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Resumen de Déficit de testosterona y disfunción eréctil en pacientes con síndrome metabólico

Francisco Javier Lucas Pérez-Romero

  • VII. RESUMEN INTRODUCCIÓN Se denomina síndrome metabólico al conjunto de alteraciones metabólicas constituidas por la obesidad de distribución central, la disminución de las concentraciones del colesterol HDL, la elevación de las concentraciones de triglicéridos, el aumento de la presión arterial y la hiperglucemia.

    Los importantes cambios surgidos en el estilo de vida en países desarrollados en las últimas décadas, como son la disminución de la actividad física y el aumento del aporte calórico han contribuido a una creciente prevalencia de sobrepeso, obesidad, dislipemias, hipertensión arterial y resistencia a la insulina con el consiguiente aumento de otras patologías asociadas a este tipo de problemas.

    Se estima que las personas afectadas con este síndrome, en torno a un 20 % de la población de los países desarrollados, tienen el doble de probabilidades de morir en diez años, tres veces más probabilidades de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral y cinco veces más riesgo de desarrollar diabetes mellitus tipo 2 que la población general, si es que no está ya presente en el momento del diagnóstico.

    La disfunción eréctil es la incapacidad persistente o repetida para alcanzar y mantener una erección con suficiente rigidez que permita una relación sexual satisfactoria.

    La erección masculina es una vivencia compleja y las causas de su disfunción son de etiología multifactorial estando íntimamente relacionadas la génesis orgánica y la psicológica fundamentalmente, aunque la etiología podría estar también relacionada con causas neurológicas, vasculares, hormonales, farmacológicas o por tóxicos.

    A pesar de su alta prevalencia, en torno al 20 % de los varones españoles presentan algún grado de disfunción eréctil, y el impacto indiscutible que tiene sobre la autoestima y la calidad de vida de los hombres, esta patología sigue siendo infradiagnosticada, probablemente debido a que se trata de un tema tabú; hecho desafortunado debido a que en la mayoría de los casos esta entidad tiene un tratamiento médico exitoso.

    OBJETIVOS 1. Determinar la prevalencia de hipogonadismo en pacientes con síndrome metabólico.

    2. Determinar la prevalencia de disfunción eréctil en pacientes con síndrome metabólico.

    3. Prevalencia de cada criterio ATP-III en pacientes con síndrome metabólico.

    4. Evaluar la calidad de vida en pacientes con síndrome metabólico.

    5. Evaluar la calidad de vida en pacientes con disfunción eréctil.

    6. Estudiar las características sociodemográficas, antropométricas y analíticas de los pacientes seleccionados con síndrome metabólico.

    7. Crear un modelo predictivo para calcular el valor de testosterona y el estado de hipogonadismo a partir de diversas variables que se pueden conseguir en la consulta de Atención Primaria.

    METODOLOGÍA Material: Según datos del INE 2010 la provincia de Albacete cuenta con una población de 401.682 habitantes, con una baja densidad de población (26,91 habitantes por km²), siendo su capital la más poblada de la comunidad de Castilla-La Mancha y concentrando en la misma el 42,44 % de la población de la provincia. De los 87 municipios que componen la provincia, sólo 6 superan los 10.000 habitantes (Albacete, Hellín, Villarrobledo, Almansa, La Roda y Caudete), a pesar de ello el 61,5 % de la población de la provincia es urbana, el 23,2 % semiurbana y tan sólo el 15,3 % rural.

    Pacientes y método: Entre los varones de 40 a 70 años de las poblaciones de Almansa (25.591 habitantes), Villarrobledo (26.311 habitantes), Hellín (31.054 habitantes), una consulta de Albacete (166.909 habitantes) y otra consulta de Casas Ibáñez (4.674 habitantes) se realizó un muestreo aleatorio simple a partir del censo de los mismos.

    Estas poblaciones y consultas contaban según el censo del 2008 con los siguientes varones entre 40 y 70 años: Almansa (4.578), Villarrobledo (4.203), Hellín (5.060), Albacete (417) y Casas Ibáñez (355).

    A las personas seleccionadas aleatoriamente se les mandó una carta donde se le informaba de los objetivos y características del estudio y se les citaba en Consulta. Se les mandó esta citación a Almansa (161), Villarrobledo (155), Hellín (223), Albacete (221) y Casas Ibáñez (102).

    Acudieron finalmente a la primera consulta un total de: Almansa [74 personas (45,96 %)], Villarrobledo [69 personas (44,51 %)], Hellín [67 personas (30,04 %)], Albacete [163 personas (73,75 %)] y Casas Ibáñez [85 personas (83,33 %)].

