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Resumen de Consumo masivo de alcohol y adicciones en jóvenes universitarios

Carlos Herruzo

  • 1. Introducción o motivación de la tesis El uso y consumo de drogas es algo ligado estrechamente a la historia de la humanidad. Sin embargo, es en la edad contemporánea cuando se empiezan a considerar un problema de salud pública y a realizarse estudios sobre sus causas y consecuencias, adquiriendo un papel muy relevante el estudio del uso de las drogas por parte de la población joven. Es en este contexto donde se enmarca la presente tesis doctoral, en la preocupación por intentar avanzar en el conocimiento de las causas del consumo, de cómo los y las jóvenes entienden y se relacionan con las drogas. Para ello, en este trabajo se hace en primer lugar una introducción teórica sobre el consumo de sustancias, su historia, nosología y etiología con el objetivo de tratar de esclarecer desde dónde partimos, qué sabemos y qué saben los jóvenes sobre estas cuestiones.

    Una de las variables destacadas en la literatura como relevantes a la hora de explicar y comprender el consumo de sustancias es la percepción de riesgo, entendida como la creencia que un individuo tiene acerca de los peligros que van asociados al consumo de una determinada sustancia (Danseco, Kingery, Coggeshall, 1999). Es por ello que se hace necesario indagar y profundizar en este campo para comprender como se desarrollan estos patrones de consumo abusivos, con el objetivo de poder prevenirlos y actuar sobre ellos. En torno a estas necesidades surgen los objetivos de esta tesis:

    1.- Caracterizar la percepción del riesgo asociado al consumo tanto a sustancias legales como ilegales entre los jóvenes de 18 a 29 años, y buscar si existe o no relación entre la variable percepción de riesgo y consumo.

    2.- Estudiar el fenómeno del “botellón” entre los jóvenes universitarios andaluces.

    2.Contenido de la investigación Para alcanzar los objetivos antes nombrados, se realizaron dos estudios. El primero, para caracterizar esa percepción de riesgo y ver de qué manera se relaciona con el consumo de sustancias tanto legales como ilegales, se llevó a cabo un estudio, con un diseño prospectivo y transversal ex post facto, en una muestra de 2776 jóvenes de 18 a 29 años de Andalucía. Se utilizó un cuestionario adaptado del empleado en otros estudios de investigación sobre la población universitaria en Andalucía y algunas agencias nacionales (Ruiz-Olivares., Lucena, Pino, y Herruzo,2010), que incluía preguntas sobre datos sociodemográficos, patrones de consumo, percepción del riesgo y adicciones sin sustancia. Los resultados mostraron diferencias en la percepción de riesgo de las diferentes sustancias, existiendo ciertos sesgos en cuanto a los daños que pueden causar unas u otras sustancias, encontrándose, además, diferencias en función del sexo. Se planteó un segundo objetivo consistente en conocer cómo se relaciona el consumo de alcohol, cannabis y otras drogas con la percepción del riesgo de sufrir un accidente de tráfico bajo los efectos de dichas sustancias, y ver si había diferencias en función del sexo. Los resultados mostraron una correlación negativa entre el consumo y la percepción de riesgo, siendo mayor la percepción de riesgo para las mujeres. Se plantea un tercer objetivo con la intención de determinar si existen patrones de percepción de riesgo y si éstos se relacionan con el consumo. Para ello se realizó un análisis de clúster que nos permitió identificar tres grupos que aglutinaban las puntuaciones de percepción de riesgo, estricto, laxo y consciente-permisivo, hallándose una fuerte relación entre estilo perceptivo y consumo. Por último, se realizó un análisis de regresión logística para tratar de predecir el consumo de cannabis mediante el estilo perceptivo, obteniendo como resultado que, con esta variable, el consumo de alcohol y tabaco y la edad con la que tomó contacto con la bebida (combinados) y el cannabis, se predecía correctamente el 97,6% de los casos de consumo de cannabis. También se analizaron las fuentes de información que la juventud utiliza para informarse sobre las drogas y su consumo.

