Resumen de Dinámica microambiental de un medio kárstico somero (cueva de Altamira, Cantabria): microclima, geomicrobiología y mecanismos de interacción cavidad/exterior
Una cavidad kárstica próxima a la superficie es un medio natural muy complejo. Sus condiciones ambientales quedan determinadas por el nivel de interacción con el ambiente externo. Se comporta como un sistema físico-químico abierto dinámico que implica gran cantidad de factores interactuando. Así, el estudio de la dinámica ambiental desarrollado en la Cueva de Altamira ha requerido adoptar una compleja metodología de análisis e integración que ha permitido alcanzar un conocimiento detallado de los procesos y factores que determinan las condiciones y dinámica microambiental.
El estudio se ha centrado fundamentalmente en la caracterización de las condiciones microclimáticas, la caracterización físico-química de las aguas kársticas, la caracte rización de la roca encajante y el suelo exterior y el análisis geomicrobiológico de las colonizaciones de microorganismos. La integración multidisciplinar de los resultados obtenidos en este estudio ha permitido identificar los mecanismos de dichos intercambios cavidad-exterior y determinar los factores decisivos (físico-químicos y biológicos) que en cada momento intervienen. En base a esto, ha establecido un modelo aproximado para la dinámica microambiental de Altamira.
El estudio nos ha permitido determinar que La Cueva de Altamira presenta una elevada estabilidad microambiental, que se basa en un equilibrio dinámico altamente complejo, determinado por los procesos de comunicación e intercambio de materia y energía entre el ambiente subterráneo y el medio exterior. Los procesos de intercambio cavidad-exterior presentan un carácter estacional. A nivel general, la dinámica ambiental de intercambio con el exterior se desarrolla fundamentalmente por procesos en fase gaseosa (acompañad a de elementos en suspensión) durante el verano, mientras en invierno está dominada principalmente por procesos en fase líquida (acompañada de elementos externos en disolución). Los procesos de intercambio durante el invierno se limitan fundamentalmente a los aportes de las aguas de infiltración. Durante el verano, sin embargo, se establecen vías de comunicación directa en fase gaseosa. Las condiciones termohigrométricas del aire (interior frente a exterior), la fracturación-fisuración y porosidad del encajante, así como, y de un modo principal las características de sistema poroso del suelo exterior (porosidad y distribución de tamaños de poros) son factores determinantes reguladores de dichos procesos de intercambio en fase gaseosa. La...