    Previo Consentimiento Informado, a los 458 varones entre 40 y 70 años que acudieron a la primera consulta se les recogieron datos antropométricos (edad, talla, peso, IMC, tensión arterial sistólica y diastólica, perímetro abdominal), otros datos (hábito tabáquico, nivel de estudios, uso de fármacos, enfermedades concomitantes) y se realizó una extracción sanguínea y una analítica de orina para determinar (Glucosa, Colesterol total, HDL, LDL, Triglicéridos, Proteina C Reactiva, Microalbuminuria, Creatinina en orina, Bilirrubina total, GOT, GPT, GGT, Fosfatasa alcalina).

    Posteriormente se citó telefónicamente para una segunda visita a todos los pacientes que cumplían al menos 3 criterios ATP-III para diagnóstico de síndrome metabólico. Fueron citados los siguientes pacientes: Almansa (16), Villarrobledo (15), Hellín (12), Albacete (32) y Casas Ibáñez (18), acudiendo todos ellos a consulta. En esta segunda consulta los pacientes cmplimentaron tres cuestionarios (LISAT 8 de satisfacción con la vida, SHIM y IIEF para el cribado de la disfunción eréctil) y se procedió a analizar la testosterona total de los sueros de todos estos pacientes.

    RESULTADOS De los 93 pacientes que cumplían al menos 3 criterios ATP-III la edad media fue de 53,33±8,19.

    En cuanto a la procedencia de los mismos, el 34,4% provenían del medio urbano (Albacete), el 46,2 % del medio semiurbano (Almansa, Villarrobledo y Hellín) y el 19,4 % del medio rural (Casas Ibáñez).

    El 5,3 % no había concluido sus estudios de primaria, el 57,9 % tenía primaria, el 31,6 % secundaria y el 5,3 % habían concluido estudios universitarios.

    El hábito de fumar lo presentaba el 50,5 % de los pacientes, siendo más prevalente en el medio rural (61,11 %) que en el urbano (53,12 %) o semiurbano (44,18 %).

    Entre las característica antropométricas de los pacientes se obtuvieron los siguientes valores: talla: 1,69±0,07 metros, peso: 90,68±14,29 Kilogramos, IMC: 31,48±4,30 Kg/m², perímetro abdominal: 104,11±11,46 centímetros, tensión arterial sistólica: 145,87±15,80 mmHg, tensión arterial diastólica: 86,69±8,15 mmHg.

    Entre las característica analíticas del estudio se objetivó: glucosa (113,44±25,63 mg/dl), colesterol total (225,86±53,35 mg/dl), LDL (147,44±47,53 mg/dl), HDL (44,25±13,80 mg/dl), triglicéridos (198,26±92,78 mg/dl), proteina C reactiva (5,73±13,72 mg/l), testosterona total (4,31±1,28 ng/ml), microalbuminuria (31,02±59,97 mg/l), creatinina en orina (126,49±49,30 mg/dl), bilirrubina total (0,73±0,30 mg/dl), GOT (36,42±88,69 mg/dl), GPT (54,71±193,01 mg/dl), GGT (56,59±68,12 mg/dl), fosfatasa alcalina (79,28±43,78 mg/dl).

    En el momento de la intervención, el 26,9 % de los pacientes consumían fármacos antihipertensivos, el 19,4 % antidiabéticos y el 18,3 % hipolipemiantes.

    De los 458 varones entre 40 y 70 años que acudieron a la primera consulta, un total de 93 cumplían criterios de síndrome metabólico siendo la prevalencia por localidades la siguiente, Total: 20,30 %; Albacete, 19,63 %; Almansa, 21,62 %; Villarrobledo, 21,73 %; Hellín, 17,91 %; Casas Ibáñez, 21,17 %.

    La prevalencia del síndrome metabólico aumentaba con la edad, objetivando que en el tramo etario de 40 a 49 años la prevalencia era de un 15,18 %, aumentando al 22,75 % en la población masculina entre 50 y 59 años con una prevalencia del 31,57 % en los varones entre 60 y 70 años de edad.

    La prevalencia de hipogonadismo (valores de testosterona total por debajo de 2,31 ng/ml) entre los pacientes con síndrome metabólico era del 4,3 %. Tenían cifras de testosterona total límite (valores de testosterona total entre 231 y 3,46 ng/ml) el 22,8 % de los pacientes con síndrome metabólico y el 75 % presentaban cifras de testosterona total consideradas dentro de la normalidad (valores de testosterona superiores a 3,46 ng/ml).

