El cáncer de pulmón es el cáncer con mayor tasa de mortalidad debido a que no se dispone de ningún método para diagnosticar la enfermedad en sus estadios iniciales.
Asimismo, su diagnóstico también requiere de procedimientos invasivos, no exentos de posibles complicaciones con considerable morbimortalidad, y asociados a un coste económico elevado.
El propósito de esta tesis es demostrar que la capacidad de olfacción canica puede ser de utilidad para desarrollar un método de diagnóstico del cáncer de pulmón, incluso en sus estadios iniciales, lo que permitiría diagnosticar esta enfermedad en la etapa inicial, cuando es potencialemente curable.
El posible desarrollo de estas herramientas de diagnóstico precoz deberían conllevar, a su vez, una reducción de la tasa de mortalidad provocada por el cáncer de pulmón y, con ello, la mejoría del infausto pronóstico de la enfermedad
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