmente nos atreveríamos a confirmarla, pues como hemos podido ver, en la presentación previa de las historias de vida realizadas y dado el contexto adverso que aún existe en Venezuela; podría considerarse que los antiguos emigrantes canarios que aún se encuentren en Venezuela, en virtud de su edad y de las circunstancias particulares en las que se encuentren (de salud, económicas,…), tomarían la decisión de retornar a las islas, junto con las segundas y terceras generaciones descendientes de aquellos y los demás miembros del núcleo familiar. Tal como se nos ha informado, algunos familiares que se encuentran en Venezuela y no lo habían hecho hasta ahora, han “reactivado” la nacionalidad española por si llegara a presentarse alguna eventualidad y se vieran en la necesidad de salir del país. A continuación, algunos ejemplos de aquella juventud con la cual se emigró y la edad con la cual se retorna, los padecimientos y vicisitudes que han conllevado ese regreso o esa permanencia en Canarias, los sacrificios hechos, las decisiones tomadas, los anhelos por una mejor calidad de vida, “la aventura del saber”, la ayuda al retornado, la consecución de una estabilidad laboral, la necesaria adaptación al medio, la búsqueda de seguridad para los hijos.

    Se puede apreciar igualmente, el nivel de estudios y la situación ocupacional de las personas entrevistadas en las historias de vida, donde destacan que el 50% de las personas entrevistadas nacidas en Venezuela había finalizado sus enseñanzas superiores universitarias y el 14% de la población nacida en Canarias, tenía estudios primarios, dada las escasez de escuelas y la necesidad imperiosa de trabajar que se vivía en las islas durante sus años de infancia, aunque un 12% pudo completar sus estudios de bachillerato. Por otra parte, llama la atención que el 29% de la población nacida en Venezuela, se encontraba en situación de desempleo, el 18% de los nacidos en Canarias cobraban pensión de la Seguridad Social española, pero el 10% de canarios no cobraba la pensión de jubilación que debían recibir de Venezuela. Tampoco recibían esta pensión, el 7% de venezolanos entrevistados.

    H3: La nacionalidad de los migrantes o potenciales migrantes, y concretamente, de los descendientes de migrantes, unido al tiempo que se lleva en la sociedad donde se reside, influyen en la toma de decisión migratoria.

    En esta tercera subhipótesis, nos atrevemos igualmente a confirmarla, en virtud de la posibilidad que se le ofrece a quienes poseen la nacionalidad española, o de otro país de la Unión Europea (italiana, portuguesa,..), para acceder a los demás países de la Unión, bien sea por motivos académicos, laborales o de otra índole. Sobre ello algunos entrevistados comentaban que, en caso de que sus hijos aún en Venezuela, decidieran emigrar a España y, concretamente a las islas, “tendrían el continente a sus pies”, facilitándoles por tanto una “circularidad migratoria” por el Espacio Schengen, gracias a la nacionalidad de sus padres o abuelos, o también a la nacionalidad española obtenida por ser cónyuge de comunitario, o por residencia, o por reagrupación familiar.

    Cabe destacar que, dentro del conjunto de las personas entrevistadas, el 36% presenta la condición de hija/o de español. Y en cuanto a las personas que aún están tramitando la nacionalidad, dispondrían de algún documento que acreditara la legalidad de su estancia y residencia en el país, a saber: o un certificado de matrimonio, o una carta de invitación, o un permiso de residencia temporal, o un permiso de trabajo, o el libro de familia expedido en el Consulado General de España en Caracas, por citar solo algunos. Como en los años de la emigración masiva a Venezuela que debían tramitarse y presentarse diferentes documentos para poder salir y entrar legalmente de ambos territorios.

