Resumen de El obispo diego ramírez de villaescusa y su papel como mecenas de las artes
Diego Ramírez de Villaescusa (1459-1537) fue un hombre ligado a la corte y al poder político y religioso de comienzos del siglo XVI en España que destacó en el ámbito cultural a través de sus promociones institucionales y artísticas, configurando así una imagen propia del obispo cortesano. Gozó asimismo de la protección y confianza de personajes como fray Hernando de Talavera o Adriano de Utrecht, y de la amistad de figuras tan relevantes como el conde de Tendilla, Pedro Mártir de Anglería y Antonio de Nebrija.
A través de sus datos biográficos podemos concluir que se integró en las élites de poder a través de su ingreso en las casas reales, lo que le condujo a alcanzar los más elevados cargos eclesiásticos y administrativos. Asimismo, su incorporación al círculo granadino de fray Hernando de Talavera le convirtió en una pieza clave en el gobierno eclesiástico del nuevo reino peninsular. Las relaciones personales que mantuvo durante sus años de mayor esplendor reflejan una gran proyección personal que pudo haberle llevado al cardenalato. Sin embargo, diversos avatares políticos tras la desaparición de sus protectores terminaron por aislarle de las nuevas élites de poder, privándole de ocupar un puesto entre grandes prelados de su tiempo como Cisneros o Tavera.
A través de su biografía se constata la influencia que sobre él ejercieron las cortes de Borgoña y Castilla en cuanto a su gusto y concepción artística, marcados por el lujo, la suntuosidad y el ceremonial, que veremos reflejado en las huellas artísticas y documentales que han llegado hasta nosotros. Su promoción artística y cultural, que culmina con la fundación del Colegio Mayor de Cuenca en la ciudad de Salamanca, destaca tanto en el ámbito religioso como en el civil, destinando en muchos casos para ello recursos económicos propios y abarcando disciplinas tan dispares como la arquitectura, tapicería, escultura, pintura, rejería o platería entre otras.