    Por edades, presentaban cifras de testosterona patológicas el 0 % de los varones entre 40 y 60 años y el 16,7 % de los que tenían entre 60 y 70 años de edad. Presentaban un hipogonadismo dudoso (valores de testosterona entre 2,31 y 3,46 ng/ ml) el 8,3 % de los varones entre 40 y 49 años, el 28,1 % de los que tenían entre 50 y 59 años y el 37,5 % de los que tenían entre 60 y 70 años de edad. Tenían cifras normales de testosterona el 91,7 % de los de 40-49 años, el 71,9 % de los de 50-59 años y el 45,8 % de los que estaban entre 60 y 70 años de edad.

    Atendiendo a los resultados del cuestionario SHIM, la prevalencia de disfunción eréctil en los pacientes con síndrome metabólico en cualquiera de sus grados sería de un 43,5 % (siendo leve en el 28,3 % de los pacientes, levemoderada en el 13 %, de un 1,1 % moderada y grave en el 1,1 %).

    La prevalencia de disfunción eréctil por edades en pacientes con síndrome metabólico aumentaba, objetivamos que el 30,6 % de los varones entre 40 y 49 años presentan algún grado de disfunción eréctil, un 31,2 % de los que tenían entre 50 y 59 años y un 78,8 % de los que tenían entre 60-70 años de edad.

    De los 5 criterios ATP-III, el más prevalente en pacientes con síndrome metabólico sería la hipertensión arterial, el 95,70 % de los pacientes lo cumplían, seguido de niveles superiores a 150 mg/dl de triglicéridos que los presentaban el 70,90 % de los pacientes. En tercer lugar se obtuvo obesidad central con un 68,80 %. Le siguen niveles altos de glucemia en sangre con un 55,90 % y finalmente se objetivó que el 44,10 % cumplía el criterio de tener niveles de HDL inferiores a 40 mg/dl.

    El 68,81 % de los diagnosticados de síndrome metabólico tenía tres criterios ATP-III, el 23,65 % tenía cuatro criterios y el 7,52 % cumplía los 5 criterios.

    Según el cuestionario LISAT 8, los 8 ítems que lo componen estarían recogidos de la siguiente forma: su calidad de vida en general sería: muy satisfactoria (45 %), satisfactoria (17 %), un poco satisfactoria (16 %), un poco insatisfactoria (2 %), insatisfactoria (0 %), muy insatisfactoria (0 %). En cuanto a su vida sexual: muy satisfactoria (47 %), satisfactoria (25 %), un poco satisfactoria (12 %), un poco insatisfactoria (12 %), insatisfactoria (3 %), muy insatisfactoria (1 %). La relación con su pareja la evaluaron como muy satisfactoria (38 %), satisfactoria (44,6 %), un poco satisfactoria (6,5 %), un poco insatisfactoria (8,7 %), insatisfactoria (1,1 %), muy insatisfactoria (1,1 %).

    Al preguntarles sobre la vida familiar, era muy satisfactoria (59,8 %), satisfactoria (27,2 %), un poco satisfactoria (10,9 %), un poco insatisfactoria (1,1 %), insatisfactoria (1,1 %), muy insatisfactoria (0 %). La relación con las amistades la calificaron como muy satisfactoria (38 %), satisfactoria (37 %), un poco satisfactoria (17,4 %), un poco insatisfactoria (5,4 %), insatisfactoria (2,2 %), muy insatisfactoria (0 %). En cuanto a la vida de ocio era muy satisfactoria (32,6 %), satisfactoria (52,2 %), un poco satisfactoria (10,9 %), un poco insatisfactoria (2,2 %), insatisfactoria (2,2 %), muy insatisfactoria (0 %). La situación laboral la definieron como: muy satisfactoria (30,4 %), satisfactoria (46,7 %), un poco satisfactoria (14,1 %), un poco insatisfactoria (3,3 %), insatisfactoria (3,3 %), muy insatisfactoria (2,2 %). La situación económica personal la percibían como muy satisfactoria (7,6 %), satisfactoria (43,5 %), un poco satisfactoria (32,6 %), un poco insatisfactoria (9,8 %), insatisfactoria (4,3 %), muy insatisfactoria (2,2 %).

    El envejecimiento masculino se acompaña de progresivo descenso de la testosterona total.

    Los niveles de testosterona total son significativamente más bajos en pacientes con síndrome metabólico.

    En cuanto a la estadística predictiva de este estudio, conviene subrayar que los experimentos se han realizado con una base de datos de pacientes previamente diagnosticados con síndrome metabólico. Por eso, las conclusiones obtenidas y modelos aprendidos asumen que los casos que clasifican son de pacientes con dicho síndrome.

