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Resumen de La adopción en España: contextos de desarrollo, ajuste y rupturas

Carmen Elisa Paniagua Infantes

  • La adopción en nuestro país ha vivido una interesante evolución a lo largo de los últimos años. A finales de los años 90 y hasta los primeros años del 2000 tuvo lugar el fenómeno conocido como el boom de la adopción internacional. Entre 1998 y 2004 las adopciones internacionales en España aumentaron un 273%, lo que dio lugar a que llegaran 51.129 niños y niñas procedentes de otros países. El punto álgido del boom tuvo lugar en 2004, cuando se produjeron un total de 5.541 adopciones internacionales en ese único año. Las principales zonas de origen de ese año, así como durante todo el boom de la adopción internacional, fueron China y la Federación Rusa. Pese a ese aumento de la adopción internacional, la adopción nacional durante esos años apenas se contagió por esa “fiebre” de la adopción. Durante esos mismos años, las adopciones nacionales se situaban entre las 800 y 1000 cada año. Sin embargo, el número de adopciones internacionales ha disminuido en España en la actualidad, al igual que ha sucedido en el resto de países de nuestro entorno. Pese a que el boom de la adopción internacional ha finalizado, el momento del estudio resulta especialmente interesante para la historia de la adopción en España, pues los chicos y chicas adoptados durante ese periodo estaban en 2014 llegando a la adolescencia. La adolescencia es una etapa que trae consigo unas dificultades y retos intrínsecos entre los chicos y chicas adoptados relacionados con su pasado y su adaptación. Por ello, es una etapa en la que se han encontrado más dificultades, como por ejemplo, un mayor riesgo para que se produzcan rupturas en adopción.

    Más allá de las cifras, la adopción es una experiencia vital en sí misma. Para que un niño o una niña sea adoptado, es necesario que antes haya experimentado situaciones de abandono, maltrato, abuso o negligencia. Distintas investigaciones han encontrado consecuencias en el desarrollo físico, emocional, cognitivo, lingüístico y social en chicos y chicas adoptados debido dichas experiencias de adversidad tempranas. Sin embargo, una gran parte de los chicos y chicas adoptados recuperan un desarrollo normal tras la adopción. De este modo, las familias adoptivas actúan como factores de protección que pueden amortiguar las secuelas negativas de los factores de riesgo previos, así como favorecer la recuperación de los menores.

    Sin embargo, no podemos caer en la ingenuidad de pensar que es la solución perfecta. Así, si bien la adopción es una oportunidad para los niños y niñas, no está exenta de retos y dificultades. Es necesario conocer estas dificultades para ayudar a los chicos y chicas adoptados, a sus familias adoptivas, así como a la comunidad profesional, a hacerles frente cuando aparezcan. Pese a que la mayoría de las adopciones son historias de éxito, en algunas ocasiones la convivencia deriva en situaciones tan conflictivas y difíciles que el final de la adopción acaba siendo una ruptura: la separación entre el niño o niña y su familia adoptiva sin perspectiva de retorno, regresando de nuevo el ola menor a la tutela de los organismos de protección infantil, pudiendo ser de nuevo adoptado o adoptada por otra familia.

    Es por ello que la presente tesis doctoral se planteó abordar la adopción de una manera amplia, rica y compleja. Por un lado, ofrece una visión general sobre los contextos de desarrollo y el ajuste de los chicos y chicas adolescentes que han pasado por una adopción, así como también aporta un acercamiento más específico de aquellas adopciones que han finalizado. Para ello, se basará en dos investigaciones: el estudio “Health Behaviour in School-aged Children” (HBSC) y el proyecto “Factores de riesgo y rupturas en adopción y acogimiento familiar”, que se pasan a explicar a continuación.

    El estudio HBSC es un estudio internacional auspiciado por la Organización Mundial de la Salud que se realiza cada 4 años desde 1982, y que en su última edición, ha contado con más de 50 países participantes. El objetivo del estudio es conocer en profundidad los estilos de vida de los y las escolares, así como su salud y bienestar, analizando en las sucesivas ediciones su evolución y las características de los contextos sociales en las que se producen, explorando igualmente las diferencias entre distintos países. España se incorporó a la red internacional en el año 1985, y a excepción de la edición 1998, se ha venido realizando desde entonces. España es el único en el que se pregunta a los adolescentes que responden al cuestionario por su condición de adoptados o adoptadas. El trabajo de investigación que aquí se presenta contó con una muestra de 394 adolescentes adoptados y adoptadas de entre 11 y 18 años que participaron en la edición 2014 del estudio HBSC en España, usando como grupo de comparación 28374 adolescentes. En cuanto a los adoptados, 155 fueron identificados como adoptados nacionales y 239 como adoptados internacionales.

