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Resumen de Beneficios para la salud y el bienestar de las personas derivados de la exposición a espacios azules urbanos

Mario Ballesteros Olza

  • La población urbana no ha dejado de crecer exponencialmente desde mediados del siglo XX y seguirá aumentando hasta superar los dos tercios de la población mundial en 2050, según la ONU. Si bien este proceso urbanizador suele traer consigo importantes beneficios relativos al crecimiento económico y el desarrollo humano, también plantea serios retos para la salud pública relacionados con la salubridad del ambiente urbano (casi una cuarta parte de las muertes globales anuales guarda relación con aspectos como la contaminación del aire, el efecto isla de calor, el sedentarismo de la población, etc., según la OMS).

    Debido a lo anterior, velar por la salud pública en las ciudades es más importante que nunca y, para ello, el planeamiento urbano emerge como una herramienta clave con la que trabajar por unas ciudades más sostenibles y saludables. A su vez, dentro de este planeamiento, la renaturalización de la ciudad está cobrando un papel cada vez más protagonista a la hora de contribuir a la mejora de la salud tanto ambiental como humana en estas zonas urbanas, tal y como atestiguan las nuevas agendas urbanas propuestas por la ONU o la UE.

    En este contexto, resulta fundamental garantizar que los responsables del planeamiento urbano, la protección del medioambiente y la promoción de la salud pública tengan a su disposición el mayor conocimiento posible sobre los beneficios para la salud humana que pueden derivarse de los espacios naturales urbanos y, por tanto, de la importancia de proteger y conservar estos espacios adecuadamente para asegurar su funcionalidad y prestación de servicios ambientales.

    Teniendo en cuenta que, dentro de este tema, los espacios verdes han sido más estudiados que los espacios azules (ríos, lagos, playas, etc.), esta tesis se centró en el estudio de estos últimos, con el objetivo principal de proveer de evidencia empírica acerca de los beneficios para la salud y el bienestar de las personas que se derivan de su exposición a estos espacios azules urbanos, contribuyendo así a la mejora de la salud pública a través del contacto con la naturaleza urbana, así como a la protección medioambiental de estos espacios y a la sensibilización de la población sobre este tema.

    Para lograrlo, se llevó a cabo un estudio de caso en la ciudad de Barcelona (España), en el que se analizó la posible asociación entre la proximidad a los espacios de playa desde el lugar de residencia y el estado de salud general de sus habitantes. Los resultados de la regresión planteada evidenciaron una asociación positiva entre vivir más cerca de las playas de Barcelona y una mejor salud general de las personas. Una asociación que se dio tanto al medir la proximidad a la playa como la distancia lineal desde el lugar de residencia, como al utilizar tres bandas de proximidad para dicho fin. Estos resultados refuerzan los hallazgos de estudios previos realizados en Inglaterra, por un lado, y sirven para contribuir a la escasa literatura existente hasta este momento sobre los posibles efectos salutogénicos derivados de las playas, conformada por unos pocos estudios realizados en diferentes localizaciones y con disparidad de enfoques y resultados.

    Además, en línea con lo que ya habían apuntado algunos estudios previos tanto para el caso de los espacios verdes como para el de los azules, al estratificar los resultados según el nivel de ingresos de la unidad familiar, las personas con un nivel socioeconómico más bajo presentaron una asociación más fuerte entre salud general y proximidad a la playa (en comparación con la muestra sin estratificar), mientras que para las personas de alto nivel socioeconómico no se encontraron efectos significativos.

    Como complemento a este estudio a nivel local, se desarrolló una segunda investigación a escala nacional para ofrecer una visión más global sobre las interacciones entre personas y espacios azules en España. Así, con el objetivo de conocer cómo valoran los usuarios los distintos tipos de espacios naturales urbanos y a qué se deben dichas valoraciones, se analizaron más de medio millón de reseñas de Google Maps, correspondientes a espacios azules (playas y parques ribereños) y espacios verdes (parques y jardines ornamentales) presentes en varias ciudades españolas. Los resultados mostraron que los espacios azules fueron mejor valorados que los verdes y, a su vez, que las playas, parques ribereños y jardines ornamentales presentaron valoraciones similares y superiores a las de los parques. Por otro lado, no se encontraron diferencias según la presencia de elementos como fuentes, pequeños estanques, etc., ni según los espacios se ubicasen en ciudades costeras o de interior.

    Además, se analizó la frecuencia con la que se mencionaban determinadas palabras clave en las opiniones escritas por los usuarios y se estimó, mediante un modelo de regresión logit, la probabilidad de que los espacios fuesen bien valorados según las palabras empleadas en sus opiniones. Las menciones a la estética de los espacios fueron las más frecuentes y de las que presentaron una asociación más fuerte con la probabilidad de que los espacios fuesen bien valorados. También destacaron las relacionadas con la práctica de actividad física, las interacciones sociales, la relajación, la calidad del aire, la naturaleza y la biodiversidad, así como las relativas al estado de conservación y limpieza del espacio en general.

    Al comparar las valoraciones y las opiniones efectuadas para los distintos tipos de espacios, los parques ribereños resultaron entre los mejor valorados y, a su vez, se mostraron como los espacios en los que las cuestiones sobre la salud de las personas tuvieron un mayor protagonismo (en el cómputo global). En este sentido, cabe destacar la preferencia de los usuarios para practicar actividad física en este tipo espacios (por delante del resto), así como para el encuentro social (solo por detrás de los parques) y para la relajación y el descanso (solo por detrás de los jardines ornamentales). Algo que podría interpretarse como que estos parques ribereños contribuyen a una mayor promoción de estas actividades saludables, en comparación con el resto de espacios.

    Por otra parte, los resultados no fueron tan destacables en el caso de las playas, las cuales, a pesar de su buena valoración, presentaron unos índices por debajo del resto de espacios para los aspectos relacionados con los beneficios para la salud humana. Esto contrasta con los hallazgos del tercer capítulo de esta tesis doctoral y con los de otros estudios experimentales realizados previamente por otros autores, especialmente en cuanto a la promoción de actividades saludables y a la relajación. Además, los registros para aspectos como la mitigación de problemas ambientales o las menciones a la naturaleza y la biodiversidad se vieron comprometidos por la falta de vegetación (característica de los paisajes de playa), poniendo de manifiesto la importancia de estos elementos verdes a la hora de proveer de ciertos servicios ambientales o de reforzar el sentido de conexión con la naturaleza de las personas (biofilia). En todo caso, esto también refuerza la idea de que la relación dosis-respuesta ideal (en términos de preferencia y beneficios para la salud humana) podría ser una mezcla entre elementos azules y verdes, tal y como sugiere parte de la literatura.

    Así, los resultados de esta investigación a escala nacional se alinean con los de estudios previos que sugieren una mayor preferencia por los paisajes con agua y una mayor disposición a pagar por viviendas o habitaciones de hotel con vistas a estos paisajes, y contribuyen al conocimiento sobre los beneficios para la salud que se derivan de la presencia y el contacto con los espacios azules urbanos.


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