Ayuda
Ir al contenido

Dialnet


Resumen de Iglesia y sociedad en Jerez de la Frontera a finales de la Edad Media (1392-1520).

Alberto Ruiz-Berdejo Beato

  • Durante el Antiguo Régimen, la Iglesia se alzaba como la piedra angular de los principales aspectos que articulaban las sociedades europeas. En este sentido, constituía la justificación para el reinado de los reyes y del rígido orden social establecido, el motor de una parte muy importante de las transacciones y negocios, y, por supuesto, la fundamentación teórica de todo un universo de conductas, comportamientos y actitudes cuya enumeración podría rozar lo infinito. La presente tesis propone la creación de una perspectiva integrada que permita estudiar la influencia de las instituciones eclesiásticas en el mundo urbano durante la Baja Edad Media. El inmovilismo del que, aún a día de hoy, sigue haciendo gala la institución contribuyó a construir una falsa sensación de estatismo histórico que permite hablar durante unos períodos notablemente largos de tiempo de unas características comunes. Este estudio, que comienza a finales del siglo XIV (1392) y se extiende hasta la segunda década del siglo XVI (1520), ofrece buena cuenta de ello. Durante un lapso de 128 años, se observa un universo eclesiástico y religioso homogéneo que, con ligeras modificaciones, se mantuvo estable hasta el Concilio de Trento (1545-1563) y la implantación de sus medidas en la archidiócesis de Sevilla a partir del Sínodo de 1604, verdadera culminación de los procesos eclesiásticos bajomedievales.

    Jerez de la Frontera, en el pujante marco hispalense, se presenta como una ciudad en pleno crecimiento, que terminaría por alcanzar el segundo lugar en la escala urbana del reino de Sevilla. Su Iglesia se desarrolló en consonancia y se constituyó como una de las más destacadas del arzobispado hispalense. Desde la Colegiata, templo principal, las influencias eclesiásticas emanaban a lo largo de todo el tejido urbano, extendiéndose con él más allá de las murallas. A las seis parroquias alfonsíes fundadas tras la conquista cristiana de la urbe se sumaron otras dos, extramuros. Junto a estas ocho parroquias, encontramos otras tantas capillas y ermitas, en plena construcción a principios del XVI, que ponen de manifiesto cómo el espíritu religioso, al igual que el urbano, comenzaba desbordar el ámbito parroquial. Salpicados entre parroquias y capillas, se cuentan hasta seis conventos e, incluso, un monasterio que, emplazado a una distancia considerable de la urbe, dominaba parte del amplio alfoz jerezano. No es de extrañar, pues, que esta amalgama de instituciones acabara calando en la población, cuyas asociaciones cofrades y hospitalarias crecieron en consonancia con las cifras demográficas de la ciudad. La poderosa red eclesiástica jerezana se completaba con, al menos, tres emparedamientos y otros colectivos de mulieres religiosae.

    Mediante un análisis cuantitativo y cualitativo de los protocolos notariales y las actas capitulares conservados en el Archivo Histórico Municipal de Jerez de la Frontera para el período apuntado, se ha llevado a cabo un estudio pormenorizado de las principales instituciones eclesiásticas jerezanas, sus miembros, sus implicaciones en el mundo secular y su calado en la configuración de los principales elementos devocionales de los habitantes de la ciudad. De este modo, se demuestra cómo la imbricación entre la realidad eclesiástica y la secular era total e indisoluble durante la Baja Edad Media y cómo ambas estaban relacionadas, se retroalimentaban y constituían un referente para la estructuración de la sociedad jerezana.


Fundación Dialnet

Dialnet Plus

  • Más información sobre Dialnet Plus