    Pero además de esta visión general, este proyecto de investigación se ha centrado también en una visión más específica dedicada a aquellas situaciones en las que la adopción no supone un éxito: las rupturas. El proyecto “Factores de riesgo y rupturas en adopción y acogimiento familiar” surge de un encargo realizado a los profesores doctores Jesús Palacios y Jesús M. Jiménez Morago por la Junta de Andalucía en 2013 a través de la Dirección General de Personas Mayores, Infancia y Familias. La muestra de este estudio está compuesta, por un lado, por los 93 casos de rupturas en adopción detectados por los profesionales. Por otro lado, de ese total de casos, se contó con información detallada sobre las características de las rupturas en 69 de ellos. De esos 69 casos, 16 procedían de la adopción internacional. De los casos de adopción nacional, 40 de ellos se encontraban en la fase de guarda previa a la formalización de la adopción y 37 en adopciones ya formalizadas.

    Esta tesis doctoral aborda ocho objetivos, los cinco primeros pertenecientes al estudio HBSC y los 3 últimos al proyecto de rupturas en adopción. El primer objetivo se plantea el abordaje de la diversidad existente dentro de la adopción en variables relacionadas con los contextos de desarrollo y el ajuste, a través de la comparación de distintos grupos de adoptados según su zona de origen, así como en comparación con el grupo de no adoptados. El segundo objetivo profundiza en el contexto familiar ofreciendo un análisis centrado en las dimensiones familiares: comunicación, afecto, apoyo y satisfacción. El tercer objetivo se plantea conocer el nivel de apoyo percibido en los diferentes contextos de desarrollo (familia, amistades, compañeros y compañeras de clase y profesorado) entre adolescentes adoptado y no adoptados, así como su influencia sobre el bienestar. El cuarto objetivo profundiza en el fenómeno del bullying y su repercusión en el bienestar adolescente, ofreciéndose información tanto de los roles como de los tipos de bullying así como comparaciones entre adoptados y adoptadas y no adoptados y los distintos grupos de adopción. El quinto objetivo se plantea caracterizar el bienestar y el ajuste psicológico de los adolescentes adoptados explorando las características individuales, familiares y extra-familiares que favorecen un mejor bienestar. El sexto objetivo, referente ya al estudio de rupturas, se adentra en la caracterización de las rupturas en la adopción en nuestro entorno, ofreciendo cifras de incidencia y un análisis de las variables de riesgo detectadas. El séptimo objetivo fue conocer en profundidad la relación entre las variables de riesgo identificadas y la duración de la convivencia en las adopciones que finalizan en ruptura, prestando especial atención a la edad en el momento de la adopción. Por último, el octavo objetivo se centra en la influencia de la adolescencia en las rupturas, comparándose las distintas variables de riesgo implicadas entre aquellas rupturas que ocurren antes de la llegada de la adolescencia y aquellas otras que tienen lugar una vez que los chicos y chicas se encuentran en este periodo.

    A continuación se presentan de forma resumida los resultados de los objetivos anteriores.

    -Estudio derivado del objetivo 1: Los resultados muestran más similitudes que diferencias entre los adoptados y no adoptados, así como una gran heterogeneidad dentro del grupo de adoptados en función de su origen. Los chicos y chicas procedentes de Latinoamérica son los que obtienen unas puntuaciones más positivas, seguidos por los chicos y chicas procedentes de Asia. En cambio, los adoptados y adoptadas en Europa del Este muestran una mayor presencia de dificultades. Este estudio pone en relevancia la importancia no solo del país de origen de las adopciones, sino también el país desde el que se realizan las investigaciones.

    -Estudio derivado del objetivo 2: Los resultados no encuentran diferencias en afecto, comunicación y apoyo familiar entre adoptados y no adoptados. Sin embargo, sí se encuentran diferencias estadísticamente significativas en la satisfacción familiar. Dos modelos de regresión lineal múltiple se realizaron para analizar la influencia de las dimensiones familiares sobre la satisfacción en los dos grupos. Se encontró que en ambos el apoyo familiar es la dimensión más relevante para la conformación de la satisfacción familiar. Sin embargo, en los chicos y chicas adoptados, la figura del padre cobra más importancia que en no adoptados, donde las madres tienen siempre una importancia mayor. Diferencias entre la adopción nacional e internacional fueron también encontradas en este estudio.

