Se ha llevado a cabo un estudio estratigráfico y mineralógico de los materiales terciarios entre Zamora y Tordesillas (Valladolid).
Se definieron y cartografiaron siete unidades litoestratigráficas: una serie Cretácico superior-Paleocena (Formación Salamanca), una serie Eoceno inferior-medio (Unidad de Cubillos), una Eoceno Superior-Oligoceno (Unidad de Geroma) y cuatro series miocenas (Unidad de Toro, Unidad de Tierra de Campos, Unidad Cuestas y Unidad Páramo).
Han sido establecidos los factores alocíclicos que condicionaron la sedimentación:
* Área madre: Una occidental de naturaleza esquistosa y otra septentrional y nororiental carbonatada.
* Clima: Evolucionó de tropical húmedo a tipo sabana en el Paleoceno y a mediterráneo hasta Mioceno superior, disminuyendo la humedad.
* Nivel de base: De carácter general en el Paleoceno, relacionado con masas marinas. En el resto del Terciario, de carácter local o regional.
* Tectónica: Fue responsable del rejuvenecimiento de las áreas madres y de la subsidencia en los sitemas lacustres.
En el Paleógeno, la tectónica condicionó en mayor medida la sedimentación que el clima.
En el Neógeno (Mioceno medio y superior), fue el clima quien ejerció un mayor control sedimentario frente a la tectónica.
Se definen tres asociaciones mineralógicas en función de las condiciones de formación de cada mineral constituyente y de la relación entre ellos: Asociación Heredada, Asociación de Transformación Primaria y Asociación de Transformación Directa.
Hay escasos endorreísmos en el Paleoceno y Mioceno inferior, existiendo buen drenaje en los sedimentos. En el Eoceno y Oligoceno comienza a haber endorreísmos locales. En el Mioceno medio y superior se desarrollan endorreísmos generales relacionados con áreas circunlascustres.
Se establece una evolución paleogeográfica hacia el este: Braidplain deltas en el Cretácico superior-Paleoceno, sistemas fluviales
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