    En el segundo estudio se planteó el abordaje de otro problema que es objeto de preocupación en nuestra sociedad. Nos referimos al consumo de alcohol y a ciertos fenómenos de reciente aparición como el llamado botellón, donde se dan unos patrones específicos de consumo conocidos como binge drinking o atracón. Para ello, con una muestra de 2000 jóvenes de la Universidad de Córdoba, se utilizó un diseño trasversal descriptivo y se aplicó un cuestionario en el cual se medían, además de datos sociodemográficos, pautas de consumo, asistencia y tipo de consumo en el botellón. Nos planteamos como primer objetivo específico conocer cuánto consumía el alumnado en función del curso, la rama de estudio y el sexo, agrupando el consumo en moderado, elevado y muy elevado, encontrando que el 50% de los y las estudiantes tienen un consumo perjudicial de alcohol. Además, se encontraron diferencias significativas en función de la rama, curso y sexo en cuanto al consumo. Para conocer con más profundidad el fenómeno del botellón, nos planteamos el objetivo de caracterizar el consumo asociado a su realización, preguntando acerca de la frecuencia de las borracheras (44% de los hombres y 22% de las mujeres se había emborrachado en el último mes), el binge drinking (70% hombres y 50% de las mujeres tenían este tipo de consumo en el botellón), la frecuencia con la que asistían (16% mujeres y 20% hombres habían hecho botellón todas las semanas), la cantidad de alcohol consumida (7,3 UBE de media para hombres y 5,1 para mujeres) y el consumo de otras sustancias (el 40% consumía otras sustancias, principalmente tabaco, cannabis y cocaína). Por último, quisimos conocer como percibían las y los jóvenes el consumo, además de dónde y con quién se habían iniciado en dicho consumo, perfilándose así nuestro último sub-objetivo. Los resultados nos muestran cómo un 46% de las mujeres y un 40% de los hombres apenas ven consecuencias negativas en el consumo, afirmando que obtienen placer y bienestar al consumirlo (19% mujeres y 27% hombres) o mejora en las relaciones sociales (20% para ambos sexos). El 62% de las mujeres y el 54% de los hombres iniciaron su consumo en fiestas, y en un 90% de los casos lo hicieron con amigos.

    3.Conclusión A raíz de los datos obtenidos en ambos estudios, donde se refleja la relación existente entre la percepción de riesgo y el consumo de sustancias, además de los datos de consumo de alcohol en población universitaria y su caracterización, nos permiten contar con una información muy relevante de cara al diseño de programas de prevención específicos para la población joven, ya que, como se puede observar tanto en este estudio como en las encuestas nacionales, los datos de consumo indican que no se ha producido una reducción significativa en el consumo de algunas sustancias como el alcohol a lo largo del tiempo con las medidas tomadas hasta ahora. Es por ello que se hace necesario plantear nuevas alternativas y programas que ayuden a los jóvenes a ser conscientes y responsables con el consumo, más que desde las posturas clásicamente prohibicionistas, que como se ha visto no funcionan, apostando por una adecuada información y educación que permita el uso consciente y responsable por parte de los individuos, contando con la colaboración tanto de usuarios como de las instituciones a la hora de programar estas medidas preventivas, tratando de frenar el abuso y los problemas que este acarrea.

    4. Bibliografía Danseco, E. R., Kingery, P. M., & Coggeshall, M. B. (1999). Perceived risk of harm from marijuana use among youth in the USA. School Psychology International, 20, 39–56.

    Ruiz-Olivares, R., Lucena, V., Pino, M.J. y Herruzo, J. (2010). Análisis de comportamientos relacionados con el uso/abuso de Internet, teléfono móvil, compras y juego en estudiantes universitarios. Adicciones, 22, 301-310.


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