    -Estudio derivado del objetivo 3: A través de dos modelos de ecuaciones estructurales, uno para chicos y chicas adoptados y otro para no adoptados, los resultados mostraron que la familia es el contexto de desarrollo más relevante para ambos grupos en relación con su bienestar. Sin embargo, en el grupo de adoptados y adoptadas, no apareció una relación directa entre el contexto escolar (compañeros y compañeras de clase y profesorado) y el bienestar, relación que sí se produce entre los no adoptados.

    -Estudio derivado del objetivo 4: Los resultados muestran una mayor presencia de bullying entre los chicos y chicas adoptados que entre los no adoptados, tanto en los roles como en los tipos de bullying. En especial, se encuentra más bullying en la adopción nacional que en la internacional. Sin embargo, cuando dividimos a este último grupo según las zonas de origen, encontramos que los chicos y chicas adoptados en Europa del Este son quienes se encuentran más involucrados en este fenómeno, al contrario de los de Latinoamérica. Por otro lado, en cuanto a la relación entre bullying y bienestar, los resultados muestran que, en general, no hay diferencias entre chicos y chicas adoptados y no adoptados, ni entre tipo de adopción: el bullying disminuye el bienestar en el mismo grado en todos los grupos analizados.

    -Estudio derivado del objetivo 5: Los chicos y chicas adoptados fueron divididos en aquellos que presentan un alto bienestar y aquellos que presentan dificultades en su bienestar. Distintas variables individuales, familiares y extra-familiares fueron puestas en relación en ambos grupos a través de un análisis de regresión logística binario. Los resultados mostraron que las variables predictoras de un buen ajuste en los chicos y chicas adoptados fueron: la edad en el momento del estudio, la titularidad del centro educativo, la comunicación con la madre, el apoyo familiar y la satisfacción con los amigos y amigas.

    -Estudio derivado del objetivo 6: La cifra total de incidencia acumulada encontrada fue de 1.32%, lo que representa una ruptura de cada 75 adopciones. La cifra de incidencia es mayor entre las adopciones nacionales que entre las internacionales. En cuanto a los factores de riesgo, nuestros resultados apoyan los hallazgos de la investigación previa, como una edad más elevada en los chicos y chicas en el momento de la adopción, la presencia de problemas de vinculación en la familia, etc. Además, los datos revelan nueva evidencia en relación a otros factores de riesgo, como el momento de aparición de los problemas, la falta de asistencia a servicios profesionales especializados y la edad en el momento de la ruptura.

    -Estudio derivado del objetivo 7: Los resultados muestran diferentes variables relacionadas con la duración de las rupturas entre aquellos casos que fracasaron antes de la formalización de la adopción y los que se produjeron una vez la adopción estuvo formalizada. En ambos, la edad en el momento de la adopción surge como un elemento común que acelera el momento de la ruptura. Sin embargo, es importante mencionar que no todos los casos de adopciones de niños y niñas mayores acaban en ruptura, pues la mayoría de ellos son adopciones exitosas.

    -Estudio derivado del objetivo 8: Los resultados muestran diferencias entre las rupturas en adopción antes de la llegada de la adolescencia y aquellas que se producen una vez el o la menor se encuentra en esa etapa. Se encuentran diferencias en variables como las expectativas desajustadas sobre el o la menor, la presencia de intervención profesional, los problemas de conducta o los esfuerzos por parte de los adoptados para resolver los problemas.

    Las conclusiones de este trabajo se agrupan en cuatro pilares: la diversidad en adopción, la adolescencia, la familia y los iguales. En primer lugar, tanto el estudio HBSC como el proyecto de rupturas en adopción han permitido dejar constancia de la diversidad existente en este campo de estudio. La evidencia ofrecida para esta conclusión es una de las principales aportaciones de este trabajo, donde hemos podido concluir que no hay un perfil claro de “adoptado” o “adoptada” general, sino que bajo esta condición, esta etiqueta, se esconden realidades muy diversas. Gracias al estudio de esta diversidad en adopción hemos podido contribuir al campo teórico a través de tres aportaciones. La primera, ofreciendo una visión más ecológica que la mayor parte de la investigación previa. La segunda, a través del estudio de diferentes zonas de origen, se ha podido aportar evidencia que viene a apoyar los resultados encontrados en Asia y en Europa del Este, pero especialmente relevante son los datos encontrados en los adoptados y adoptadas procedentes de Latinoamérica, una población sobre la que aún existe poca investigación. Por último, también ha sido posible identificar diferentes patrones en las rupturas en adopción, poniéndose de manifiesto la diversidad de factores de riesgo existente, así como su relación con distintos procesos familiares que desencadenan diferentes rupturas.