    Se han creado distintos modelos predictivos que, a partir de las variables que comúnmente pueden obtenerse en una consulta de Atención Primaria, sean capaces de predecir el nivel de Testosterona o el estado de Hipogonadismo de un nuevo sujeto. Los modelos utilizados son aquellos que son auto-explicativos, para tener un mejor entendimiento de cómo afectan las variables a la predicción. Así, a través de todos los modelos, se han detectado variables que han sido seleccionadas (automáticamente) como buenas predictivas, resaltando aquí las más repetidas a través de los distintos modelos: 1. IIEF11: en el cuestionario Índice Internacional de Función Eréctil, la pregunta 11: ¿con qué frecuencia ha tenido un deseo sexual? demuestra tener un poder predictivo importante para el nivel de testosterona. Concretamente, según los modelos de regresión en los que esta variable aparece, cuanto mayor es el valor de la respuesta, hay una gran probabilidad, estadísticamente hablando, de que el nivel de testosterona sea alto o, lo que es lo mismo, que no se sufra de Hipogonadismo.

    2. SHIMTOTAL: en este cuestionario, se detecta que la puntuación total de las 5 preguntas también aporta un gran valor predictivo; y también de forma positiva, es decir, cuanto mayor es la puntuación, mayor es el nivel de testosterona.

    3. EDAD y Peso: ambas variables han sido seleccionadas en distintos modelos por el poder predictivo que aportan; concretamente, los modelos de regresión aprendidos demuestran que ambas variables influyen negativamente en el nivel de testosterona.

    Las conclusiones de los puntos 1 y 2 son de esperar, dada la naturaleza de las preguntas. Sin embargo, el interés no radica en dichas conclusiones, sino en que se demuestra que tienen valor predictivo (estadístico) mayor que el resto de variables de las que se dispone, y por lo tanto conviene preocuparse en la consulta de Atención Primaria en obtener valores correctos para esas preguntas de cuestionarios.

    Así, además de identificarse las variables más relacionadas con el nivel de testosterona, se han creado modelos predictivos que ofrecen una tasa de aciertos de hasta el 87%; siendo más sencillo predecir el estado de Hipogonadismo (positivo, dudoso o negativo) que el valor numérico del nivel de testosterona, lo cual es algo positivo ya que lo que realmente interesa es saber si un individuo sufre de Hipogonadismo.

    DISCUSIÓN Existe una estrecha vinculación entre el déficit de testosterona y determinadas patologías (dislipemias, diabetes, hipertensión y la disfunción eréctil). Hay múltiples estudios 48, 123 que aseveran que el hipogonadismo estaría infradiagnosticado e infratratado ya que la sintomatología podría achacarse a otras causas médicas o al propio envejecimiento. Los fármacos disponibles hoy en día tienen un perfil seguro. El uso de los mismos podría suponer el detener o incluso revertir en gran medida el declive en la salud general de los hombres con hipogonadismo hasta ahora atribuido al envejecimiento.

    El correcto diagnóstico precoz y manejo del hipogonadismo comienza en Atención Primaria y una vez diagnosticado es de manejo multidisciplinar (médico de familia, urólogo, psicólogo, etcétera). La medición del nivel de testosterona de un individuo es un proceso costoso tanto en tiempo como en dinero, por ello este estudio tuvo como objetivo el crear un modelo predictivo para poder dar una aproximación al nivel de testosterona del paciente con variables fáciles de obtener en Atención Primaria, así se obtuvo un modelo en el cual obteniendo 4 variables (IIEF11, SHIMTOTAL, Edad y Peso) se conseguía tener una tasa de aciertos en nuevos casos de hasta el 87%.

    En los próximos años, debido al incremento de la esperanza de vida y a los cambios de hábitos de vida, siendo estos más sedentarios, hay patologías que están incrementando su prevalencia, entre ellas, dos de la más importantes por su repercusión física y social son el síndrome metabólico y la disfunción eréctil.

    Nuestros resultados ponen de manifiesto la alta prevalencia del síndrome metabólico en la población y también que la prevalencia de disfunción eréctil que existe en pacientes con síndrome metabólico es mayor que en la población general.

    El estudio revela que la disfunción eréctil disminuye la satisfacción con la vida de los varones, por lo que la identificación y la intervención precoz sobre los distintos factores que componen el síndrome metabólico a la vez de mejorar la morbi-mortalidad de los pacientes podría mejorar su percepción sobre su satisfacción con la vida.


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