    Por otra parte mencionar, la importancia que durante la década de los cincuenta y sesenta, tuvo el encuentro con “isleños” conocidos en los puertos y ciudades del país suramericano, la dificultad que entrañó para quienes emigraron con corta edad, regresar a las islas después de décadas en Venezuela, los viajes a las islas para contraer nupcias con la persona que antes de partir habría quedado en Canarias a la espera del regreso de su prometido, o si no hubiera sido posible el regreso, haberse “casado por poder”, mientras se retornaba; el soporte jurídico que otorga la nacionalidad española para quienes llegan a las islas, reduciendo los riesgos que conllevaría emigrar a otro país sin familiares cerca o sin un idioma compartido, o el emigrar “a ciegas”, sin conocer la sociedad de destino, pero con la confianza en el cónyuge descendiente de canarios y para empezar una nueva vida retornando a las raíces.

    H4: Los medios de comunicación a través de las imágenes que transmiten sobre ciertos destinos y valores, y de los traslados que posibilitan entre origen y destino configuran y canalizan el flujo migratorio, favoreciendo el cuándo y el cómo tomar la decisión de emigrar.

    En relación a esta cuarta subhipótesis, también la confirmaríamos, dadas las informaciones recopiladas y la importancia que han tenido los medios de comunicación en el mantenimiento de los vínculos entre origen y destino, pero especialmente, en la vivencia, en la “presencia en la ausencia” de los seres queridos que no están a nuestro lado sino a miles de kilómetros de distancia, pero que se perciben cercanos, al escucharlos, al verlos, al compartir en tiempo real, a pesar de la diferencia horaria, momentos entrañables, alegrías, tristezas, inquietudes, necesidades.

    A veces esos contactos a través de los medios de comunicación, concretamente, de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación; que posibilitan envíos y recepciones de mensajes de texto, audios, videos, fotografías, documentos,…; contribuyen a sentir una gran fortaleza de esos vínculos con las redes sociales (familiares, de amistad y paisanaje), si se mantienen, claro está. Incluso, para controlar los gastos, utilizando tarjetas telefónicas. Todo sea por continuar en comunicación con los seres queridos, que por demás, dada la situación que desde hace lustros se vive en Venezuela, cada vez se dirigen hacia otros destinos en busca de una vida mejor.

    Pero también puede suceder, que se consideren débiles, poco profundos y en el peor de los casos, inexistentes, por circunstancias ajenas a la voluntad de los interlocutores, por falta de libertades, por dificultades para establecer conexiones, por necesidad de corroborar determinadas informaciones sesgadas que circulan por doquier causando temor y angustia. También cabe la posibilidad, que las imágenes que se envíen no se correspondan con la realidad, y se tenga una visión distorsionada de lo que en verdad sucede, o se aprovechen de las relaciones sociales que tienen en el país desarrollado.

    H5: La decisión de retornar depende de los factores que en su momento influyeron en la decisión de emigrar del origen, de la adaptación o integración en destino –tomando en cuenta, entre otros motivos, el matrimonio o la unión con una persona de igual o distinto origen-, del tiempo promedio de la experiencia migratoria y de las cambiantes condiciones en origen y destino, bajo las cuales tal decisión se adopta. En esta quinta y última subhipótesis, reiteramos la confirmación de su enunciado, tal como hemos hecho con las anteriores subhipótesis, pues esa decisión de volver al terruño, de volver a las raíces, de volver al hogar, así como cuando se tomó la decisión de emigrar, vuelven a (re)considerarse los factores, que determinaron aquella primera partida del origen. Incluso, contemplarse la posibilidad de una reemigración hacia otros destinos. Tal decisión se ve afectada por las circunstancias personales de cada individuo (nivel micro), como podrían ser: edad, nivel de estudios, servicio militar, situación laboral, estado civil, número de hijos, bienes en origen, experiencias migratorias previas, años de residencia en el lugar donde se encuentre, entre otros.

    Igualmente, es importante la posibilidad de tener redes sociales (familiares, de amistad y paisanaje) en potenciales destinos (nivel meso), para aminorar los riesgos, los gastos y la incertidumbre que conllevaría la decisión migratoria. Y por supuesto, tener en cuenta también, las diferentes coyunturas (nivel macro) del momento, bien sea a nivel político, económico, social o cultural y tengan por nombre: Caracazo, intentonas de golpes de estado, violencia, inseguridad, falta de oportunidades laborales, nuevas repúblicas, devaluación monetaria, racionamiento, despidos masivos, persecución, expropiación, disponibilidad de circulante, reducción de servicios aeroportuarios, hiperinflación, escasez de alimentos, de combustible, de medicinas, apagones continuos, deficiente suministro de agua potable, resurgimiento de enfermedades fácilmente prevenibles y otrora erradicadas y, más recientemente, pandemia del COVID-19; por citar algunos.