    En segundo lugar, este trabajo ha puesto en relevancia la etapa de la adolescencia. Los resultados nos han mostrado que la adolescencia es un momento con características propias en la adopción que, añadidas a las características de por sí específicas que se producen en cualquier persona en este momento, hacen que sea necesario que desde la investigación y desde la intervención profesional se preste una mayor atención a los chicos y chicas adoptadas y a sus familias adoptivas durante este periodo. Sin embargo, conviene también recordar que lo que ocurre durante la adolescencia viene gestándose, al menos en lo que las rupturas conciernen, desde el inicio de la adopción en una edad infantil avanzada (7-8 años).

    Otro elemento común que ha resaltado a lo largo de los distintos objetivos de estudio ha sido la importancia de la familia, ya sea por su papel protector como por ser un elemento esencial en la problemática de los casos de ruptura. Por un lado, en el estudio HBSC hemos podido estudiar a la familia desde una perspectiva no centrada en los problemas y, por el contrario, más cercana al funcionamiento familiar más que la que abunda en el campo de la adopción. Esto ha permitido poder ver el desarrollo y el ajuste de los chicos y chicas en sus relaciones cotidianas con sus padres y madres, lo que ha mostrado una imagen donde la normalidad en su comparación con los no-adoptados prevalece frente a las diferencias. Por otro lado, hemos podido poner en valor la figura del padre adoptivo como una variable fundamental para el bienestar de los chicos y chicas adoptados, por encima del papel que tiene generalmente en los no adoptados. Además, hemos podido ver cómo el reparto de su influencia en la vida de sus hijos e hijas adolescentes se encuentra más compartido con la madre que en el caso de los no adoptados. Además, nuestros resultados han mostrado que, pese a encontrarse en la etapa de la adolescencia, los chicos y chicas adoptados necesitan a sus familias aún más que los no adoptados. Sería recomendable que en la formación sobre adopción las familias fueran informadas de esta evidencia, pues en nuestra sociedad existe la creencia popular a pensar que los y las adolescentes son totalmente auto-suficientes y que no necesitan cariño ni apoyo debido a las conductas que estos y estas tienen para buscar y lograr una independencia. Sin embargo, los padres y madres de los chicos y chicas adoptados deberían saber que sus hijos e hijas les necesitan, quizás incluso en igual medida que durante la infancia, y que les seguirán necesitando de forma muy activa incluso durante la adultez, como han encontrado algunas investigaciones. Por otro lado, el estudio de rupturas nos ha mostrado la gran necesidad que existe de ofrecer apoyos profesionales a las familias adoptivas que fomenten sus habilidades de parentalidad positiva para poder manejar de forma adecuada los conflictos, evitando convertirse en parte de ellos. Es recomendable que esta formación esté presente antes de la llegada a la adolescencia de los chicos y chicas, pero desde luego, es necesario que esté presente durante esta etapa por ser la identificada como de mayor riesgo para que se produzcan las rupturas.

    Por último, otro resultado reiterativo en la presente tesis doctoral ha sido la importancia del papel de los iguales en la vida de los chicos y chicas adoptados, ya sean amistades o compañeras y compañeros de clase. El presente trabajo nos ha puesto delante el espejo de qué ocurre cuando hay dificultades para el establecimiento y el mantenimiento de relaciones con los iguales y qué sucede cando se consiguen entablar amistades de calidad. Así, entre las dificultades, el fenómeno del bullying que se ha explorado sería una de sus máximas expresiones. Por otro lado, entre los aspectos positivos de la amistad, nuestros resultados también han mostrado cómo esta puede ser un factor relacionado con un buen ajuste y bienestar. Nuestros resultados ponen de relevancia la necesidad de contar con este contexto de desarrollo para poder potenciar el bienestar de los chicos y chicas que asisten a él, de forma que se fomente la potenciación de este entorno como un contexto reparador.


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