Resumen de Las zonas grises entre los sistemas de defensa nacional y seguridad interior en la República Argentina
La hipótesis a contrastar en el presente trabajo de investigación es que en la República Argentina existen zonas grises entre los sistemas de Defensa Nacional y Seguridad Interior. Las superposiciones operativas, los vacíos legales en materia de control del espacio aéreo y prevención de delitos en aeronaves en vuelo, la gestión del control pesquero, entre otras, permiten demostrar la existencia de una difusa línea divisoria entre los sistemas de Defensa Nacional y Seguridad Interior de la República Argentina. Para ello, el objetivo del presente trabajo es identificar en principio, los distintos cambios que existieron en la sociedad argentina en torno tanto a la percepción de la seguridad por parte de los diversos actores estatales, como a la relación existente entre esta percepción y la asignación funcional que se le otorgaron en consecuencia a las fuerzas armadas y policiales.
A su vez, procuraremos establecer las principales diferencias y similitudes entre las fuerzas policiales y de seguridad con las militares, así como individualizar las características específicas de estas actividades, que durante mucho tiempo fueron interpretadas como hermanas, puesto que se entendía que sólo cambiaba el ámbito de actuación. En cambio, a nuestro entender, tienen orígenes, funciones, misiones y características abismal y necesariamente diferentes.
Asimismo, trataremos de vincular la relación existente entre las referidas mutaciones, con la rigidez legislativa (típica del sistema continental europeo), la que pareciera ir siempre por detrás de los sucesos, tratando de legislarlos y brindarles un marco a posteriori, situación que, según nuestra percepción, genera zonas en las que no encontramos legislación para un determinado tipo de actividades, que por su destacada trascendencia no pueden dejar de realizarse, pero a su vez, por su altísima especificidad y por pertenecer a un ámbito eminentemente técnico y distante de la noticia cotidiana y la opinión pública, parecería no generar un destacado interés en nuestros legisladores en pos de brindarle la correspondiente y adecuada regulación.
Otro caso que pretendemos señalar, es el que se genera con la situación inversa a la planteada, en donde se modificó la legislación como consecuencia de cambios en las exigencias y las necesidades de nuestra sociedad, pero las instituciones no se adaptaron con la debida celeridad que merecen las circunstancias. En tal sentido, pareciera que algunos sectores se muestran reticentes a adecuarse a estos nuevos paradigmas, haciéndolo únicamente cuando las necesidades apremiantes así lo estipulan (generalmente de forma brusca y traumatizante para la institución), cuando bueno hubiera sido haberlo realizado de manera pausada y dosificada, tendiendo a una armoniosa readecuación de sus funciones y servicios.
Pero no son únicamente las instituciones las generadoras de estas disonancias entre el ser y el deber ser, sino que también observaremos cómo el Poder Ejecutivo continúa en diversas ocasiones, disponiendo de elementos de las fuerzas armadas, tal como lo hacían antaño en las dictaduras militares, donde el clima político imperante no realizaba distinción entre los asuntos policiales y los militares, entre los temas de Seguridad Interior y los de Defensa Nacional, donde todos los asuntos de seguridad eran abordados como temas atinentes a la Defensa Nacional por considerarla "la última capa geológica de la seguridad del Estado" al no distinguir cuestiones cualitativas, sino exclusivamente cuantitativas, pero sin tener en cuenta que en el transcurso de estos años existió una evolución normativa al respecto, que le otorga una especificidad a la altura de la naturaleza de la alta complejidad que posee el asunto. Por lo que, en definitiva, veremos que en ocasiones se expone gratuitamente al personal militar a situaciones y riesgos que nada tienen que ver con su función específica y por ende no deberían sufrir.
