Resumen de Discapacidad intelectual en Centro Penitenciario Brians-1: prevalencia, características y necesidades específicas
Estudios científicos previos evidencian unas altas tasas de discapacidad intelectual (DI) en prisión. Sin embargo, sigue existiendo un gran número de presos con DI no diagnosticados. El objetivo de este estudio fue realizar una evaluación empírica de la prevalencia real de presos con DI, así como analizar sus características y necesidades específicas y compararlas con las de los presos sin DI teniendo en cuenta una serie de variables sociodemográficas, criminológicas, penitenciarias, clínicas, psicológicas y toxicológicas.
Metodología. Mediante técnicas de muestreo aleatorio estratificado se seleccionó una muestra de 177 presos en una prisión de Barcelona de 1229 internos. Los datos se obtuvieron a través de entrevistas con los presos, de sus historias clínicas y de los expedientes penales y penitenciarios. La evaluación de la DI se llevó a cabo mediante la escala de inteligencia Wechsler para adultos IV (WAIS- IV).
Resultados. Según resultados del WAIS- IV, 63 presos (35,5%) presentaron puntuaciones de cociente intelectual (CI) menores a 70 puntos y 58 presos (32,8%) presentaron CI entre 70 a 84 puntos. Los participantes con DI eran más jóvenes, con un mayor porcentaje de extranjeros, solteros, con mayor abandono de estudios escolares y con un menor nivel educativo y formativo. Además, presentaron un inicio de carrera delictiva más temprana, con mayores antecedentes de ingresos previos en prisión y en centro de menores y más probabilidades de encarcelamiento por delitos violentos. Los presos con DI mostraron más dificultades de adaptación en prisión, lo que se tradujo en más faltas disciplinarias (63,5%), mayor número de sanciones (49,2%) y aplicación medios coercitivos (52,4%) y una menor participación en actividades laborales. Asimismo, presentaron un mayor nivel de riesgo de violencia autodirigida, intrainstitucional y de reincidencia violenta, mayor porcentaje de comorbilidad psiquiátrica, seguimiento psiquiátrico y consumo de psicofármacos, de intentos de suicidio y autolesiones así como un alto nivel de malestar psicológico, con mayor consumo de tóxicos y mayor prevalencia de enfermedades por transmisión parenteral.
Conclusiones. Existe un número significativo de presos con DI y con problemas adaptativos en prisión. Su correcta identificación permitiría que recibieran un tratamiento multidisciplinar