    A modo de conclusiones y en virtud de las fuentes de información consultadas, del problema de investigación al cual se le daría respuesta, de los objetivos a desarrollar, de la hipótesis y subhipótesis a contrastar con el trabajo de campo y de los resultados obtenidos, se llegaron a las consideraciones generales que seguidamente se presentarán, las cuales, a modo de conclusiones, esperan poder ofrecer humildemente una pequeña aportación en el área de la Sociología de las Migraciones, sobre un tema de gran complejidad, dinamismo, multidimensionalidad y en permanente transformación. En el caso que nos ocupa, se comprobó la hipótesis de investigación, a saber: La población de origen venezolano que ha llegado a Tenerife comprende fundamentalmente el acompañamiento del largo retorno de la emigración canaria proveniente de aquella isla que se dirigió a Venezuela desde los años cuarenta del siglo pasado, la cual, gracias a las redes familiares que han formado y a los diferentes medios de comunicación utilizados, han mantenido y fortalecido en el tiempo los vínculos entre origen y destino, así como también sus correspondientes subhipótesis.

    Asimismo, se pudo dar respuesta al problema de investigación, afirmando que: El rol de las redes familiares, de amistad y paisanaje y los medios de comunicación disponibles, han mantenido los vínculos entre la emigración tinerfeña que se dirigió a Venezuela y la población de origen venezolano que ha llegado a Tenerife, formando parte del proceso de retorno a la isla. Tal afirmación, que podría calificarse como “verdad de Perogrullo”, ha sido una constatación, gracias al trabajo de campo realizado, a la documentación consultada, a los eventos a los cuales se asistió, a las referencias de personas desde otrora conocidas que comentaban sus “cuitas”, como decían en el terruño, a hombres y mujeres que arriesgaron unos y dieron su vida otros por mejorar un pueblo, una ciudad, un país; que padecieron hambre, miseria y trabajos forzados, que sufrieron cárcel, persecuciones, rastreos, expropiaciones, despidos injustificados por trabajar en una empresa estatal y no compartir determinada ideología política; que han visto peores y mejores momentos en su peculio, en su salud, en su vida; y allí, cerca o lejos, estuvieron y siguen estando, sus redes sociales: su familia, sus amigos, sus paisanos.

    Y esas redes sociales que han vinculado históricamente a Tenerife y Venezuela debemos ponerlas en valor, orientando nuestras intervenciones a la mejora conjunta, asumiendo responsabilidades globales mediante acciones locales concretas. La finalidad de todo ello, es aprovechar los recursos que se tengan al alcance, especialmente, el capital social que se ha creado con el paso del tiempo gracias a las relaciones que han tejido y mantenido las redes sociales familiares, de amistad y de paisanaje, y, el capital humano autóctono, alóctono e intergeneracional que poseen Tenerife y Venezuela, sin olvidar las oportunidades que pueden ofrecer los elementos (favorables o desfavorables) del contexto y las particularidades a nivel individual que caractericen a sus habitantes y en consecuencia, transformar su realidad social, política, económica y cultural.

    En definitiva, crear o continuar creando sinergias para conseguir entre todos y para todos, el desarrollo local, regional, nacional, global que necesitan las presentes y futuras generaciones de nuestra sociedad de forma participativa, responsable y sostenible. Desarrollemos pues la riqueza patrimonial de nuestra región, integrando lo propio y lo ajeno, la diversidad de culturas que desde otrora nos caracteriza, los lazos que nos unen a través de un océano de oportunidades, las viejas y las nuevas tecnologías que han permitido nuestra comunicación superando el tiempo y el espacio, las transformaciones económicas, políticas y sociales que han cambiado nuestra forma de entender el entorno que nos rodea, las personas y entidades que con el paso del tiempo han acompañado los diferentes momentos vividos.


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